lunes, 8 de agosto de 2011

Lecturas de Córdoba (1)


A principios del mes de julio, en una columna para revista Matices, escribíamos lo siguiente:

"Desde el retorno de la democracia en 1983, el radicalismo gobernó durante cuatro gestiones consecutivas: tres de Eduardo Angeloz (1983-87, 1987-91, 1991-95) y una de Ramón Mestre (1995-99). Casi 16 años de gestión radical prueban que el cordobés no cambia fácilmente el signo político en el poder: aun en plena crisis provincial (1995) votó una figura de recambio en la UCR (Mestre), considerando que no había condiciones para cambiar de partido (sí en 1998, con De la Sota)".

"En 2011, De la Sota juega como postulante de un oficialismo que lleva 12 años en el poder (y va por 16, con lo que igualaría a la UCR). Como el radicalismo en 1995, apuesta al recambio, pero con un ex gobernador (figura conocida). Aguad, a su turno, repite la candidatura de 2003, no siendo una figura nueva, aunque sí menos conocida. Ambos cuentan con un capital político crucial: una estructura partidaria extendida en toda la provincia, algo de lo que Juez –de los tres, la figura de relativa novedad en la política cordobesa- carece. El juecismo es una fuerza personalista, con una presencia testimonial en gran parte del interior provincial: una clave de la elección es que más de 200 municipios y comunas votarán intendente junto con gobernador el 7 de agosto (el 20 por ciento del padrón); en muy pocas de ellas el juecismo tiene candidatos competitivos, por lo que depende de la tracción que ejerza la figura de Juez, lo que le resta chances en una provincia que, la historia lo prueba, no cambia fácilmente".

"Ensayaremos una instantánea del inicio de campaña: De la Sota al frente, figura conocida, con la fortaleza de la estructura partidaria y aupado por la gestión de Schiaretti (que, en términos de opinión pública, termina mejor de lo que empezó); Juez segundo, a caballo de su figura mediática, apostando a capitalizar la expectativa de cambio, pidiendo revancha del 2007; Aguad, tercero"

"Es de manual que una clave de toda definición electoral pasa por el sentido en que se definan los electores indecisos y enojados. En este caso, el foco está en el modo en que voten los electores de ese segmento que en 2009 eligieron la lista kirchnerista".

Sobre sondeos prelectorales, el 65% de quienes en 2009 votaron por el candidato kirchnerista Eduardo Accastello mostraban intención de voto por José Manuel De la Sota en la elección a gobernador. Sólo el 14% a Luis Juez, y apenas 7% a Oscar Aguad. Un 10% se mostraba indeciso, 2% no se inclinaba por ninguno de los candidatos, y 2% por otros candidatos.

De este dato surge claramente el acierto de la estrategia oficialista de desactivar la amenaza de una lista kirchnerista de cuño PJ, que si bien no tenía chances de ganar, sí podría haber complicado las chances de continuidad en el poder (recordar que en el 2009, en el peor momento del kirchnerismo, el FPV con Accastello rozó el 9% de los votos en toda la provincia). Sin esa amenaza, el oficialismo pudo contar con gran parte de esos votos, y a la vez avanzar sobre otros segmentos electorales, incluso indecisos y hasta votos críticos del kirchnerismo, como los del campo, redondeando así una contundente victoria.

Ese mismo dato pone de relieve también el error de Juez, que no entendió que necesitaba de una buena parte de esos votos para sostener chances de ganar en una provincia en la cual su armado político era débil. Si bien en un momento el candidato del Frente Cívico amagó con revisar su visceral antikirchnerismo del 2009, volvió a insistir con su perfil netamente opositor al gobierno nacional después del exiguo triunfo de Bonfatti, delfín de su referente político nacional Hermes Binner (ese domingo 24 de julio, Juez declaró que cuando venciera en Córdoba daría un discurso todavía más duro contra Cristina que el que pronunció Binner) y apostó también a colectar por centroizquierda (MST, Proyecto Sur) votos antikirchneristas. No le resultó: en porcentual, sacó no sólo menos votos que en el 2007 en toda la provincia, sino que también retrocedió respecto de las legislativas del 2009. En fin, Juez no entendió que el contexto del 2011 es distinto al del 2009, y pagó caro ese error de lectura del clima de opinión.

La veda de encuestas dispuesta por la justicia impidió la difusión de resultados de sondeos preelectorales, pero hoy ya ha trascendido, incluso en medios nacionales (caso El Cronista Comercial en su edición de esta jornada) que Delfos fue la que más cerca estuvo del resultado de ayer, al pronosticar 42 puntos para el peronismo cordobés.

Delfos también realizó un operativo de mesas testigo, sobre 223 mesas en toda la provincia, con lo que a partir de las 22.50 hs del domingo 7 de agosto, comunicó el triunfo de UPC con el 42,54 % de los votos destinados a José Manuel De la Sota, un 29,70% para Luis Juez – FC y un 22,88% para Oscar Aguad-UCR. Los resultados del escrutinio resultaron casi exactos a la medición de las mesas testigo con un margen de error teórico del 0,3 % y un margen de error real del 0,1 %.

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