viernes, 22 de agosto de 2025

Qué dicen las últimas encuestas sobre las tendencias electorales en Córdoba (nota publicada en CBA24N)

Antes del cierre de listas del pasado domingo 17 de agosto, circularon algunas encuestas provinciales que es oportuno repasar a la espera de las mediciones con candidatos definidos;  varias ya anticipaban a los sellos (y en algunos casos a las figuras) que competirán por nueve bancas de diputados nacionales por Córdoba. Consultora Circuitos relevó del 5 al 8 de agosto de manera telefónica: reportó 34,3% para La Libertad Avanza (LLA), 20,4% para Juan Schiaretti (confirmado como cabeza de lista de Provincias Unidas, antes Hacemos por Córdoba) y casi 18% para Natalia De la Sota (cabeza de lista de Defendemos Córdoba). Fuera del podio, Liliana Olivero y Pablo Carro (confirmados al frente de la lista de la izquierda y de Fuerza Patria, respectivamente), rondaron el 5%, mientras que Ramón Mestre y Oscar Agost Carreño (confirmados como cabezas de lista de la UCR y del PRO, respectivamente) oscilaron entre 2% y 3% (gráfico arriba). La brecha de casi 14 pp a favor de LLA resulta estadísticamente significativa dado el error muestral de +/-2,3%, pero con 8,3% de indecisos y una grilla de candidatos no confirmada la competencia por el liderazgo quedaba abierta. 

Federico González & Asociados (FGA) relevó de manera online del 9 al 12 de agosto: proyectó casi 35% para LLA, casi 24% para Schiaretti y 20,4% para De la Sota. Fuera del top 3, casi 6% para Fuerza Patria, casi 5% para Olivero, casi 4% para Mestre y 2,1% para Agost Carreño (gráfico arriba). En este caso, la brecha de 11 pp a favor de LLA resulta estadísticamente significativa dado un error muestral de +/-2,5%; al no haber indecisos, la posición de liderazgo parece nítida, mientras que hay un empate técnico por la posición de escolta entre Schiaretti y De la Sota. 

Zuban Córdoba recolectó datos de manera mixta (60% domiciliaria, 15% online, 20% por e-mail y 5% teléfonica) del 8 al 12 de agosto: reportó casi 37% para Schiaretti, casi 29% para LLA y 8,1% para De la Sota. Fuera del podio, el kirchnerismo y el PRO rondaron el 4% (con figuras que finalmente no son cabezas de lista, como Coti San Pedro, o compiten con otro sello, como Héctor Baldassi). Mestre alcanzó 3,5%, mientras que Olivero y Aurelio García Elorrio rondaron el 2% (gráfico arriba). La ventaja de 8 pp a favor de Schiaretti está en el límite de la significatividad estadística, dado el error muestral de +/-3,46%, lo que deja la disputa por el liderazgo abierta, con 3,4% de indecisos y candidatos no del todo confirmados. El promedio de esas tres encuestas con escenarios relativamente comparables arroja 31,3% para LLA vs 26,1% para Schiaretti; la brecha de 5,2 pp a favor del sello libertario no resulta estadísticamente significativa dado el error muestral medio, lo que implica un empate técnico por el liderazgo. De la Sota se recorta como tercera nítida, con 14,6%. Fuera del podio, Fuerza Patria alcanza 4,8%, la izquierda 3,8%, Mestre 3,2% y el PRO 2,8%, con 6,3% de indecisos. 

Consultora Delfos realizó una aproximación alternativa: sobre la base de encuestas previas al cierre de listas (con sellos y candidatos sin confirmar), corrió 20 mil simulaciones en un programa para calcular la probabilidad de los distintos escenarios de distribución de las nueve bancas de diputados nacionales que se renuevan en octubre (gráfico arriba). El escenario más probable (84,4% de chances de ocurrencia) arrojó cuatro bancas para las dos fuerzas que disputan el liderazgo (presumiblemente LLA y Provincias Unidas, tal como sugiere el promedio de las tres encuestas revisadas antes) y la novena banca para la tercera minoría (que sería Natalia De la Sota por Defendamos Córdoba, según el mismo promedio). En síntesis, del análisis de esos cuatro informes se puede concluir: 1) el liderazgo será disputado por LLA y Provincias Unidas 2) la lista mejor perfilada para completar el podio es la que encabeza De la Sota 3) fuera del top 3, Fuerza Patria, la izquierda, la UCR y el PRO rondan entre 5% y 3% 4)  en las próximas elecciones legislativas, la distribución de las bancas cordobesas puede ser diferente a la de los últimos 14 años; las tendencias sugieren una polarización relativamente simétrica.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Variables que se alinean y pronóstico electoral en las últimas encuestas nacionales (nota publicada en CBA 24N)

Entre las últimas 10 encuestas realizadas a nivel nacional, hay tres que se destacan por compartir una tendencia que parece funcionar como predictiva hacia la elección de medio término del 26 de octubre: alineación de determinadas variables clave. Comenzaremos el análisis por la más reciente: los datos relevados por la consultora Reale-Dalla Torre (RDT) entre el 28 de julio y el 3 de agosto arrojan que 38,6% de los electores aprueba la gestión de Javier Milei, una merma de 8,6 puntos porcentuales (pp) respecto a la aprobación al primer mes de gobierno (47,2%), en tanto que la desaprobación trepó 5,7 pp, de casi 41% a 46,6% en el mismo lapso (gráfico arriba).

En ese informe, la aprobación es consistente con la intención de voto a favor de La Libertad Avanza (LLA) + aliados: 38,4%. Pese a un descenso de 4,6 pp respecto a febrero pasado en el caudal oficialista, la ventaja sobre la principal fuerza de oposición se sostiene en dos dígitos: pasa de 16,3 pp a 11,3 pp, similar a los 11,6 pp que Milei sacó de brecha sobre Sergio Massa en el ballotage de 2023. Fuerza Patria se mantiene relativamente estable entre  febrero y agosto y las demás fuerzas no oficialistas insinúan una tendencia a la baja, mientras que los votantes enojados (no votarían a “Ninguno”) se duplican (gráfico arriba).

Como dato complementario, RDT relevó la intención de voto a favor vs en contra del gobierno de Milei: nuevamente, la favorable se alinea con la aprobación de la gestión y roza el 37%, si bien acusa una merma de 8,7 pp respecto a febrero pasado. La desfavorable logra un empate técnico con el caudal filo-oficialista: 36,5%, estable respecto a febrero pasado. El dato que crece fuerte es el no sabe, que sube 9 pp, pasando de casi 18% a casi 27% (gráfico arriba). 

Entre el 25 y el 28 de julio, AtlasIntel también relevó a nivel nacional: en este caso, la variable que se alineó con la intención de voto no fue la aprobación sino la evaluación del gobierno. La calificación positiva rozó el 36%, vs una negativa de 42,3% (que se corresponde con el voto a Massa en la segunda vuelta de 2023, 44,4%) y una regular de 20%, lo que expresa un primer nivel de malestar (gráfico arriba). Como se observa en la serie evolutiva, la evaluación positiva perforó el umbral del 40% en abril pasado (cayó 8,3 pp, de 44% a 35,7%) y ya no volvió a ubicarse por encima de ese nivel. 

La intención de voto a favor del oficialismo según el informe de AtlasIntel se ubica en el mismo orden de magnitud de la imagen positiva del gobierno: 38,7%, vs 27,5% de Unión por la Patria (gráfico arriba). La ventaja es de 11,2 pp, similar a los 11,6 pp que LLA obtuvo sobre UP en noviembre de 2023. En tren de hipótesis, la brecha podría ampliarse si en los distritos en los que concurren en alianza con el PRO logra sumar de manera lineal al sello amarillo, que en ese estudio alcanza 6,5% de intención de voto.

En tercer término, consultora Opina midió a principios de julio: en este caso, la variable que se alineó con la intención de voto fue la posición política frente al gobierno de Milei. Un 38% se identificó con el apoyo, 22% como neutro y 39% como opositor (gráfico arriba). Como se aprecia en la serie evolutiva, el apoyo perforó el umbral del 40% en abril pasado (cayó de 41% a 37%, 4 pp) y ya no volvió a alcanzarlo, si bien se ubica apenas por debajo, mientras que la postura de relativa neutralidad muestra una tendencia ascendente desde mayo pasado.

Ese 38% de apoyo se corresponde con 37% de intención de voto a favor de LLA, que en este caso obtiene una ventaja sensiblemente menor sobre el peronismo K: apenas 5 pp, menos de la mitad de lo que vimos en las otras dos mediciones. Nuevamente, la brecha podría ampliarse si en los distritos en los que concurren en alianza con el PRO logra sumar de manera lineal al sello amarillo, que en ese estudio alcanza 8% de intención de voto. Con todo, más allá de esa hipótesis, del análisis de estos tres estudios se desprende que 1) la intención de voto a favor del oficialismo oscila en torno al 38% 2) tiende a correlacionarse con variables como el nivel de aprobación, la evaluación de gestión y el nivel de apoyo al gobierno 3) las tres muestran una tendencia descendente en los últimos meses y se ubican por debajo del umbral del 40% 4) por ahora, el caudal a favor del oficialismo muestra suficiente resiliencia como para que LLA sea la primera minoría electoral en octubre.

viernes, 8 de agosto de 2025

Análisis de coyuntura de cara al cierre de listas de diputados nacionales por FM Milenio (audio)


 https://drive.google.com/file/d/1a-01k0QZlxds3pVUNtgKEOz1Xw38guBi/view


La comunicación de Javier Milei, de disruptiva a repetitiva (nota publicada en CBA24N)

Esta semana, durante su discurso en la Fundación Faro, el presidente Javier Milei anunció: “Voy a dejar de usar insultos”. ¿Fue un acuse de recibo de las últimas mediciones que relevaron los efectos de una comunicación caracterizada por la auto-referencialidad y la violencia discursiva? Las alertas al respecto comenzaron en junio pasado: el reporte de redes de Ad Hoc de ese mes arrojó que la conversación sobre Milei se mantuvo negativa por quinto mes consecutivo, la racha desfavorable más larga de la era libertaria. El mismo informe apuntaba que las menciones a su figura seguían bajando cada mes, lo que indicaba un protagonismo autosostenido y en declive. A fines de julio, el monitor de redes de Tendencias Consultora confirmó el retroceso del respaldo digital al presidente: el apoyo medido en likes cayó entre tres y cuatro veces respecto a los primeros meses de su gestión (gráfico arriba). 


La pérdida de apoyo fue aún más pronunciada en las publicaciones vinculadas a la denominada ´batalla cultural´. “Si separamos la caída de todos los posteos entre los de batalla cultural y el resto, encontramos que la caída fue mucho mayor entre los de batalla cultural: perdieron 80,4% de likes, mientras que el resto cayó 63,8%”, destacó el informe (gráfico arriba). El contexto de este cambio de tendencia es una situación económica donde la desaceleración inflacionaria viene perdiendo centralidad como mérito de gestión y la preocupación por los ingresos deteriorados y el pluriempleo ganan protagonismo, agregó el documento. 


Consistente con la tendencia que indican los monitores de sentimiento social en redes, las últimas encuestas nacionales ratifican que el apoyo al oficialismo es minoritario en esta materia: según una reciente medición de la consultora Casa Tres, al 40% de los electores les gustan las formas del gobierno, vs 54% a los que no (gráfico arriba). La brecha de 14 puntos porcentuales desfavorables es nítida y también se aprecia que el rechazo es mucho mayor entre las mujeres, algo entendible dada la virulencia del discurso presidencial contra ese género. 


Con mayor negatividad aún, la última encuesta nacional de Analogías arrojó apenas 22,3% de votantes a los que les gustan las formas y el modo de comunicar del presidente, vs 73,3% a los que no les gustan (gráfico arriba). En este caso, el saldo desfavorable trepa a 51 pp. El rechazo es mayoritario por género, edad y niveles de instrucción, si bien con algunos matices. 

Como dato relativamente positivo, casi 51% cree que la forma de comunicarse del presidente es genuina, vs casi 33% que la ve como parte de un “acting” (gráfico arriba). Como lectura favorable, se puede plantear que se le reconoce espontaneidad a Milei. El problema, sin embargo, es que dos tercios de los electores (66,3%) califican como violentas sus formas discursivas, lo que casi triplica a quienes opinan lo contrario: 24,4% (gráfico abajo). 


Esa percepción de violencia discursiva no es caprichosa: según el último informe de redes de Ad Hoc, Milei es el político argentino más provocador y el usuario no troll que más insultos y agresiones realizó en los últimos 2 años (gráfico abajo).

En síntesis: 1) tanto las encuestas nacionales como los monitores de sentimiento social en redes muestran rechazos mayoritarios a la comunicación presidencial 2) eso sugiere que el contenido y las formas de su relato funcionan como aceleradores del malestar, pues sólo reciben apoyos en el orden del 25%-40% del electorado 3) si bien un nivel de apoyo que se traduzca en un tercio de los votos o algo por encima puede ser suficiente para confirmar al oficialismo como primera minoría electoral en los comicios de medio término de octubre, la comunicación presidencial pierde novedad y centralidad en la agenda; está dejando de ser disruptiva, para resultar repetitiva. 

viernes, 1 de agosto de 2025

Análisis de coyuntura socioeconómica en FM Milenio (audio)


https://drive.google.com/file/d/1uLCDlTMHuqhNqoAvk51LQe2KrpgDh9Tw/view 

Cierre de Vialidad y ajuste en obra pública: qué dicen las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

El 8 de julio pasado, el Poder Ejecutivo disolvió la Dirección Nacional de Vialidad; si bien un fallo judicial frenó temporalmente la medida, el gobierno de Javier Milei está decidido a avanzar en esa línea. Según las encuestas, es una decisión impopular en el marco de una política también impopular: el relevamiento de Consultora Delfos realizado en julio a nivel país arrojó que 51% de los electores está en desacuerdo con esa decisión, vs 44% que acuerda (gráfico arriba). La brecha de 7 puntos porcentuales resulta estadísticamente significativa, dado un error muestral de +/-1,7%, lo que confirma un rechazo mayoritario. 

La evaluación del área que enmarca a la medida es aún peor: según la Universidad de San Andrés (Udesa), en julio 71% se mostró insatisfecho con la política de obras públicas e infraestructura del gobierno nacional, vs apenas 21% que mostró satisfacción (gráfico arriba). El saldo en contra es de 50 pp. Como dato extra, todas las áreas testeadas muestran mayor insatisfacción que satisfacción, lo que sugiere que el apoyo que aún muestra el oficialismo tiene que ver con motivos no vinculados estrictamente a la valoración de sus políticas.

En la misma línea, en junio pasado (antes de la decisión de disolver Vialidad Nacional), la encuesta nacional de Equipo Mide reportó a Obras Públicas como el área peor calificada: 63% de negativa vs 26% de positiva (gráfico arriba). El saldo desfavorable era de 37 pp; esto confirma que se trata probablemente de la política en la cual la motosierra tiene el menor nivel de apoyo relativo de todas las que se miden de manera periódica. 

Para más datos, incluso en Córdoba (provincia en la cual Milei obtuvo el 74% de los votos en el ballotage de 2023), el recorte en obra pública apenas logró un acuerdo de 27%, vs un desacuerdo de 67% (gráfico arriba), según la encuesta realizada en mayo pasado por la consultora Casa Tres. El saldo desfavorable de 50 pp es contundente.

Ampliando el marco temporal del análisis hasta marzo pasado, cuando Milei atacó la obra pública en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, su mensaje apenas logró un acuerdo de 37%, vs un desacuerdo de 51%, según Equipo Mide (gráfico arriba): el saldo en contra fue de 14 pp.

Finalmente, la serie evolutiva de mediciones realizadas por las consultoras Alaska y Trespuntozero permite establecer que la motosierra en obra pública no tuvo apoyo mayoritario ni siquiera cuando Milei llevaba un par de meses de gestión: en febrero de 2024, 43,3% estaba de acuerdo con eso, vs casi 52% que se mostraba en desacuerdo (gráfico arriba). La brecha desfavorable de casi 9 pp se amplió a 25,2 pp al final del primer año de mandato, con el desacuerdo rozando el 60%, vs casi 35% de acuerdo. En síntesis: 1) hay consenso en las encuestas respecto a que el ajuste en obra pública es una de las áreas peor evaluadas de la política del gobierno nacional 2) el sostenido y repetido discurso presidencial de motosierra en obras nunca dejó de ubicarse como posición minoritaria en términos de opinión pública, y en los últimos meses cayó por debajo del 40% de aval 3) así, el ajuste en Vialidad reconfirma la impopularidad de la agenda libertaria en esa materia.