En la entrada anterior planteábamos la hipótesis de que en estos meses
se viene ensayando la constitución de un nuevo sujeto “opositor” al
oficialismo: si en 2008-09 ese significante fue “el campo” (sujeto
“agromediático”), la intención ahora es que sea “la clase media”
(podríamos llamarle, enamorándonos de la redundancia, el sujeto media-mediático).
Decíamos también que esa conjetura era clave para entender al 8-N y al
7-D). Esto disparó dos interrogantes en lector@s del blog: el
primero de ellos, si entendemos que el nuevo sujeto opositor es generado por
los medios. Aquí va la respuesta: sí.
Planteamos, en línea semiológica, que este nuevo sujeto opositor es
construido a través de los medios de comunicación (y en este caso, no sólo a
través de los medios tradicionales sino también de las redes sociales como
nuevo emergente). Con esto no decimos que el sujeto no tiene una preexistencia
fáctica (de hecho, la tiene) sino que cambia su status ontológico en cuanto es
construido a través de los medios. Citamos a Eliseo Verón: los medios producen
la realidad en tanto devenir presente como experiencia colectiva para los
actores sociales, producen una experiencia del devenir social. La actualidad como realidad social en devenir
existe en virtud de los medios informativos. Los hechos que componen la
realidad social no existen en tanto hechos sociales antes de que los medios los
construyan y difundan. Después de esta construcción-producción del acontecimiento,
éste tiene una serie de proyecciones (vinculadas
a su existencia conocida para el resto de la trama social, no las ligadas a su
existencia fáctica) fuera de los medios
y en los otros actores sociales. Dice Verón, en su libro Construir el
acontecimiento:
“Supongamos que los encargados de la central
nuclear de Three Mile Island (TMI) hubieran logrado ocultar lo que
ocurrió el 28 de marzo de 1979 con el
segundo reactor, impidiendo que se filtrara cualquier información al
exterior (por otra parte, parece que
esto hubiera sucedido con otros accidentes en el mundo). Algo así como 'el desperfecto del 28 de
marzo' hubiera formado parte de la experiencia de algunas personas
pertenecientes a la central, pero el acontecimiento 'accidente nuclear de Three
Mile Island' que obligó al gobierno estadounidense a crear una
comisión investigadora y en
Francia llevó al primer ministro a tranquilizar a la opinión pública y
al gobierno a reforzar las normas de seguridad en las centrales, ese acontecimiento no hubiera tenido lugar”.
Los acontecimientos sociales, sostiene Verón, no
son objetos que están ya hechos en alguna parte de la realidad: sólo existen en
la medida en que los medios los elaboran. O sea, cuando los medios hablan del
protagonismo de la “clase media” en los cacerolazos, construye una imagen
mediática de esa clase media, imagen que, obviamente, no es idéntica a lo que
se puede definir como clase media en términos de categoría sociológica o, desde el
marketing, como nivel socioeconómico, del mismo modo que cuando los medios
hablaban de “el campo” en las protestas del 2008, construían un sujeto
agromediático distinto de la “ruralidad” en sentido amplio. Es conocida la
anécdota de Ider Peretti, el ruralista cordobés que emocionó a Cristina
Fernández con sus palabras de agradecimiento a Néstor Kirchner en el funeral;
ese referente del agro fue “invisibilizado” por los medios que cubrieron la
protesta del agro en 2008, de tal modo que cualquier televidente que siguiera
esas acciones hubiera pensado que “el campo” eran efectivamente la Mesa de
Enlace y otros dirigentes con protagonismo en la protesta, como Alfredo de
Ángeli, y que todo “el campo” estaba en contra de las retenciones móviles y, más ampliamente, del gobierno nacional.
Aquí es pertinente una segunda consideración acerca de la construcción
de sujetos mediáticos: el proceso de formación de la opinión pública, tal como
lo entiende Elisabeth Noelle-Neumann (autora de la teoría de la espiral del
silencio), involucra un trabajo social continuo, en el cual se destaca
la presión conformista sobre el individuo que, inducido por su naturaleza
social, se ve compelido a evitar el aislamiento. La percepción que el sujeto
tiene de cómo se distribuye la opinión pública es una parte importante de ese
proceso de formación en una dinámica en espiral, en la que los medios desarrollan un papel específico. Los medios tienen un poder de
amplificación-atenuación, haciendo que, en la confrontación de las tendencias
de opinión en la escena social, cierto grupo "aparezca más fuerte de lo
que es en realidad, mientras que los que tienen una opinión distinta parecen
más débiles de lo que efectivamente son. El resultado es una ilusión óptica o
acústica respecto a la situación efectiva de la mayoría, la balanza del poder".
Así, los medios crean la opinión pública en tanto y en cuanto
"proporcionan la presión ambiental a la que las personas responden con
solicitud, ya sea con el consentimiento o con el silencio", según Noelle
Neumann. Asimismo, pueden acelerar el cambio social representando el movimiento
de opinión hacia un objeto dado. La clave está en que la opinión pública y los
desplazamientos de tendencias que se dan en ella en las sociedades modernas están fuertemente ligados a las operaciones colectivas de los medios masivos de
comunicación, ya que los medios poseen una capacidad de hacer visibles determinadas
orientaciones colectivas, a la vez que
pueden invisibilizar otras.
ANONIMO DIJO PRESENTE EN LAS DOS CONVOCATORIAS. lA PRIMERA FUE TOTALMENTE ESPONTANEA O SURGIO DE LAS REDES SOCIALES. ME TOME EL TRABAJO ANTES DE IR AL 13 S DE REPAZAR LOS PORTALES DE INTERNET DE LOS DIARIOS DE MAYOR TIRADA. NI MU. Me parece importante destacar este nuevo tipo de movilización en argentina, que surje de las redes sociales, como una PRIMAVERA ARGENTINA. En el 8N si te reconozco que hubo movida de los medios masivos. Pero mas alla de eso, tiene que haber un caldo de cultivo anterior para que el llamado a movilizarse tenga éxito. Es decir la central nuclear tiene que existir para que se de chernobyl. Sin un clima de malestar de bastos sectores de la sociedad con un poder que nos quiere llevar a un estadio anterior a la revolución francesa (El estado soy yo) esto movilización no hubiera tenido exito
ResponderEliminarMas alla de este tema, rescato lo que dijo Fidanza el otro día: El kichnerismo tiene un poder asombroso para que no estemos atentos a los pincipales problemas del pais. Hoy no es ni el 8N ni el imp a las ganancias, ni de la sota. Es la resolución del juez Griesa va atomar el 1 D. La argentina esta ahí de entrar en default por enesima vez y la sociedad ni enterada.
Saludos, el 27
Che, este blog no tiene corrector ortógrafico? Je Je
ResponderEliminarGracias por tus aportes, Anónimo! En breve volveremos sobre el tema... y no, no hay corrector incorporado. Saludos!
ResponderEliminarCreo que hay que analizar diferenciadamente la construcción de un sujeto político desde los medios masivos de comunicación, a la construcción, de quizás el mismo sujeto político, en las redes sociales. La operación técnica que moldea la subjetividad política es diferente hoy a la época en la que hablaba Verón, cuando no había redes sociales.
ResponderEliminarVeamos dos eventos: los caceroleros de hoy en argentina y los indignados en Europa: estos dos conglomerados reclaman evidentemente cosas muy distintas, son incomparables en términos de demanda política; sin embargo estos conglomerados tienen en común la difusa influencia política que no nos permite dar cuenta de quienes son sus impulsores “originarios”, tienen en común venir del malestar individual que provoca algo que en definitiva es la globalización y que, según los que eligen esta forma de expresarse, se les debería amortizar; del malestar individual al contagio social sólo hay un login de por medio.
Esta cualidad quizás también le cabe a la primavera árabe, pero no quiero enlistar este movimiento aquí por tener atravesamientos de otra naturaleza, como lo es el orden religioso y el orden de lo estrictamente dictatorial. El mundo oriental es difícil de pensar con nuestras cabezas occidentales.
Al punto al que voy es que hay que reconocer que estos fenómenos denotan una capacidad de autogestión subjetiva, donde el sujeto político se hace también a sí mismo, elige sentirse y comportarse así: se sugestiona, se convence junto a otros, actúa/acciona, y logra hacerlo desatendiendo alternativas; no opta ver, por ejemplo, los indicadores de mejoramiento social para el caso de argentina o los ofrecimientos de alternativas para la salida de la crisis para el caso de Europa. No evalúa sino sólo a su síntoma individual, de un malestar que se sincroniza como social gracias a las redes sociales, pero que no por eso deja de pertenecer a la esfera de lo individual.
Este sujeto, que se empodera a sí mismo, llega al acting político con mayor o menor consideración a la realidad “aumentada” de la virtualidad mediática, parte en principio de sí mismo, de su entorno, y recibe opciones de pertenencia desde las redes reforzadas desde los medios de comunicación; es decir, es mucho menos pasivo que el sujeto de Verón, y está más consciente de las opciones discursivas que lo atraviesan, elige creer… creer (en este caso) que “esta todo mal”.
Claro que los medios están allí para hacer existir ese fenómeno de construcción social por sobre otros, y privilegian modelos de sujeto con intensiones claramente de control de masas desde un orden no político, como lo hacen las empresas, digamos, con sus publicidades. Pero en definitiva, a lo que voy, es que es innegable el componente de libertad subjetiva que hace a este sujeto adherirse… y por ello a ser responsable de lo que con sus actos provoca.
Excelente aporte, Marina, gracias! Compromete volver sobre el tema en breve...
ResponderEliminarAnónimo: Hace falta Gangnam para que exista el "Gangnam style", pero ninguna de estas existencias nos explican lo popular del videito.
ResponderEliminarGracias por tu acotación, Fede!
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