Hace poco más de una semana, apuntábamos: "nuestra hipótesis es que el oficialismo podría obtener entre 37% y 40% de los votos, mientras que la principal fuerza opositora rondaría entre 34% y 35%". Nuestra lectura del proceso electoral para la elección de Río Cuarto fue acertada, dado que Hacemos por Córdoba alcanzó 39,32% de caudal sobre votos válidos (41,02% sobre positivos) y Juntos por Río Cuarto 33,75% (35,21% sobre positivos; gráficos arriba y abajo, click para agrandar).
Desde el punto de vista de la selección de encuestas que compartimos con nuestros suscriptores y lectores, también es destacable el acierto: el informe de CB Consultores que subimos al sitio proyectó 38,4% para el intendente reelecto Juan Llamosas (apenas 0,92 pp de desvío respecto a votos válidos) y 31,9% para Gabriel Abrile (-1,85 pp respecto a votos válidos; gráfico arriba). En tanto, la proyección de Zuban Córdoba (gráfico abajo) que también compartimos fue una muy buena aproximación respecto a votos positivos, dado que estimó para Llamosas 41,1% (+0,08 p de diferencia) y 36,2% para Abrile (+0,99 de diferencia).
Profundizando en el análisis, también fue asertivo identificar al estudio de Test Consultores como más ruido que señal, dado que esa encuesta asignaba 37,4% a Abrile (+3,65 pp respecto al resultado sobre votos válidos) y 30,3% a Llamosas (-9,02 pp respecto al resultado sobre votos válidos). Así, la medición más desviada del resto fue la menos aproximada al resultado real, lo que refuerza una de las premisas del método. En palabras del matemático Nate Silver: “En un amplio abanico de disciplinas, desde las predicciones macroeconómicas hasta las encuestas políticas, el simple hecho de realizar una media de todas las predicciones existentes en lugar de fiarlo todo a una sola puede reducir el error entre un 15 y un 20 por ciento de media (…) Reducir el error un 15 o un 20 por ciento gracias a la combinación de predicciones puede no parecer gran cosa, pero es un resultado muy difícil de mejorar en un mercado competitivo”. Un buen tip metodológico es atender al consenso y prevenir el exceso de autoconfianza. “El consenso no es nunca un argumento absoluto, pero cuanto más me alejo de dicha posición, más convincentes tienen que ser las evidencias que barajo para decidir que yo estoy en lo cierto y los demás se equivocan”. En este caso, el consenso en las mediciones tuvo aproximaciones muy superiores a la estimación que se desviaba de la media.
En síntesis, en las últimos tres elecciones que hemos seguido (Bolivia, Estados Unidos y Río Cuarto), los informes que compartimos con nuestros suscriptores y nuestra lectura del proceso identificaron correctamente la señal.