martes, 12 de octubre de 2010

Escenario nacional de cara al 2011


Según el consultor Carlos Fara, una elección se gana con una suma de sectores de la sociedad que adhieren a la propuesta o se identifican con un candidato. Esto se denomina construir una coalición ganadora mínima: para ello, hay que saber a qué sectores es necesario atraer para poder ganar la elección o, al menos, sacar la mayor cantidad posible de votos.

¿Cuál de los actores y fuerzas políticas está hoy en mejores condiciones de hacerlo? Repasemos y actualicemos el panorama electoral de cara al 2011:

1) Frente para la Victoria: según un informe del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) difundido la semana pasada, Néstor Kirchner alcanza una intención de voto del 36%. Su titular Roberto Bacman afirmó que si las elecciones presidenciales fueran hoy, el ex mandatario estaría cerca de ganar en primera vuelta e incluso podría disputar con chances la segunda con el candidato opositor de mayor crecimiento en los sondeos, Ricardo Alfonsín, cuya intención de voto ronda el 18% (este escenario no mide a Cristina Fernández ni Daniel Scioli, un potencial candidato que podría ser sucesor "K" o bien que podría complicar al kirchnerismo si rompe con ellos).

Según Bacman, Alfonsín aventaja a Julio Cobos en unos dos puntos en intención de voto a nivel general y “ganaría cómodamente” si hubiese internas en la UCR. El consultor le restó chances al peronismo disidente: según sus cifras, Macri alcanza 13% en intención de voto, en tanto que Eduardo Duhalde registra un 8%.

En este sentido, el piso del oficialismo oscila alrededor del 30% -que es lo que obtuvo, aproximadamente, en la sumatoria general de la legislativa de junio de 2009-por lo que según el sondeo de CEOP está mejorando unos 6 puntos porcentuales esa elección, en un contexto de crecimiento económico (8% en promedio), del consumo y el despliegue de la Asignación Universal por Hijo, todos elementos inexistentes en la etapa preelectoral de 2009 y que a mi juicio constituyen los factores de mayor gravitación en la etapa actual (no digamos en 2011 porque todavía falta bastante).

En este esquema, construir una coalición ganadora mínima para el oficialismo pasa por 4 alternativas, algunas de las cuales son excluyentes entre sí (lo que implica que simultáneamente pueden alcanzar dos de ellas o a lo sumo 3, nunca todas): a- crecer hacia sectores de centro izquierda (como Nuevo Encuentro, conducido por Martín Sabbatella) b- cerrar alianzas en distritos claves como Córdoba, Santa Fe y Capital, donde su performance fue pobre en junio de 2009 c- profundizar su penetración electoral en los 3 cordones bonaerense d- recuperar parte del voto del segmento medio, todavía muy refractario al kirchnerismo.

En cualquier caso, una gestión de gobierno que realice una efectiva política de transferencia de ingresos y reconstruya niveles básicos de certeza y confianza social son elementos necesarios para construir una coalición ganadora mínima que le permita ganar en primera vuelta en 2011: obteniendo el 40% + 1 de los votos válidos positivos (a esos efectos no se cuentan en blanco, nulos ni impugnados), si ninguna lista opositora llega al 30%, se evita el ballotage.

2) el de CEOP no es el único estudio de opinión conocido que arroja una ventaja del oficialismo respecto del frente opositor mejor ubicado, que hoy es el Acuerdo Cívico y Social (ACyS). El año pasado, el ACyS alcanzó alrededor de 25% de los votos en todo el país. Desde ese tiempo a esta parte, los datos nuevos son el ascenso de Alfonsín en las encuestas, la defección de Carrió y el desdibujamiento de Cobos, que aparece con menos chances en la elección general, pero sobre todo en una eventual interna del ACyS. Es en ese marco que hay que leer el 18% de intención de voto de Alfonsín, según CEOP, dato que puede ser tomado como el piso a partir del cual el ACyS debe construir una coalición ganadora.

En esa línea, el precandidato presidencial Ricardo Alfonsín apuesta a fortalecer la alianza con el socialismo: en su último encuentro en Rosario con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, el hijo del ex presidente aseguró expresó que ambos partidos “compartimos 99,9% la doctrina (...) podría decir que soy socialista”. Alfonsín quiere darle al ACyS un perfil progresista, socialdemócrata, ampliando su base electoral para captar también al GEN de Margarita Stolbizer (distanciada ya de manera irreversible de la líder de Coalición Cívica, Elisa Carrió).Alfonsín afirmó además que es "inevitable" una interna con el vicepresidente Julio Cobos, e insistió en que su compañero de fórmula será otro integrante del ACyS, lo que en principio indica no está dispuesto a bajarse de la carrera presidencial, como pretende el cobismo para eludir una interna en la que se ve perdidoso.

El diputado radical también se muestra confiado de atraer una parte del electorado peronista, dado el antecedente de 1983, donde su padre el ex presidente logró reunir adhesiones de ese sector. Hay que ver si Alfonsín tiene éxito en perfilar a la UCR hacia la socialdemocracia, ya que se sabe que el radicalismo (al igual que el peronismo) ha resistido históricamente el encasillamiento ideológico. Igual de difícil es ponderar sus chances de captar segmentos afines al electorado peronista.

3) el peronismo disidente muestra una situación de fuerte fragmentación, con distintos liderazgos compitiendo entre sí (el único que podría aglutinarlos en principio es Carlos Reutemann, pero hasta al momento parece que descarta competir por la presidencia en 2011). En junio del 2009, este frente alcanzó alrededor de 15% de votos nacionales. Hoy muestra algunas señales de fractura entre sus principales referentes: Eduardo Duhalde y Mario Das Neves descartan que esa ala del peronismo pueda encolumnarse detrás de un dirigente no peronista, lo que le resta chances a Mauricio Macri, complicado además en su gestión en la Capital Federal. El jefe de gobierno oscila entre la alternativa de bajarse de su candidatura presidencial, como cuando deslizó que consideraría dejar el lugar a otro, “si sé que le gana a Kirchner" y la apuesta de sostenerla confiando en que el peronismo disidente no consiga un candidato mejor.

Felipe Solá coquetea con la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Francisco de Narváez habría descartado ir por la presidencia y competiría por el cargo de gobernador en la provincia de Buenos Aires, llegando incluso a deslizar que podría sellar un pacto para llevar a Julio Cobos como candidato a presidente. Estos ensayos muestran las respectivas debilidades de cada uno (a De Narváez no le gustan ni Duhalde, ni Das Neves, ni Macri, ni Solá como candidatos a presidente y Cobos no tiene un dirigente de peso en provincia de Buenos Aires para ser candidato a gobernador y no parece que vaya a convencer a Alfonsín de bajar a esa provincia).

No obstante sus menores chances "a priori" para la presidencia, la presencia del peronismo disidente es clave en dos sentidos: habiendo descartado ir a internas con el kirchnerismo, puede sin embargo restarle votos "filo-PJ" al oficialismo, complicando las chances electorales K. Asimismo, este frente puede capitalizar parte del voto "castigo" del campo, que según consultores como Rosendo Fraga alcanza alrededor del 15% a nivel nacional. La disputa por ese segmento de voto refractario al oficialismo puede inclinar la balanza respecto a cuál de las fuerzas opositoras esté en mejores condiciones de disputar con los "K".

4) Proyecto Sur con Pino Solanas: en la actual constelación de fuerzas, sus chances aparecen menguadas y Pino lo sabe. De ahí que apunte a seducir al socialismo "para construir una fuerza progresista que confronte con el modelo neoliberal de derecha, enquistada en un brazo y otro del bipartidismo", refiriéndose por supuesto al PJ y a la UCR. Lo óptimo para Solanas sería que el socialismo no constituyera una alianza con el radicalismo, pero si se entronizara una fórmula con Alfonsín y un socialista en segundo término (Binner, en principio) las chances presidenciales de Proyecto Sur se achican hasta la participación testimonial, por más que el cineasta se entusiasme con reeditar en todo el país la sorpresa que el año pasado logró en Capital Federal. El fenómeno Marina Silva en Brasil podría ser un referente, candidata con un discurso ecologista, que logró casi 20% de los votos... para imitar eso, Proyecto Sur tendría que multiplicar por 5 en 2011 lo que logró en 2009 (4% de los votos a nivel nacional).

Todas las fuerzas de la oposición apuestan a que el oficialismo no alcanzará la cifra del 40% + 1 y que el ballotage llevará, por efecto inercial, a aglutinar todos los votos opositores en la lista que ingrese a la segunda vuelta, permitiéndole derrotar a los "K". En ese caso, sería la primera vez que hay ballotage desde la reforma constitucional de 1994.

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