domingo, 5 de enero de 2020

La incidencia de Provincia de Buenos Aires en las tendencias nacionales



Los resultados del 27-O en provincia de Buenos Aires explican el 90% de la diferencia total obtenida por el Frente de Todos a nivel país: sobre alrededor de dos millones de votos que le sacó la fórmula Alberto y Cristina Fernández a Macri-Pichetto, aproximadamente 1,8 millones provienen de PBA y 1,6 millones del conurbano bonaerense (GBA). Con ese antecedente, las tendencias poselectorales en PBA resultan claves para el análisis de expectativas y valoraciones respecto a la nueva gestión. La consultora CEIS llevó a cabo entre el 15 y el 17 de diciembre pasados un relevamiento en esa provincia, sobre una muestra de 1.240 casos. Según el estudio, un 55% de los electores de ese distrito cree que la economía mejorará con el nuevo gobierno, vs un 25% que cree que empeorará. La expectativa positiva está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por el binomio presidencial del Frente de Todos en octubre (52,2%), mientras que el pesimismo está por debajo del caudal alcanzado por Juntos por el Cambio (35,89%). Eso indica que una porción de quienes votaron a Macri-Pichetto cree que la economía estará igual con el nuevo gobierno, una posición intermedia que suma 13% entre las posiciones polarizadas (ver datos arriba; click para agrandar). 




El GBA presenta la expectativa positiva más alta: 60%, contra 47% en el interior de la provincia. Como hemos visto en otros posteos, los segmentos actitudinales tienden a reproducir la distribución de las preferencias electorales pasadas. La medición realizada por la Consultora Proyección MyC 
también en PBA entre el 11 y el 14 de diciembre de 2019 presenta datos que confirman esta línea interpretativa: un 57,1% de los votantes bonaerenses tiene una imagen muy buena o buena del nuevo presidente, un resultado que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Alberto Fernández en PBA, mientras que un 29,5% tiene una imagen mala o muy mala, un guarismo que está 6,39 puntos porcentuales por debajo del caudal obtenido por Juntos por el Cambio el 27-O. Esto sugiere que no todos los votantes de Macri califican de manera negativa al nuevo presidente y que probablemente una porción de ellos se ubique en el 13,4% que lo califica de manera regular (ver datos arriba; click para agrandar). Nuevamente, la mejor evaluación positiva relativa se da en GBA: 58,1%, vs 50,4% en el interior de la provincia. En las variables demográficas, se observa que la imagen positiva del presidente supera el 50% en los votantes entre 16 a 54 años, mientras que perfora por poco el umbral del 50% en los mayores de 55 años. 



En el caso de la vicepresidenta Cristina Fernández, la imagen positiva suma 46%, 11,1 pp por debajo de Alberto, mientras que la negativa alcanza 48,2%, esto es, 18,7 pp más que el presidente; casi un 6% tiene una opinión regular (ver datos arriba; click para agrandar). Claramente, su figura polariza opiniones de manera más intensa que la del presidente, pues mientras el primero tiene un diferencial favorable de 27,6 pp (saldo entre la positiva menos la negativa), la vicepresidenta tiene un diferencial desfavorable de 2,2 pp (lo que en rigor es un empate técnico). 



Finalmente, el flamante gobernador de PBA suma 52,5% de imagen positiva, vs 40% de negativa. La primera está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Axel Kicillof el 27-O (52,3%), mientras que la negativa está en el orden de magnitud del caudal que sumó la ex gobernadora María Eugenia Vidal: 38,4%. Un 7,6% lo califica de manera regular (ver datos arriba; click para agrandar). Comparando con las figuras del presidente y la vicepresidenta, la de Axel Kicillof se ubica a medio camino, con un diferencial positivo de 12,5 pp. Su imagen polariza más que la de Alberto Fernández, pero menos que la de CFK. 

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