El rechazo del Senado al mega decreto de necesidad y urgencia (DNU) dictado por el presidente Javier Milei amerita un repaso por la demanda de consenso según las encuestas, como marco contextual de la convocatoria al “Pacto de Mayo” y el debate del DNU que se viene en la Cámara de Diputados cuando el oficialismo acaba de cumplir 100 días de gestión. En febrero, consultora Analogías reportó que 53,3% de los electores creen que el gobierno nacional debe acordar con otras fuerzas políticas y con los gobernadores para sacar adelante leyes en el Congreso, lo que duplica a la proporción que piensa lo contrario (gráfico arriba). Profundizando el análisis, se observa que ese consenso mayoritario es transversal por género, edad y nivel educativo.
Consistente con eso, según Analogías casi 49% valora de manera positiva el consenso, lo que más que duplica a quienes tienen una mirada negativa (gráfico arriba). Al mismo tiempo, 46,3% espera que el Congreso sirva como freno al presidente (gráfico abajo), lo que confirma las preferencias por el debate parlamentario por encima de quienes avalan que el Poder Ejecutivo “legisle” vía DNU.
La última medición de consultora Opina detectó una mayoría aún más robusta en torno al consenso: 58% prefiere que Milei negocie y busque acuerdos con la oposición, lo que supera por 21 puntos porcentuales a quienes están a favor de que imponga sus ideas y agenda de gobierno (gráfico abajo). Si bien el panorama en febrero era más desfavorable al oficialismo, el saldo es contundente a favor de la vía consensual.
Según Opina, la demanda de actitud negociadora también aplica a la oposición: 58% cree que debe colaborar con el presidente y permitirle aplicar su programa económico. Sin embargo, hay una alerta para el oficialismo en el evolutivo: con respecto al inicio de su gestión, la postura a favor de que la oposición bloquee al gobierno creció 7 puntos porcentuales y ronda el 40% (gráfico abajo).
En su discurso de apertura de sesiones del Congreso el 1 de marzo, Milei pareció ensayar una apertura negociadora al convocar a los gobernadores a un pacto el 25 de mayo. Sin embargo, según la última medición de Proyección Consultores, los electores no están muy convencidos: 45,2% interpreta que el presidente busca imponer su postura, lo que supera por 6,6 pp a quienes creen que apunta a generar diálogo y consenso (gráfico abajo).
En cuanto a sus posibilidades de éxito, las opiniones están divididas: según la última encuesta de consultora Explanans, una primera minoría de 33,4% cree que será un éxito, lo que se ubica en el orden de magnitud del voto a Milei en las primarias de agosto y en octubre (30%); por otro lado, 27,3% lo ve como una forma de ganar tiempo, mientras que un 31% de pesimistas opinan que fracasará, aunque con matices en su mirada (19,1% lo ve como una mala idea y casi 12% como buena; gráfico abajo).
Por otro lado, el último monitoreo de redes que realizó Scidata sobre el sentimiento social en torno al DNU arrojó una negatividad de casi 54% vs una positividad de 46,1% (gráfico abajo). El saldo desfavorable es de casi 8 pp; esto muestra que el territorio de las redes (que durante mucho tiempo jugó a favor de Milei) ya no tracciona de la misma manera.
Consistente con eso, el mismo informe reportó una negatividad de casi 66% vs una positividad de 34,2% en la reputación digital de Milei (gráfico abajo). Con un saldo desfavorable de 31,6 pp, el aval al presidente se ubica 21,4 pp por debajo del 55,6% que lo consagró en el ballotage.
En conclusión, mientras el presidente no transmita una voluntad clara de construir consenso, el panorama negativo instalado en el clima social resultará muy difícil de revertir, dado que su decisionismo se articula con un ajuste que erosiona su capital político. Dadas estas tendencias, si la Cámara de Diputados atendiera la demanda social debería votar en el mismo sentido que el Senado: según la última encuesta de Zuban Córdoba, 56,3% se pronuncia por el rechazo al DNU, vs 41,4% que se inclina por la aprobación (gráfico abajo).
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