miércoles, 11 de mayo de 2011

El armado político en la oposición (1)


Terminamos la entrada anterior repasando los movimientos en la oposición que sucedieron con posterioridad a la retirada de varios precandidatos presidenciales. Salvo en la Coalición Cívica, donde la voluntad de Elisa Carrió hace y deshace a piacere (lo que le acarrea periódicas pérdidas de adherentes, como recientemente sucedió en Córdoba con Omar Ruiz, quien fogoneaba un acuerdo con el juecismo para la fórmula a gobernador pero terminó retirándose del espacio en desacuerdo con la insistencia de Lilita de llevar un candidato propio) en las demás fuerzas de la oposición la agitación no cesa.

Por un lado, la UCR liderada por el candidato Ricardo Alfonsín confirmó en estos días que el socialismo y el GEN le "marcan la cancha", resistiendo un acuerdo en provincia de Buenos Aires con Francisco de Narváez. La figura del empresario resulta indigerible para el perfil progresista de filo centroizquierda que pretenden darle al frente las fuerzas encabezadas por el gobernador santafesino Hermes Binner y la diputada bonaerense Margarita Stolbizer, respectivamente. Fue precisamente un referente del GEN, el diputado nacional y habitual vocero Gerardo Milman, quien planteó que la UCR "tiene derecho de construir un frente de derecha", pero que en ese caso esa fuerza no participaría del armado político, ya que "lo que no hay que hacer es confundir a la ciudadanía”.

Milman llegó a cuestionar al senador nacional y jefe de bloque de la UCR Gerardo Morales, recordando que el jujeño impulsó en la anterior elección presidencial un acuerdo con Duhalde que encumbró a Lavagna (un peronista) como candidato presidencial del radicalismo. En cambio, Milman remarcó que “nosotros aspiramos a que el debate en la UCR lo gane el ala progresista de ese partido de tradición socialdemócrata que representó durante muchos años el ex presidente Raúl Alfonsín". Ese distanciamiento entre el GEN y la UCR reactivó los contactos entre dirigentes de la Coalición Cívica con Stolbizer, aunque en varias ocasiones ella y Carrió han chocado respecto al armado político opositor. Incluso circula la versión de que el GEN se aprestan a lanzar la candidatura de la diputada Stolbizer a la gobernación en la Provincia de Buenos Aires, como una forma de presionar políticamente a la UCR.

Pero el socialismo también se ha mostrado firme en el rechazo a un eventual pacto Alfonsín-de Narváez, aunque el mismo fuera acotado sólo a la provincia de Buenos Aires. El secretario general de ese Partido Socialista, Carlos Roberto, se mostró "sorprendido" por las negociaciones entre la UCR y Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires y cuestionó una posible alianza entre ambos sectores: "si hace falta una conversación institucional tiene que ser de partido a partido, para darle un marco mas institucional como corresponde y creemos nosotros que así se deben manejar las cosas", advirtió, y afirmó que "todos" los dirigentes de ese partido rechazan la idea de ese acuerdo. "Para nosotros la política que hace la provincia de Buenos Aires y lo que ocurre en el orden nacional están íntimamente relacionadas. Seguimos manteniendo el frente progresista, tiene que ser un frente programático de centro izquierda, por lo tanto es incompatible con la presencia de Francisco De Narváez en ese mismo espacio", subrayó.

El socialismo hace hincapié en que las alianzas no sólo tienen que ser coyunturales con el fin de "ganar elecciones", sino que también tienen que sostener una coherencia programática que permita, si se llega al poder, "gobernar con tranquilidad". De hecho, aunque el socialismo debe sortear antes la interna del 22 de mayo para elegir candidato en Santa Fe (el delfín elegido por Binner es Antonio Bonfatti), ya esa fuerza avanzó en un acuerdo en la ciudad de Buenos Aires con Proyecto Sur, de Pino Solanas, lo que la agrega expectativa a una eventual fórmula presidencial de centroizquierda encabezada por el gobernador santafesino (que depende, claro, de los resultados que logre en su propia provincia).

Para peor, se dice que las últimas encuestas que llegaron para consulta de Alfonsín no fueron auspiciosas para un acuerdo del radicalismo con de Narváez (como adelantamos en el post anterior, en política 2 + 2 no siempre es 4). A su vez, desde el peronismo anti-K, la diputada Graciela Camaño también disparó contra una alianza UCR-de Narváez.

A esos tironeos se agregan las gestiones de Mauricio Macri (un tanto devaluado en sus acciones dentro de la oposición después de haber estirado en exceso su decisión de bajarse de la candidatura presidencial) con de Narváez, para que el empresario victorioso en las legislativas del 2009 en la provincia de Buenos Aires no limite la posibilidad de un acuerdo al radicalismo que orienta Alfonsín, sino que trabaje en la conformación de un espacio más amplio que pudiera estirarse hasta abarcar a sectores de lo que quedó del PJ anti-K después de la disputa entre Eduardo Duhalde y Alberto Rodríguez Saá.

Macri enfrenta, como dijimos, una situación complicada en su distrito, la Capital Federal, y esta semana admitió que le parece "imposible" ganar en primera vuelta, admitiendo tácitamente un ballotage enfrentando al eventual candidato del kirchnerismo (aún por definirse) o, en otra alternativa, a Pino Solanas. Con todo, el jefe de gobierno estuvo tanteando la posibilidad de que un referente del PRO se presente como candidato nacional (podría ser Federico Pinedo) o bien que Gabriela Michetti fuera vice de otro candidato (primero se habló de Alfonsín, luego de Felipe Solá). De todos modos, estas alquimias deben sortear antes el test de la primera vuelta porteña, qué mostrará cuánta fuerza tiene cada contendiente en ese distrito clave, para luego negociar espacios y encarar la elección nacional.

1 comentario:

  1. Ámbito del jueves 12: de palabra, UCR y Socialismo intentan salvar el acuerdo. Los acuerdos electorales están dejando el acuerdo entre la UCR y el Socialismo cada vez más cerca de la ruptura. Hoy, desde ambos sectores salieron a lanzar expresiones para intentar rescatar el armado del Frente Progresista.

    Ayer, el PS cerró una alianza en Capital con Proyecto Sur de Fernando Pino Solanas, lo que dejó sola a la UCR en el armado porteño, y agregó más tensión al vínculo. Los socialistas se muestran públicamente contrarios a los pactos territoriales y rechazan las negociaciones que los radicales mantienen en la provincia de Buenos Aires con el empresario-diputado Francisco De Narváez.

    El senador nacional UCR Gerardo Morales aseguró que el vínculo con el socialismo "no está roto", a pesar de que la UCR no lo pudo sumar a las alianzas de cara a las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires, al tiempo que aclaró que su partido sigue "avanzando" en el armado de un frente electoral pensando en octubre.

    El senador consideró que "se podría haber logrado un acuerdo, un consenso" y remarcó que en el socialismo "hay una interna muy dura que está poniendo en riesgo la situación del Frente progresista cívico y social".

    El titular de la bancada radical en la Cámara alta comentó que "si hay una unidad del Frente Progresista Cívico y Social se retiene el gobierno en la provincia de Santa Fe, hay que manejarse con cuidado".

    Sobre el punto de principal conflicto, la relación con De Narváez, Morales destacó que "se está dialogando" con él "porque no hay un proyecto, la posibilidad de lograr un triunfo a nivel nacional si es que no hay potencialidad en la provincia de Buenos Aires".

    Desde la otra vereda, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, admitió que "la alianza en Capital con Proyecto Sur y sin la UCR no es una noticia buena", aunque no descartó que se llegue finalmente a un acuerdo con el radicalismo a nivel nacional.

    Por tal motivo, Binner aclaró que, pese a todo, el socialismo "sigue trabajando para cerrar una alianza" con Alfonsín para las elecciones presidenciales. En declaraciones radiales, el referente del socialismo se mostró disconforme con el avance de acuerdos por distrito en las alianzas del Frente Progresista.

    Al ser consultado sobre la alianza en Capital entre el Partido Socialista y Proyecto Sur, pero sin los radicales, admitió que, para él, "no es una noticia buena. Todos los que luchamos por lo mismo, que tenemos un 40 por ciento de coincidencias, tenemos que trabajar en forma común. El problema es que resuelven en Capital de acuerdo al saber y entender de los compañeros socialistas de la Capital. Yo creo que no es lo óptimo", opinó.

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