En la primera vuelta nacional del próximo 22 de octubre no sólo se votarán presidente y vicepresidente y legisladores nacionales (senadores y/o diputados, según cada provincia), sino también gobernadores para completar el turno electoral 2023 de elecciones ejecutivas (salvo en Corrientes y Santiago del Estero). Los platos fuertes para esa fecha serán, por un lado, provincia de Buenos Aires (PBA), que pesa 37% del padrón nacional, bastión del pan peronismo, y por otro Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que pesa casi 8% del padrón nacional y es bastión del PRO. En PBA se elige además gobernador (por simple pluralidad de votos) y en CABA jefe de gobierno, en doble vuelta si ningún candidato alcanza la mayoría de 50%+1. En PBA, según la última encuesta de CB Consultora, el pedido de renuncia de Sergio Massa y Axel Kicillof a Martín Insaurralde luego de la polémica por su viaje parece haber conjurado el riesgo electoral: aun en el marco del caso, 36% votaría al oficialismo, vs 56,3% que le votaría en contra (gráfico arriba).
Ese 36% coincide con la intención de voto a favor del gobernador Axel Kicillof, de Unión por la Patria (UP), mientras que casi 23% votaría a Néstor Grindetti, de Juntos por el Cambio (JXC), y 21,7% a Carolina Píparo, de La Libertad Avanza (LLA). La ventaja a favor de UP es de 13,1 puntos porcentuales, estadísticamente significativa, en tanto que la brecha de apenas 1,2 pp entre Grindetti y Píparo deja la disputa por el segundo lugar en empate técnico (gráfico arriba). El candidato de la izquierda, Rubén Sobrero, ronda el 2%.
Con proyección de indecisos, Kicillof roza el 44%, lo que le permitiría obtener la reelección. JXC y LLA se mantienen en empate técnico, mientras que el FITU alcanza 2,3% (gráfico arriba). Aunque ese estudio de CB no reporta intención de voto a presidente, el casi 36% para Massa que arroja la última encuesta de Zuban Córdoba en PBA sugiere que el voto a gobernador está relativamente alineado con el voto nacional. Así, UP encabeza la intención de voto presidencial con una ventaja de casi 7 puntos porcentuales sobre Milei, mientras que Bullrich roza el 24% (gráfico abajo). Fuera del podio, Bregman ronda el 3% y Schiaretti el 2% (empate técnico). En ambos tramos, presidencial y gobernación, UP aventaja tanto a JXC como a LLA en este distrito clave, si bien las brechas a favor del oficialismo son menores a las que el Frente de Todos obtuvo en 2019.
Respecto a las tendencias en CABA para la elección de jefe de gobierno, según Federico González & Asociados (FGA) Jorge Macri de JXC roza el 46% de intención de voto y aventaja a Leandro Santoro de UP, que ronda el 26% y aparece en empate técnico con el libertario Ramiro Marra (24,8%; gráfico abajo). La ventaja a favor de JXC se achica respecto a 2019, y por ahora no llega al 50%+1 que le permitiría resolver la elección en primera vuelta, lo que sí logró Rodríguez Larreta hace cuatro años.
Ese estudio de FGA no midió intención de voto a presidente en CABA, pero sí lo hizo el último de Consultora Circuitos: según esa encuesta, Bullrich aventaja a Massa por casi 9 puntos porcentuales, una brecha pequeña comparada con los 17 pp de ventaja que Mauricio Macri obtuvo sobre Alberto Fernández en octubre de 2019. El achicamiento de esa brecha se explica por Milei, que en ese distrito se ubica tercero, con casi 22%. Fuera del podio, la candidata de la izquierda duplica al gobernador Schiaretti (gráfico abajo).
Finalmente, otro distrito que el 22 de octubre elige gobernador además de votar presidente es Entre Ríos, que pesa 3,2% en el padrón nacional. Según la última encuesta de Poliarquía, el candidato de JXC, Rogelio Frigerio, aventaja a Adrián Bahl de UP por 7 pp (37% a 30%) si se considera el efecto de corte y arrastre de la boleta, mientras que el libertario Sebastián Etchevehere alcanza 22% (gráfico abajo).
De cara a la elección presidencial, el mismo estudio reporta que Bullrich (32%) aventaja por 6 pp a Massa y Milei, ambos con 26%; también se registra un empate entre Schiaretti y Bregman, con 2% de intención de voto (gráfico abajo). En 2019, JXC obtuvo en ese distrito 44,44% vs 44,39% del FDT, un cuasi empate que ahora se perfila como una brecha módica a favor de la ex ministra.
En ese marco, en PBA UP saca ventaja tanto en la intención de voto a presidente como como a gobernador, en tanto que la posición de escolta aparece disputada entre JXC y LLA en el tramo provincial y favorece al libertario en el voto a presidente. En CABA, JXC saca más ventaja a jefe de gobierno que para la elección presidencial; en el primer caso, la posición de escolta es disputada por UP y LLA, mientras que en el segundo Massa aventaja a Milei. En Entre Ríos, JXC tendría alineado el voto en ambos tramos, mientras que UP disputa con LLA la posición de escolta a nivel nacional y aventaja a los libertarios en el tramo distrital. Como vimos en la nota de la semana pasada, en el promedio de las encuestas Milei está primero, Massa segundo y Bullrich tercera, con lo cual UP y JXC apuestan a meterse en ballotage contra el libertario, que sacó ventaja en las provincias que desdoblaron elecciones en el turno electoral 2023. Recientemente, Poliarquía realizó el siguiente cálculo: en las cinco provincias con elecciones concurrentes con las nacionales (entre ellas, PBA y CABA, junto con Catamarca y Entre Ríos), en las PASO de agosto el candidato libertario alcanzó 23% de los votos y quedó por detrás de JXC y UP. En cambio, en las demás provincias alcanzó 36% y aventajó a ambas coaliciones (gráfico abajo).
La hipótesis instalada entre analistas y consultores es que en las provincias que desdoblaron sus elecciones de gobernador el aparato justicialista jugó para Milei en términos de movilización y fiscalización en las PASO, pero ahora lo hará a favor de Massa, con lo cual el candidato de UP podría recuperar votos el 22 de octubre y ganar el pase al ballotage contra LLA. ¿Cuánto podría crecer Massa? CELAG, la entidad que mejor pronosticó el resultado del 13 de agosto, ensayó varios escenarios (gráfico abajo). Sobre votos válidos, con sólo conservar el voto de Juan Grabois, Massa rondaría un caudal del 29% (voto oficialista fidelizado). Luego, marca un piso de casi 32% (recuperando 1 millón de votos) hasta un techo de casi 36% (recuperando 2,5 millones).
Para evitar el ballotage, Milei debería alcanzar 45% de los votos en primera vuelta o llegar al 40%+1 con más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo. Si Massa ronda el 32% o el 36%, a priori estaría en condiciones de forzar una segunda vuelta en noviembre.
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