Tomamos del artículo la subnota dedicada al periodismo deportivo, que aporta temas interesantes para el debate de actualidad.
¿Y qué pasa con el periodismo deportivo?
El periodista argentino Ezequiel Fernández Moores fue uno de los invitados a exponer sobre la realidad de la investigación periodística en los ámbitos deportivos.
28/10/2012 00:03 , por Sergio CarrerasEl periodista argentino Ezequiel Fernández Moores fue uno de los invitados a exponer sobre la realidad de la investigación periodística en los ámbitos deportivos. Luego de que su colega brasileño Lúcio de Castro hiciera un análisis de la corrupción vinculada a la Confederación Brasileña de Fútbol y los miles de millones de dólares que su país gastará en el Mundial de fútbol 2014, Fernández Moores leyó un texto que resaltó por su autocrítica. A continuación, algunos de sus párrafos:
“Recuerdo un primer aviso que recibí en 1982. La dictadura militar de mi país iniciaba su declive. Investigué con dos colegas el Mundial de fútbol de 1978. Un mundial que se jugó en medio del horror. En el estadio de River se festejaban goles. Y en la Esma, a sólo 700 metros, se torturaba gente. El trabajo cuestionó no sólo a la dictadura. Apuntó también a empresas, Iglesia y políticos que se sumaron alegremente a ese carnaval insensato. La radio sólo se enojó y quiso censurar cuando tocamos el rol de cierta poderosa prensa que gritaba goles en medio de elogios al dictador Videla.
“Ya en democracia, un tema central durante dos décadas fue el de los contratos esclavos de televisión que cedía Julio Grondona, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino desde 1979. El contrato era con el grupo de prensa más poderoso de mi país. Tres jueces amenazaron investigar esos contratos, que incluían a sociedades fantasmas y paraísos fiscales del Caribe. Los tres jueces, curiosamente, sufrieron cámaras ocultas de la prensa. Se descubrió que habían sido deshonestos en otras causas y tuvieron que renunciar.
“¿Y cómo pedirle a la prensa que investigara esos contratos? Nadie se investiga a sí mismo.
“Intervino el congreso. Lo hizo –me consta porque seguí muy de cerca ese tema– después de resistir a fuertes presiones. Grondona ya rompió ese contrato. El fútbol ahora es transmitido por la TV Pública y por todos los canales que quieran tomar las imágenes. Ahora sí la prensa investiga el contrato. Ya no está el citado grupo empresario de prensa de por medio. Ahora es el Estado”.
“La sociedad prensa-deporte para la explotación comercial del espectáculo nos complicó. Nos redujo al rol de misioneros. Propalamos la fe, no la podemos explicar. Alguien dijo alguna vez que las misiones de la prensa eran tres (informar, educar, entretener) y que informar es comprometido, educar es aburrido y sólo nos queda entretener. Bien, el periodismo deportivo casi fue concebido inicialmente para entretener. Un show para aliviar las noticias más duras de la política y la economía. Y que precisa sí o sí del ídolo. El ídolo tiene rating, vende zapatillas, es apolítico y, en general, no cuestiona. Además, es renovable.
Si no existe, lo inventamos. “La prensa precisa del ídolo más que los niños. Si no surge un nuevo ídolo, lo inventamos. Para tener sus palabras y sus imágenes hay que negociar con agentes, representantes, relacionistas públicos y corporaciones de la industria. Eso no es periodismo. Es marketing. El colega británico David Walsh hizo periodismo. Fue uno de los poquísimos periodistas que investigó a Lance Armstrong cuando el rey del Tour de Francia era un intocable. Se convirtió en un paria”. (...)
Si no existe, lo inventamos. “La prensa precisa del ídolo más que los niños. Si no surge un nuevo ídolo, lo inventamos. Para tener sus palabras y sus imágenes hay que negociar con agentes, representantes, relacionistas públicos y corporaciones de la industria. Eso no es periodismo. Es marketing. El colega británico David Walsh hizo periodismo. Fue uno de los poquísimos periodistas que investigó a Lance Armstrong cuando el rey del Tour de Francia era un intocable. Se convirtió en un paria”. (...)
“El tramposo fue el ídolo. ¿Por qué no pedirles también controles antidoping a los organizadores del espectáculo, que exigen al ídolo hasta su última gota de sangre para que vaya siempre más alto, más lejos y más fuerte? Tampoco hay controles antidoping para la prensa. Los periodistas estamos invictos. Tenemos la ventaja de hablar siempre con el resultado puesto. Vendemos primero resaltando la épica. Y, si estalla el escándalo, moralizamos luego hablando de ética.
“Nuevas tecnologías: son una herramienta formidable. Pero han precarizado condiciones de trabajo. Algunas empresas aprovechan para sacarse de encima a los periodistas más veteranos. A los que escriben noticias, no chimentos. A los que suelen leer más libros que Facebook. A los que proponen dudas en lugar de vender certezas. A los que se niegan a ‘flexibilizarse’. A los que después de un partido privilegian la crónica al tuit. A los que eligen decirlo bien antes que decirlo. A los que se oponen a que su nuevo jefe sea un gerente de marketing. ‘Esta gente –me dice otro colega que resiste desde Barcelona– trata como basura lo que yo amo’”.
“Es cierto, muchos otros se han prestado dócilmente al papel de bufones. Lucen combativos gritando tonterías en polémicas televisivas. (...) Pero en defensa de algunos apasionados colegas quiero decir que no sería tan despectivo con el periodismo deportivo. Los errores de nuestros infantiles pronósticos sobre si ganará Boca o ganará River, sin que nadie se ofenda, producen menos daños que muchos pronósticos económicos, formulados por periodistas formados en las mejores universidades. Y el show ya no es patrimonio exclusivo del periodismo deportivo. Hoy, con canales de noticias las 24 horas y los punto.com, casi todas las noticias gritan, lloran y sangran, aunque no quieran gritar, llorar ni sangrar”.
“No es fácil trabajar en medio de esta batalla entre el poder político y el poder económico. El poder, por naturaleza, suele ser obsceno. Suele manejarse con las leyes de la selva. Recuerdo el debate que se produjo cuando supimos que un referente como Kapuscinski había tal vez alterado algunos datos para mejorar sus crónicas. No fue lo mejor haber cambiado algunos árboles de lugar. Pero el maestro polaco nunca se equivocó a la hora de contarnos cómo era la selva”.
Comparto nota publicada hoy en La Mañana de Cba:
ResponderEliminarApoyo de trabajadores de Canal 13 y TN a la Ley de Medios ante Sabatella. "Tenemos una posición que apoya el cumplimiento de la Ley de Medios, que es una norma de la democracia", manifestó el delegado de la comisión interna de ambos canales, Daniel Raichijik, en la reunión mantenida hoy con el titular del Afsca, Martín Sabatella.
El titular de la Afsca se reunió con miembros de la comisión interna de los canales de televisión TN y Canal 13, quienes expresaron su apoyo a la aplicación integral de la Ley de Comunicación Audiovisual.
La reunión entre el titular del Afsca y los trabajadores de ambos canales pertenecientes al Grupo Clarín, fue calificada por Sabbatella como “sumamente positiva” porque “compartimos un profundo compromiso con la Ley de Medios que busca garantizar la libertad de expresión y el derecho a la comunicación”.
Con respecto a las fuentes de empleo, el funcionario anunció: “Nos comprometimos a trabajar juntos en la defensa de todos los puestos de trabajo, en el marco de las convenciones colectivas”.
“La Ley no busca que alguien deje de existir sino que estén todos, pero con un tamaño razonable que evite tendencias monopólicas, por lo que el gigante -Grupo Clarín- tiene que dividirse y quedar del tamaño que permite la norma”, manifestó Sabatella.
Por su parte, el delegado de la comisión interna de trabajadores de prensa de Canal 13 y TN, Daniel Raichijk, manifestó que la reunión “fue positiva y generó mucha expectativa en el conjunto de los trabajadores, ya que encontramos una predisposición muy favorable sobre los puestos de trabajo”.
“Tenemos una posición que apoya el cumplimiento de la Ley de Medios, que es una norma de la democracia y estamos reclamando el cumplimiento del Estatuto del Periodista y del convenio colectivo de trabajo que no se cumple dentro de los noticieros de Canal 13 y TN, salvo en un sector muy reducido”, precisó.