La expresión “tercio de los sueños” que empleamos para referirnos a la base electoral kirchnerista del 33% surge, como dijimos en el post anterior, de una letra de Andrés Calamaro, que a su vez toma una expresión española referida a “los tercios de Flandes”: los tercios eran unidades militares del Ejército español durante la época de la Casa de Austria, famosos por su resistencia en el campo de batalla, integraban la elite de las unidades militares disponibles para los reyes de España de la época y fueron piezas claves del ejército que en 1525 capturó a Francisco I de Francia en la Batalla de Pavia. Fuera de la referencia castrense (que tomamos de la web, no somos expertos en esa materia), la metáfora en nuestro caso resulta apropiada para referirnos al segmento electoral que adhiere al kirchnerismo “a capa y espada”, al que los diversos precandidatos K aspiran a capitalizar y el que cualquiera de ellos necesitaría para enfrentar con chances de éxito las elecciones presidenciales del 2015.
No obstante, como también venimos diciendo, ese tercio de los sueños es, de alguna manera, condición electoral necesaria, pero no suficiente, para un triunfo oficialista en 2015: para el triunfo, se requiere una coalición ganadora mínima, que se proyecte por encima de ese 33% y supere o bien el 40% de los votos (con 10 puntos porcentuales de diferencia sobre el segundo) o bien el 45% (aquí ya no importa la diferencia sobre el segundo) para evitar el ballotage. Por ahora, las encuestas muestran que ninguno de los precandidatos K capitaliza del todo el tercio de los sueños (no encolumnan el 33% que el FPV obtuvo a nivel nacional en 2013 y 2009, sus elecciones de medio término más relativamente adversas) y tampoco ninguno todavía puede desplegarse más allá de ese tercio para acercarse a las chances de victoria sin ballotage. Según el estudio de Poliarquía publicado en La Nación el último fin de semana de octubre (y que se realizó entre el 17 y el 22 de ese mes vía telefónica a 1.300 personas de 40 localidades del país), para las PASO del 9 de agosto de 2015 Sergio Massa (Frente Renovador) aparece primero con el 22% de la intención de voto, Daniel Scioli (FPV) segundo con el 20% y Mauricio Macri (PRO), tercero, con el 18%. Les sigue Florencio Randazzo (FPV) con el 8%, y quinto queda Julio Cobos (FAUNEN), con el 6%. Por debajo del 5% aparecen Hermes Binner (FAUNEN) y Jorge Altamira (izquierda), ambos con el 4%, Elisa Carrió y Ernesto Sanz (ambos del FAUNEN) con 3% y 2%, respectivamente; cierran el pelotón otros candidatos del FPV, todos con 1%: Sergio Urribarri, Julián Domínguez y Jorge Taiana.
El dato llamativo es que, en esta simulación electoral, el podio de los 3 candidatos más favorecidos (que se repite en todas las encuestas conocidas) cambia su orden de prelación cuando la pregunta se ancla en la intención de voto en las elecciones generales y ya no en las PASO: en ese escenario se impone Scioli, con 26%, 3 puntos porcentuales más que Massa (23%) y cuatro más que Macri (22%). Cuarto, ya como único candidato del FAUNEN, queda Cobos, con 13%, seguido de Altamira, con 4%. Esto sugiere que Scioli toma parte de los votos de los otros precandidatos del FPV que quedarían fuera de carrera pos-PASO (trepa del 20% al 26%) pero no todos (la sumatoria lineal del FPV es del 31%), mientras que Massa apenas se mueve (22% a 23%) y Macri sube del 18% al 22%. La sumatoria lineal del FAUNEN en las PASO, vale decirlo, trepaba a 15%, es decir que aún agrupados todos quedaban por debajo de Macri, es decir en cuarto puesto, de la foto actual; nadie sabe qué pasará dentro de 1 año, si ese frente ganará en competitividad, la perderá, o terminará por romperse (de acuerdo a Poliarquía, Cobos toma 13% de una sumatoria lineal de 15%; es decir, bastante). De todos modos, hay que decir que la diferencia entre Scioli, Massa y Macri no es estadísticamente significativa ni en el escenario de PASO ni en el de primera vuelta de elecciones generales, con lo cual esas variaciones deben ser tomadas con pinzas.
Adicionalmente, una encuesta realizada por los consultores Federico González y Cecilia Valladares publicada en el diario Perfil por esos mismos días coincidió en darle la delantera al FPV con un 28,5%, seguido por el Frente Renovador con 27,6 % y luego el PRO con 21,1%. Más allá de los matices, estas encuestas señalan que habría segunda vuelta en 2015, habida cuenta que ninguna de las fuerzas y precandidatos testeados se acerca a lo que se define como “coalición ganadora mínima”. A partir de este escenario, diversos analistas vienen presumiendo que si el oficialismo no logra imponerse sin ballotage, en segunda vuelta ganaría un candidato opositor. Sin embargo, se podría problematizar esa presunción, toda vez que las últimas elecciones en Brasil (y casi con seguridad la segunda vuelta en Uruguay) han mostrado que los oficialismos, cuando se ubican primeros en primera vuelta y con buena distancia de la oposición, tienen serias chances de imponerse en la segunda. Seguiremos profundizando en este tema en un próximo post.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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