Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
sábado, 30 de octubre de 2010
El nuevo escenario político
El 28 de octubre de 2010, un día después de la muerte de Néstor, se cumplieron 3 años de la elección en la que Cristina Fernández de Kirchner ganó con el 44% de los votos, en primera vuelta, sin balottage.
Sin dudas, el funeral de Néstor Kirchner quedará en la historia, como el de Hipólito Yrigoyen en 1933, el de Eva Perón en 1952, el de Juan Domingo Perón en 1974 y el de Raúl Alfonsín el año pasado. Su muerte no lo hace mejor ni peor de lo que fue objetivamente, pero subjetivamente tendrá el efecto de agigantar su figura y empequeñecer relativamente a las demás: según una encuesta de Enrique Zuleta Puceiro/Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), Néstor Kirchner fue inhumado con un 78% de imagen positiva (18% de los encuestados dijo tener una opinión muy buena y 60% una imagen buena).
De todos modos, el nuevo escenario obliga a repensar el impacto político en un panorama donde el kirchnerismo ya no podrá seguir jugando al "pingüino o pingüina" como hizo antes del 2007. Ha muerto el "macho Alfa" del peronismo: venerado o temido, Néstor era la referencia política central de Argentina (dentro y fuera del PJ) y la mitad de la sociedad política que gobierna el país desde 2003. Será Cristina la que tenga que tomar la decisión de ir o no por la reelección, pero una primera certeza es que una nueva candidatura suya funcionaría no sólo como proyección del futuro político del kirchnerismo sino como una condición para mantener firme el timón en el tramo de gestión que queda hasta la próxima elección presidencial (de hecho, el canciller Héctor Timerman ya anunció a la cadena de noticias CNN que la presidenta buscará la reelección).
Al liderazgo que ejercía Néstor Kirchner se agregan otras consideraciones: la supervivencia política del kirchnerismo también pasa en gran medida por la construcción de cuadros y dirigentes en diversos sectores sociales, entre ellos la juventud. El menemismo, que optó por consagrar la política a las corporaciones y subordinarla tecnocráticamente a la economía, pudo marcar así una década del país, pero en esa misma decisión se esterilizó como fuerza de gravitación política a futuro. La figura de Menem murió en el ballotage frustrado del 2003, donde el riojano desertó para no perder arrasadoramente. Hoy, la única expectativa que despierta Menem reside en su presencia o no en el quórum del Senado. El kirchnerismo, en cambio, apostó centralmente a la política y también a la formación de cuadros. Sólo el futuro dirá si logra el éxito allí donde el menemismo fracasó.
En Facebook me preguntaron, en referencia al post anterior donde dije que Néstor coaligó el populismo con la centroizquierda, si yo creía que Hugo Moyano y el sindicalismo eran izquierda. Contesté que no, que eran el componente populista, e invité a seguir el debate en el blog porque en 420 caracteres no se puede analizar nada en profundidad (en Twitter, con 140, menos). Como la invitación no tuvo respuesta, agrego algo en ese sentido: Kirchner armó la transversalidad para configurar un bloque histórico (de nuevo Gramsci) distinto al de Menem. En ese armado, tomó la bandera de la izquierda en materia de derechos humanos, atacó símbolos visibles del menemismo (el combate contra la impresentable Corte Suprema de los años ´90) y volcó una porción de poder en piqueteros, organizaciones sociales y movimientos de centroizquierda.
El primer interrogante es cuánto del fervor popular que desató la muerte de Néstor Kirchner puede convertirse en capital político para una eventual candidatura de Cristina Fernández en 2011 y, por otro lado, qué impacto tendrá en las chances de las distintas figuras de la oposición. El único dato que conozco con posterioridad a la muerte de Néstor Kirchner es un estudio de la consultora Nueva Comunicación, de César Mansilla, según la cual 59,2% del universo entrevistado dijo apoyar a la presidenta en este trance. Respecto a quién votarían a Presidente de la Nación si las elecciones fueran hoy, Cristina Fernández, viuda de Kirchner, obtuvo el 31,8% de las respuestas, seguida por Ricardo Alfonsín (15,9%), Mauricio Macri (13,1%), Eduardo Duhalde (4,5%) y Mario Das Neves (2,8%). Otros candidatos alcanzaron 11,5% y 4,5% dijo que votaría en blanco. A su vez, ante la pregunta "Cón cuánta eficiencia cree Ud. que la Presidente lleva a cabo la administración del Estado?", el 52,2% respondió muy alto grado de eficiencia o bastante eficiencia, 27,3% dijo algo de eficiencia y 18,1% poco o nada de eficiencia.
Es muy probable que las exequias de Néstor Kirchner hayan fortalecido la figura de Cristina Fernández: detrás de bambalinas estuvo Javier Grossman, uno de los arquitectos de los festejos del Bicentenario (exitosos en términos de imagen del oficialismo). Un dato llamativo es que la encuesta de Nueva Comunicación fue realizada en Capital Federal, en forma telefónica y con una muestra de 237 casos efectivos, tomada entre el 28 y el 29 de octubre (con un margen de error de +/- 6,5%). El kirchnerismo nunca ganó en ese distrito (aunque sin dudas fue la decidida intervención de Néstor Kirchner en 2003 la que traccionó la victoria de Aníbal Ibarra como jefe de gobierno contra Mauricio Macri). ¿La muerte de Néstor puede haber provocado un cambio de tendencia y favorecido la reelección de Cristina?
Desde una óptica contraria, el Bank of America Corp arriesga que es poco probable que la actual presidenta consiga la reelección el próximo año después de la muerte de su esposo: "Fernández tiene bajas posibilidades de reunir el apoyo necesario del partido justicialista para presentarse a la reelección en 2011 (...) el partido peronista es probable que se una detrás de un candidato alternativo". Lo escribieron Marcos Buscaglia y David Becker, economista y estrategas de ese banco.
Con anterioridad a la muerte de Néstor Kirchner, Ricardo Rouvier & Asociados dio a conocer un estudio nacional según el cual Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner encabezaban la intención de voto a presidente de cara a 2011, en cuatro escenarios electorales posibles, incluso superando los guarismos de la UCR y el PRO sumados: Néstor Kirchner sumó 35,2% y la actual presidenta Cristina Fernández 37,2%, mientras que los presidenciales Ricardo Alfonsín (UCR) y Mauricio Macri (PRO) rondaban, en conjunto, 31%. Con la inclusión del vicepresidente Julio Cobos como candidato a la presidencia, la oposición alcanzaba entre el 30,1% y el 31,7%.
Detrás de los tres primeros lugares, Eduardo Duhalde obtenía entre el 8,7% y el 9,9% (según fuera el escenario medido) y Fernando "Pino" Solanas entre el 5,9% y el 7,2%. Otros candidatos sumaban poco más del 4%, al igual que las respuestas "ninguno", mientras que el 7,8% al 9,1% se definían como indecisos o no respondían. El estudio fue realizado entre el 4 y el 19 de octubre, sobre 1.400 casos, con una muestra dividida en un 7,8% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un 38% por ciento en la Provincia de Buenos Aires y un 54,2% en el resto del país. Esa es, seguramente, una foto que ya cambió. ¿Sin Néstor Kirchner, qué definiciones tendrán figuras como Daniel Scioli y Carlos Reutemann, por ejemplo?
Pero, más allá de eso, cómo se articularán los movimientos en la "oferta" política con los cambios en la "demanda", en la gente? Los miles de personas que se acercaron a expresar sus muestras de cariño sorprendieron en el Gobierno, pero más todavía a la oposición. El opositor Felipe Solá lo sintetizó con una frase: "el que muere rodeado del pueblo por algo será, es así, es la verdad, y no se puede negar la realidad". En esas horas aciagas, Cristina ha tenido la oportunidad de establecer un vínculo distinto con la sociedad. "Fuerza Cristina, Aguante Cristina, Estamos con vos...." , gritaba la gente.
El analista Ricardo Rouvier cree que “Cristina no va a poder ni va a querer eludir la responsabilidad de convertirse en candidata en 2011. No puede escapar a ese destino; es la garantía del kirchnerismo”.
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Norman, leí este y el anterior comentario tuyo, evidentemente hay un panorama complicado para el kirchnerismo "que acaba de nacer". Cristina, tendrá la capacidad de Nestor de timonear el barco con las Madres con el viejo PC por un lado y Moyano con la parte del PJ y los intendentes bonaerenses por el otro? Dios dirá. Es poco probable. Y me temo que si logra congeniar los intereses de los grandes grupos políticos y las corporaciones, el precio a pagar seremos nosotros, las hormigas y lombrices que hemos salido a la superficie sin que nadie, hasta ahora, nos pise. Y ni las "madres" ni los jefes de los DDHH nos van a salvar.
ResponderEliminarPor suerte o por desgracia, no puedo separar mis análisis políticos de parámetros éticos que para mi son centrales y los analistas suelen dejar en 2º o 3º lugar.
Hola Fabián! Coincido contigo en que "coaligar" esos componentes no es sencillo sin el "macho Alfa" dentro de un movimiento/partido con la lógica caníbal del PJ.
ResponderEliminarUn elemento, sin embargo, que podría ser disciplinador es el eventual impulso que la muerte de NK puede darle a CFK en las encuestas de cara al 2011. Ya hay algunas encuestas circulando en ese sentido y las incluí aquí en el blog, aunque por mi parte pienso que hay que dejar que la cosa decante y medir en unos días.
En cuanto a gestos, ayer el kirchnerismo bonaerense emitió ayer una contundente señal de respaldo a Cristina: Daniel Scioli apuró el fin de semana una cumbre con los caciques de la provincia y logró amontonar a 91 de los 135 intendentes bonaerenses: todas las tribus peronistas, los radicales K y los vecinalistas.