lunes, 19 de agosto de 2019

Claves de las PASO de cara a la primera vuelta de octubre



Antes de las primarias del 11 de agosto expusimos dos claves del proceso que incidirían en las repercusiones del resultado: 1) el doble clima de opinión (presunta paridad en las encuestas según el sistema de medios afín al gobierno vs ventaja nítida) 2) la influencia de la variable etaria (dada la inclinación de los segmentos etarios de electores jóvenes por el Frente de Todos vs el predominio oficialista en adultos mayores). En la semana posterior a las PASO, ambas claves han sido retomadas por varios analistas como hipótesis para explicar la amplitud de la ventaja (mayor a 15 puntos porcentuales) entre Alberto y Cristina Fernández vs Macri-Pichetto. En el primer caso, la hipótesis es que el clima mediático desfavorable al Frente de Todos y favorable al oficialismo generó una espiral del silencio que dio lugar a una proporción de "voto oculto" a la lista opositora que se puso de manifiesto el día de la elección, estirando la ventaja que le daban las encuestas más favorables (11 pp en promedio, aunque hubo encuestas como las de Hugo Haime, que le daban casi 14 pp) a los más de 15 pp que arrojó el escrutinio. En el segundo, la hipótesis es que las encuestas no captaron el peso que tendría el electorado joven en la elección, presumiento una mayor participación relativa de ese segmento etario en comparación con el de los adultos mayores.  




Lo notable de estas claves es que conservan vigencia en el tránsito hacia la primera vuelta del 27 de octubre. La ruptura del doble clima de opinión a partir de la contundencia del resultado electoral (que insinúa un fin de ciclo) puede generar una ola ganadora en favor del Frente de Todos y activar una espiral del silencio en contra del oficialismo. En este punto, es pertinente destacar que una encuesta nacional del CELAG previa a la PASO ya había detectado una debilidad en la identificación política con Juntos por el Cambio. Según ese estudio, apenas un 17,6% se define como "macrista",  contra un 33,1% que se define como "antimacrista". Por otro lado, un 27,2% se define como "antikirchnerista", vs un 23,5% que se define como "kirchnerista" (ver datos arriba; click para agrandar). Esto tiende a confirmar la identidad política de Cambiemos como una identidad negativa, construida por oposición al kirchnerismo, lo cual también se pone de manifiesto en los motivos traccionadores del voto que una encuesta de OhPanel detectó antes de las PASO (ver datos abajo; click para agrandar). Como se puede observar, el principal key driver del voto a Juntos por el Cambio es negativo ("evitar que gane el kirchnerismo/CFK"), al contrario de lo que se ve en los motivos del voto a Frente de Todos. 




En tercer término, un 30,4% se define como "peronista", contra casi un 16% que se define como "antiperonista". Esto también confirma algo que venimos señalando hace años: la gestión de gobierno de Cambiemos, al generar malestar, creó su propio consenso negativo en contra. Hoy, el rechazo al macrismo es mayor que el rechazo al kirchnerismo, mientras que el rechazo al kirchnerismo es, a su vez, mayor que el rechazo al peronismo. Por ello, la coalición ganadora de las PASO tuvo éxito al unificar el kirchnerismo con otros actores del espacio pan-justicialista, lo que se selló con la decisión de CFK de competir por la vicepresidencia en lugar de encabezar la fórmula. 

El impulso de las PASO dejó una inercia en favor del Frente de Todos que ya se detecta en las primera encuestas conocidas después de las primarias. Una de las que se dio a conocer fue realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman, una de las consultoras que tuvo mejor aproximación al resultado (antes de la elección, estimó 43,7% para el Frente de Todos y 32,3% para Juntos por el Cambio). La medición mantuvo el mismo sistema de relevamiento que venía utilizando, llamado CATI (Computer-Assisted Telephones Interviewing, es decir, una encuesta telefónica asistida por un operador, a diferencia de las IVR que son automáticas). La muestra fue de 1.800 casos. Con proyección de indecisos, el binomio Alberto y Cristina Fernández alcanza 53,2% de intención de voto, vs 32,8% de Juntos por el Cambio. Así, la lista opositora avanza 5,6 pp respecto al resultado de las PASO, mientras que la oficialista aparece estancada (+0,7 pp). Asimismo, la brecha entre ambas fuerza crece de 15,5 pp a 20,4% pp (ver datos al inicio del posteo; click para agrandar). En síntesis, el aura ganadora que dejaron las primarias refuerza la intención de voto de Fernández, mientras que muestra amesetado al oficialismo. 

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