sábado, 27 de octubre de 2012

Debatiendo cifras, descifrando tendencias (3)

El segundo estudio que Alejandro Rofman, investigador principal del Conicet, tomó para el análisis de la dinámica social argentina es del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y se refiere a la pobreza por región del país entre 2001 y 2010 (no abarca el 2011), ofreciendo datos sobre pobreza más reducidos, en el año final, que los consignados en  el informe de la UCA-Observatorio Social que revisábamos en la entrada anterior. Aun así, es procedente un rápido vistazo: ese estudio arroja para la región Nordeste del país, la de peor situación social, un descenso significativo de la pobreza: era del 57,2% en 2001 y cayó al 18,5% en 2010. En el Noroeste, el descenso fue del 48,3% de sus habitantes en 2001 a 11,8% en 2010. Para Cuyo, del 39,6% en el 2001 se pasó en 2010 a sólo el 9,8%. En la región pampeana, los datos consignan un 37,1% de pobreza en 2001 y un 9,6% en 2010. En el Gran Buenos Aires, los índices de pobreza caen del 37,1% al 9,6%. Y en la región patagónica, donde la situación social es la mejor de todo el país, los índices de pobreza total son del 23,2% en 2001 y se repliegan al 5,8% en 2010.
Sintetiza así Rofman: “como conclusión de este recorrido relevante de datos, entre el cierre de la convertibilidad y los tiempos que corren, sólo cabe agregar que los mismos son impactantes en cuanto al progresivo y firme horizonte de progreso social y justicia distributiva que ha tenido lugar en esta nueva etapa. La fuente de las estadísticas que corroboran esta información es de procedencia insospechada y no se la puede acusar de ser cercana o afín a las ideas de quienes han conducido el país en los últimos nueve años. Es posible afirmar, entonces, que el debate en torno de la bondad del proyecto de desarrollo vigente desde el año 2003 ha sido definitivamente cerrado con los datos transcriptos, que puntualizan los evidentes beneficios que para los sectores sociales que menos recursos e ingresos tienen ha venido deparando la política económica del desarrollo con inclusión y equidad social aplicada en la reciente década”.
Sin apuro por clausurar debates, recapitulemos: la UCA calculaba un 21,9% de pobreza para 2011, admitiendo así un descenso de 5 puntos porcentuales en 4 años (estimaba 26,9% de pobreza en 2007). El descenso es ostensible, pero la pobreza, de acuerdo a estas cifras, sigue en el rango del 20-25% (medida en término de ingresos).
Existen otras mediciones alternativas: la consultora Equis, de Artemio López, construye un índice de precios diferente al del Indec (denominado IPX), a partir del cual estima que, con la  reciente actualización de la Asignación Universal por hijo (AUH) los valores de pobreza girarán en torno al 16% y la indigencia en el orden del 2,5% de la población nacional. Este cálculo es más bajo que el de la UCA y además actualiza el cuadro de situación a 2012, dando por resultado, según López, “que en el segundo semestre de 2012 se registran los menores niveles de pobreza e indigencia desde la recuperación democrática al tiempo que la estratificación por ingresos señala el mayor volumen de segmentos medios tras la crisis de 2001”
En el mismo sentido, según la última actualización de la pirámide de nivel socioeconómico de la Asociación Argentina de Marketing (AAM, a la que por cierto no puede sospecharse de estar “cooptada” por el oficialismo) confirma que, a nivel nacional, entre 2004 y 2011, la clase media (C3) creció cinco puntos (de 25% a 30%), la media alta (C2) tres puntos (de 14% a 17%) y la alta (ABC1) dos puntos (de 5% a 7%) y la baja y marginal (D2 y E) descendió 8 puntos (de 23% a 15%). Así, la pirámide de niveles socioeconómicos confirmaría el descenso de la pobreza, que según estos parámetros rondaba en 2011 el 15% (si bien, nobleza obliga, la metodología que emplea la AAM es distinta a las otras revisadas).  
Por otro lado, la afirmación de López acerca de la perspectiva para el segundo semestre de 2012 está en la línea de lo que vienen señalando otros analistas (algunos de los cuales ya hemos repasado en este blog). Un reciente reporte de consultora Analyitica (de Julio Burdman) plantea el concepto de que en la dinámica económica vienen insinuándose “brotes verdes”: “en el consumo masivo tampoco se observan efectos marcados de la menor actividad del primer semestre. La demanda de alimentos, a nivel nacional, medida por Consultora W, da cuenta de una escasa desaceleración hasta julio, en comparación con los elevados niveles de 2011, pero manteniéndose sostenida y lejos de umbrales pre-crisis. Las mejoras en los ingresos familiares desde mitad de año, por el cierre de las principales paritarias, y los aumentos en jubilaciones, asignaciones familiares y AUH se están volcando sobre el consumo masivo. La pesificación compulsiva, a su vez, presiona sobre la demanda de bienes durables (autos, electrodomésticos, línea blanca)”

Esto valida, de alguna manera, la afirmación presidencial de que “Argentina tiene el mejor poder adquisitivo de América latina para nuestros asalariados”, confirmada por el sitio chequeado.com, que confrontó ese dato con tanto con el ingreso mínimo como con el salario promedio, según estudios basados en la Organización Internacional del Trabajo y del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales, entre otros.

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