miércoles, 21 de diciembre de 2011

Perspectivas políticas sobre el cierre del 2011: Argentina


Según la última encuesta de Isonomía Consultores, la imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández se ubicó en 60,7% en noviembre (con una merma de 3,8 puntos porcentuales respecto de la medición anterior, que entra técnicamente dentro del error muestral) y según las tendencias preliminares cerraría en diciembre con un 61%.

Las mediciones son posteriores a los anuncios sobre la quita de subsidio en los servicios públicos y las restricciones a la compra de divisas, dato que fue evaluado por el director de la consultora Rodrigo Martínez como una confirmación de que el único rival serio para la Presidenta luego de los resultados de octubre es por ahora la economía”. "Será decisivo esperar a marzo, cuando arranca el año político, para evaluar el efecto de las medidas económicas sobre la imagen: “mientras la situación económica personal acompañe, la imagen se mantendrá alta” pero “si la gente ve que se achica su bolsillo cae el optimismo en el modelo”. “El gran desafío del gobierno será que no caiga el poder adquisitivo de la gente, esto es, evitar que los salarios de la gente aumenten menos que los impuestos y la suba de precios”", remarcó el consultor.

Según los datos de Isonomía, “un 40% de quienes hoy aprueban la gestión de Cristina lo hacen por optimismo vinculado a los aspectos económicos del "modelo K", más que por una identificación plena desde lo ideológico, elemento que habla de la volatilidad de esa adhesión (y que en alguna medida permea en las diferentes intensidades de calificaciòn, ya que un 22% dice tener "muy buena" imagen de su gobierno, en tanto que un 39% afirma tener una imagen "buena"). A nivel geográfico, según la imagen positiva de la Presidenta alcanza en el Gran Buenos Aires al 69% de la población, mientras que en la Capital y el interior del país mantiene un nivel de 52% y 56%, respectivamente. En diciembre, Cristina registra una mayor imagen positiva entre aquellas personas con instrucción primaria y secundaria (67% y 60%) que entre los que cuentan con instrucción terciaria o universitaria (55%).

Aun así, la Presidenta cierra el año con una imagen positiva alta, e incluso mantiene el primer lugar del ranking entre los principales dirigentes políticos del país, mientras que el gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli continúa ubicado como el segundo dirigente mejor evaluado del país (60,1%). Por su parte, el jefe de gobierno de la Capital y líder del PRO Mauricio Macri se sostiene como el tercer dirigente del país en términos de imagen favorable, con 55,6%.

A 10 años de la crisis del 2001, sin duda uno de los diferenciales del kirchnerismo ha sido la reconstrucción de la legitimidad de la autoridad presidencial en términos de opinión pública (del 22% de los votos de Néstor Kirchner en 2003 al 54% de Cristina en 2011) y la recuperación de la política como discurso ordenador, con una línea de política económica heterodoxa que, sin embargo, enfrenta crecientes desafíos no sólo por falencias de su consistencia interna sino también por los cambios en el contexto internacional.

Los cambios que pueda introducir en esa línea ("sintonía fina" para los adherentes al proyecto, "ajuste disfrazado" para sus detractores) difícilmente alteren el modelo en lo sustancial, aunque es evidente la necesidad de recuperar aspectos virtuosos de su formulación original que fueron erosionándose en los últimos tiempos, como los superávits gemelos y el dólar competitivo. Es por eso que uno de los focos de la nueva gestión pasa por la necesidad de reforzar la inversión, y ahí entra el acercamiento con los industriales, sin desmedro del papel regulatorio del Estado que no sólo ha sido confirmado sino reforzado, incluso con formas institucionales que con frecuencia generan (justificadamente) polémica.

Son muchos desafíos: sostener el crecimiento económico, mejorar la inclusión social, atender las demandas emergentes (seguridad, trabajo formal, calidad educativa y sanitaria). Además, capear la crisis sin recaer en las recetas que siempre criticó, mantener capacidad persuasiva para que el sector empresario no recorte salarios (de ahí el énfasis por moderar el porcentaje de aumentos para 2012) no achique personal ni retire dividendos a un ritmo elevado para el actual contexto de volatilidad global. Pragmatismo y adaptación, más que un "giro a la derecha", como se lee desde parte del espectro ideológico nacional. Con todo, sin dudas las tensiones serán inevitables, y la clave del éxito en la nueva etapa del kirchnerismo pasará por cómo la intervención estatal articule demandas que pueden chocar entre sí y medie entre intereses contrapuestos, no con "neutralidad" sino atendiendo al bienestar general.

2 comentarios:

  1. La nota dice que la presidenta sigue siendo la primera en el ranking en cuanto a imagen positiva, destacándose que tiene 60,7%, mientras que la de Scioli es de 60,1%. ¿Esto no vendría a ser un empate técnico? Si bien no se dice el error muestral de esta encuesta, en el primer párrafo se aclara que la merma de 3,8 puntos en su imagen con respecto a una encuesta anterior entra dentro del error muestral. Hasta podría haber un triple empate entre los políticos y su imagen positiva, ya que Mauricio Macri es señalado con un 55,6% y con un error de poco mas de 2,5 ya se estaría hablando de una diferencia que entraría dentro del margen de error.

    ResponderEliminar
  2. Hola Tomás! Primero que nada, esta entrada es de hace tiempo... segundo, en la jerga se habla de empate técnico cuando la variable que se mide es asimilable a una situación competitiva: por ejemplo, intención de voto (si voto por uno no voto por el/os otro/s), preferencia de marcas, etc. En imagen no hay esa situación competitiva: un encuestado puede tener imagen positiva de más de un dirigente a la vez. Dicho esto, en este set de imágenes efectivamente están muy parejos. Saludos!

    ResponderEliminar