miércoles, 23 de marzo de 2016

Análisis de los 100 días de Macri en la presidencia (3)

En el post anterior veíamos que las encuestas de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM) y Poliarquía mostraban los índices de aprobación más altos (en torno del 70%) para Macri y que, en sentido contrario, Management & Fit reportaba uno mucho más estricto: 47,2% de aprobación, contra 39,1% de desaprobación y un 13,7% que no se define ni a favor ni en contra. Se trata de diferencias no menores, que nuestro promedio del 62,3% corrige parcialmente, puesto que son dos mediciones en “pico” contra una en “piso”. El panorama entre esas puntas varía mucho, puesto que en torno al 70% podríamos hablar de un consenso holgado, mientras que con menos del 50% como señala M&F el presidente Mauricio Macri ya estaría dentro de la “zona de riesgo” de Morris. 

Una medición más reciente del CEOP coincide con esta línea de percepciones más críticas de la gestión nacional. La encuesta realizada por la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (dirigida por Roberto Bacman), sobre una muestra nacional de 1.000 personas por vía telefónica que respeta las proporciones por edad, sexo y nivel socioeconómico arroja que se consideran oficialistas el 35,5% de los argentinos (una caída de 10 puntos desde diciembre de 2015, cuando esa respuesta trepaba al 45%), y que en ese 35% sólo un 15% se puede considerar "núcleo duro" (es decir, adherentes a casi todo lo que hace el presidente Macri). Estos guarismos implican que hoy los simpatizantes están en un orden de magnitud similar al porcentaje de votos que obtuvo Macri en la primera vuelta presidencial de octubre de 2015 (algo más de 34%). 

Por contrapartida, se definen como opositores el 45,3% de los consultados, segmento que crece 8 puntos porcentuales y se muestra más duro que los simpatizantes con el oficialismo. “En el medio de ambos segmentos transitan los pragmáticos independientes. Representan aproximadamente a 2 de cada 10 argentinos. No son kirchneristas ni antikirchneristas, ni macristas ni antimacristas; de alguna manera se han constituido en el fiel de la balanza, dado que en la segunda vuelta se volcaron más a Cambiemos que al FpV, y así le permitieron a Mauricio Macri convertirse en presidente”, apunta Bacman. Como hemos planteado en estudios anteriores, el modo en que decante este segmento será el que inclinará la balanza en sentido favorable o desfavorable a Macri en los próximos meses. 

Pasando a la opinión sobre la gestión del gobierno de Macri, el 49,4% opina bien o muy bien y 49,2% por ciento opina mal o muy mal (ver arriba). Es decir, surge un panorama polarizado similar al resultado de la segunda vuelta del 22 de noviembre de 2015, con apenas matices, dado que Macri obtuvo en ese ballotage 51,34% y Daniel Scioli 48,66%, guarismos respecto a los cuales la diferencia con la variable imagen que arroja esta encuesta no es estadísticamente significativa. Nuevamente, los que opinan muy mal (el “núcleo duro”) duplica a los que opinan muy bien. En términos evolutivos, el bien o muy bien viene bajando y el mal o muy mal subió 10 puntos en dos meses. Pasando a la imagen individual de Macri, Bacman hace la siguiente evaluación: “La imagen positiva del presidente posee una leve tendencia a la baja. Cuando asumió su imagen se ubicaba en el eje del 60%, con un saldo neto positivo (diferencia entre imagen positiva y negativa) de algo más de 20 puntos. A lo largo de estos 100 días no fue tanto lo que descendió su imagen positiva (al igual que un mes atrás, se ubica en el eje del 54%), sino el aumento de su imagen negativa: de 36 a 44%, lo que remata en un saldo neto positivo de 9,2 puntos, prácticamente la mitad de lo que lograba en su asunción”. Así, esta encuesta arroja una imagen de Macri como dirigente un poco mejor que la de su gestión, ya que supera el umbral “crítico” de Morris del 50% (ver abajo). 

Como venimos planteando en este blog, la clave para entender la tendencia declinante que arrojan estos estudios pasa por la agenda económica: antes, los oficialistas eran más que los opositores, pero el aumento de precios y los despidos empezaron a cambiar el cuadro. En esa línea, también crecieron las críticas en materia de precios y tarifas y se afirmaron las percepciones (ya marcadas en encuestas anteriores, como la de Ibarómetro que citamos oportunamente) en el sentido de que el macrismo ha tomado medidas a favor de los sectores de más recursos en detrimento de las mayorías. “En la Argentina de hoy, la frase ´es la economía, estúpido´, sintetiza el desafío de la actual gestión: casi el 85 por ciento de los argentinos están insatisfechos con las medidas implementadas por el gobierno para controlar la inflación. Y este dato duro está presente hace más de un mes. Se le puede agregar que, al mismo tiempo, más del 65% está sumamente preocupado por el aumento desmedido de las tarifas eléctricas”, explica Bacman.



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