Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
sábado, 2 de octubre de 2010
Confianza y economía de cara al 2011
Según señala un reciente informe de la consultora de recursos humanos SESA Select, Argentina forma parte de un grupo de cinco países en los que la mayoría de los trabajadores está seguro de poder conseguir un empleo diferente si decidiera un cambio: China (89%), India (87%), México (84%), Canadá (83%) y Argentina (81,5%) integran el selecto grupo de países con mayor índice de empleabilidad del mundo. Por contraposición, España, Italia, Japón y Hungría están entre los países donde los trabajadores se muestran más pesimistas en cuanto a sus perspectivas de empleabilidad, con un índice 17 puntos por debajo de la media, que es de 72%, según el informe trimestral Workmonitor, realizado sobre 26 países por SESA Select.
El índice alcanzado por la Argentina (81,5%) indica "un aumento del 2,51% en la confianza de la dinámica del mercado laboral respecto del trimestre anterior, en junio de este año". La percepción positiva de empleabilidad en el país se ratifica al indicar que el 13,1% de los trabajadores que encararon un cambio de empleo lo lograron en menos de seis meses, según la consultora. Junto con la confianza de los trabajadores disminuyó el miedo a la pérdida del empleo, que se ubicó en un piso anual de 3,3%.
Este indicador de confianza enriquece la permanente discusión sobre estabilidad vs inestabilidad del país en términos de la situación institucional de Argentina, cíclicamente sometida a tensiones, sobre todo desde el punto de vista de quienes reclaman mejores condiciones de inversión y "seguridad jurídica". En este sentido, el profesor de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires Sebastián Etchemendy sostiene que en el país "hay calidad institucional en algunas áreas y falta en otras. En el área laboral hay instituciones de negociación colectiva que no existen en otros lugares de América latina; el hecho de que algunos actores sociales discutan, habla de una calidad institucional alta. En otras áreas hay más problemas, como en los partidos, que están muy fragmentados. A veces se asocia calidad institucional sólo a políticas que tienen que ver con los intereses de algunos sectores".
El especialista rescata que si bien Argentina tiene menos calidad institucional que Chile en el sistema de partidos, las negociaciones colectivas de trabajo y la asignación por hijo hablan de un Estado con capacidad de respuesta y mayor calidad institucional en el ámbito laboral: "eso no se dice porque hay sectores interesados. En Chile no existen los sindicatos, en Argentina sí. Todavía hay niveles de pobreza alarmantes, pero Argentina progresó (...) Argentina es un país más igualitario que otros en los que se elogia la calidad institucional. Brasil y Chile han tenido más estabilidad, pero Argentina tiene una tradición igualitaria más fuerte. Acá los grupos excluidos han tendido a combatir la desigualdad. En otros países la mayor estabilidad viene de la mano de una mayor tolerancia a la desigualdad".
En el terreno económico, la recaudación fiscal en alza y la posibilidad de tomar reservas del Banco Central para abonar también los vencimientos de deuda de 2011 (están contemplados u$s 7.500 millones en el proyecto de Presupuesto) genera en este momento un escenario de tranquilidad en las finanzas del gobierno, al punto que se ha postergado la emisión de un bono internacional pero se mantiene el interés de atraer capitales extranjeros para que realicen inversiones directas en el país, como se puso de manifiesto en la reciente gira presidencial, en la cual Cristina Fernández destacó el crecimiento del país en los últimos años, la política de desendeudamiento, el bajo nivel de vencimientos para los próximos años y la acumulación de reservas del BCRA, obviando los elementos críticos o irresueltos, como la situación del Indec, fricciones con algunos segmentos del empresariado y la prensa del país, la inflación y la relación con el FMI.
De cara al 2011, año electoral, el gobierno refuerza la apuesta de mantener la fuerte correlación (80%) que existe entre la imagen del Ejecutivo y el repunte del PBI y cree que cuanto más crezca el país, mejor le irá en las urnas. “Con la fuerte recuperación de la economía, la imagen pública de la Presidenta viene mostrando un crecimiento sostenido, hasta llegar a un 40% de aprobación, un nivel comparable con el que tenía a comienzos de 2008, antes de que comenzara el conflicto con el campo”, afirma Santiago Rossi, director de la consultora Ipsos Mora y Araujo. Las políticas oficiales apuntan a garantizar una continuidad en el boom de consumo y no permitir que el mismo se diluya, y las encuestas de expectativas muestran que la confianza -tanto en la situación general del país como en particular de los individuos- sigue en aumento: se mantiene la predisposición por hacerse de bienes durables (inmuebles, automóviles, electrodomésticos) sin señales de que haya un amesetamiento, más allá del pico registrado en el Mundial.
Según Javier Casas Rúa, socio de PriceWaterhouse Coopers, el consumo, como una forma de afirmación individual, va de la mano con una “despolitización” de la población: “uno de los principales cambios de los últimos años es una caída en la demanda de una mayor calidad institucional y un deseo de gratificación personal. No hay, como en los ’90, una visión de que consumía aquél que había alcanzado cierta posición social. Ahora el consumo es una aspiración general. Y el Gobierno lo sabe”, sostiene Casas Rúa. Sin embargo, el impulso oficial al consumo –vía incremento de jubilaciones, subsidios y gasto público– continuará ejercerá una presión mayor en el mercado interno, que en la medida que no se cubra con importaciones (lo que pondría en riesgo la balanza comercial y la estabilidad del dólar) seguramente se ajustará por precios, manteniendo una expectativa de inflación no menor de 20 por ciento. En ese marco, la única política "antiinflacionaria" consiste en mantener el peso atado al dólar en una relación 4/1. El problema es que esa apreciación del peso se traduce en un tipo de cambio real menos competitivo (por la inflación y la suba de costos internos), perjudicial para sectores productivos especialmente sensibles por la alta incidencia del empleo, reduciendo progresivamente la competitividad alcanzada con la devaluación en 2002 (la tasa de inversiòn es insuficiente para ganar competitividad).
De ahí la importancia de Brasil para la estrategia económica de los Kirchner: la apreciación del real amortigua la del peso (que es menor), ya que el principal destino de exportaciones argentinas es el país vecino, cuya moneda viene registrando desde 2003 un proceso de fuerte apreciación: tras casi alcanzar 4 R$/US$ en octubre de 2002, se acerca en la actualidad a 1,70 R$/US$. En gran medida, Argentina se mantiene competitiva respecto de su principal socio porque el encarecimiento local por inflación se compensa con la fuerte apreciación nominal del Real. Es por eso que un dato clave posterior a los comicios presidenciales de este domingo es si el Banco Central de Brasil decide incrementar sus intervenciones para lograr una paridad cambiaria más adecuada.
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Si bien Argentina ha crecido bastante el el empleo creo que todavia le falta mejorar bastante ya que mucha gente no padece de un empleo, sobre todo en alumnos terciarios o universitarios que no le dan horarios para trabajar y estudiar a la vez.
ResponderEliminarMaximiliano A. Salgado
Hola Maxi! Respecto al tema empleo, justamente agregué en datos relacionados que el Índice de Demanda Laboral (IDL) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) aumentó 11,9% en la medición de setiembre, lo que sugiere un pronóstico favorable para los próximos meses, según indicó Martín González Rozada, investigador responsable de ese estudio. Esperemos que sea así!
ResponderEliminar¡Hola Norman!
ResponderEliminaresta muy interesante el tema. ¿Puede suceder que se estén, de alguna manera, no solo dibujando números, sino también haciendo malabarismos en la economía para que llegue a la mano del ciudadano productos que denotan estabilidad, pero que tiene una finalidad propagandística?
quizás suena muy maliciosa mi pregunta, y tampoco quiero sacar la seriedad con que seguro se manejan esos datos presentados según la UTDT acerca de la estabilidad laboral.
¡muchas gracias Norman!
Hola Octaviano! Me parece que tenés exceso de desconfianza: creés que los números de la UTDT pueden estar manipulados? También los de Sesa Select, una consultora internacional en RRHH (que hizo su medición en varios países)? Te agrego algo: el Índice de Demanda Laboral de septiembre, que elabora el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE), mostró un incremento de 17,58 por ciento (con estacionalidad) y 13,33% (desestacionalizado). En la comparación interanual, el IDL, que releva los clasificados de La Voz del Interior, tuvo una recuperación del 28,34%. Habrá que desconfiar de ese indicador también? Me parece que los argentinos deberíamos aflojar un poco y no poner en duda todos los indicadores positivos sólo porque tengamos una opinión crítica del gobierno. Saludos y gracias por seguir en contacto!
ResponderEliminarCoincido en la desconfianza de Octaviano, todosd manipulan y hacen trampas con los números. Si solo preguntas si el tipo tiene o no tiene laburo. Y los que si si son laburos precarios o estables, veríamos un panorama estructural bastante desolador. Cambiaron mucho los métodos de medición y están bastante amañados, por caso el Tucumano ministro de salud Manzur fué "premiado" con el cargo por haber bajado la mortalidad infantil en su provincia no computando ciertos casos de muertes que no cuadraban en sus novedosos requisitos.
ResponderEliminarHola Fabián! Entiendo la desconfianza, pero insisto, hay mediciones internacionales en donde el gobierno no puede meter mano como en las del Indec (la de Sesa Select) y privadas (la de la UTDT). Saludos y gracias!
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