martes, 17 de junio de 2014

La sucesión en el oficialismo (2)

Las últimas encuestas conocidas ratifican el podio Massa-Scioli-Macri en las encuestas, con matices que van desde el empate técnico entre los dos primeros a una leve ventaja de uno u otro, hasta el relativo estancamiento del tigrense como contrapartida de un ascenso del jefe de gobierno porteño. De acuerdo a la última encuesta de Poliarquía, Daniel Scioli encabeza la intención de voto a presidente para las elecciones de 2015: a nivel nacional, el 22% de los entrevistados se inclinó por el gobernador, seguido por Massa con 20%. Tercero se ubica Mauricio Macri con un 16% de la intención de voto, lo que implica que el jefe del PRO creció cuatro puntos en los últimos dos meses. Por debajo de estos tres, están empatados Hermes Binner, Julio Cobos y Elisa Carrió con 7 puntos de intención de voto.

Los resultados de la encuesta de Poliarquía confirman la posición aventajada del gobernador bonaerense dentro del espacio pan-oficialista: su posicionamiento, el del “menos kirchnerista” de los oficialistas –expresado en su leitmotiv “continuidad con cambio”- es el que más medra en un contexto que Poliarquía caracteriza así: el 69% de los argentinos desaprueba la gestión económica del Gobierno, el 41% evalúa la situación general del país como negativa y, más allá de las preocupaciones "habituales" de la población (como inseguridad e inflación), la corrupción empieza a aparecer entre los principales problemas que, según la opinión de la gente, afectan al país. Aunque la imagen de la Presidenta mostró un leve repunte, la actitud electoral arroja que el 55% de los encuestados votaría en la actualidad a un candidato opositor y el 35% a uno oficialista. 

En ese marco, aquellos candidatos que expresan una línea kirchnerista relativamente más “pura” que la de Scioli corren desde atrás la carrera electoral, dado que el gobierno está lejos de los picos de adhesión que alcanzó en los contextos electorales de neta continuidad (2007 y 2011), y con restricciones políticas y económicas gravitantes en su capacidad de acumulación política de acá al 2015. Así, la “moderación” que Scioli expresa (y de la cual recela el kirchnerismo duro y el ideológico, como el de Carta Abierta) es el signo de un tiempo donde existe demanda de cambio, y que Scioli apuesta a capitalizar mejor que los kirchneristas puros (aquellos que proponen una continuidad neta o explícita, en un contexto que ya no es el del 2007 ni el del 2011) pero también mejor que los opositores netos, que proponen un cambio más radical. Mientras el kirchnerismo niega el fin de ciclo y la oposición apuesta a que el fin de ciclo implique un cambio del signo político, Scioli cree que hay espacio para una continuidad diferenciada, que mantenga algunos de los elementos identitarios del FPV pero avance hacia cambios reclamados que el formato del “modelo” no ha resuelto. Como sostuvo hace poco Manuel Mora y Araujo, “el problema del oficialismo no es Scioli o no Scioli (si va primero es porque los votantes lo prefieren); el problema es que ningún representante de Carta Abierta, o de La Cámpora, o del kirchnerismo duro, consigue suficientes votos”

En ese marco, la consolidación de una línea que combina dosis de ortodoxia y heterodoxia en el Ejecutivo –Banco Central (con Fábrega), YPF (con Galuccio), y Jefatura de Gabinete (Capitanich), Interior (Randazzo), Economía (Kicillof), entre otras áreas–, acompañada de diversas señales de giro hacia la moderación por parte de la Presidenta también resultan más consistentes con una candidatura de “continuidad con cambio” que con una candidatura de kirchnerista dura. Hoy, en el gobierno hay más de “real politik” que de “vamos por todo”, y en este contexto, donde el oficialismo conserva las riendas del poder pero no tiene suficiente de él para imponer un candidato “K” puro como heredero pero sí de incidir en la sucesión (Randazzo se insinúa como el nuevo contendiente alternativo del gobernador bonaerense), Scioli apuesta a llegar mejor en la carrera electoral de largo aliento. El gobierno también es consciente de eso; de ahí que luego de varios días de escaramuzas con el sciolismo, fue Capitanich el vocero del “achique” (sin llegar a limar asperezas): "vamos a tener primarias en agosto de 2015, ahí competirán los candidatos que quieran ser, falta mucho (…) "Scioli seguramente será un candidato. Si gana no tenga la menor duda que será el candidato del Frente para la Victoria, no tenga la menor duda", remarcó el jefe de Gabinete.

20 comentarios:

  1. Me pareció interesante el análisis de la nota acerca del posible sucesor del gobierno nacional para 2015, ya que si bien Scioli es el candidato más fuerte del oficialismo no es precisamente quien pretende seguir rigurosamente la línea del kirchnerismo, sino que es la “continuidad con cambio” (o al menos comparto la apreciación). Pero teniendo en cuenta el asunto de la misma y a partir de una mirada desde la estadística es que me expreso a continuación mediante este comentario.
    La elección de la nota para comentar, además del interés del tema, parte también porque me parece importante realizar un análisis de la coyuntura política apoyando las consideraciones a través de datos recolectados mediante encuestas de opinión (como es en éste caso) que permite captar el comportamiento político-electoral de los encuestados durante el período preelectoral. Así es posible extrapolar los resultados e identificar qué candidatos se encuentran encabezando la presidencia 2015, como la encuesta de Poliarquía estableció definiendo la triada Scioli-Massa y Macri, en ese orden de preferencias según los entrevistados. Por lo tanto, se llega a la conclusión (como bien lo define la nota) que hay una corriente de votantes que se inclinan por la “continuidad con cambio”, posesionándose al frente Scioli (principal candidato del oficialismo de acuerdo a la encuesta de Poliarquía). Esta situación hace suponer que, aunque el Gobernador Bonaerense no es el “más kirchnerista” de los oficialistas, otros candidatos del partido puedan presentarse como una alternativa, pero hay que revisar los datos que el contexto social y los votantes anuncian.
    Teniendo en cuenta los datos del contexto que no favorecen al kirchnerismo para nada, hay que pensar que es probable que no cambie esa corriente negativa hacia esa fuerza por el tiempo que le queda al gobierno actual y por los hechos desfavorables para el país (los fondos buitres). Además de que la actitud electoral no es la misma que en 2011 con una Presidenta que ganó con el 54% y que actualmente un poco más de la mitad de ese porcentaje votaría al kirchnerismo, considerando que esos votos, además, podrían repartirse entre sus distintos candidatos, siendo entonces una fuerza que para la próxima instancia electoral no va a tener resultados favorables (según los datos de la encuesta). Con lo cual es necesario que el gobernador bonaerense se presente con el lema de “continuidad con cambio” para atrapar a quienes continúan a favor del gobierno y a aquellos que están indecisos.
    Pero volviendo al asunto de la nota lo que me parece que hay que señalar es que quizá para poder tener más claro las alternativas que surgen desde el kirchnerismo y finalmente determinar que Scioli encabeza el partido, haría falta tener datos sobre la posiciones en que se encuentran los demás de la misma fuerza que pelean por la presidencia, así es posible realmente identificar a cada uno y su tendencia.

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  2. Candelaria Carranza26 de junio de 2014, 11:31

    En esta encuesta transversal se midió sólo la intención de voto, es decir, que pasaría si hoy fueran las elecciones. El panorama arroja a un oficialismo que se queda atrás, de presentarse la opción “voto al oficialismo o voto a la oposición”, sin embargo, esto sigue beneficiando al FpV, ya que el 55% que votaría a la oposición está disperso, no se junta ni acumula frente a una misma lista.
    Podemos ver en este punto una perspectiva de voto racional, que se deriva de la información disponible y también la incertidumbre de los votantes. A mi manera de verlo, el nivel de desaprobación de la gestión de gobierno va de la mano con el porcentaje que, si las elecciones fueran hoy, votarían a la oposición. Si tomamos los datos de la encuesta que reproduce la nota, hay un gran porcentaje de argentinos encuestados que no aprueban la gestión del gobierno, y otro tanto que piensa que la situación general es negativa. De estas percepciones se nutre, creo, un 55% de intención de voto para la oposición. Entonces tenemos a un gran grupo que evalúa qué alternativa será la mejor, y de una manera racional opta por no votar al oficialismo.
    Sin embargo, como decía antes, esto no es suficiente, ya que, a pesar de los incipientes intentos de coaliciones, la oposición continúa dividida, en lugar de presentar un frente unido para no dispersar los votos. En este panorama, la opción más fuerte sigue estando dentro del kirchnerismo, pero junto a Scioli, ya no dentro de una línea “pura”, si no apuntando al cambio, y sobre todo reconociendo que hay cosas a mejorar y a modificar.
    La pregunta que queda es entonces, si los candidatos del oficialismo van a estar abiertos a que él sea el candidato para el FpV, teniendo en cuenta la cantidad de apoyo que está teniendo en este momento, o si el partido va a decantarse por otro candidato. En las PASO se decidirá todo.

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  3. En primer logar me parece importante recordar que en todas las encuentas realizadas existe un error muestral, producto de no relevar a toda la población, y esto sumado a que falta un año para las elecciones hace que los resultados sean volátiles y cambien continuamente. Para poder tener un resultado más exacto habrá que esperar a los meses y semanas previas a las PASO y las elecciones. Si bien, según la encuesta de Poliarquía es Scioli quien libera las intenciones de votos, hay que recordar que no es de una linea pura, como lo aclara la nota y que dentro del oficialismo hay roses para ver quien será definitivamente el candidato de FPV. Sería útil tener los resultados de una encuesta que muestre la intensión de voto dentro del oficialismo.
    No es menor el dato otorgado por la consultara que enuncia que el 69% votaría a la oposición y solo el 35% a un oficialista. Sin embargo, lo cierto es que la oposición esta tan dividida que lo único que puede ayudarlos, como dice el refrán, es ”la unión hace la fuerza”.
    Volviendo a las internas de FPV, como establece Manuel Mora y Araujo el problema del oficialismo es que no hay otro candidato con suficientes votos, insisto sería pertinente los porcentajes de las internas.
    Scioli tiene el backup del Kirchnerismo, aunque no de todos sus seguidores y el apoyo de aquellos que no están convencidos de este gobierno y les interesa un leve cambio como lo enuncia su lema “continuidad con cambio”. Parece que la fortaleza y debilidad de Scioli es su hibridez.

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    1. A. Gracias por tu aporte, Florencia. Apunto algunas cuestiones: en opinión pública, no hay aritmética lineal de la intención de voto (no siempre aglutinar candidatos suma masa crítica electoral).

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  4. Lo primero a remarcar en esta nota, es la claridad expresada en los resultados de encuestas nacionales de intención de voto, que dejan de manifiesto que en este momento los dos primeros candidatos, (Scioli con 22% y Massa con 20%) por más que uno esté por encima de otro con una diferencia de dos puntos, los resultados marcan empate técnico, teniendo en cuenta el error muestral que si bien no se expresa en la nota de cuanto es, supongo que de más de 2 puntos es.
    En la nota se expresa el aumento de 4 puntos que tuvo Macri en los últimos dos meses respecto a encuestas anteriores, alcanzando actualmente el 16%. Considero que hubiera sido oportuno remarcar allí a quién le quitó puntos Macri, y/o expresarlo de forma más detallada. De esa forma se hubiera aplicado el concepto de covarianza que dice que la sobreestimación a un candidato implica ineludiblemente la subestimación a otro, es decir, los puntos que se disminuyeron en uno fueron a parar a otro candidato.
    Me pareció muy interesante la exposición y análisis que se hace respeto a las dos opciones (o tres) de aquello que se pretende para un próximo gobierno: continuidad, cambio, o continuidad con cambio. El análisis es claro, la exposición de datos son pertinentes, y la explicación respecto a por qué Scioli se considera continuidad con cambio me parecieron correctas. Scioli se presenta como el candidato “K”, pero que no es puro en su partido, dado que lo que él pretende es rescatar aquello que funcionó del “modelo”, y aplicar nuevas cosas que quizá no responden a la línea puramente K, por lo que él se presenta también como “cambio”. Como expresa la nota, si bien muchos kirchneristas puros hoy no están de acuerdo con que sea éste su candidato, hay que considerar que hoy por hoy es el único que “mide” para ese partido.
    Es cierto que si bien las encuestas actuales pueden dar un panorama de lo que será el próximo año electoral, es imposible tener resultados certeros faltando un año para las elecciones, dado que como dice Oliva, “en los fenómenos sociales existe un componente de indeterminación ineludible, y si es factible pronosticar con algún grado de certeza acontecimientos cercanos, es mucho más difícil tratar de hacer lo mismo respecto a acontecimientos más alejados en el tiempo”.

    Magalí Herrera.

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  5. Sofía Micaela Pérez- 3° Año- Turno Mañana
    Este análisis tiene como base una encuesta transversal de Poliarquía, la cual mide la intención de voto, ya que todavía falta un año para las elecciones, y por ello no se puede medir aun la ola ganadora. Pero lo mismo, es útil porque cumple con una de sus funciones que es diagnosticar; y no solo nos sirve a nosotros, los ciudadanos, sino también a los mismos candidatos. Esto es así porque ellos (los candidatos) pueden utilizar la otra función de la encuesta que es realizar estrategias en base a los resultados y así poder cambiar el diagnostico; hecho que se puede ver, por un lado con el candidato PRO, Macri, que según la encuesta en los últimos dos meses subió cuatro puntos en la intención de votos (vale destacar que en este dato no debemos olvidarnos del error muestral que TODA encuesta tiene por el tamaño y el método de la muestra).
    Así mismo les puede servir a los candidatos kirchneristas, los cuales “corren desde atrás la carrera electoral”, para poder mejorar o empeñarse más en su campaña y así cambiar su posición en las encuestas. Pero esto no significa que hasta ahora este asegurado el triunfo a la oposición, porque si bien la nota dice que el 55% de los encuestados votaría a candidatos opositores, estos no están unidos, sino que esta dispersos cada uno (o la mayoría) en un partido; por consiguiente ellos también deben realizar una estrategia para que en el día de las elecciones del 2015 puedan aparecer en la cima de los resultados.
    Por otro lado, dije al principio que las encuestas nos puede servir a nosotros, los ciudadanos, para poder tener un diagnostico de las elecciones presidenciales. Pero, cabe recordar, que solo podrá influir, y no manipular, a aquellas personas que tengan un modelo de voto de “perspectiva racional” o de “clima de opinión”, ya que el elector al momento de decidir su voto mira su situación y también su entorno. Por lo tanto, las publicaciones de las encuestas políticas, como así también las campañas, pueden ser significativas para aquellas personas que se orienten en esos dos modelos de voto.
    En mi opinión, todas estas encuestas al realizarse mucho tiempo antes de las elecciones, son de mucha utilidad para los candidatos, pero espero que todo este tiempo que les queda para cambiar o mejorar, o mantener su posición lo sepan aprovechar. Creo que estos datos, que van “tanteando” la opinión pública de los argentinos, son una gran herramienta para los políticos y está en ellos poder darle un buen uso. Asimismo, pienso que es tiempo que la oposición pueda llegar a un acuerdo, y así unirse, porque si cada uno tira para su lado no llegaran a ningún fin; deben pensar más en lo que necesitamos como país, y menos en sus propio beneficios.

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    1. A. Gracias por tu aporte, Sofía. Una corrección: ponés "Este análisis tiene como base una encuesta transversal de Poliarquía, la cual mide la intención de voto, ya que todavía falta un año para las elecciones, y por ello no se puede medir aun la ola ganadora".... es un error, ola ganadora es la percepción de quién cree la gente que ganará más allá de su voto o preferencia individual, percepción que puede medirse perfectamente, aunque falte mucho para las elecciones. Saludos!

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  6. Hola, en primer lugar quiero destacar la precisión de las palabras empleadas para la nota. Considero que es correcto hablar de un “empate técnico” o “leve ventaja” entre los candidatos Scioli y Massa ya que estadísticamente no hay una diferencia significativa, teniendo en cuenta el error muestral o margen de error estadístico que deviene del hecho de que no se ha relevado a toda la población sino que se ha tomado una muestra de la misma (aunque sea representativa). Dado este panorama y como se expresa en la nota, se puede afirmar que Scioli encabeza la intención de voto a presidente para las elecciones de 2015, ya que a nivel nacional el 22% de los entrevistados se inclinó por él, seguido por Massa con un 20% y en tercer lugar Macri con un 16%. Esta intención de voto surge del tipo de muestra empleado para el relevamiento: las probabilísticas, que son más precisas y permiten calcular el error muestral y los coeficientes de confianza para las estimaciones. Además, estas muestras son utilizadas por consultoras de opinión pública con fines de pronóstico electoral y con fines estratégicos, que es lo que se busca en este caso.
    Por otro lado, me parece importante mencionar la indeterminación que está presente en todos los fenómenos sociales, que los hace susceptibles a cambios. En este caso, la intención de voto claramente puede modificarse de acá al 2015. “No conocemos los límites de la indeterminación de los fenómenos sociales. Hay una dimensión temporal en esta incertidumbre (…) Esto va más allá del error muestral de la estimación a partir de una inferencia estadística. Está en la naturaleza de los fenómenos sociales”. (Oliva, 2001: 50).

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  8. Valentina Meyer CUP turno mañana

    Primero que todo debemos aclarar que todavía falta tiempo para las elecciones 2015 que hace referencia el texto. Por lo cual lo que quiere mostrar ésta encuesta es una visión a futuro, una aproximación; nos da un diagnostico de lo que serían los resultados si las elecciones tuvieran lugar en estos días. Poliarquía, realiza una encuesta trasversal, la cual tomó en cuenta la intención de voto. Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es el error muestral. ¿Qué es el error muestral? Siempre que se aplica una encuesta a una muestra existe un margen de error estadístico variable. Es una noción técnico estadístico, que deviene del hecho de que no se ha relevado a toda la población sino que se ha tomado una muestra de la misma. Cuando el texto dice “el 69% de los argentinos desaprueba la gestión económica del Gobierno, el 41% evalúa la situación general del país como negativa y,…” tenemos que tener en cuenta que hay un margen de error de aproximadamente el 3%. Estas encuestas tienen objetivos estratégicos, como por ejemplo, “ayudar” a aquellos candidatos que están “mal” a mejorar y buscar otras estrategias para salir adelante. Y también ayuda al pueblo para su voto final. Recordemos que la encuesta que realizó Poliarquía sólo es una aproximación de lo que serán los resultados de las elecciones del 2015 y están sujetas a cambios.

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    1. A. Gracias por tu aporte, Valentina! Una observación, ponés "Estas encuestas tienen objetivos estratégicos, como por ejemplo, “ayudar” a aquellos candidatos que están “mal” a mejorar y buscar otras estrategias para salir adelante..." en rigor, estas publicadas son más de diagnóstico, en general las estratégicas son confidenciales para el cliente. Saludos!

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  9. Pienso que el menos favorecido por la publicación de estas últimas encuestas es Mauricio Macri, puesto que el empate que hoy pone arriba del todo a Massa y a Scioli genera un movimiento de votantes opositores que migran desde el candidato del PRO hacia el candidato tigrense.
    El hecho de que Sergio Massa esté empatado con Daniel Scioli, pone en una situación complicada a la presidenta, quien debe optar por apoyar al gobernador bonaerense (hoy líder de acuerdo las encuestas) y mostrarse -en un eventual triunfo del exmotonauta- como victoriosa el día después de las elecciones, o buscar algún candidato que encaje mejor con la opinión y los gustos del sector más duro del kirchnerismo. El oficialismo actual se caracterizó siempre por manter firmes a sus adeptos, un grupo rígido que se ha mantenido más o menos parejo. No es característico del kirchnerismo buscar nuevos grupos, convencer a los opositores, explorar campos a los que no llega. Y optar por Scioli, que se autodefine como símbolo de cambio, podría "herir" a algunos de los seguidores mencionados anteriormente, lo cual dividiría las aguas en la interna oficialista, debilitando mucho al partido que encabeza la presidenta.
    La decisión de Cristina se entorpece por la popularidad del gobernador de la provincia de Buenos Aires. Y ella sabe que si propone a un kirchnerista "de pura cepa" se arriesga a perder muchos votantes y dejar el terreno libre para que Massa alcance el sillón de RIvadavia. El kirchnerismo como partido ha perdido mucho en la consideración pública por hechos que se hicieron conocidos y que manchan a varias de sus figuras mas conocidas, por lo que cualquiera que se postule cargaría ese peso sobre sus espaldas. Scioli se muestra como una alternativa, como un candidato capaz de mantener algunas cuestiones del gobierno actual, con innovaciones propias; una política que hoy le vale una posición de vanguardia en las encuestas, a poco más de un año de las elecciones.
    SIn embargo, antes de las elecciones, hay una instancia previa que en este caso se vuelve fundamental: las PASO. Desde mi punto de vista, esta nueva instancia previa nunca tuvo tanta relevancia como tienen para esta elección presidencial. Van a ser decisivas para los candidatos -en cuanto a sus campañas, puesto que es la gran prueba de fuego antes de la elección "por los porotos"-, para los indecisos (ejemplos del voto utilitario y de efectos tales como el de 'carro ganador'), y para los que disfrutamos de seguir todo lo concerniente a los números.
    Nos espera un año largo y propicio para mirar cada encuesta, y observar de acuerdo a eso el accionar de cada candidato. Habrá que estar atentos al efecto de las encuestas y las PASO (esta últimas fundamentalmente) en el kirchnerismo y también en los votantes opositores que no saben si apoyar a Macri o a Massa (aquí jugará la habilidad de cada candidato y sus asesores para publicar cada encuesta), para tratar de derrocar al kirchnerismo, que se encuentra -tal vez- en el punto de mayor vulnerabilidad desde el 2003 a esta parte.

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  10. Manuel Sánchez
    Está claro que en esta encuesta trasversal se mide sólo el presente del clima electoral. Sin embargo, en ella,se expresa una clara estrategia de los partidos políticos preponderantes. Hace un tiempo, tanto los medios como la población colocaban a Sergio Massa como el principal candidato presidencial hacia 2015.
    El Kirchnerismo parecía debilitarse ante la llegada de este candidato, no sólo por significar un cambio en el Ejecutivo sino tambien porque Massa había posicionado a Tigre como uno de los principales atractivos turísticos de la Nación. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el Oficialismo comenzó a ver con "buenos ojos" la posibilidad de que Daniel Scioli representante, más desde el punto de vista teórico y de papel del Frente Para la Victoria sucediera el mandato presidencial.
    Parece ser, para el Kirchnerismo ésta la unica manera de poder darle continuidad al proyecto político que se viene forjando desde el año 2003. Desde mi punto de vista, el Macrismo se encuentra hoy en tercera posición, y esto es a causa de ciertos hechos puntuales que afectaron la imagen del Jefe de Gobierno porteño. Tanto, su causa legal por las escuchas ilegales, como así también inundaciones en la ciudad de Buenos Aires que dejaron expuesto y debilitaron en la opinión pública al partido del Pro.
    El segundo y útlmo semestre de este 2014 va a resultar fundamental para las aspiraciones de todos y en principal de estos tres partidos políticos. Imagino tambien, que los medios de comunicación van a jugar un papel de extrema importancia, ya que serán el espacio del debate y las confrontaciones políticas.
    Parece ser que el Oficialismo deberá resistir al comportamiento y actitud amistosa de su candidato, (por ejemplo con Jose Manuel de la Sota) decretado hace un largo tiempo como uno de los principales opositores al Frente Para la Victoria, como así también otros sucesos con personalidades no gratas para la presidencia actual.
    Por su parte, el Frente Renovador liderado por Sergio Massa tendrá un punto de quiebre e inflexión en las PASO, instancia previa a las elecciones del 2015. El macrismo pareciera que debe y necesita realizar "algo más" antes que termine el corriente año para involucrarse de manera definitiva en la lucha por el ascenso al poder. De lo contrario, Massa y Scioli se posicionan para un mano a mano en la sucesión de la presidencia.

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