miércoles, 29 de mayo de 2024

Análisis de coyuntura en Radio Puntal Río Cuarto (audio)

 


El debate por el proyecto de la Ley Bases según las últimas encuestas en el país (nota publicada en CBA24N)

El mes de mayo se acerca a su fin, sin “Pacto de mayo” y sin su precondición, que era la sanción del proyecto de ley “Bases” (ex ómnibus), aún en debate en el Senado. ¿Qué dicen las últimas encuestas nacionales al respecto? Según la reciente medición de Pulso Research, 36,3% de los electores está de acuerdo con ella, vs 44,6% en desacuerdo (gráfico arriba). El apoyo se ubica algo por encima del caudal que votó a Javier Milei en las primarias de agosto y la primera vuelta presidencial de octubre de 2023 (30%), mientras que la actitud contraria replica el voto a Unión por la Patria (UP) en el ballotage de noviembre. Eso perfila una situación adversa al oficialismo, con una brecha de 8,3 puntos porcentuales a favor de la postura opositora.  

La última encuesta de Isasi/Burdman muestra un panorama más parejo: 44% de acuerdo vs 47% en desacuerdo (gráfico arriba). Si hacemos un promedio entre ambas mediciones, 40,15% se perfila a favor vs casi 46% en contra, lo que confirma una oposición más consolidada que el acompañamiento al oficialismo. En ese marco, ¿qué debería hacer la Cámara de Senadores?  

Según la reciente medición de consultora Opina, 39% cree que el Congreso (en la actual instancia, el Senado) debería aprobarla sin cambios, 16% piensa que debe aprobarla con cambios y 44% se decanta por el rechazo (gráfico arriba). Las posiciones extremas replican de manera bastante fiel la distribución de creencias que vimos en los promedios anteriores: el apoyo ronda el 40%  y la oposición está en torno al 45%.   

La encuesta publicada esta semana por la Universidad de San Andrés (Udesa) muestra un panorama mucho más fragmentado: un tercio a favor de la aprobación, 28% por el rechazo y 19% que prefiere cambios al proyecto y vuelta a la Cámara de Diputados (gráfico arriba). Aquí, el acompañamiento replica el caudal del núcleo duro de Milei, mientras que la posición extrema contraria se ubica en el orden de magnitud del voto duro a UP en las primarias de 2023.   

Finalmente, la reciente medición nacional de consultora Delfos estira el apoyo a la aprobación al 45%, con 39% decididamente en contra y 11% a favor de la variante intermedia de modificar el articulado y devolverlo a la Cámara de Diputados (gráfico arriba). Como dato extra, de seis puntos clave del proyecto (gráfico abajo), dos tienen saldos desfavorables de 9 puntos porcentuales (la reversión de Ganancias y los cambios en monotributo), dos tienen saldos favorables en torno a los 10 pp (ambos vinculados a la reforma laboral) y dos están en situación de empate técnico (aprobación de facultades delegadas y aumento de la edad jubilatoria para las mujeres). Como se ve, mucha división, lo que es indicativo de débil consenso.  

En síntesis: 1) en el promedio de las encuestas que miden la opinión de los electores sobre el proyecto “Bases”, la oposición aventaja al apoyo por 5,65 pp 2) en el promedio de las encuestas que indagan la postura de los votantes respecto a qué debe hacer el Senado, 39% se pronuncia a favor de la aprobación y 37% por el rechazo; empate técnico 3) en ese marco, el 15,3% que se decanta en el sentido de que el texto se modifique y vuelva a la Cámara baja antes de una aprobación final expresa una actitud moderada respecto a las posiciones extremas que podría expresarse en el recinto, pero dilataría el tratamiento legislativo en semanas que al Gobierno nacional se le están haciendo cuesta arriba, con crisis de gabinete incluida.   

jueves, 23 de mayo de 2024

¿El recorte empieza a encontrar límites?: qué dicen las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)


En nuestra nota de la semana pasada en este espacio apuntábamos que si bien el ajuste en marcha cuenta con un consenso en torno al 50% de los electores, el acompañamiento o predisposición al sacrificio está en disputa y el sentido asignado al esfuerzo ya transita un terreno riesgoso. Las últimas encuestas nacionales refuerzan esos ejes de análisis y sugieren que el recorte está cerca de encontrar un límite social difícil de franquear: según la reciente medición de Pulso Research, en abril 77% de los electores resignó algún consumo, vs casi 17% que no (gráfico arriba).   


El mismo informe destacó el top 5 de rubros más resignados por las familias: casi 29% en consumos básicos como alimentos y bebidas en general, casi 22% en ocio, 16,2% en carne, 13,2% en servicios como telefonía móvil, internet, TV, suscripciones, medicina prepaga y casi 11% de ajuste doméstico ropa e indumentaria (gráfico arriba).     

Con apenas matices, la última encuesta de la Consultora de Imagen y Gestión Política (CIGP) arrojó que casi 39% de los argentinos adultos recortó sus compras en el supermercado, casi 26% ajustó en ropa y calzado, casi 15% en recreación y 6,4% dio de baja su prepaga u obra social (gráfico arriba).  

Consistente con eso, a fines de abril Pulso Research reportó que a casi 62% de los argentinos sus ingresos no les alcanzaban, vs 36% a los que sí; la brecha entre los votantes con una situación doméstica complicada vs aquellos en mejor situación relativa ronda un promedio de 26,5 puntos porcentuales desde marzo y se ubica en niveles pico en la serie evolutiva anual. En promedio, desde que arrancó 2024 a un 60% no le alcanzan sus ingresos, mientras que a casi 38% le alcanzan bien o con lo justo. 

Proyectando la tendencia a mayo, la medición más reciente de consultora Delfos a nivel nacional arrojó que 65% de los argentinos creía probable tener dificultades para afrontar los gastos y compromisos económicos de este mes, vs 32% que lo veía poco o nada probable (gráfico arriba). El dato es similar al de febrero pasado, con un panorama algo menos complejo que en enero, marzo y abril de 2024, pero de todos modos, más allá de diferencias menores entre las tendencias y las cifras entre mediciones, como regularidad estadística surge que, en el mejor de los casos, menos de un tercio de los electores (32,25%) tiene un metro cuadrado relativamente acomodado en sus ingresos y consumo doméstico, mientras que quienes están en la situación contraria duplican esa proporción y rondan 64,33%. 


En ese marco, en las últimas semanas el Gobierno nacional comenzó a mostrar algunos reflejos en línea con morigerar el impacto social del ajuste: la primera señal se produjo en el conflicto con las empresas de medicina prepaga y la más reciente con la decisión de postergar las subas de tarifas, que resulta consistente con otro dato del informe de Pulso Research, en el cual 60,2% se mostró poco o nada dispuesto a tolerar esos aumentos, alcanzando el pico de la serie (gráfico arriba). A eso se suman los reclamos de recomposición presupuestaria por parte de las universidades y la crisis desatada la semana pasada en Misiones, lo que en conjunto conforma un mix de resistencia y conflictividad creciente ante los recortes en marcha. 

jueves, 16 de mayo de 2024

El sentido y los límites de la tolerancia al ajuste, según las últimas encuestas (nota publicada en CBA24N)

Desde el cambio de Gobierno nacional en diciembre se plantea el debate acerca de si el ajuste que lleva adelante Javier Milei es lo que votó el 55,6% que lo consagró presidente en ballotage, o no; mientras que el ajuste como tal es tomado como un hecho que prácticamente nadie discute (ni quienes lo defienden ni quienes lo cuestionan), es su sentido percibido y, en segundo término, el nivel de aguante o tolerancia social lo que se pone en cuestión. Una forma de dilucidar esta cuestión es repasar las últimas encuestas al respecto. Según la medición de D´Alessio/IROL realizada a fines de abril, 53% de los electores está de acuerdo con la necesidad de un sacrificio para terminar con la inflación e iniciar una etapa de crecimiento, vs 45% que está en desacuerdo (gráfico arriba). La distribución de tendencias se ubica en el mismo orden de magnitud del resultado de la segunda vuelta, con el apoyo apenas por debajo del caudal de casi 56% obtenido por La Libertad Avanza (LLA) y los detractores fidelizando el voto de Unión por la Patria (UP) en la misma instancia: 45%. Eso arroja un saldo de acompañamiento de 8 puntos porcentuales (8 pp) que podría explicar por qué el presidente muestra una relativa resiliencia.  

Sin embargo, el mismo informe plantea un riesgo (gráfico arriba): para casi la mitad de los electores (48%), la actual coyuntura tiene un tufillo a 2001, lo que despierta los peores temores, asociados a la crisis más profunda que atravesó el país en el cambio de siglo y de milenio. Por otro lado, un tercio (34%) interpreta que la presente situación no se parece a otra, lo que da un cierto aire al oficialismo.   

Asumidos el ajuste y la crisis como dos “datos”, interesa entonces preguntar cómo los votantes decodifican el impacto a nivel de su “metro cuadrado”: según el último informe de Giacobbe, casi 34% considera que el actual esfuerzo económico es insoportable (gráfico arriba). Se trata de la primera minoría en términos de opinión pública, y se ubica en el mismo orden de magnitud del voto a UP en la primera vuelta de octubre de 2023 (36,78%). Luego, casi un cuarto (25%) considera que el esfuerzo es muy pesado; esto acumula dos segmentos que suman casi 63% del total, clara mayoría. Después, aparece un 28% que percibe un esfuerzo “algo pesado”, que a priori aparece más dispuesto a acompañar el sacrificio y que podría corresponderse con el voto duro de LLA en las primarias de agosto y la general de octubre (casi 30%).  

A su turno, la encuesta realizada por Ágora también a fines de abril perfiló un 43% de electores “mucho o bastante” dispuestos a soportar el ajuste en la medida de sus posibilidades, vs 48% “poco o nada” dispuestos (gráfico arriba). En este caso, el panorama es más estricto y desafiante para el oficialismo, ya que el saldo es desfavorable en 5 pp y los reacios no sólo fidelizan todo el voto a UP sino que se proyectan algo por encima.  

El panorama mejora un poco para Milei en cuanto a cómo se resemantiza el esfuerzo económico: 50,5% se identifica con la idea de que tiene sentido, mientras que casi 14% aspira a eso, pero tiene dudas (gráfico arriba). En el otro extremo, previsiblemente, 33,5% no le ve ningún sentido y cree que el rumbo es equivocado, lo que se corresponde con el núcleo del voto a UP en octubre de 2023.  

Sin embargo, en este punto el consenso es mucho más precario, como pone en evidencia la serie evolutiva de consultora Analogías (gráfico arriba): mientras que en enero pasado 47% creía que no había alternativa al sacrificio planteado por Milei (8,6 pp por debajo de su voto en noviembre pasado, pero conservando la condición de primera minoría), a fines de abril esa postura se mostraba en declive y tocó un piso: 40,4%. En sentido contrario, la posición a favor de que existe otro rumbo posible creció, ubicándose por encima del voto a UP en la primera vuelta y disputando la primacía con el discurso ajustador, en condición de empate técnico. 

El panorama es aún más desfavorable según la última encuesta realizada por Zuban Córdoba (gráfico arriba): allí, 50,6% cree que el sacrificio no valdrá la pena, 4,2 pp por encima de los optimistas, que en este caso se ubican 10,2 pp por debajo del caudal obtenido por Milei en el ballotage. En síntesis: 1) el ajuste en marcha cuenta, hasta el momento, con un consenso en torno al 50% de los electores 2) sin embargo, el acompañamiento o predisposición al sacrificio por parte de los votantes resulta mucho más problemático y está en disputa 3) el sentido asignado al ajuste ya transita un terreno de riesgo latente, pues se debilita la postura de que el esfuerzo vale la pena y se refuerza el sentir contrario.  

Análisis de coyuntura por Chingón en vivo, en Radio Pulxo (audio)

 https://drive.google.com/file/d/1HKexCCFU8oyiZsnr61hNrm7_YIE4KFK2/view

viernes, 10 de mayo de 2024

Tras el paro, cómo se reconfigura la oposición al gobierno nacional (nota publicada en CBA24N)

La contundencia del segundo paro nacional en 5 meses de gestión nacional coincidió con un proyecto de ley “Bases” (antes conocido como “Ómnibus”) empantanado en el Senado nacional. La media sanción de la Cámara de Diputados perfiló el tablero político de un modo nítido y trazó claves de cara a la reconfiguración de la oposición. La reciente medición de consultora Pulso arrojó un acuerdo de 35,5% vs un desacuerdo de 42,4% (gráfico arriba), lo que ubica al apoyo al paquete por encima del voto duro de La Libertad Avanza (LLA) en las primarias de agosto y la primera vuelta de octubre, pero casi 7 puntos porcentuales por detrás de los detractores, que están en el mismo orden de magnitud del voto a Unión por la Patria (UP) en el ballotage de noviembre de 2023 (44,35%).   

Consultora Circuitos cerró su encuesta el 27 de abril; aunque midió de manera más general el acuerdo con el paquete de medidas del presidente Milei (que forman el proyecto “Bases” junto con el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23), nuevamente reportó un desacuerdo de 42%, vs un acuerdo de 41,9% (gráfico arriba). Así, la oposición claramente fideliza a los electores que no votaron a Milei en el ballotage, mientras que el apoyo promedia 38,7%. Sin embargo, esa distribución de tendencias no se reflejó en Diputados, que mostró una ampliación del panorama de aliados a LLA (que aportó 37 votos): el PRO (36 votos), la mayor parte de la UCR (30 votos), el bloque Hacemos Coalición Federal (HCF, 18), 3 del bloque MID (desprendimiento de LLA), 3 del bloque Independencia (responden al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo), 8 de Innovación Federal, más 7 votos de bloques más pequeños o unipersonales. Votaron en contra 98 de los 99 miembros del bloque UP, 5 de la izquierda y 3 de HCF (entre ellos, la cordobesa Natalia de la Sota). La UCR merece un párrafo aparte, pues por fuera de los radicales aliados al gobierno hubo 4 abstenciones (entre ellas, el fallido precandidato presidencial de 2023, Facundo Manes). Los llamados opositores “dialoguistas” votaron como colectora del oficialismo, mientras que UP formó la columna vertebral del rechazo, junto con la izquierda y referentes críticos que votaron en sentido contrario a sus bloques, dándole representación a esa oposición que ronda el 42% en el promedio de las encuestas.   

Así, resulta clave sondear quién puede capitalizar mejor ese caudal de cara a los futuros turnos electorales. El último informe de Circuitos reporta paridad entre el candidato presidencial de UP en 2023, Sergio Massa, y el reelecto gobernador de Provincia de Buenos Aires (PBA), Axel Kicillof: 24,5% vs 23,2% (gráfico arriba), brecha de 1,3 puntos porcentuales estadísticamente no significativa que implica un empate técnico. Luego, disputan el segundo pelotón CFK (casi 14%), el ex candidato presidencial Guillermo Moreno (casi 12%) y el radical Martín Lousteau (11,2%), que tiene en el Senado la oportunidad para reforzar su perfil opositor que Manes desaprovechó en Diputados. La ex candidata presidencial de la izquierda, Myriam Bregman, roza el 6%. 

 

En vez de medir con respuesta única, Proyección Consultores habilitó múltiple respuesta en su última encuesta: en este caso, Kicillof (casi 33%) duplicó a Massa (16,6%), mientras que Leandro Santoro (14,4%), también de UP, se metió en el top 3, pero sin CFK entre las opciones (gráfico arriba).  

Si pasamos de las encuestas al monitoreo de redes sociales, entre los gobernadores más mencionados el Interbarómetro de CIGOB ubica a Kicillof como líder, con casi 55% y muy lejos de los demás (gráfico arriba). Al medir actores de la oposición, el mismo informe arroja un empate técnico entre CFK (17,5%) y el gobernador de PBA (casi 16%; gráfico abajo).  

En la misma línea, el monitoreo de redes sociales de Ad hoc ratifica el liderazgo de Kicillof en términos de menciones y sentimientos positivos, de la mano de su gestión y su acompañamiento a la marcha universitaria del pasado 23 de abril (gráfico abajo).  


En pleno debate del proyecto de ley “Bases” en el Senado, el gobernador de PBA fue el primero en posicionarse para traccionar un rechazo, y esta semana también se pronunció abiertamente en favor del paro general. En síntesis, cinco datos recientes de cuatro mediciones distintas lo ubican en una posición ventajosa en la disputa por el liderazgo opositor. Además, Kicillof tiene una ventaja extra sobre los demás mandatarios, ya que gobierna única de las provincias de gran peso electoral donde UP le ganó el ballotage a LLA, condición que no ostenta ninguna otra figura con visibilidad nacional (gráfico abajo).