Luego de comentar los datos que citábamos en el post anterior, el consultor Carlos Fara pasa a analizar las consecuencias que, a su entender, puede tener el caso Nisman para el escenario electoral de 2015. “Lo que seguro ocurrirá es que se instalará un clima negro, pesado, pesimista, con demanda de oxigenación ética e institucional. Algo así como: “y encima de todo aparece muerto Nisman, el poder no tiene límites”. Se consolida la demanda de cambio. ¿Baja la imagen de CFK? Seguramente. De todos modos, como siempre decimos, no hay que mirar la foto sino la película. Habrá que ver cuánto dura una eventual baja. ¿Esto le hace perder votos al oficialismo? En el corto plazo sí. De acá a agosto veremos. Probablemente no afecte mucho al núcleo duro. Lo más probable es que esto le termine de cerrar el techo al kirchnerismo, enterrando sus posibilidades electorales”. Así, vemos que Fara evalúa el hecho como desfavorable para el oficialismo, aunque matiza su impacto a largo plazo, y duda de que erosione al segmento pro-K (que oscila, como hemos visto en varias entradas, en torno al 30-33% del electorado).
Un segundo punto que se discute en la coyuntura tiene que ver con si el hecho es o no una bisagra en términos de opinión pública (inmediatamente) y en cuanto a su eventual traducción en actitud y comportamiento electoral (mediatamente). Esto, con todas las salvedades que marcamos en el primer post de este tema respecto a los límites y sesgos que puede acarrear medir en contextos estacionales y además enrarecidos. Veamos qué dice Fara: “¿Esto es un antes y un después? No electoralmente. La demanda de cambio viene desde hace 2 años y medio al menos. Insisto: consolida lo pre existente”. Aquí, la lectura del consultor es de refuerzo de las tendencias previas (a los lectores familiarizados con la teoría de la comunicación quizá esto les haga evocar la síntesis de los efectos de los medios según Klapper), más que de modificación; por lo tanto, él no detecta una bisagra.
A continuación, Fara se pregunta como consultor si el caso Nisman favorece a algún opositor en especial. “Difícil. El tema es muy delicado, y es muy dificultoso sacar ventaja de esto. Ante el menor atisbo la sociedad reaccionaría muy negativamente. Por eso todas las expresiones opositoras relevantes han sido sobre todo institucionales y sintonizando con el estado de ánimo popular, pero con cautela en cuanto a la causa en sí. El gran perjudicado es Scioli: solo pudo expresarse con un comunicado de prensa de circunstancia, alejado de los medios. No es lo que la gran mayoría espera de un líder. Siempre le pasa algo: ahora que la economía se había aquietado, se muere Nisman. La presidenta está en el centro de la escena y no lo abandonará jamás. Ella siempre será la referencia del oficialismo. Sea desde el atril o desde las redes sociales”.
De la lectura se sigue que la evaluación de Fara es que el gobernador bonaerense Daniel Scioli resulta perjudicado por el caso Nisman en términos de pérdida de visibilidad respecto de CFK; nada dice el consultor respecto a si el hecho lo impacta en términos de “precandidato oficialista”. Aquí, planteamos una discrepancia con respecto a Fara: el primer efecto inmediato que tuvo la muerte de Nisman fue suspender las acciones de campaña de todos los precandidatos a las presidenciales de 2015. Esto, que a primera vista los afecta a todos por igual, tiene impacto diferencial, en rigor, porque no todas las figuras con aspiraciones a competir este año cuentan con el mismo nivel de conocimiento e instalación (para no hablar de la intención de voto). Por lo tanto, ese efecto suspensivo (seguramente transitorio, pero no podemos saber todavía cuánto durará) perjudica más a las figuras menos conocidas, y por consiguiente beneficia (por efecto de contraste) relativamente a las más instaladas: Segio Massa (Frente Renovador), Mauricio Macri (PRO), y el propio Scioli (FPV), toda vez que es el más conocido de los precandidatos del espacio pan-oficialista (los cuales, además de correr desde atrás en las encuestas, en estas semanas debieron frenar sus acciones de campaña).
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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