martes, 7 de marzo de 2017

Febrero, punto de inflexión: el malestar socioeconómico como clave interpretativa (1)

Diversas mediciones realizadas a fines del mes pasado coinciden en ubicar a febrero como un punto de inflexión en la imagen presidencial. La combinación de affaires (con idas y vueltas, como el caso del Correo Argentino y el recálculo de las jubilaciones) con el persistente malestar socioeconómico aceleró el proceso de desgaste del oficialismo que ya venía insinuándose en las encuestas. Poniendo de manifiesto la gravitación del factor malestar, más del 40 % de los argentinos considera que "empeorará" la situación económica del país en los próximos meses, de acuerdo a una encuesta realizada por Rouvier y Asociados. El 28% de los encuestados indicó que las condiciones "seguirán igual", mientras que el 27% confía en que "mejorará". "Las expectativas en relación al mejoramiento de la economía continúan disminuyendo. Desde abril que las expectativas negativas vienen superando a las positivas y en febrero de este año se registra el valor negativo más alto desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri", destacó el informe. 

En la misma línea, el 55% de los trabajadores ocupados tiene miedo a perder su posición; el 58,3% de los encuestados declara conocer a alguien que perdió su empleo en los últimos meses y 7 de cada 10 creen tener bajas posibilidades de obtener un buen trabajo. Los datos surgen del Monitor Sociolaboral de Opinión Pública desarrollado por el Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (CETyD) y la consultora Ibarómetro. El estudio está basado en encuestas representativas de la población residente del Área Metropolitana de Buenos Aires, comprendida por la Ciudad de Buenos Aires y los 24 partidos que integran el Gran Buenos Aires. El Índice IDIL mide la incertidumbre laboral de los distintos segmentos del universo de trabajadores ocupados. Puede oscilar entre "0", que equivale a una nula incertidumbre laboral, y "10", que significa una incertidumbre laboral absoluta. El valor registrado en la actual medición fue de 6,6, lo que implica un sensible incremento respecto al valor registrado en noviembre (4,9). Los valores más altos del IDIL, que acreditan niveles acentuados de incertidumbre, se dan  entre las mujeres, los asalariados, los residentes en el Gran Buenos Aires y especialmente entre los jóvenes, segmento que presenta el nivel más alto del índice (7,6).

A nivel general, la insatisfacción laboral pasó de 46,7% en noviembre a 54,5% en febrero (ver datos arriba; click para agrandar): la principal explicación reside en el ascenso de la preocupación por una posible pérdida del trabajo. En noviembre de 2016 el 44,5% de los trabajadores ocupados declaraba estar preocupado por perder su trabajo; esa proporción creció más de 10 puntos porcentuales, llegando así al 55%. Así, se ratifica la tendencia hacia una mayor incertidumbre señalada en la medición anterior: el 60,5% percibe que las posibilidades de conseguir un trabajo se han reducido en relación a un año atrás. En el mismo sentido, un 46,7% considera que el desempleo aumentará en los próximos meses, mientras que sólo un 20,8% confía en que se reducirá. En términos de la capacidad adquisitiva, las evaluaciones son aún más desfavorables: el 67,5% piensa que la situación de "la mayoría de los trabajadores" empeoró en los últimos tres meses, al mismo tiempo que el 61,3% manifiesta que empeorará en el futuro. En un contexto atravesado por la incertidumbre, la conflictividad laboral se percibe en aumento: un 52,4% cree que las protestas, paros y movilizaciones han crecido en los últimos meses, mientras que el 67,5% considera que la conflictividad sociolaboral seguirá aumentando. 

Según Ignacio Ramírez, director de Ibarómetro, “en el último mes se produjo un desplazamiento del centro del debate político de la Argentina: dejó de ser la herencia kirchnerista y pasó a ser el ‘desempeño macrista’. Hasta ahora, la imagen del Gobierno se sostenía en la eficaz reconstrucción comunicacional de la herencia, cierta dosis de expectativas en relación al futuro y, sobre todo, una extendida percepción de ‘intenciones positivas’ que se le atribuían al gobierno de Macri y que protegía una suerte de ‘salud moral’ en su imagen. Este esquema, exitoso el año pasado, entró en crisis y por ello en las últimas semanas se observó la caída de imagen del gobierno más importante desde el inicio del actual ciclo político. Hoy, el estado anímico de la opinión pública muestra signos agudizados de incertidumbre y preocupación. El gobierno de Macri inicia el año político en situación problemática, está bajando la popularidad y disminuyen las expectativas de recuperación económica. Nuestra medición nacional de febrero indicó que solamente un 27% cree que se saldrá de la recesión en los próximos meses”.

2 comentarios:

  1. Que buena recopilación de datos informativos para repensar en toma de decisiones!. Siempre tan interesante su blog.
    Desde ya muchas gracias, y excelente la info!
    Cordial saludo

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  2. ¡Muchas gracias por tu comentario, Facundo, saludos!

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