Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
jueves, 7 de abril de 2011
El trasfondo ideológico de la coyuntura (1)
¿Cuáles son las coordenadas ideológicas que definen actualmente a los argentinos? Cualquier analista de opinión pública (y también cualquier político) debería hacerse esta pregunta al examinar (o encarar) una campaña electoral.
Encuestas de Graciela Römer realizadas a principios de 2010 arrojaban que el 19% de la población del país se consideraba de centro, el 16% centro izquierda, el 14% de centro derecha o derecha y el 45% no se definía por ninguno de esos rótulos. De acuerdo a esas cifras -pueden haber variado algo, pero no drásticamente, desde que fueron medidos hasta ahora- se trata, a priori, de un panorama bastante parejo. Como referencia, la última vez que en Delfos medimos un dato de ese tipo en Córdoba (año 2003, recién iniciada la era K), el 13% se definía como de centroizquierda, el 23% como de centroderecha, el 48% como de centro y el 16% no supo o no quiso contestar. Aunque la comparación no es lineal (en los datos de Römer parece haber un corrimiento muy grande hacia la opción "ninguno", mientras que en los datos de Delfos en cambio los neutros optaron por autodefinirse como de centro), sirve a efectos ilustrativos.
Asimismo, si examinamos las creencias, posturas y actitudes de los argentinos respecto a temas que involucran una impronta ideológica (alguno de los cuales tocan cuestiones recientes de la coyuntura del país) encontraremos hallazgos interesantes. Por ejemplo: los argentinos nos identificamos más con el "estatismo" que con lo privado. El nivel de acuerdo con la propiedad estatal es alto y creciente (66,5% en 2008), ubicándose 13 puntos por encima del promedio del continente. En la mayoría de los items, el estatismo de los argentinos supera a la media de los resultados de los 26 países medidos en el estudio “Cultura Política de la Democracia en la Argentina 2010”, que elaboraron la Universidad (estadounidense) de Vanderbilt y la Universidad (argentina) Di Tella, presentado a fines del pasado mes de marzo.
La base del trabajo es una encuesta con idéntico cuestionario que se realiza en 26 países de América, tomando una amplia muestra (1.400 casos en la Argentina). El estudio confirma que los argentinos tienen ideas más bien estatistas en temas como la propiedad de empresas estratégicas, el sistema jubilatorio, la prestación de salud, la creación de empleos y la responsabilidad en achicar la brecha de ingresos entre ricos y pobres. Por caso, para averiguar la opinión sobre el rol del Estado, se le preguntó a los encuestados su grado de acuerdo con planteos como los siguientes:
- El Estado, en lugar del sector privado, debería ser el dueño de las empresas e industrias más importantes del país.
- El Estado, más que los individuos, debería ser el principal responsable de asegurar el bienestar de la gente.
- El Estado, más que la empresa privada, debería ser el principal responsable de crear empleos.
- El Estado debe implementar políticas para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres.
- El Estado, más que el sector privado, debería ser el principal responsable de proveer las pensiones de jubilación.
- El Estado, más que el sector privado, debería ser el principal responsable de proveer los servicios de salud.
Cada entrevistado debía responder en una escala de 0 a 100 su grado de acuerdo con cada afirmación, de lo cual se obtuvo el promedio. ¿Resultados? El grado de acuerdo con que el Estado sea dueño de las principales compañías es de un llamativo 67,9 en Argentina, siendo el tercer resultado más alto de los 26 países relevados (sólo por debajo de Jamaica y Paraguay). Chile aparece cuarto con 66,3 de aceptación. Brasil y Uruguay se ubican en la mitad de la tabla (alrededor de 55 puntos). Cierra la lista EE.UU., donde por contraposición con nuestra región, domina ampliamente el desacuerdo con un puntaje de 24,4 (sintomático del predominio de una ideología contraria a la intervención estatal, que alcanza su posición más dura en movimientos de ultraderecha como el Tea Party, una de las puntas de lanza del rechazo republicano a la reforma de salud que propulsó el presidente Barack Obama).
En los otros cinco planteos, el grado de acuerdo en nuestro país es todavía mayor, ubicándose entre 80% y 85%, con lo que, salvo en el caso de salud, el estatismo de los argentinos supera a la media de los resultados de los 26 países.
Una hipótesis planteada para explicar estas tendencias es interpretarla como una reacción a las experiencias privatistas de la década del 90, que culminaron con el estallido sociopolítico del 2001: en esa línea, los analistas destacan que argentinos y chilenos, que vivieron el proceso privazador más fuerte (aunque con sensibles diferencias en cuanto a sus resultados), están entre los que tienen posiciones más estatistas, mientras que, por el contrario, uruguayos y brasileños ( países donde el proceso neoliberal inspirado en el Consenso de Washington fue menos intenso) responden como el promedio del continente.
Sin embargo, otra variable determinante de los resultados es la ideología: los responsables del estudio hallaron que es el factor más influyente, ya que aquellos que se identifican con la izquierda son los que más apoyan un rol activo del Estado en su intervención en la economía y la política social. De ser así, el corolario de esta hipótesis sería que la centroizquierda pesa más en Argentina que en otros países de la región.
No obstante, yo creo que hay, al menos, otra explicación alternativa: la inclinación por lo estatal bien puede interpretarse como un resabio del efecto ideológico del peronismo (sobre todo el de la primera época, de cuño intervencionista, populista y distribucionista) sobre la sociedad argentina.
Asimismo, en el caso argentino surge que aquellos más conformes con el desempeño de la actual Presidenta son más estatistas que los descontentos. Sobre este telón de fondo habría que interpretar los efectos de medio y largo plazo en la opinión pública de medidas como la reestatización de las AFJP (cambiando además la lógica de la capitalización individual por la del reparto), que en su momento fue intensamente criticada por el establishment financiero y el sistema de medios privado.
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El pensamiento ideológico de los argentinos fue diverso de acuerdo a las diferentes épocas. Analizando detenidamente este artículo yo creo que si estas encuestas se hubieran, por ejemplo, realizado en la década del 90 los resultados hubieran sido otros… ¿Por qué lo digo? Principalmente porque a pesar de que Menem privatizó todo, fue reelegido. Esto me da a pensar que si tuviera que analizar las coordenadas ideológicas de los argentinos es muy manejable la opinión pública de los mismos. Sin embargo, intuyo que de alguna manera se debe a que no hay una opinión formada y falta educación para tener pensamientos y hacer que los ciudadanos participen conscientemente.
ResponderEliminarLa gente teniendo las malas experiencias en cuanto a fallidas privatizaciones y estatizaciones, no tiene bien en claro lo que nos podría beneficiar de una u otra situación.
También se me viene a la mente cuando se habla de las AFJP la duda de por qué hubo tantos adherentes a ese sistema y no se quedaron en el sistema de reparto. A grandes rasgos lo que yo pienso de esto es que los argentinos no tenemos ideas firmes ni conceptos claros. Yo no digo que esté de acuerdo o no con uno u otro sistema solamente me pregunto por qué optaron por la AFJP siendo, que a mi criterio, el sistema de reparto es mucho más social. En el sistema de AFJP todos aquellos que por causa de sus situaciones particulares no pudieron realizar sus aportes no hubieran jamás obtenido una jubilación, en cambio en el sistema de reparto fue posible hacerlo y distribuir beneficios a gente carenciada o gente trabajadora que quizás por verse impedida de realizar aportes no les hubiera correspondido recibir beneficios en un sistema privado, pero moralmente les corresponde.
Quiero terminar mi idea planteando lo que se menciona del sistema de salud porque me parece un tema super interesante y que va a ser, a mi parecer, de ahora en más un tema candente y de gran actualidad.
“El Estado, más que el sector privado, debería ser el principal responsable de proveer los servicios de salud”.
Ante esta pregunta que se realizó si bien se da a entender que el Estado sea el principal responsable de proveer los servicios de salud, se contrapone cuando la gente tiene la posibilidad económica de hacer la elección, de elegir el sistema prepago en contraposición con las obras sociales.
Es de dominio público los reclamos que le hace el Secretario General de la CGT y administrador de fondo de las obras sociales, el señor Moyano, al Gobierno reclamándole por los fondos, que según él, el Gobierno le debe. Esto para Moyano hace que la gente decida pasarse a las prepagas porque los servicios dados por las obras sociales son deficientes.
En fin, los argentinos carecemos de conceptos claros sobre muchas cuestiones debido a las malas experiencias y aprendizajes que fuimos teniendo en los últimos años. Igual soy una gran soñadora de que todo cambie, que la gente participe activamente de la política, que le interese el bien común y sobretodas las cosas se aglutine en busca de un sistema más justo y eficiente, ya sea privado o estatal.
super interesante! entonces, el espíritu general indica no reconocernos como "izquierda" ni "derecha", ni siquiere "centro", sino "estatistas"... una nueva categoría popular?
ResponderEliminarNorman, nuevamente pienso que es muy interesante la nota. Nunca había leído algo con respecto a la posición que tenemos los argentinos en cuanto a las ideologías.
ResponderEliminarDe tu análisis y de los números vertidos en tu nota, surge mi opinión. En principio, dudo que la gente tenga en claro que es lo que te posiciona ideológicamente en el centro, en la centro derecha o en la centro izquierda. Yo creo que este dato es más bien ilustrativo, en el sentido de que detrás de los conceptos “derecha”, “centro”, “izquierda” y sus variantes, hay una teoría política que la mayoría de los ciudadanos desconoce; entonces me parece que cada respuesta que dieron los encuestados, responde más a un gusto que a una posición bien formada y fundamentada. He escuchado muchas veces por ahí a ciudadanos renegar porque “Cristina es de Izquierda”. Particularmente creo que no es de izquierda y si uno sigue sus decisiones políticas podría darse cuenta. Creo que este gobierno ha tomado partido por cuestiones que podrían encuadrarse tanto como en un Estado intervencionista como al estilo “laissez faire”. Por eso pienso, sin desmerecer a los encuestados, que la mayoría de los que responden no tienen claro cuáles son las características de una ideología de centro derecha, de centro y de centro izquierda. Dudo que los sujetos encuestados tengan en claro cuál es el límite o la frontera de cada una de las ideologías vertidas en la encuesta.
Y como dice mi compañera Marina, estoy de acuerdo con que el resultado de una encuesta de este tipo no debe separarse del contexto. Creo que Cristina Fernández, quién hoy goza indiscutiblemente de una buena imagen, le “vende” a los ciudadanos un modelo de centroizquierda; por tal razón, si tenemos en cuenta la imagen altamente positiva que tiene la Presidenta, seguramente si hoy se hiciera esa misma encuesta, muchos ciudadanos dirían ser de centroizquierda. Lo mismo que durante el gobierno de Carlos Menem, con un Poder Ejecutivo que tomaba decisiones más cercanas a la derecha. Tal vez en esa época, el resultado de la encuesta hubiese mostrado que la ideología de los ciudadanos era más bien de centro.
Esta es mi humilde opinión. Nuevamente te felicito por la nota… nunca había leído algo al respecto. Saludos.
Estoy de acuerdo con Mariana en varios puntos pero sobre todo el primero y principal: El pensamiento ideológico de los argentinos fue diverso de acuerdo a las diferentes épocas. Y muy buen ejemplo el de Carlos Menem, ya que siendo reelecto con todas las grandes empresas que privatizó significó que en ese momento de nuestra historia la mayoria de los argentinos estaban de acuerdo con él. Pero también no descarto la posibilidad de que la opinion pública, en los 90 y actualmente, es muy inestable. Y creo que ya no depende de cada uno, sino que la opinión se mueve en masa. Por ejemplo, si yo no se a quien votar me guio por lo que van a hacer mis más allegados.
ResponderEliminarLa opinion pública, no es más de cada uno, no es mas real sino que pasa a ser una opinión estimulada por otros, o por la misma sociedad.