Adelantábamos en la entrada anterior que los números del consultor
Carlos Fara discrepaban de los de M&F y Aresco en un punto clave del
escenario electoral: la performance de Sergio Massa. En intención de
voto para las primarias nacionales (PASO), Fara tiene a Scioli con 26% y a Massa
y Macri empatados en 22%. Al igual que en los estudios de Management & Fit
y Julio Aurelio, Scioli ocupa el primer lugar, pero el segundo está disputado
entre el tigrense y el líder del PRO, disputa que en aquellos dos estudios
estaba saldada con amplitud a favor del jefe de gobierno porteño. Es decir,
mientras las de M& F y Aresco (entre otras investigaciones) arrojan un escenario de franca apertura de la boca del
yacaré (consolidación de Macri y Scioli a expensas de Massa), el de Fara aún muestra un escenario del tipo “too close to call” o
empate técnico entre el tigrense y el porteño.
En ese marco, Fara también realiza un par de consideraciones relevantes
para el escenario electoral general. “Lo que está pasando en las elecciones
anticipadas no es tendencia de las presidenciales: en cada distrito viene
sucediendo lo esperable, y habrá varios cambios de cara a agosto. 2. No hay ola
amarilla: Capital y Santa Fe van dentro de lo esperado. Mendoza no es de nadie
en particular, solo de los radicales locales. En Salta y Neuquén el PRO quedó
fuera de la discusión. Esta es una historia con muchos capítulos. Conviene no
apresurarse a sacar conclusiones definitorias sobre quién será el próximo
mandamás desde Balcarce 50”. Con este
planteo, refuerza el escenario del tipo “too close to call”, punto en el que se desmarca francamente de las
proyecciones reportadas por la mayoría de los demás consultores, que muestran
al tigrense rezagado de la carrera presidencial y superado visiblemente por
Scioli y Macri. En el evolutivo de Fara, Massa está visiblemente estancado: en
agosto de 2014 alcanzó su pico, con 24,6%; en noviembre de 2014, 23,5%; en enero
de 2015, 23,9%; en marzo de 2015, 22%, cifra que repite en abril. Si miramos la
serie evolutiva, hay una baja de 2,6 puntos porcentuales en las mediciones de Massa; en cambio, la suba de Scioli es constante y Macri alterna subas con mesetas, pero nunca baja. Sin embargo, al haber un error
muestral de casi dos puntos (+-1,8%) no podemos hablar estadísticamente de un
descenso del tigrense, sí de un amesetamiento.
Aun así, una mirada a la coyuntura favorece
las percepciones de una debilidad creciente de Massa en el escenario
competitivo. El acercamiento al gobernador José M. De la Sota es un
reconocimiento tácito de debilidades (recíprocas) en procura de reinstalarse en
el escenario mayor (del mismo modo que el acercamiento entre Macri y la UCR
cuando eran Massa y Scioli los que punteaban las encuestas); además, la continua
merma de dirigentes dentro del armado político del tigrense, con pases hacia el
PRO y el FPV, no son neutros en términos de impacto electoral. Desde el vamos,
hay que recordar que el rutilante éxito del tigrense en las legislativas del
2013 en la provincia de Buenos Aires (en las que redondeó un contundente 44% de
los votos) se dieron en un escenario en el que el PRO tributó al Frente Renovador (el macrismo no llevó lista propia). El tigrense ya no cuenta con ese beneficio de inventario, pues ahora él y Macri son competidores por la
presidencia. Esto anticipa que Massa no puede repetir esa exitosa performance
en la provincia que sigue siendo su bastión electoral, habida cuenta de su
debilidad relativa en el resto del país.
Así, resulta pertinente un ejercicio
periodístico de Perfil que procura medir en votos la potencial merma de Massa
en ese distrito atribuible a la fuga de dirigentes (cálculo que puede complementar contextualmente las encuestas de intención de voto presidencial en
ese distrito). Veamos esos datos: “Sergio Massa obtuvo su contundente
triunfo electoral de 2013 gracias al apoyo de los
intendentes del conurbano
bonaerense. A pesar de los festejos, en estos dos años, cuatro de ellos
abandonaron el Frente Renovador. El primero fue Sandro Guzmán (Escobar), luego vino el portazo de
Gustavo Posse (San Isidro) y en la última semana se sumaron Jesús Cariglino
(Malvinas Argentinas) y Darío Giustozzi
(Almirante Brown). Estas pérdidas para Massa significaron un
caudal de 397.678 mil votos menos si
las los resultados electorales fueran como en 2013, un gran
porcentaje de los casi 4 millones que obtuvo en toda la
provincia de Buenos Aires. Es el 10 por ciento. El conurbano bonaerense tiene 28 municipios con casi siete millones y medio de
electores. Representa un 27 por ciento del padrón nacional y más del 70 por ciento del bonaerense.
En 2013, Massa logró el 43,95 (3.943.056) por ciento de los votos del total de
la provincia. ¿Cómo le fue a sus ahora exaliados? Guzmán obtuvo el 43.78 por ciento, 58.637
votos en total. Hace unos meses deicidó volver al Frente Para la Victoria
(FPV). En Malvinas Argentinas, Cariglino arrasó con el 59.46 por ciento con
106.796 votos. Todo parece indicar que ese caudal irá al PRO, que busca una
alianza con el barón del conurbano. En San Isidro, Posse le dió
al FR 105.735 votos, con el 52,95 por ciento y se supone que también
iría con el partido de Mauricio Macri. El domingo, Giustozzi avisó que se iba.
El flamante exmiembro del FR obtuvo el 40.08 por ciento, 126.510 votos y ahora
volvería al FPV”.
Gastón Ignacio Paredes Giovanna - Colegio Universitario de Periodismo. Hola profe, me cambié de turno por cuestiones laborales, acá le adjunto el TP que me avisaron mis compañeros de la mañana que debía hacer. Saludos
ResponderEliminar1- Se puede decir que la encuesta de Fara apunta a un empate técnico o “too close o call”, puesto que no se puede determinar un ganador concreto ya que no existen grandes diferencias entre los candidatos. En la misma encuestan plantean que de cara a las PASO, Daniel Scioli alcanza 26%, Mauricio Macri 22% y Sergio Massa 22%, por lo que estarían técnicamente empatados.. Esto determina que la diferencia entre Scioli que estaría primero y Macri y Masa en segundo con una diferencia de tan sólo 4 puntos. ,
A esto se le debe agregar que el error muestral es de + - 1,8 por lo que de acuerdo a éste podríamos determinar que las variaciones podrían ser positivas o negativas. Entonces la diferencia entre ambos candidatos que estarían en segundo lugar sigue siendo muy acotada.
Pero este no es el único problema, puesto que si estos fueran exactamente los resultados que se trasladaran a las elecciones oficiales, hablaríamos de una segunda vuelta, porque el candidato que tiene mayor porcentaje, no está concentrando, según lo que indica la Constitución Nacional, más del 45% de los votos afirmativos, y por otra parte, tampoco obtendrían el 40% de los mismos con una diferencia del 10% entre el primer candidato y el segundo.
Aún más un agravante inminente es la escasa diferencia entre los candidatos que se disputan el segundo puesto.
2- Para entender la fuga de votantes que tuvo Masa, a partir de los ex aliados que decidieron alejarse del frente renovador, decidí tener como datos importantes lo siguientes:
Elecciones de 2013 de Sergio Masa: Obtuvo el 43,95% de los votos del total de la provincia, lo que representa un total de 3.943.056 votantes.
De allí decidí restarle los valores que aportaron cada uno de los ex aliados al valor total. Por ello es que resté 397.678 votantes, que representan a los 58637 que corresponden a Guzmán (se irían al FPV); los 106.796 votantes que se atribuyen a Cariglino (se irían al PRO); los 106.796 de Posse (se irían al PRO); y, finalmente los 126.510 de Giustozzi que se irían al FPV.
A partir de esos datos es que aplico una regla de tres simples entendiendo que si 3.943.056 votantes, correspondían al 43,95%, 3.545.378 (que resultan de restarle a 3.943.056 los 397.678 votantes que se fueron con lo ex aliados, imaginando que todos los seguirían), representa al valor “X”. Este cálculo me da que el total de caudal de votos que debería tener Masa en la Provincia de Buenos Aires es del 39,52%.
Romero, Pía. Colegio Universitario de Periodismo. Profe le adjunto el trabajo práctico.
ResponderEliminar1- En la encuesta de Carlos Fara, el candidato presidencial Daniel Scioli se encuentra a la cabeza con un 26 % en la intención de voto, mientras que en segundo lugar se ubican Sergio Massa y Mauricio Macri empatados en un 22%. Para otras encuestadoras esta diferencia entre Massa y Macri es mucho más amplia a favor del líder del PRO.
Se habla de un escenario too close to call o empate técnico porque se trata de una situación en la que es realmente difícil deducir sus resultados. La imposibilidad de definir un ganador no significa que no lo haya. En este caso particular las diferencias porcentuales entre los candidatos son muy amplias. Entre el primero y segundo lugar hay una distancia de 4 punto y entre el segundo y tercer puesto están igualados. Teniendo en cuenta el error muestra de +- 1,8 se podría determinar si las variaciones serán positivas o negativas.
Respecto a esto Fara afirma: “Lo que está pasando en las elecciones anticipadas no es tendencia de las presidenciales: en cada distrito viene sucediendo lo esperable, y habrá varios cambios de cara a agosto…”, “Conviene no apresurarse a sacar conclusiones definitorias sobre quién será el próximo mandamás desde Balcarce 50”, reconfirmando el escenario.
Los términos “empate técnico” o “too close to call”, son utilizados para mostrar una igualdad en la disputa electoral entre los candidatos. El empate técnico se da a nivel método, es decir que, de existir efectivamente se presenta en el método de estimación, pero no necesariamente en la realidad. De acuerdo al diseño muestral y el porcentaje de error teórico va a depender la distancia que establezca la diferencia y el empate técnico.
La implementación de estos términos tiene su finalidad en tratar de igualar a los candidatos que encabezan las preferencias electorales y evitar la adhesión del resto del electorado al candidato que ya aparece como ganador seguro (efecto bandwagon). Se busca mantener la competitividad.
2- La fuga de dirigentes del Frente Renovador, le significó a Massa una pérdida de 397.678 votos (Guzmán con el 43.78 por ciento, 58.637 votos ; Cariglino con el 59.46 por ciento, 106.796 votos ; Posse con el 52, 95 por ciento, 105.735 votos y Giustozzi con el 40.08 por ciento, 126.510 votos), lo que representa un 10 por ciento de aquel 43,95 que lo coronó como ganador en 2013.
Para sacar la intención de voto actual de Sergio Massa podríamos decir que a los 3.943.056 votos (43,95%), le restamos los 397.678 votos que suman en total sus ex aliados del partido y que por ende no tributan más a favor del Frente Renovador, obteniendo un total de 3.544.378 votos del electorado que aún le quedarían. Este resultado, después de aplicar una regla de tres simple, representa el 39,52 por ciento, que sería el porcentaje de votos con los que debería contar el tigrense.
Gracias por sus aportes! Una aproximación alternativa a la de restar valores absolutos (que es correcta), es tomar los valores relativos así: si obtuvo 43,95% y perdió 10%, tenemos 43,95% -4,395% = 39,55%. Saludos!
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