Por otro lado, la última encuesta terminada esta semana por la consultora Hugo Haime y Asociados achica la diferencia entre Mauricio Macri y Daniel Scioli a un rango entre casi 4 (3,8) y casi 6 (5,7) puntos porcentuales. También se distingue de los anteriores sondeos en que fue realizado de manera presencial domiciliaria, no por teléfono (alternativa de recolección de datos a priori más representativa o preferible para captar mejor el voto en los segmentos bajos, donde la posesión de líneas de telefóno fija es más baja).
El dato es relevante, ya que en el desagregado por niveles socioeconómicos la encuesta de Haime arroja que el candidato del FPV se impone ampliamente en los sectores más humildes, donde gana 55% a 43%; por contrapartida, pierde en la clase media alta y en el sector de mayores ingresos (60% a 26%). Esa distribución es pertinente de cara a una de las claves del 22-N, que es por cuál de los dos candidatos del ballottage se inclinarán quienes votaron a Massa el 25-O, en particular aquellos pertenecientes los estratos sociales más humildes (hasta ahora, de acuerdo al estudio, Macri recoge casi la mitad de los votantes, pero todavía hay un 16 por ciento que está indeciso). Como gran parte de ellos son electores del Gran Buenos Aires, se supone que en la elección del 2011 votaron al FPV y Scioli debería volver a persuadirlos de acompañar al oficialismo para mejorar sus chances competitivas.
La encuesta de Haime sugiere que se achica la brecha entre Macri y Scioli: 3,8 puntos, cuando hace una semana era casi el doble, 7,3 puntos (click para agrandar el cuadro de arriba). Realizada en todo el país entre el 4 y el 7 de noviembre, la muestra nacional es de 1.600 personas. Según Haime, Macri conseguiría el 44,2% de los votos, mientras que Scioli llegaría a 40,4%. Un 4,3% votaría en blanco o anularía el voto y el 11,1% se mostró indeciso. Respecto de principios de mes, Macri perdió dos puntos y medio, que se distribuyeron así: un punto fue para Scioli, medio punto al voto en blanco y aumentaron en un punto los indecisos. De todos modos, estas variaciones no son estadísticamente significativas, ya que están dentro del error muestral, que es de +- 2,4%. Considerado este error muestral, la ventaja de Macri sobre Scioli no es estadísticamente significativa; sí lo es con la asignación de indecisos, escenario en el que la ventaja de Macri se estira a 5,7 puntos (también por debajo de los 9 puntos que había a principios de mes), aunque la incidencia de la covarianza en un escenario acotado a sólo dos candidatos obliga a no dar por cerrada la disputa.
Según la encuesta, el candidato de Cambiemos se queda, por ahora, con 46,6% de los votos que el 25 de octubre acompañaron a Sergio Massa, mientras que un 26,6% se inclina por Scioli, el 11,3% por el voto en blanco y el 16,1% todavía está indeciso. Por caudal, claramente este segmento del electorado es del decisivo de cara al ballotage. Los votos de la izquierda tienden a distribuirse en partes iguales y otro tanto sucede con los votantes de Margarita Stolbizer. En la comparación entre las encuestas de principios de mes y la terminada el 7/11, Scioli logró avances entre los votantes de Del Caño y de Stolbizer.
Al no contar con las cifras precisas de distribución de votantes del 25-O para el caso del FIT, Progresistas y Compromiso Federal, en esta ocasión ensayaremos la proyección sólo con la distribución de los electores de UNA según la encuesta de Haime. Macri toma 46,6% de esos votos (es decir, 2.510.200 electores), en tanto que Scioli capta 26%, es decir 1.400.541 electores. Sumando lo que corresponde al caudal obtenido por ambos el 25-O, tenemos 11.111.263 para Macri y 10.738.990 para Scioli, lo que en términos de porcentaje arroja 50,9% para Macri y 49,1% para Scioli, un “too close to call” o empate técnico. Sin embargo, recordemos que la elección del 22-N se gana con sólo un voto de diferencia…
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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