Hoy, los argentinos no están en "modo electoral", sino en "modo preelectoral", focalizados en hacer frente a una situación doméstica ajustada, como vimos en los datos reportados por Reyes Filadoro y el Centro de Estudios Metropolitanos en las entradas previas. Otros datos que aporta el Monitor de Clima Social relevado por el CEM completan el cuadro de situación de crisis: mientras que en 2017 el 37% de la población adulta de ese conglomerado decía estar peor que un año atrás, a fines de 2018 esa proporción alcanzó el 60% (una suba de 23 puntos porcentuales; ver datos al lado, click para agrandar). Se insinúa que el principal driver de ese deterioro es el empeoramiento de la situación laboral: pasó del 34% al 51% ( + 17 pp), en tanto que la percepción de mejoría se desplomó de 35% a 15% (- 20 pp; ver datos abajo, click para agrandar).
La situación laboral también pinta mal cuando se repasan las datos del último relevamiento de la consultora especializada Manpower: las perspectivas de contratación tuvieron una baja de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y 12 puntos porcentuales en comparación con la cifra de hace un año. Así, la expectativa de empleo es la peor en 12 años (ver datos abajo; click para agrandar). El arranque de 2019 no traerá buenas noticias en materia de empleo: el primer trimestre del próximo año muestra señales preocupantes al menos en lo que respecta a la creación de nuevos puestos de trabajo, según lo reveló el tradicional informe sobre Expectativa Neta de Empleo (ENE) en Argentina que elabora la consultora Manpower. El trabajo arrojó una perspectiva para el primer trimestre de -4 pp en la comparación interanual con igual período del 2017, ajustada por estacionalidad. Se trata del peor registro en 12 años, desde que se lleva a cabo el relevamiento. La cifra es aún peor que lo ocurrido durante la crisis financiera de 2009 y el índice más bajo, y por primera vez negativo, desde que Mauricio Macri es presidente. Financiero, Fernando Podestá, director nacional de Operaciones de Manpower, sostuvo que “es el número más bajo que hemos tenido en toda la serie y consolida la baja que tuvimos durante todo 2018. “Los empleadores argentinos informan planes de contratación laboral pesimistas para el primer trimestre de 2019. Un 8% de los empleadores prevé aumentar su dotación, un 11% anticipa una merma y un 77% no anticipa cambios en su plantilla, lo que arroja una ENE de -3%. Al ajustar los datos para tener en cuenta la variación estacional, la Expectativa de Empleo se ubica en -4%. Las perspectivas de contratación son las más débiles que se hayan informado desde que se inició la Encuesta hace 12 años, con una baja de 6 puntos porcentuales en comparación con el trimestre anterior y 12 puntos porcentuales en comparación con la cifra de hace un año”, apunta el sondeo.
Las peores perspectivas se detectan en las microempresas (menos de 10 empleados) y pequeñas (entre 10 y 49) empresas, con ENE de -7 y -4, respectivamente. Las medianas (entre 50 y 249) reflejan un ENE de 0 y las grandes (250 o más) de -1. En todos los casos, se trata de las peores expectativas en más de una década. Respecto a posibilidades de recuperación, Podestá evaluó: “Las empresas, por la baja del consumo, están sobrestockeadas y demandan menos personal. Más allá de que se dice que la economía empezaría a repuntar a partir del segundo trimestre, las empresas no se están comprometiendo. Podría llegar a ser un piso en la medida en que nunca hubo un registro tan bajo, y porque el año que viene hay elecciones y el Gobierno debería traccionar para que la economía se mueva un poco más”. Asimismo, agregó que no se están registrando despidos masivos, pero sí suspensiones y reducción de jornadas. En la medición por sectores se refleja la retracción en la construcción, que venía motorizando la actividad y el empleo. El ajuste en la obra pública y en la privada, producto de la suba de costos por la fuerte devaluación (que se agravará por la caída de los PPP), dejó un ENE de -12 y de -11 por estacionalidad. “Así como la construcción traccionó hacia arriba, hoy lo hace hacia abajo. Si mejora, empuja también finanzas, pero ahora lo arrastra”, explicó el ejecutivo de Manpower. La contratación también es débil en Transporte y Servicios Públicos, Manufacturas, en Comercio Mayorista y Minorista, Administración Pública y Educación, Servicios, y en Minería. Finanzas, Seguros y Bienes Raíces se mantiene estable, mientras que sólo se ven números positivos, aunque bajos, en Agricultura y Pesca. En varios casos las expectativas son las peores en años. Por regiones, "los empleadores de 4 de las 6 regiones prevén reducir sus dotaciones durante el trimestre que se avecina. La ENE más débil se registra en el NOA (Noroeste argentino) con un -9%. Otras regiones en las que los empleadores anticipan un nivel de contratación laboral deprimido son el NEA (Noreste argentino) con una expectativa de -7%, la región pampeana con -5% y el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) con -4%”, indica el informe. En cambio, los empleadores de la Patagonia anticipan un leve crecimiento de sus nóminas con una expectativa de +5% y los de Cuyo esperan una mejora de +1%. El AMBA y el NOA presentan los peores registros desde Manpower mide. En contraposición, los guarismos son más alentadores en la Patagonia y Cuyo. Esto se explica por dos razones: en primer lugar, por el aumento de la producción de hidrocarburos, uno de los pocos sectores que sigue traccionando empleo. El otro es del sector vitivinícola, que mejoró sus ingresos por exportaciones gracias al salto del dólar. Contra el discurso oficialista de que "el mundo se nos cayó encima", en la comparación con la región y el resto del mundo, de las más de 40 naciones medidas la Argentina es la única que muestra datos negativos con -4. En la otra punta están Japón (+27%), Taiwán (+21%) y EE.UU. (+20%). En el continente también está atrás: México (+14%), Colombia y Guatemala (+10%), Brasil (+8%), y Perú (+7%).
Así, con un metro cuadrado afectado por la crisis y el ajuste, el "modo preelectoral" de los electores de cara al 2019 perfila una elección que hoy está empatada en instancia de PASO, primera vuelta y ballotage (las diferencias entre CFK y Macri no son estadísticamente significativas). Hace un año, el oficialismo, con el resultado puesto del 2017 (42% vs 23,5% de UC/CFK) apostaba a ganar en primera vuelta. De todos modos, aún conserva su núcleo duro. Según el consultor Ricardo Rouvier, eso "tiene que ver no tanto con el 'amor' por Macri, sino con una mezcla de cosas: para una parte de la población expresa algo nuevo en la política, pero también existe una porción donde predomina la negatividad frente a Cristina Kirchner. El techo a Cristina no es la economía, la gente dice que estaba mejor antes que ahora. Es de otro tipo, tiene que ver con su estilo, con una modalidad, con el desorden en la calle identificado con su segundo mandato. Va a ser una lucha de techos. Si a Macri le hubiera ido bien en la economía estaría mucho mejor en intención de voto, los que no son macristas hubieran premiado esa buena gestión, como sucedió en 2011 con Cristina, pero la situación económica le pone un techo a Macri". Vale decir, CFK tiene un techo, pero Macri también. Es poco probable que el oficialismo siga perdiendo intención de voto: el piso lo pone el núcleo duro de votos de Macri en la PASO de 2015, que fue 24,5% y que está muy basado en el anti-peronismo. Como referencia, recordemos que la Alianza UCR-Frepaso, aún en medio de la debacle generalizada del 2001 y dos meses antes de la caída de Fernando de la Rúa, obtuvo 25% de los votos en diputados nacionales y 21,2% en senadores nacionales. Aun si Cambiemos retrocediera hacia esos guarismos, tendría hoy garantizado el pase a segunda vuelta. Otro tanto sucede con el kirchnerismo; ambos núcleos duros siguen muy consolidados, lo que hoy plantea una polarización simétrica de cara al 2019.
Según Synopsis, "si se observa la evaluación del desempeño del Gobierno nacional según preocupaciones, las mejores evaluaciones se observan entre los que les preocupa la Inseguridad, la Corrupción y el Narcotráfico, y las peores entre los que les preocupa la economía" (ver datos arriba; click para agrandar). Esto preanuncia los ejes de campaña del oficialismo y la principal fuerza opositora para 2019: falto de resultados socioeconómicos virtuosos, el oficialismo apelará a un discurso duro en materia de seguridad y corrupción y a diferenciarse del kirchnerismo mostrando logros en esos issues; Unidad Ciudadana, en cambio, procurará poner en evidencia el deterioro de la calidad de vida por la mala gestión de la economía con Macri respecto a lo realizado por NK y CFK. Tanto Cambiemos como Unidad Ciudadana tendrán gestión para mostrar, de una u otra forma; Alternativa Federal, sin gestión nacional para mostrar, tendrá que acertar muy bien sus dardos y salir del "no lugar" opo-oficialista que ha transitado en estos años para mejorar sus chances actuales.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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Fijate la ultima d Gustavo Cordoba: novedad, un 41.4 por ciento se siente "antiperonista" y el 52.5 "anticambiemos". Es obvio xq Cristina traza la raya en el neoliberalismo y tras las PASO se va a convertir la campaña en una guerra peronismo vs liberalismo q probablemente succione votos d todos los restantes candidatos ya en primera vuelta y se defina ahi mismo x perforacion del 45%.
ResponderEliminar¡Gracias por el aporte, Claudio! Sí, vi el adelanto ayer en twitter, estoy viendo si sale el informe completo... a propósito, si tenés cuenta en esa red nos sigamos por ahí, la mía es @berranorman. Saludos!
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