viernes, 6 de mayo de 2011

Una espiral de opinión favorable al oficialismo


Durante la segunda jornada del 28° congreso organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en el Hotel Sheraton, el director de la consultora Poliarquía, Eduardo Fidanza, ratificó datos que ya habían circulado en los últimos días: hoy, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner alcanza el mismo nivel de imagen positiva con el que asumió. En diciembre de 2007, el registro era 56% de imagen positiva. En marzo de 2008, el conflicto con el campo (las retenciones móviles de la resolución 125) erosionó las bases de apoyo a su gestión, con lo cual la adhesión tocó un piso de 20%. Hacia fines de 2009, Argentina comenzó a salir airosa de la crisis financiera internacional, con lo que trepó a un 36%, y desde 2010 no deja de crecer de manera sostenida, con una aceleración de la tendencia a partir de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner.

"Es algo inédito desde 1983. Es el único gobierno (desde el retorno de la democracia) que, tras haber caído, se recuperó hasta retomar su valoración inicial", evaluó Fidanza ante los interesados en escuchar a los expositores del panel "Encuestas: intención de votos e imagen". El sociólogo reveló que pese a que en abril la imagen de la jefa de Estado como dirigente cayó 3% y la valoración de su gestión perdió cuatro puntos porcentuales (oscilaciones que, técnicamente, pueden ser atribuibles a error muestral) sin embargo la tendencia electoral detectada por Poliarquía otorga a la Presidente un triunfo en primera vuelta con 47% de la intención de votos, si las elecciones fueran ahora.

Según Fidanza, la clave del triunfo del oficialismo es la crisis de representatividad que perciben los electores en la oposición: "menos de 1 de cada 5 argentinos aprueba hoy a la oposición", lo que significa que en medición de imagen 4 de 5 votantes rechazan a los partidos políticos del arco anti-K. "La imagen positiva y la negativa de Macri están casi equiparadas", mientras que "Eduardo Duhalde y Elisa Carrió tienen un amplio nivel de rechazo: entre 70 y 80%", detalló el consultor. Fidanza comparó el nivel de aceptación popular (y de rechazo) del ex presidente interino y de la líder de la Coalición Cívica con la de desacreditados aliados y referentes del gobierno nacional (como Hugo Moyano, Luis D' Elía y Guillermo Moreno).

A su turno, Artemio López, de consultora Equis, coincidió con Fidanza en la hipótesis de la victoria en primer turno electoral, si es que la Presidente va por la reelección. "Cristina ganaría hoy en primera vuelta. La debilidad electoral de la oposición ya se verificaba en 2007, cuando la diferencia entre el Frente para la Victoria y la segunda fuerza fue la más amplia desde 1983 (...) A nivel nacional, Macri tenía 12% de intención de voto. Cristina más que duplica a Macri en votos para presidente en la ciudad de Buenos Aires: 30 a 15%. Antes del fallecimiento de Néstor Kirchner, el FpV estaba ya en condiciones de ganar en primera vuelta".

López mide actualmente un cómodo triunfo del oficialismo (46% y más de 20 puntos de diferencia con el segundo candidato, más allá del renunciamiento de Macri), que a nivel regional se traduce en una intención de voto favorable a Cristina en casi todos los distritos del país

Fidanza diagnósticó que "con la bajada de Macri, Alfonsín buscará ocupar el espacio de centro que queda vacante. Vislumbro un (primer) escenario con Cristina, Ricardo y una tercera fuerza testimonial, parecido al de 1983. Sin embargo, todos los escenarios de ballotage los gana la presidenta", concluyó el especialista.

Este proceso de opinión pública lo hemos analizado largamente en el blog. Para no repetir, sintetizaremos sólo los puntos centrales: el gobierno, por errores propios y méritos ajenos, ingresa en una espiral del silencio desfavorable a partir del conflicto del campo (2008), con lo que la corriente de desaprobación crece (espiral ascendente) y la de adhesión retrocede (espiral descendente). Este proceso se desarrolla a lo largo de más de un año, tocando su pico en las elecciones legislativas de junio de 2009.

Apenas pasado ese punto, la espiral desfavorable al kirchnerismo empieza a recorrer el camino inverso, en tanto que la de adhesión comienza a crecer, movimiento que abarca los meses finales del 2009 y la primera mitad del 2010. Hitos: 1) Argentina sale de la crisis global más rápido y más fuerte que la mayoría de los países, incluso que otros emergentes 2) el gobierno cosecha éxitos de gestión y también legislativos, como la sanción del matrimonio igualitario, la asignación universal por hijo y los festejos del bicentenario, entre otros 3) la oposición cae en un largo proceso de desacuerdos internos tanto en el terreno legislativo como en la definición de la estrategia electoral de cara al 2011 4) por virtudes propias y deméritos ajenos, la expectativa del 2009, que era que la oposición se preparara para el cambio de gobierno en 2011, vuelve al oficialismo; en ese proceso, la muerte de Néstor Kirchner opera como acelerador de la recreación de expectativas en la figura de Cristina.

En esta apretadísima síntesis del proceso, por supuesto, intervienen además elementos de coyuntura: por caso, en el cierre del Congreso del IAEF los economistas Miguel Kiguel y Miguel Bein hablaron sobre el ritmo económico argentino y ambos coincidieron que el 2011 será un año de sostenido crecimiento (aunque pidieron cambios para 2012 en materia de política económica): proyectaron para este año un crecimiento del 6%, un dólar a $ 4,25 y una inflación entre 23 y 25%. Kiguel agregó: "las cuentas fiscales raramente están en déficit, la deuda pública es baja, todavía tenemos superávit en la cuenta corriente en torno al 3% del PBI, reservas altas y un sector bancario chico pero sólido (...) "Hay sobrante de dólares y cuando hay dólares, no hay crisis y se ganan elecciones", agregó, en una referencia sutil, pero inequívoca, a las chances del oficialismo.

Este panorama deja algunas lecciones que la oposición debería tener en cuenta para tratar de mejorar sus posicionamiento frente al oficialismo:

1) el 2009 ya quedó irremediablemente atrás y hay que tomar nota de eso en el discurso y en todas las acciones de posicionamiento electoral. El lanzamiento de Eduardo Duhalde, hoy, en materia discursiva, atrasa dos años, mínimo. Si a eso se le suma la frustrada interna del Peronismo Federal y la alta imagen negativa del ex presidente, el resultado es claro: una candidatura apenas reducida a una colectora negativa del kirchnerismo (es decir, una lista no para ganar, sino para drenar votos al oficialismo) que encima divide adhesiones con otros referentes de ese espacio (Alberto Rodríguez Saá).

2) No obstante, sería injusto cargar las tintas en Duhalde. El discurso de Pino Solanas, ya bajado a la realidad de Capital Federal, adolece del mismo problema, cuando toma como piso de su espacio los votos que él obtuvo en junio de 2009 en Capital Federal, en el peor momento del kirchnerismo y sin candidato "K" auténtico (Carlos Heller rozó apenas el 11% de los votos).

Si lo de Pino es una arenga para movilizar a la militancia, tiene sentido: ahora, si él realmente piensa que parte de ese piso del 24%, necesita un urgente baño de realidad, es decir, salir de su microclima de opinión. La elección de Capital Federal ya está inevitablemente nacionalizada, y en ese marco difícilmente Pino pueda terciar con alguna posibilidad de éxito: los actores protagónicos serán el macrismo vs el kirchnerismo, los demás tendrán que resignarse a ser actores de reparto (cuando no extras).

3) Con Cobos y Sanz en la lona, Alfonsín avanza en la candidatura radical tratando de ampliar su espectro de alianzas, un movimiento de alguna manera lógico ya que venía posicionado hacia el centroizquierda. En este proceso, trata de cerrar un acuerdo con Francisco de Narváez en provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, aquí Alfonsín corre una serie de riesgos no menores: a) destaparse los pies para taparse la cabeza, o dicho en otro sentido, por tratar de sumar votos de centroderecha en un distrito clave, perder los votos de aliados de centroizquierda en el mismo distrito (y en otros). El GEN de Margarita Stolbizer y el socialismo de Hermes Binner le vienen marcando la cancha en los últimos días al diputado radical, con lo cual tiene que medir con cuidado si gana más de lo que pierde en un acuerdo con de Narváez, o si puede perder más de lo que gana; b) los acuerdos de cúpula (la oferta electoral) no siempre se traducen en sumatoria lineal de votantes (la demanda) c) de Narváez versión 2009 no es lo mismo que de Narváez versión 2011, el empresario también sufrió un desposicionamiento relativo cuando en 2010, envalentonado con su triunfo frente a Néstor Kirchner en las legislativas del 2009, trató de instalarse como precandidato presidencial. A su favor cuenta que tomó conciencia del error y se replegó nuevamente en la provincia.

5 comentarios:

  1. Revisando lo que son las redes sociales me encontré con una noticia que para mi gusto me pareció complementaria con la que leí anteriormente en clima de opinión.
    El Ministro del Interior Florencio Randazzo afirmó hoy a la redacción de Perfil.com que está dispuesto a “ir donde Cristina le pida” en caso de que se postule y sea reelecta en las elecciones presidenciales.
    También afirmo que la presidenta esta pasando por un mal momento y que hay que darle tiempo y que ella le haría un gran favor al país si vuelve a ser reelegida.
    Entonces leyendo estas líneas más la suma de lo de clima de opinión me preguntaba cual seria el motivo clave por lo que los argentinos volverían a elegirla a Cristina. Me surgen miles de respuestas; quizás será vulnerabilidad (tas la muerte del ex presidente Néstor Kichner), o talvez en estos 4 años su mandato fue correcto en cuanto a las acciones que realizo por el pueblo o talvez porque los demás candidato no cuentan con los atributos necesarios para ser designados.
    Lo cierto es que Randazo en su testimonio afirmo que la oposición “habla demasiado y critica demasiado al Gobierno y cuando uno tiene demasiado para criticar es porque tiene poco que hablar de lo propio”.
    Y por ultimo concluyo diciendo que la oposición carece de candidatos porque no tiene propuestas, están vacíos de ideas.
    Lo cierto es que Cristina Fernández cuenta con fuertes pilares que están dispuestos a colaborar en su segundo mandato será cuestión de ver si el pueblo también suma para fortalecer esos pilares 4 años mas.

    PERALTA CARLA
    3º AÑO (TM)

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  2. Gracias por tu aporte, Carla! Veremos cómo sigue la historia...

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  3. Creo que más allá de los datos que prueban que Cristina, en caso de presentarse a la reelección presidencial, ganaría en primera vuelta, lo más grave es pensar en la ausencia de una oposición. Tengamos en cuenta que no hace 4 años que nos gobierna un K, sino 8, el primer mandato con Néstor y luego Cristina, más de lo mismo. No puede ser que en un país en donde la política puja constantemente, no haya, desde hace 8 años, una oposición con propuestas coherentes y no utópicas y surrealistas como las que hay en la actualidad.
    Me da verguenza y bronca no tener a un líder a cual seguir, porque ninguno, ni siquiera desde la propuesta, me inspira confianza.

    Ana D'Atri (5° TM)

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  4. Facundo Battaglino -Cup-9 de mayo de 2011, 18:04

    Desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta lo propuesto con el blog más sumado al aporte de los comentarios, coincido con el realismo que presenta nuestra oposición. No es clara, no está definida, no tiene propuestas, y sobre todo, rige su política en la crítica al oficialismo como eje principal.

    Por otra parte, no hay mejor campaña política para Kristina que inaugurar obras y más obras en el período pre electoral. En la retina de los electores quedan realidades plasmadas, y no simples promesas que saben que nunca se van a cumplir.

    Aunque la mayoría de las medidas que tomó el gobierno en los últimos meses fue de índole populista, algunas fueron correctas y necesarias, y ello lleva a que un pueblo conforme que recibe y recibe sin necesidad de sacrificio, logra aumentar la imagen y terminar el mandato con una suba en la imagen positiva.

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  5. Ana y Facundo, concuerdo con su visión de la oposición. Coincido asimismo con que la estrategia del gobierno es hacer campaña sin declararla, en el marco de la misma gestión, y que sin duda hay aciertos que favorecen su desempeño en las encuestas.
    Saludos!

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