sábado, 17 de abril de 2010

El kirchnerismo sale del placard


"Temían el aislamiento más que el error" (Alexis de Tocqueville)

Con el llamado "conflicto del campo", los sectores que se sintieron afectados por la política económica del gobierno nacional (y un instrumento particular de la misma, las retenciones) lograron que diversos segmentos sociales se les sumaran. En gran parte, esta "alianza social" fue fogoneada por el sistema de medios de comunicación y operó con gran eficacia, no sólo por su poder mediático propio, sino por los desaciertos comunicacionales y el torpe manejo político-institucional del oficialismo.

Las personas contrarias al gobierno se expresaron abiertamente, y la visiblidad mediática que lograron amplificó la viralidad, el "contagio" de su posición, en tanto que los que se sentían más próximos al gobierno se replegaron, en un efecto de "espiral del silencio" clásico. Ese "clima de opinión" arrastró las intenciones de voto en junio del 2009, con un resultado, en su conjunto, desfavorable al gobierno nacional.

Sin embargo, en este momento, el "kirchnerismo" sale del placard. Es, por supuesto, una metáfora: no es propiamente el kirchnerismo, sino sectores sociales que se sienten identificados con algunas de las líneas políticas centrales del gobierno y que, a diferencia de lo que venía sucediendo, comienzan a animarse a defender públicamente su punto de vista. "Creía que estaba solo con mi idea, y me di cuenta de que no era así", es la frase que ha podido escucharse en algunas de las recientes movilizaciones en favor del gobierno y de algunas de sus políticas y medidas (por ejemplo, la sanción de la ley de medios).

¿Por qué sucede esto? Puedo apuntar una serie de hipótesis, que en su conjunto aportan una explicación parcial, o al menos una línea de interpretación:

1) durante casi dos años, el sistema de medios mostró solamente (o centralmente) las miserias y errores del gobierno. Pero, en estos últimos 4 meses, concretamente desde la renovación parcial del Congreso en diciembre del 2009, también está mostrando las de la oposición. Progresivamente, hay sectores que están preguntándose si el gobierno es tan malo como parece, porque están percibiendo también las inconsistencias de la oposición. Esto no se traduce aún en adhesión inmediata al gobierno, pero sí en una pérdida de intensidad en el malestar con el mismo (por ejemplo, desplazamiento de las opiniones negativas a las regulares).

2) la espiral del silencio contraria al gobierno ya se desarrolló completamente, logró toda la visibilidad pública posible, y no puede escalar más. Puede estabilizarse, o atenuarse, sobre todo si los defensores del gobierno, cansados de estar "encerrados en su concha" y motivados para "salir del placard", ganan presencia.

3) 2009 fue un año de crisis económica, además de política. Hay un mejoramiento relativo de la situación, dado por el crecimiento del nivel de actividad general, aunque la inflación se cierne como una amenaza. Por otra parte, el plan de asignación universal por hijo está funcionando como un paliativo social. Esto puede mejorar la opinión del gobierno en los sectores vulnerables.

4) a diferencia de la elección legislativa del 2001, cuando la debacle electoral de la Alianza coincidió con el fortalecimiento político del PJ, en 2009 el desgaste electoral del kirchnerismo se distribuyó principalmente entre dos fuerzas que hoy están en vías de ruptura : el frente Coalición Cívica-UCR (es impensable que los seguidores de Julio Cobos y los de Elisa Carrió convivan en una misma fuerza por mucho tiempo más) y, por otro, el eje “peronismo disidente-PRO”, donde la puja de egos entre Mauricio Macri y Francisco de Narváez, combinados con la indefinición de Carlos Reutemann, el paso adelante de Eduardo Duhalde y las especulaciones de Felipe Solá) auguran un futuro vidrioso.

5) el kirchnerismo salió debilitado de la elección del 2009, pero aun así era la fuerza más votada en la suma total de votos nacionales y primera minoría parlamentaria. Le llevó un tiempo recobrar la iniciativa política y el manejo de la agenda, pero pudo hacerlo, e incluso logró articular coaliciones con otras fuerzas minoritarias (por ejemplo, en la sanción de la ley de medios). En este momento, disfruta de una especie de "veranito económico" y de un cambio en el clima de opinión (en términos de Noelle-Neumann, una Tendenzwende, un punto de inflexión en la fuerza relativa de las actitudes políticas). A esta altura, por supuesto, no puede anticiparse hasta qué punto mejoran sus chances electorales para el 2011. Esta historia continuará.

1 comentario:

  1. Muy interesantes los comentarios, me parece que este tipo de información es importante que llegue a todos los sectores de la población para que sepamos cómo se manejan los medios para crear el "clima de opinión". FELICITACIONES!

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