lunes, 16 de julio de 2018

Un malestar socioeconómico que no cede

Con el dólar oscilando en torno a los 28 pesos en los últimos días después de amagar con llegar a los 30, el gobierno nacional se aferra a la esperanza de que si esa moneda encuentra un techo más o menos estable su propia imagen puedan encontrar un piso (a partir del cual pueda rebotar o, al menos, mantenerse). En el posteo anterior citábamos una encuesta de la consultora Ricardo Rouvier realizada entre el 2 y 18 de junio sobre un total de 1.200 casos a lo largo de todo el país, del cual extraíamos el dato evolutivo de la imagen de CFK. Ese estudio, que también incluía una serie evolutiva de la imagen del presidente Mauricio Macri y de su gestión de gobierno, sugiere cierta correlación entre la variación del dólar y la variación de imagen del presidente. La negativa en junio se estabilizó en casi 59%, mientras que la positiva lo hizo en torno al 37% (ver datos arriba; click para agrandar). En ambos casos, las variaciones no son estadísticamente significativas respecto a la medición anterior, por lo cual si bien existe una cierta consistencia entre las oscilaciones de la imagen y del tipo de cambio, son demasiado tenues como para hablar de una correlación estadística estricta (ver datos abajo; click para agrandar). 




En el plano de la gestión, los resultados son aún más desfavorables para el oficialismo: casi 62% (61,8%) tiene una opinión negativa, mientras que sólo un 33,1% mantiene una opinión positiva, guarismo que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por los Macri en la primera vuelta del 2015: 34,12% (ver datos abajo; click para agrandar). En los extremos, quienes consideran que la gestión de Macri en la Rosada es "mala o muy mala" alcanza casi el 41% (40,7%) mientras que quienes toman como "buena o muy buena" la gestión logra sólo el 18,4% (es decir, por debajo del núcleo duro de Cambiemos constituido por los votantes de Macri en las PASO 2015: 24,5%). En este marco, insistimos en que creemos en una cadena multicausal más larga y a efectos más mediatos que inmediatos en el tiempo, que podemos simplificar así: incertidumbre-crisis cambiaria-suba del dólar-pass through (pase a precios de parte de la devaluación)-inflación-malestar socioeconómico-desgaste político. Es decir, en la medida en que el malestar socioeconómico no ceda, no se puede esperar una estabilización de las variables de imagen del oficialismo. 




Esto también tiene una explicación en términos de política económica. El cóctel de medidas implementado por el gobierno para aplacar la crisis cambiaria toma la forma de un paquete procrastinador: las soluciones de fondo se demoran y a cambio hay una fuga hacia adelante que genera elevados costos en la economía real. La suba de tasas es el ejemplo más claro de una medida que profundizará el malestar socioeconómico que las encuestas vienen detectando desde hace meses. El sociólogo Carlos de Angelis evaluó que “el terremoto cambiario ocurrido en mayo y la decisión de recurrir al FMI colocan al país en un túnel donde se desconoce cuándo aparecerá la luz final. El túnel es el enfriamiento de la economía, un camino que ya se transita según las nuevas proyecciones que indican que el país crecería en 2018 entre 0,8 y 1,5% del PBI. El freno es producto de combinar la reducción de poder de compra de los salarios con la falta de interés de los empresarios para realizar inversiones frente a una tasa de interés del 40%”. Si observamos el evolutivo de Rouvier (ver datos debajo; click para agrandar) se advierte el efecto acumulativo del malestar socioeconómico en la erosión de la imagen de gestión a mediano plazo (ya que las variaciones medición a medición no suelen ser estadísticamente significativas, pero sí adquieren significatividad en la serie más larga). 




Sumando datos perceptivos que dan cuenta del malestar socioeconómico, un estudio de la consultora Gustavo Córdoba & Asociados realizado en junio mostró un amplio rechazo al manejo de la situación económica por parte de la Casa Rosada, con efecto "halo" en la imagen del “superministro” Nicolás Dujovne. Según el sondeo nacional, realizado mediante IVR sobre una muestra de 1.200 casos con un margen de error muestral de +- 2,83%, el 58,3% de los electores argentinos se expresó en contra del plan económico del Gobierno y sólo el 37,5% se expresó a favor (ver datos abajo; click para agrandar), un guarismo que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Mauricio Macri en la primera vuelta del 2015 (34,15%). 



En ese marco, el consultor Gustavo Córdoba evaluó que “se ve un gran disenso con respecto a la política económica y financiera de Mauricio Macri”.  En cuanto a la valoración de la figura del ministro, los resultados son más desfavorables. Aunque su peso específico en el gabinete creció con la crisis de cambiaria y la salida de ministros y otros funcionarios, su imagen negativa alcanza el 53%, contra sólo el 24,8% de imagen positiva (ver datos abajo: click para agrandar). En este caso, el acompañamiento retrocede desde casi el 38% que vimos en la variable anterior a un guarismo que está en el orden de magnitud del resultado obtenido por Macri en las PASO del 2015: 24,50%, es decir, el núcleo más duro de la Alianza Cambiemos. 




Sin embargo, es peor el resultado en términos de confianza: el 78% destacó no ver que el presidente Mauricio Macri tenga la situación económica bajo control y apenas un 12% consideró que Macri tiene el asunto controlado. “El conjunto de todos estos datos muestra no sólo un rechazo generalizado a la política económica, sino también una profunda desconfianza en la capacidad de la Casa Rosada”, agregó Córdoba. 




A su turno, un estudio realizado por la consultora Ideia/Big Data también detectó un fuerte pesimismo respecto a los objetivos del acuerdo con el FMI. El 64% no cree en las declaraciones emitidas por el organismo, sólo 4% sí cree en ellas y un 32% dijo no saber qué opinar (ver datos abajo; click para agrandar). Respecto a la promesa del gobierno de que el acuerdo protegerá a la población más vulnerable, el 44% no cree en ella y apenas el 19% sí (es decir, por debajo del núcleo más duro de la Alianza Cambiemos, del orden del 25%) y un 37% dijo no saber (ver datos al final; click para agrandar). 




Estos datos se articulan de manera consistente con el planteo que oportunamente hizo De Angelis: “desde el oficialismo se deberían morigerar los festejos por el acuerdo con el FMI. En este sentido también causaron perplejidad las declaraciones de esta semana del nuevo hombre fuerte del Gobierno, Luis `Toto` Caputo, cuando expresó que la corrida cambiaria `es lo mejor que nos pudo haber pasado. Esto nos obligó a ir a pedir el crédito al Fondo Monetario, que nos da mucha mayor certidumbre, particularmente con el financiamiento`. La historia argentina muestra que los acuerdos con el Fondo si bien pueden traer un breve oasis de estabilidad cambiaria, tienen un alto costo social y requieren fuertes acuerdos políticos para ser posibles y viables. Ese es uno de los problemas con que se enfrenta el Gobierno, pues para llevar adelante los acuerdos con el organismo multilateral de crédito deben pasar por el Congreso algunas leyes, como la nueva Carta Orgánica del Banco Central, el nombramiento del propio Caputo al frente del BCRA y la autorización para desarmar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses. Va a ser muy difícil que el peronismo “conversador” apruebe una serie de leyes que no solo condicionarán al gobierno siguiente, sino que dejará a esta rama peronista como socia del macrismo en fuertes decisiones sobre las que no ha sido consultada, y que expondrán a las huestes del Miguel Angel Pichetto a un cogobierno virtual sin los beneficios correspondientes”. A este análisis, le agregamos un punto ya planteado en posteos anteriores: el significante “FMI” agrava el envejecimiento marcario de Cambiemos (fenómeno visible desde hace unos meses antes del anuncio del acuerdo, pero agudizado desde mayo).   



1 comentario:

  1. Obviamente que puestos a consultar a la poblacin sobre economia o funcionarios públicos todos los estudios van a dar negativos , es como consultar si hay alguien al que le gusta pagar impuestos !!! Yo preguntaría por la credibilidad de lo colegas Rubier y/o de De Angelis en el ambiente , no creo que los numeros sean muy alentadores. Mis estudios de los Focus que estamos realizando apuntan a que si bien el Gobierno actual tiene dificultades para avanzar en relacion a la politica economica, es muy eficiente en la politica social y las causas hay que buscarlas en la estructura prevendaria y atrasada del pais ,,, lo que habla de un cambio cultural en la conciencia del Argentino medio... Por lo demas, la mayoria de los estudios indican que hay que pasar todos los inconvenientes que se presenten y es necesario un esfuerzo para salir adelante , por lo que están dispuestos a apoyar al gobierno actual aun con sus equivocaciones y desaciertos hasta el limite de la corrupción. Lo demás es Política !!! Ruben Lyall - Sociologo UBA

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