Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
martes, 21 de febrero de 2012
Del paradigma de Kuhn al cambio de paradigma global (2)
Al igual que Oliveto, otros analistas de consumo han destacado la asociación entre satisfacción y optimismo en el consumo y comportamiento electoral. El año pasado, Lila Guerrero, directora de la consultora Kite Lab, remarcó que se registraba un clima de satisfacción y optimismo en las personas y las empresas y expectativas positivas. “El consumo nunca está desenganchado de la expresión política de su tiempo”, observaba la analista.
Por su parte, el analista Fernando Moiguer también opina que en la Argentina y en otros países emergentes se están produciendo cambios estructurales que desafían a las viejas categorías de pensamiento, en una línea similar a la de Oliveto. Aunque es consultor experto en temas de consumo, Moiguer le asigna una importancia decisiva a las cuestiones culturales a la hora de analizar la marcha de la economía. Él opina que estamos en una época de cambios de paradigmas mentales y advierte que los economistas van a seguir quedando desairados en sus pronósticos mientras pretendan analizar el presente con los mismos parámetros que se usaban en el pasado y coincide con Oliveto en que el boom del consumo de los últimos años es mucho más que un fenómeno pasajero o un "efecto rebote".
Decía Moiguer antes de las elecciones del 2011 que “venimos de ocho años potentes de crecimiento y la tendencia ahora es a un leve apaciguamiento del ritmo. Pero no debe interpretarse que hay un freno. Porque lo que hace que el nivel de compras empuje tan fuerte es el hecho de que ahora la gente construye su identidad mediante el consumo. Le da una sensación de pertenencia (…) Quienes auguran un final del boom están leyendo la realidad desde el lado de la oferta y no desde la demanda. (…) La propensión al consumo va a seguir y no van a faltar bienes para satisfacer esa demanda. (…) Los economistas vamos a seguir quedando mal parados un rato largo, así que más vale que empecemos a acostumbrarnos. Es algo que les va a pasar a muchas disciplinas, porque vivimos en una etapa que podemos llamar "moratoria de la experiencia". Y consiste en que están sucediendo cosas diferentes a las que ocurrieron siempre. Hubo antecedentes de momentos parecidos después de la primera revolución industrial, cuando cambiaron los modos de producción. Cada tanto, se agota una manera de pensar la realidad, y manteniendo las mismas lógicas empieza a construirse de otra manera. No es un fenómeno exclusivamente argentino, claro. Esta disfunción le ocurre a Estados Unidos, a Europa, le está pasando a China. Estamos asistiendo a una transformación fenomenal que no se sabe ni cuánto durará ni para dónde va. Y en ese contexto las predicciones de los economistas han sido más ideológicas que técnicas. Están más cercanas a la perspectiva de lo político que a la percepción de lo que ocurre en los mercados. Y la verdad es que la gente se está subiendo al tren de consumo en todo el mundo y está fascinada por incorporarse”.
Más allá que estos análisis fueron expuestos durante el año pasado, la argumentación que subyace a los mismos es que existe una tendencia estructural firme, sostenida, que excede incluso a la coyuntura argentina y parte de un cambio de paradigma global donde la región, en tanto integrante del lote de países emergentes, muestra un patrón de comportamiento económico y de consumo distintivo. Con todo, está claro que el mundo de 2011 no es idéntico al mundo de 2012 y que el país electoral de 2011 no es tampoco el de la “sintonía fina” de 2012, por lo que corresponde estar atentos al contexto y a la coyuntura, que es lo que siempre tratamos de hacer en este blog (y de ofrecer a los lectores y seguidores). Así que cerramos esta entrada con el último dato privado disponible de confianza del consumidor, el correspondiente a enero pasado: según el informe elaborado por el CIF de la Universidad Torcuato Di Tella, la confianza del consumidor aumentó 9,1% en ese mes, y en términos interanuales, el indicador subió 3%.
"Se recupera así de la caída del mes pasado y se mantiene en niveles elevados", detalló el reporte. Con todo, la Universidad remarcó que la suba de enero debe ser tomada con cautela ya que es un mes con una fuerte estacionalidad positiva.
Por otro lado, el comportamiento de la confianza fue heterogéneo entre regiones. Se incrementó 15,3% en el Gran Buenos Aires y 4% en el Interior del País, mientras que cayó 1,9% en Capital Federal con respecto al mes anterior. El subíndice de Durables e Inmuebles subió 13,6%, mientras que Expectativas Macroeconómicas aumentó 7,7%.
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Excelente lo de Moiguer y su anticipo de que hay nuevas categorías de pensamiento, todo un desafío estableces cuáles!
ResponderEliminarAbrazo
Coincido, Marina! Saludos...
ResponderEliminarMe gusto mucho lo que publicaste, la idea de los paradigmas del pensamiento la verdad muy completo y muy buena información. La realidad llegue por casualidad estaba buscando inmuebles en capital federal pero ahora que encontré este blog no me voy mas.
ResponderEliminarMuchas gracias, Camila! Bienvenida vos y tus opiniones y comentarios a este blog, la idea es hacerlo lo más parecido a un foro que se pueda... Saludos...
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