jueves, 9 de diciembre de 2010

El protagonismo de la juventud


Recientemente, segmentos de estudiantes secundarios de la enseñanza pública porteña -con fuerte presencia de fuerzas políticas de izquierda- impulsaron protestas contra la política educativa del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la falta de inversiones en establecimientos educativos. La toma de colegios porteños se produjo en el marco de una cultura de participación que promovía la discusión acerca de la modalidad y continuidad del 'plan de lucha' para sostener los reclamos estudiantiles. Pocos tiempo atrás, también en Córdoba hubo tomas de colegios en reclamo por obras edilicias y protestando contra la nueva ley de Educación provincial.

Estos síntomas de una especie de ola de "activismo joven" -que muestra un nivel de compromiso impensado para el pensamiento del lugar común según el cual los jóvenes "están en cualquiera"- lejos de ser una mala señal, son positivos, mucho más que, por ejemplo, la apatía social y el desencanto que campea actualmente, por ejemplo, entre los jóvenes españoles: según datos recientes, el 54% de los españoles situados entre los 18 y los 34 años afirman no tener proyecto alguno por el que sentirse especialmente interesado o ilusionado. Los analistas ibéricos acuñaron el término "jóvenes ni-ni" (ni trabajan ni estudian) y han propuesto algunas explicaciones del fenómeno: entre ellos, el trabajo precario o mileurismo (ganar hasta 1.000 euros, poco para los parámetros europeos) alineado con la falta de reconocimiento explícito de la formación adquirida han generado que muchos jóvenes se planteen que no vale la pena estudiar y ni mucho menos trabajar por sueldos tan magros. En ese contexto, las pretendidas ventajas de la juventud chocan con dificultades crecientes para emanciparse y desarrollar un proyecto vital de futuro (en España en particular, el riesgo en ciernes es que la crisis haga que por mucho tiempo la calidad de vida de los hijos de clase media sea inferior a la de sus padres).

Eduardo Bericat, catedrático de Sociología de la Universidad de Sevilla, plantea que a los jóvenes no les resulta emocionalmente rentable comprometerse en un proyecto de vida definido, porque piensan que estaría sometido a vaivenes continuos y que difícilmente llegaría a buen puerto: "aplican la estrategia de flexibilizar los deseos y de restar compromisos; nada de esfuerzos exorbitantes cuando el beneficio no es seguro". Por su parte, el catedrático de Psicología Social Federico Javaloy cree que los jóvenes no son apáticos y desilusionados, aunque lo estén, por contagio ambiental. "Lo que pasa es que rechazan el menú laboral que les ofrecemos. El fallo es nuestro, de nuestra educación y nuestros medios de comunicación", sostiene. El catedrático de Sociología de la UNED, José Félix Tezanos, dice haber detectado entre los jóvenes ibéricos una atmósfera depresiva, un proceso de disociación individualista, condensado en la expresión "sólo soy parte de mí mismo" y el debilitamiento de la familia. Tezanos se pregunta hasta cuándo aguantará el colchón familiar español y qué pasará cuando se jubilen los padres que tienen a sus hijos viviendo en casa: en su opinión, el previsible declive de la clase media, la falta de trabajos calificados, la baja natalidad y el desfase en gasto social respecto a Europa están creando un potencial polvorín que abre la posibilidad de estallidos similares a los de Grecia o Francia en 2009.

No me parece una posibilidad descabellada, ya que muchos países europeos (incluida España) están aplicando recetas de ajuste en el marco de la actual crisis. En el Reino Unido, la movilización estudiantil de esta semana contra las políticas de primer ministro David Cameron provocó serios incidentes en las cercanías del Parlamento británico, en donde los legisladores votaban la nueva ley de Educación que incluye una impopular propuesta para triplicar el costo de la matrícula universitaria. La propuesta se suma a un fuerte recorte a la inversión estatal en educación superior, en el marco de un paquete de medidas tendientes a recortar el abultado déficit público británico.

En Argentina, el grupo de jóvenes que no cuenta con experiencia laboral ni habilidades en oficios ni estudios formales representa alrededor del 22% de la población económicamente activa entre 18 y 24 años (aproximadamente un millón), dato que debe ser adecuadamente considerado por el Gobierno y los empresarios y puesto en el centro de la agenda social, educativa y productiva de los próximos años, para prevenir que no suceda lo que está pasando en otros países del mundo.

Con todo, una señal positiva es que al parecer el desánimo de los jóvenes españoles no se replica linealmente aquí: en Córdoba, por caso, según un estudio realizado por la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina (Apora), el 70% de los alumnos proyecta estudiar y trabajar. “En Córdoba, la expectativa de estudiar para el logro de proyectos futuros es del 92 % de los jóvenes”, según la psicopedagoga cordobesa y coordinadora de Apora Córdoba, Verónica Castañeira.

Otra señal alentadora, en la misma línea marcada por el activismo estudiantil, es la creciente participación política juvenil en los últimos años y el perfil fuertemente comprometido, tanto en el nivel secundario como en la universidad. Este proceso, intensificado a partir del 2003, es hoy de una actualidad insoslayable: ya hemos planteado antes en este blog que una de las condiciones de persistencia del proyecto político kirchnerista pasa por la formación de cuadros juveniles. Sin embargo, aunque un mérito indudable del actual gobierno y del anterior es la recuperación del discurso político (y la construcción política) como ordenador social, es positivo que se critique al oficialismo y, por qué no, que haya juventud dispuesta a correr "por la izquierda" a la agenda del kirchnerismo, para presionar por cambios y transformaciones más profundas en materia de derechos sociales, redistribución de la riqueza y políticas de inclusión.

10 comentarios:

  1. Después de la muerte de Néstor K, se dio a conocer una encuesta según la cual la mayoría de los jóvenes votaría por la presidenta Cristina Fernández si decidiera aspirar a un nuevo mandato en las elecciones de 2011. El
    sondeo era de la consultora Management & Fit (M&F) y revelaba que del 52,1 de los consultados que podría votar Cristina, el 55,8% son menores de 40 años (desde 18 hasta 39 años). Detrás de CFK, los candidatos con más aprobación del sector juvenil eran el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el diputado Ricardo Alfonsín.

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  2. Hola Anónimo! Sí, creo que en su momento incluimos ese dato en el blog. Igual la definición de "joven" en ese estudio es más amplia que la descripta en esta última entrada. Saludos!

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  3. La juventud es una categoría social no una edad.
    Hasta aquí sabíamos que en esta etapa de la vida se sorteaba una moratoria social donde se debía prepararse para la adultez, esto es (o era): armar una familia, encontrar un trabajo, tener ideas más creíbles sobre sí mismo y sobre los otros, y participar políticamente. Todas estas instancias son las que en teoría posibilitan el pasaje a la vida madura, y las formas en que estas experiencias se nos presentan definen el status quo de lo que es ser joven hoy.
    En este sentido, considero personalmente a la categoría “ni-ni” (o “están en cualquiera”) como fuertemente deficitaria y de pobre nivel interpretativo por parte de quien la construyó y la posiciona cita útil en el campo de lo social.
    En el “ni – ni” se opone una concepción categórica de “la juventud” frente a una realidad que en principio señala que dicha concepción está caducada, y es sabido que nunca es una buena idea hacer un análisis social partiendo de una construcción conceptual que define una vasta categoría por la “ausencia de…” o la no pertenencia a un conjunto de conceptos.
    Se cae de maduro que los jóvenes no son que deberían ser si los comparamos con los de unas cuantas generaciones atrás. Algo está pasando y eso implica que debemos investigar y luego redefinir que decimos cuando decimos jóvenes de hoy.
    Notablemente hoy hacen lo suyo en la juventud el modelo global de precarización laboral, el impacto de la tecnología en la construcción identitaria, las nuevas posibilidades de experimentar placer a nivel del cuerpo y otras yerbas de época. En todos ese agregados de “efectos” tenemos algunos datos duros: 1) la generación 2.0 de nativos digitales es sumamente dúctil a la hora de desenvolverse en el universo virtual, 2) la juvenil participación ciudadana, social y política es un fenómeno que a pesar de los matices ideológicos se expresa en cada rincón del planeta (y hasta con fundamentalismos incalculables).
    Respecto a Argentina, no sólo está la juventud K ya que como dicen el radical H. Rossi también “Hay otra juventud”. Si bien en la apariencia hay una mayoría que corre por izquierda creo que el universo de la juventud “activada” en lo político, en lo social y agregaría en lo religioso es muchísimo más amplio de lo posible de medir.

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  4. Hola Marina, excelente aporte, muchas gracias! Coincido contigo en que la definición de la categoría no se restringe a la edad (aunque esa variable sea pertinente). En cuanto al contexto, sin dudas que el activismo hoy no es el mismo que el de los ´70, los ´80 o los ´90 (la década por antonomasia donde la política fue subordinada a una visión de la economía) y que el vector político no es reductible a la izquierda ni al kirchnerismo, aunque éste logró que muchos jóvenes se volcaran a la política (en esto creo que el énfasis en los DD.HH ha sido fundamental porque además se han formado cuadros, como el caso de Juan Cabandié x ej).

    Agrego algunas caracterizaciones de analistas europeos sobre los jóvenes, que creo te pueden interesar: según el citado Bericat, muestran un acusado pragmatismo y "presentismo", una fuerte predisposición a aprovechar el momento, "aquí y ahora", en cualquier ámbito de la vida cotidiana. Esa actitud responde tanto a la sensación subjetiva de falta de perspectivas, como al hecho de que el alargamiento de la etapa juvenil invita a no desperdiciar "los mejores años de la vida..."

    El catedrático de Sociología de la UNED, José Félix Tezanos. (autor del estudio "Juventud y exclusión social") dice haber detectado entre los jóvenes una atmósfera depresiva, un proceso de disociación individualista, condensado en la expresión "sólo soy parte de mí mismo" y el debilitamiento de la familia. "Se está produciendo una gran quiebra cultural. Los componentes identitarios de los jóvenes no son ya las ideas, el trabajo, la clase social, la religión o la familia, sino los gustos y aficiones y la pertenencia a la misma generación y al mismo género; es decir: elementos microespaciales, laxos y efímeros", subraya. En el prólogo del libro de Tezanos, Alain Touraine escribe: "Nuestra sociedad no tiene mucha confianza en el porvenir puesto que excluye a aquellos que representan el futuro" (...) "Se piensa que los jóvenes van a vivir peor que sus padres" (...) "Los jóvenes tienen que trabajar de manera tan competitiva, que se acaban rompiendo (...) No están sólo desorientados, es que, en realidad, no hay pistas, no hay camino, no hay derecha, izquierda, adelante, detrás".

    Según Eduardo Bericat, las dinámicas encaminadas a establecer nuevas formas de relaciones personales, la búsqueda de una mayor solidaridad y espiritualidad, más allá de los partidos y religiones convencionales, los intentos de combatir la crisis y de conciliar trabajo y familia, el ecologismo y hasta el nihilismo denotan, a su juicio, que algo se mueve en las entretelas de esa generación. "Son alternativas que, aisladamente, pueden resultar peregrinas, pero que, en conjunto, marcan la búsqueda de un nuevo modelo de sociedad", dice el profesor.

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  5. Me acuerdo de un programa del Canal encuentro al respecto. Me consta de que hay muchísimos jóvenes inquietos "por mejorar el mundo", y algunos demostrando una capacidad asombrosa. En Córdoba, los jóvenes de Proyecto Sur nos están llevando puestos.
    Esto debería ser lo normal, pero cuando ocurren procesos catastróficos como los de la Dictadura militar y la implantación brutal de políticas como las de los '90s esa participación suele disminuir o pasar desapercibida frente a la magnitud del desastre. Sin embargo hay que advertir que, en una suerte de prolongación nefasta de los '90, existen grandes grupos excluídos de magnitud muy superior al que sugieren los índices oficiales de pobreza (ya que ocultan sus componentes estructurales), que no acceden a una educación ni de mediana calidad y por lo tanto no acceden a puestos de trabajo ni medianamente dignos, y por lo tanto seguirá siendo habitual que se sigan formando ghettos en nuestras barriadas pobres (los podemos ver en grupitos de cuarteteros, cumbieros, semi narcos, etc.) Depende de quién llega primero a las villas (o ciudades de De La Sota) si alguna iglesia, los punteros o los narcos. Este asunto debe ser encarado con toda la seriedad de verdaderas políticas sociales de educación y salud de Estado como las de Perón. Las capacidades de la "sociedad civil" como se decía en la época menemista ya demostraron ser mas que insuficientes

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  6. quizás como con los artistas e intelectuales después salgan a decir que la participación de los jóvenes es para devolver favores (nota de este blog de noviembre)... creo que el gobierno de Macri y el de Schiaretti tienen que otorgar más participación a los jovenes que ensayan sus primeros pasos como actores sociales en defensa de una reforma prudente de la ley de educación, allí está la clave del éxito político -social.

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  7. Gracias por opinar, Luz! Sin duda, los gobiernos deben aprender a leer mejor las demandas de los jóvenes. A propósito, hoy se publica en la web una nota que dice que unos 1.200 jóvenes españoles viajan cada mes a la Argentina a buscar el trabajo que no consiguen en su país, por la influencia de la crisis financiera internacional, que comenzó en 2008.
    "Por una parte perdemos a gente muy calificada porque fuera encuentran mejores condiciones y se sienten más valorados", explicó al periódico Público Marta López Tappero, del departamento de Movilidad Internacional de la consultora internacional de trabajo Adecco.
    Según el informe, la Argentina es el principal destino de estos jóvenes emigrantes, que siguen el mismo camino de los casi 2 millones de españoles que arribaron al país a fines del siglo XIX y principios del 20, y a contramano de los miles de argentinos que se fueron a España en la última dictadura y la crisis de los años 2001 y 2002. "Hay un gran número de demandantes de empleo en América latina (...)dentro de esta región, los países donde se ve más perspectiva laboral son Argentina y Brasil, pero como en este último país se habla portugués, gana la Argentina por cuestión de cercanía lingüística, por sus hábitos, que son parecidos a los europeos, y porque es una nación que ha remontado mucho en los últimos años" evalúa la especialista.

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  8. Una juventud independiente por Osvaldo

    En la ola de movilizaciones que sacude Europa de destaca la presencia de la juventud, que estudia, la que trabaja, o bien hacen ambas cosas a la vez, también es de destacar la acción de los inmigrantes, los jóvenes de las barriadas mas pobres, mantienen la resistencia contra los ajustes de los gobiernos progresistas o de centro derecha. Ese solo dato, aunque general, alcanza para refutar esa percepción de algún que otro sociólogo tendiente a presentar a la juventud en general como desinteresada de su futuro, que no tengan “futuro” a causa de las políticas de ajuste y precarización laboral que imprimen los gobiernos es otra cosa, muy distinta.
    ¿Y America latina, cómo tratan los Gobiernos al “movimiento juvenil”? en principio también se aprecia una tendencia hacia la movilización y participación en la agenda de debates públicos, aunque con los diferentes matices en cada país. En ese sentido resultan curiosos los casos de Venezuela y Ecuador. En el país gobernado por chavez los jóvenes universitarios no se movilizan a favor de, sino en contra del proceso bolivariano, y en el país vecino la federación universitaria no movió un ápice en contra de la movida policial anti Correa.
    En nuestro país, desde hace un tiempo se viene hablando del estado de participación de la juventud, y al calor de sus intervenciones publicas, con asambleas, movilizaciones, piquetes y hasta choques con la policía, el tema promete seguir dando de que hablar. Uno de los puntos de vista para explicar este presente de la juventud es el de considerar las políticas publicas del Gobierno nacional desde el 2003 a esta parte. En ese sentido dicen que la presente generación, con una mirada mas comprometida con los DDHH, y la política, parte de un grado de conciencia superior. Por lo tanto, este proceso se explica en gran parte gracias a Nestor, y más aun después de su muerte.
    Pero las causas que mueven la intervención de los jóvenes tal vez no se encuentren en una figura política particular, sino en la dinámica que fue adquiriendo la juventud después del 2001, “la historia la hacen los hombres, aunque no bajo condiciones que ellos elijan”. De esta manera, no ha sido un hombre el que "ha recuperado la política" sino el proceso conocido como el Argentinazo, que como hecho de importancia histórica abrió una nueva etapa en el país.
    Diciembre del 2001, implico todo un punto de inflexión de la juventud argentina, como ejemplo, de mi planteo citare a los cambios en las conducciones de centros y federaciones estudiantiles. Tras la caída de la De la Rua franja morada perdio terreno, pero no a manos de agrupaciones pro K, como se sabe. Otro ejemplo, es que las movilizaciones estudiantiles que se sucedieron en Bs As, Córdoba, Formosa, etc, no encontró como impulsoras de las medidas de lucha a los jóvenes K, sino todo lo contrario, a tal punto que en coincidían en levantar los mismo planteos que la juventud radical.
    Lo que destaca a esta generación es su independencia política, y sobre esa perspectiva es que se ha expresado y expresara en el futuro
    Con estas palabras, aportare un par de conclusiones sobre el tema, y al vez salir al cruce de ideas que a mi entender explican el estado de la juventud dejando de lado el proceso histórico que produjo el presente contexto social. Seguramente se me estaran faltando mas argumentos para sustentar aun mas mis ideas, pero quería hacer la siguiente reflexión, saludos totales!

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  9. Una juventud independiente por osvaldo M

    En la ola de movilizaciones que sacude Europa de destaca la presencia de la juventud, que estudia, la que trabaja, o bien hacen ambas cosas a la vez, también es de destacar la acción de los inmigrantes, los jóvenes de las barriadas mas pobres, mantienen la resistencia contra los ajustes de los gobiernos progresistas o de centro derecha. Ese solo dato, aunque general, alcanza para refutar esa percepción de algún que otro sociólogo tendiente a presentar a la juventud en general como desinteresada de su futuro, que no tengan “futuro” a causa de las políticas de ajuste y precarización laboral que imprimen los gobiernos es otra cosa, muy distinta.
    ¿Y America latina, cómo tratan los Gobiernos al “movimiento juvenil”? en principio también se aprecia una tendencia hacia la movilización y participación en la agenda de debates públicos, aunque con los diferentes matices en cada país. En ese sentido resultan curiosos los casos de Venezuela y Ecuador. En el país gobernado por chavez los jóvenes universitarios no se movilizan a favor de, sino en contra del proceso bolivariano, y en el país vecino la federación universitaria no movió un ápice en contra de la movida policial anti Correa.
    En nuestro país, desde hace un tiempo se viene hablando del estado de participación de la juventud, y al calor de sus intervenciones publicas, con asambleas, movilizaciones, piquetes y hasta choques con la policía, el tema promete seguir dando de que hablar. Uno de los puntos de vista para explicar este presente de la juventud es el de considerar las políticas publicas del Gobierno nacional desde el 2003 a esta parte. En ese sentido dicen que la presente generación, con una mirada mas comprometida con los DDHH, y la política, parte de un grado de conciencia superior. Por lo tanto, este proceso se explica en gran parte gracias a Nestor, y más aun después de su muerte.
    Pero las causas que mueven la intervención de los jóvenes tal vez no se encuentren en una figura política particular, sino en la dinámica que fue adquiriendo la juventud después del 2001, “la historia la hacen los hombres, aunque no bajo condiciones que ellos elijan”. De esta manera, no ha sido un hombre el que "ha recuperado la política" sino el proceso conocido como el Argentinazo, que como hecho de importancia histórica abrió una nueva etapa en el país.
    Diciembre del 2001, implico todo un punto de inflexión de la juventud argentina, como ejemplo, de mi planteo citare a los cambios en las conducciones de centros y federaciones estudiantiles. Tras la caída de la De la Rua franja morada perdio terreno, pero no a manos de agrupaciones pro K, como se sabe. Otro ejemplo, es que las movilizaciones estudiantiles que se sucedieron en Bs As, Córdoba, Formosa, etc, no encontró como impulsoras de las medidas de lucha a los jóvenes K, sino todo lo contrario, a tal punto que en coincidían en levantar los mismo planteos que la juventud radical.
    Lo que destaca a esta generación es su independencia política, y sobre esa perspectiva es que se ha expresado y expresara en el futuro
    Con estas palabras, aportare un par de conclusiones sobre el tema, y al vez salir al cruce de ideas que a mi entender explican el estado de la juventud dejando de lado el proceso histórico que produjo el presente contexto social. Seguramente se me estaran faltando mas argumentos para sustentar aun mas mis ideas, pero quería hacer la siguiente reflexión, saludos totales!

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  10. Buenos días Norman. Esta entrada me pareció muy interesante pero lo que más me llamó la atención fue la primera parte. Usted dice, en referencia a la toma universitaria en 2010, que “Estos síntomas de una especie de ola de "activismo joven" -que muestra un nivel de compromiso impensado para el pensamiento del lugar común según el cual los jóvenes"están en cualquiera"- lejos de ser una mala señal, son positivos..”. Para ese entonces, cursaba tercer año de la carrera de Letras Modernas de la Facultad de Filosofía y Humanidades (la que comenzó con las tomas). Quiero decir que lo que yo vi fue algo muy diferente a un “activismo joven”. La realidad fue que unas 20 o 30 personas se amontonaron en las entradas y no dejaron pasar a los estudiantes. Pernoctaban en el lugar (asados y bailes de por medio) y no dejaban ingresar a aquellas personas que sí queríamos y necesitábamos estudiar. Comprendo que pedían reformas edilicias y demás cosas que serían de mucha ayuda para la Facultad, pero los únicos perjudicados fuimos los estudiantes que perdimos dos meses de clases y, en muchos casos, tuvimos que rehacer materias. Además, y no es un dato menor, en la Facultad de Filosofía y Humanidades el alumno accede totalmente gratis y ese es un privilegio que muy pocos poseemos; ni hablar si nos fijamos en la educación de los países vecinos.
    Posterior a eso vinieron las campañas políticas. Resultó ser que uno, para ser “aceptado” entre los alumnos de dicha facultad, debía ser no solo kirchnerista sino militante. Aproximadamente un año cursamos en aulas empapeladas con la cara de Cristina, como para aportar un dato de color.
    En definitiva, considero que las tomas universitarias de 2010 más que “activismo joven” fueron un intento de rebeldía que perjudicaba a sus propios compañeros. Y, en lo que respecta a la participación política, creo que en dicha Facultad se llevó un poco al extremo.

    Saludos

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