martes, 16 de septiembre de 2014

Precandidatos, escenarios y sumatorias de intención de voto (2)

Cerrábamos el post anterior citando a Mariel Fornoni, directora de Management & Fit, que evaluaba que un frente entre el FAUNEN y el PRO no suponía un salto en términos de competitividad electoral para esa entente. Otros analistas coinciden con esa apreciación: Hugo Haime, titular de la consultora homónima, afirmó que  “según una encuesta que acabo de terminar, el electorado no está pidiendo que se unan todos. Eso se pedía contra Cristina Kirchner en el 2013 y Sergio Massa ya le ganó en octubre pasado”, dijo a El Cronista. De acuerdo a este consultor, las fórmulas del estilo Macri-Cobos no sólo no suman, sino que debilitan las candidaturas del PRO y UNEN, reduciendo la carrera electoral a una competencia entre Massa y Daniel Scioli. 

Peor todavía, según el sondeo de Haime, un acuerdo de esa naturaleza (en tanto que percibido como contra-natura para un gran segmento de su electorado potencial) resta más de lo que suma. “Cuando uno mide posibilidad de alianza del PRO con UNEN, cae Macri”, agregó. Su explicación es la siguiente: “la gente no tiene la lógica peronismo-antiperonismo que plantea Carrió. La diputada confunde al electorado antikirchnerista con el antiperonismo y Macri tiene votos peronistas. Es por eso que el planteo no funciona”. Se evalúa que, acusando recibo de esas cifras, la UCR –el partido con mayor poder territorial dentro del frente FAUNEN– autorizó sólo la negociación de alianzas provinciales y municipales con el PRO, que ya están en marcha (el triunfo de ese frente en Marcos Juárez, con una lista encabezada por Pedro Dellarrossa, hijo de un líder del tradicionalmente fuerte vecinalismo de esa localidad cordobesa, fue el primer ensayo exitoso en esta materia). Dentro de la UCR, su titular, Ernesto Sanz, representa el ala más acuerdista pro-PRO (junto a Elisa Carrió, de la Coalición Cívica) en tanto que el radical mendocino Julio Cobos, el socialista Hermes Binner y “Pino” Solanas (los demás potenciales “presidenciables” de ese espacio) se muestran reacios al macrismo. 

En medio de esta discusión, interesa retomar una polémica que transitamos hace un tiempo y que hoy atraviesa el mundillo o el ancho mundo (dejamos la metáfora a gusto del lector) de las encuestas. Para etiquetarla, diremos que es la polémica de la “patria consultora” vs “los colegas que dicen cualquier cosa”. Simplificaremos los términos de la discusión procurando no traicionar la sustancia de los argumentos: los referentes de la primera posición sostienen que las encuestas que circulan son meras operaciones, que carecen de credibilidad, que miden candidatos  no oficializados y que apuntan básicamente a instalar como “inevitable” una pelea entre tres candidatos, a saber Daniel Scioli por el FPV, Sergio Massa por el Frente Renovador y Mauricio Macri por el PRO, relegando así a otros potenciales precandidatos del FPV y a todas las figuras del FAUNEN de la pelea principal por la presidencia en 2015. Una parte importante del argumento pasa por el hecho de que las encuestas se concentran en esas figuras y subestiman el peso de las estructuras partidarias más fuertes a nivel nacional, que claramente son el FPV y el FAUNEN (como agregado del radicalismo, el socialismo y fuerzas menores como Proyecto Sur, Coalición Cívica y Libres del Sur, entre otros). Asimismo, en esta posición es central la crítica contra mediciones que ponen a Scioli en situación competitiva cuando es sabido que sectores del kirchnerismo (en especial el “duro”) resisten su figura. Julio Burdman (con quien debatimos recientemente en este blog) y el consultor Artemio López son referentes importantes de esta posición. En su blog, López ha desarrollado profusamente su posición, con argumentos atendibles, uno de los cuales, aunque no el más reciente, es que no es cierto que Scioli esté en el podio de los 3 candidatos con más intención de voto, dado que no puntea (de acuerdo a encuestas que López no cita) ni en Capital Federal, ni en provincia de Buenos Aires, ni en Córdoba (los tres distritos electorales de mayor peso relativo), ni en Mendoza, por caso. 

En el otro bando están todos los consultores que publican y difunden los resultados de sus estudios y que periódicamente citamos en este blog, como Julio Aurelio (Aresco), Carlos Fara, Poliarquía, M&F, Hugo Haime, Polldata, y siguen las firmas. En sus estudios, estos consultores miden escenarios de intención de voto, en los que se indagan alternativas que se someten a los encuestados, y que con bastante frecuencia citamos y discutimos en este blog. Ciertamente, todos estos estudios tienden, con matices, a confirmar un podio con los tres candidatos citados: Scioli, Massa, y Macri, con variaciones respecto al orden entre ellos (en algunos casos, aparece adelante el gobernador bonaerense; en otros, el líder del Frente Renovador; en otros, hay empate técnico entre los dos primeros, y en otros, incluso entre los tres precandidatos). 

¿Cuál es nuestra posición respecto a esta polémica? Aquí va: 1) es cierto que puede resultar sugestiva la coincidencia entre consultoras en el podio de candidatos  y que el uso propagandístico de las encuestas es un hecho 2) no obstante, esa coincidencia también puede deberse a la combinación entre una metodología de medición de la intención de voto que gira sobre los candidatos más que en torno a los sellos, lo cual no es un defecto; de hecho, en las últimas décadas el foco está puesto más en la política personalizada (en rigor, cuando se mide intención de voto se usan reactivos donde el nombre del candidato se acompaña con la sigla del partido o fuerza a la que representa) 3) efectivamente esa forma de medir pone al partido en segundo plano 4) medir candidatos en escenarios probables es absolutamente legítimo; en sentido contrario, esperar a que estén definidos los candidatos de cada espacio paralizaría las mediciones hasta demasiado cerca de la fecha de elecciones, con lo cual se resiente el uso estratégico de las encuestas, no sólo el propagandístico (que es el de menor interés científico, por otra parte) 5) es cierto que a tanto tiempo de la elección el valor del pronóstico es bajo; justamente por eso, se mide continuamente, y cuando se oficializan los candidatos, se despeja el panorama 6) la crítica a medir candidatos no oficializados aplica a Scioli y a las figuras del FAUNEN, pero no al PRO y al Frente Renovador, que es impensable que compitan con otros candidatos que no sean Macri y Massa, respectivamente, aunque sí puede suceder que alguno de ellos se “baje” de la carrera eventualmente, por la razón que sea 7) que el FPV y el FAUNEN no tengan candidato oficializado es un problema para las mediciones, que sólo puede resolverse, en tanto no haya candidato único del FPV, midiendo escenarios; a nadie sensato se le puede ocurrir un planteo del tipo “hay que esperar y medir después de que pasen las PASO” (recién en agosto del 2015) 8) es cierto que Scioli no ha sido ungido por el FPV, pero tampoco ha sido vetado; por lo tanto, se lo puede medir como precandidato de ese espacio en los escenarios, y después se verá 9) otro tanto puede decirse de Cobos y Binner, que son los más medidos como alternativas en el FAUNEN, presumiblemente porque son los de mayor intención de voto en ese espacio 10) al argumento problematizador de Scioli precandidato "inevitable" del FPV es una quimera porque no gana en CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza (de acuerdo a encuestas que no sabemos si son las que desde esa misma postura se ponen en tela de juicio, o desde mediciones alternativas no publicadas), pueden oponerse las siguientes preguntas: ¿Y dónde gana Taiana? ¿Dónde gana Rossi? ¿Dónde gana Urribarri? Dónde gana Domínguez?, ¿Dónde gana Randazzo?, etc, etc.

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