jueves, 31 de octubre de 2024

La crisis económica tensiona el metro cuadrado de los electores, según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

La crisis económica no cede y acecha el metro cuadrado de los electores, con lo cual la atribución de responsabilidades por la coyuntura comienza “a pegar la vuelta”, transitando una zona de riesgo para el gobierno. Según la encuesta nacional realizada por consultora Delfos en octubre, desde septiembre pasado 6 de cada 10 electores creen que es probable que enfrenten dificultades para afrontar los gastos y compromisos económicos del mes en curso, mientras que apenas un promedio de 35% opina lo contrario (gráfico arriba). Así, los pesimistas se ubican 15,5 puntos porcentuales por encima del caudal obtenido por Unión por la Patria (UP) en el ballotage de noviembre de 2023, mientras que los optimistas están en el mismo orden de magnitud del voto a La Libertad Avanza (LLA) en las primarias y la primera vuelta de ese año (30%), lo que perfila un panorama adverso para el oficialismo en términos de sentimiento social. La tendencia es apenas menos desfavorable en términos de “aguante”, según el mismo informe: 52% dice que ya no tiene margen para esperar una mejora (pico de la serie evolutiva desde marzo pasado) y 5% podría tolerar entre 1 y 3 meses; por otro lado, 7% estira su paciencia de 3 a 6 meses y 8% de 6 meses a un año; sólo 22% está dispuesto a esperar más de un año, lo que conforma el núcleo pétreo de apoyo (gráfico abajo).  

En ese marco, comienza a modificarse la atribución de responsabilidades por la crisis, con tendencia desfavorable para el oficialismo. El último monitor del Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires (OPSA/UBA) marcó un giro drástico: mientras que en abril pasado 54% asignaba mayor responsabilidad al gobierno anterior y 32% al actual de Javier Milei, octubre marcó una paridad, con 35% para ambos (gráfico abajo).  

Según la medición más reciente de Opina, la distribución aún resulta favorable al gobierno de Milei,  pero la brecha sobre Fernández perforó los 2 dígitos para ubicarse en un promedio de 7 puntos porcentuales en lo que va del segundo semestre, cuando era de 10 pp al asumir (gráfico abajo).  

En línea con lo reportado por OPSA/UBA, la última encuesta de Analogías realizada a fines de septiembre reportó un empate técnico entre quienes asignan más responsabilidad en la suba de precios al gobierno actual y quienes hacen caer ese peso en el anterior: 37,5% vs 36%, respectivamente (gráfico abajo). Por primera vez en la serie evolutiva, quienes responsabilizan a Milei pasan al frente y se ubican como primera minoría perceptiva.  

Con todo, Milei aún cuenta con una base de sustentación que oscila entre 30% y 40% del electorado. ¿Cómo se sostiene ese aguante, pese a la crisis? 



La última encuesta de la Consultora de Imagen y Gestión Política (CIGP) reportó un dato que permite entender parcialmente la resiliencia de la paciencia social frente a los magros resultados de la gestión: sólo 18,4% dice que la situación del país es positiva (gráfico arriba), pero 38,13% (poco más del doble) responde que es positiva su situación personal (gráfico abajo). Este diferencial entre los niveles macro y micro insinúa que subyace un núcleo duro de adhesión que se sustenta no sólo en el plano socioeconómico sino también en coordenadas ideológicas, políticos y culturales. 




miércoles, 23 de octubre de 2024

Una carrera electoral que arranca competitiva, según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Hace un año se celebraba la primera vuelta presidencial, en la cual Unión por la Patria (UP) obtuvo 36,78% de los votos, La Libertad Avanza (LLA) 29,99%, Juntos por el Cambio (JXC) 23,81%, Hacemos por Nuestro País (HXNP) 6,73% y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) 2,69%. A 365 días de esa fecha y a un año de la elección de medio término, la última encuesta nacional de consultora Delfos realizada en octubre midió tres escenarios. En el primero (gráfico arriba), LLA roza el 35% y UP ronda el 33%; el sello JXC se fragmenta en 7% del PRO (aliado de Javier Milei) y 3,6% de una lista radical referenciada en Martín Lousteau (que hoy se posiciona como opositor al gobierno nacional). Por otro lado, Hacemos ronda el 5%, mientras que la izquierda alcanza 4,3%. Comparando con aquel resultado, LLA y UP se ubican en el mismo orden de magnitud (los libertarios avanzan 4,9 puntos porcentuales y el panperonismo cede 3,6 pp, variaciones estadísticamente no significativas), mientras que la suma lineal de PRO+UCR arroja 10,6%, 13,21 puntos porcentuales por detrás de lo que alcanzó en su momento JXC, lo que marca un claro debilitamiento de esa alianza. Fuera del podio, Hacemos y la izquierda están en empate técnico; mientras el primer sello insinúa un retroceso, el segundo muestra la tendencia contraria. En el segundo escenario (gráfico abajo), LLA + PRO rondan el 40%, UP roza el 35% y una lista UCR referenciada en Lousteau el 4%; Hacemos alcanza 5,6% y la izquierda se mantiene.   

En el tercer escenario (gráfico abajo), una alianza LLA+PRO+UCR alcanza 39%, UP se mantiene en torno al 35%, Hacemos roza el 6% y la izquierda alcanza 5%. Aunque en la segunda vuelta de 2023 claramente los electores de JXC se volcaron por LLA hasta permitirle superar el 50% de los votos para ganar el ballotage, hoy una coalición ampliada con los mismos sellos referenciales podría alcanzar la primera minoría con casi 40%, pero la diferencia respecto a UP es mucho menor a los 11,2 pp que Javier Milei obtuvo sobre Sergio Massa: la brecha es de apenas 3,9 pp.  

A su turno, la encuesta realizada a fines de septiembre por Cristian Solmoirago reportó a LLA con casi 40%%, al PJ filo UP con 31,1%, el PJ no K con 5,2% y casi 7% para otros espacios. En ese informe, entre ninguno y no sabe acumulan 17% (gráfico abajo), con lo cual escenario aparece más abierto, mientras que la brecha a favor del oficialismo ronda el 9% aun sin la UCR ni el PRO entre las opciones medidas.  

En tanto, a fines de septiembre la encuesta de Opinion Lab (gráfico abajo) arrojó 27% para LLA (piso en el evolutivo), 21% para el kirchnerismo (pico en la serie), 10% para el peronismo no K (estable) y 9% para el PRO (también estable), con el radicalismo y la izquierda en empate técnico. En este caso, la brecha a favor de LLA se reduce a sólo 6 pp, la más baja desde mayo pasado. Así, más allá de los matices, los datos de Delfos, Solmoirago y Opinion Lab convergen en cuatro puntos clave: 1) LLA se ubica como primera minoría, pero la ventaja sobre UP es menor a los 10 pp 2) pese a su crisis interna, UP se mantiene resiliente y competitiva 3) pos ballotage, la mayor parte de los electores del PRO migraron al sello libertario, lo que diluye el caudal de JXC 4) en el promedio, Hacemos sigue por debajo del 10% de intención de voto, fuera del podio de las principales fuerzas y con la izquierda relativamente cerca.  

En la estratégica provincia de Buenos Aires (PBA), que pesa 38% del padrón nacional, la última encuesta realizada por CB Consultora también mostró un panorama competitivo: en el primer escenario, UP con 34,1%, LLA casi 33%, el PRO en torno al 7%, el PJ no K en casi 5% y la UCR crítica referenciada en Facundo Manes en casi 4% (gráfico abajo). 

Un escenario alternativo ubica a un frente LLA+PRO en 38,5% vs casi 35% de UP; el PJ no k y la UCR crítica empatan en 4%, mientras que el FIT roza el 3% (gráfico abajo). En ambos casos, la competencia aparece en situación de empate técnico entre el oficialismo y la principal fuerza opositora, con brechas estadísticamente no significativas entre ambas.     

Hace un año, UP obtuvo en PBA casi 43% de los votos, LLA casi 26%, JXC 24%, Hacemos 3,7% y la izquierda 3,6%; de cara al turno electoral 2025, UP cede 9 pp, mientras que LLA capta parte del voto de JXC y se proyecta por encima del 30%; Hacemos sostiene su caudal y empata con una lista radical crítica, mientras que la izquierda insinúa un retroceso. En síntesis, estas mediciones nacionales y la realizada en PBA señalan que un año después de la primera vuelta presidencial y a la misma distancia temporal de la venidera elección de medio término, la carrera electoral arranca competitiva entre los dos sellos que disputaron el ballotage en noviembre pasado, el sello PRO se diluye detrás del libertario y las demás fuerzas no logran capitalizar el desgaste del gobierno ni tampoco la interna en el panperonismo. 

viernes, 18 de octubre de 2024

Diez meses de gestión de Milei: el apoyo cae y el kirchnerismo capitaliza el desgaste (nota publicada en CBA24N)

Cumplidos 300 días de mandato, la aprobación de la gestión presidencial se ubica en los niveles más bajos del año. Según la última encuesta de consultora Delfos, 41% aprueba al gobierno vs 58% que lo desaprueba, lo que arroja una brecha desfavorable de 17 puntos porcentuales, la mayor de la serie evolutiva (gráfico arriba). Otra de las mediciones nacionales realizadas en lo que va de octubre arroja un resultado aún más adverso: 35% de aprobación vs 65% de desaprobación, de acuerdo al informe del Observatorio de Psicología Aplicada de la Universidad de Buenos Aires (OPSA/UBA; gráfico abajo). Así, el apoyo cede 20,6 puntos porcentuales respecto al 55,6% que se inclinó por Milei en el ballotage, merma que se ubica en un orden de magnitud similar al 29% de electores que se declaran “arrepentidos” de haberlo votado en noviembre de 2023, según el mismo estudio. 

La imagen del gobierno acusa un desgaste apenas menor en las encuestas que midieron esa variable en lo que va de octubre: según Ágora Consultores, 43% de positiva vs 48% de negativa, un saldo desfavorable de 5 pp que también es el mayor de la serie evolutiva (gráfico abajo). En los últimos tres meses, la negatividad se ubicó por encima de la positividad.  

Con apenas matices, Explanans reportó casi 53% de negativa vs 47,4% de positiva, un saldo desfavorable de 5,2 pp (gráfico abajo). En la serie evolutiva que toma los hitos cada 100 días, por primera vez la negatividad superó a la positividad.  

Así, tanto la variable aprobación como la de imagen del gobierno acusan procesos de deterioro, si bien con distintas intensidades (mayor en la primera y más suave en la segunda). En ambos casos, la polarización de actitudes comienza a ser asimétrica y cuesta arriba para el oficialismo, son saldos en rojo entre mínimos de 5 puntos y máximos superiores a dos dígitos. A su vez, ese desgaste reinstala en el escenario a los referentes de la fuerza opositora con la que Milei disputó el ballotage: Unión por la Patria (UP). Según Delfos, más de un cuarto de los electores cree que CFK es la dirigente con más chances de liderar la oposición; la escolta el gobernador de la provincia de Buenos Aires (PBA), Axel Kicillof, con casi 20%. Las demás figuras no llegan al 5% de menciones, si bien un tercio responde “ninguno”, lo que abre una ventana de oportunidad para la renovación (gráfico abajo).  

Con apenas matices, la medición del consultor Cristian Solmoirago realizada a fines de septiembre también ubicó a CFK por arriba del 25% y a Kicillof en torno al 20%, si bien en este caso el ex candidato presidencial de UP, Sergio Massa, se coló en el podio con 13,2% (gráfico abajo).   


A su turno, Opinion Lab detectó un punto de inflexión en septiembre, cuando por primera vez en la serie evolutiva la ex vicepresidenta superó al gobernador de la PBA por 25% a 16%, obteniendo 9 puntos porcentuales de ventaja (gráfico abajo).  


En ese marco, el desgaste de Milei reinstaló a los opositores más duros y visibles como alternativa: CFK más que duplica a Quintela en una eventual interna del peronismo, según la medición de Prosumia (gráfico abajo).  

Con todo, la centralidad de Cristina no cierra el espacio para una renovación: según Pulso Research, la ex vicepresidenta es reconocida mayoritariamente como líder del espacio, pero el gobernador es quien mejor encarna el futuro del panperonismo (gráfico abajo). 

jueves, 10 de octubre de 2024

Cómo están las gestiones de gobierno en Córdoba, según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Como vimos en nuestra anterior nota de este espacio, el tránsito de agosto a septiembre marcó una bisagra para el presidente Javier Milei: su gestión vio diluirse el diferencial positivo que supo tener a favor para quedar con saldos negativos o, en el mejor de los casos, neutros. En ese marco, es oportuno repasar cómo encaran el último trimestre del año las gestiones del gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini. A fines de junio de 2023, Llaryora ganó la elección de gobernador con 41,85% de los votos; a 15 meses de ese resultado y con 9 meses de mandato, tiene una imagen positiva de 55,8% vs una negativa de 40% en el promedio de las últimas 10 encuestas provinciales, lo que arroja un saldo favorable de casi 16 puntos porcentuales. La última medición de CB reportó 58,6% vs 37,8% (gráfico arriba), un resultado mejor que la media.  

A su turno, a fines de julio de 2023 Daniel Passerini ganó la elección de intendente con 48,6% de los votos; a 14 meses de ese resultado y con 9 meses de gestión, tiene una imagen positiva de 56,2% vs una negativa de 40% en el promedio de las últimas 10 encuestas realizadas en ciudad de Córdoba, de lo que surge un saldo favorable de 16,2 puntos porcentuales. Según la última medición de CB, alcanzó 55% de positiva vs 40,6% negativa (gráfico arriba). 

En tanto, la encuesta realizada por Comparactiva a fines de septiembre en la ciudad de Córdoba (gráfico arriba) reportó que el intendente y el gobernador superan el 55% de imagen positiva (56% vs 58%, empate técnico); sin embargo, Passerini tiene una negativa menor (33% vs 40%), de lo que surge un saldo favorable de 23 puntos porcentuales, vs 18 puntos de Llaryora. Según ese informe, Milei tiene 56% de positiva vs 41% de negativa, lo que arroja un saldo positivo de 15 puntos.  

La encuesta realizada por consultora Corinto entre fines de agosto y principios de septiembre permite calibrar los matices entre la imagen personal y la de gestión en la ciudad capital: el gobierno de Llaryora alcanzó 57% de positiva vs 38% de negativa (gráfico arriba), lo que implica sintonía entre ambas variables, dado que las diferencias entre ellas no resultan estadísticamente significativas. El saldo a favor en este caso es de 19 puntos porcentuales. 

Según el mismo informe, la gestión del intendente alcanzó 54% de positiva vs 33% de negativa en la ciudad (gráfico arriba); nuevamente, las diferencias respecto a su imagen como dirigente resultan estadísticamente no significativas, es decir que las variables están alineadas. El saldo a favor en este caso es de 21 puntos porcentuales.  

Finalmente, al hacer foco en las actitudes respecto a cada nivel de gestión, el apoyo al presidente duplica a la oposición (61% vs 31%) pero en el último trimestre viene en baja, mientras que los avales al gobernador y al intendente se mantienen estables en torno al 60% en el mismo lapso (gráfico arriba). En síntesis, a diferencia de lo que sucede con Milei a nivel país, en Córdoba provincia y en la ciudad capital las gestiones de gobierno provincial y municipal sostienen saldos favorables en imagen, con sintonía en términos de la calificación de Llaryora y Passerini como dirigentes. Ambos recogen guarismos positivos por encima del caudal de votos que obtuvieron hace más de un año. 

jueves, 3 de octubre de 2024

La gestión Milei diluyó su diferencial positivo de imagen y aprobación en las encuestas (nota publicada en CBA24N)

Mientras que la imagen del presidente Javier Milei aún presenta matices según la encuesta que se analice, las últimas mediciones de septiembre convergen en que la valoración y aprobación de su gestión ya consumieron el diferencial positivo que alguna vez tuvo para ubicarse con saldos desfavorables. La reciente medición del consultor Cristian Solmoirago arrojó casi 47% de positiva vs casi 49% de negativa (gráfico), de lo que resulta una brecha de -2 puntos porcentuales, que si bien estadísticamente es un empate técnico ya perfila una polarización que comienza a ser adversa, con una primera minoría que presenta la máxima intensidad negativa: 29,2% la califica como muy mala.  

Con apenas matices, la última medición de Pulso Research reportó 46,4% de imagen positiva vs casi 46% de negativa (gráfico arriba), un magro saldo de 0,6 puntos porcentuales dentro de un panorama de polarización simétrica y con una primera minoría de casi 31% ubicada en la máxima negatividad. 

A su turno, la última encuesta de Proyección Consultores cifró en casi 45% la imagen positiva de la gestión vs casi 51% de negativa (gráfico arriba), lo que arroja un saldo desfavorable de casi 6 puntos porcentuales que es el más amplio de la serie desde marzo pasado, con la negatividad en un pico.  

En cuanto a la aprobación, Zuban Córdoba reportó 42,3% vs 57,3% de desaprobación (gráfico arriba), una brecha de 15 puntos porcentuales que también es récord desde abril pasado.  

La medición de Analogías publicada hoy también presenta un panorama marcadamente adverso: casi 37% de aprobación vs 48% de desaprobación (gráfico arriba), con un saldo negativo de 11,4 puntos porcentuales.  

Por su parte, la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) presenta un panorama polarizado, con la aprobación apenas por debajo de la desaprobación (43% vs 43,5%, respectivamente; gráfico arriba) y un 13% de indecisos.  

Profundizando esa línea, la última medición de consultora Opina arrojó que el apoyo vs la oposiciónal gobierno empatan en 41%, mientras que 18% se muestra equidistante (gráfico arriba). Sin embargo, mientras que el apoyo registra un piso en la serie, la oposición se ubica en niveles pico.  

Consultora Circuitos ensaya una aproximación alternativa y reporta casi 45% de núcleo opositor, 30,1% de núcleo adherente duro y 25,3% de blandos (gráfico arriba). En cualquier caso, la oposición fideliza el voto obtenido por Unión por la Patria en el ballotage de 2023 (44,4%), mientras que el adherente duro cede hasta el caudal que alcanzó Milei en las primarias de agosto y la primera vuelta de ese año (alrededor del 30%), en tanto que el blando replica el caudal que sumó Juntos por el Cambio (JXC) en octubre pasado y que resultó decisivo para la victoria de La Libertad Avanza (LLA) en la segunda vuelta. En conjunto, la tendencia muestra que el gobierno nacional abroqueló mejor a los votantes opositores que a la suma de electores que aglutinó al ganar.  

De cara al año preelectoral que se abre este mes, esa distribución relativa de actitudes tiene un correlato parcial (no lineal) en términos de intención de voto: según el informe de Solmoirago, LLA roza el 40% vs 31,1% del PJ que aglutina a CFK, Axel Kicillof y Sergio Massa; el PJ “no K” ronda el 5,2% y hay casi 7% para otros espacios, sin el sello PRO, UCR ni JXC en la competencia (gráfico arriba). La brecha a favor del oficialismo es de 8,7 puntos porcentuales, importante pero menor a los 11,2 pp que obtuvo Milei en noviembre de 2023 y con una UP resiliente pese a la crisis de los últimos meses.   

Pulso Research reporta a LLA amesetada en torno al 30% y al peronismo K en alza desde julio, en torno al 20%; en sentido contrario, el PJ “federal” tiende a bajar en ese lapso, mientras que el PRO, la UCR y la izquierda oscilan entre casi 5% y casi 8%, fuera del podio (gráfico arriba).  En síntesis, el gobierno nacional diluyó su diferencial favorable en las variables imagen de gestión y aprobación; en intención de voto aún conserva la ventaja, pero en los últimos dos meses se reforzó la posición de la principal fuerza opositora, referenciada en UP, mientras que perdieron relevancia los demás sellos, incluso los que ensayan una “vía del medio”.