martes, 17 de julio de 2018

Continuidad del desgaste y preanuncio de nueva polarización hacia 2019

En el post anterior citábamos datos del estudio nacional de Gustavo Córdoba y Asociados realizado en junio que cuantificaban el malestar socioeconómico de los electores argentinos con el manejo de la situación económica por parte del oficialismo. Nuestra mirada interpretativa es que ese desgaste ha ido permeando en la gestión y que en la medida en que ese malestar no ceda el gobierno no podrá dar por superada la crisis política que se abrió con la corrida cambiaria y se combinó con la crisis económica. Pues bien, la medición IVR de esa misma consultora del mes de julio ratifica nuestra hipótesis: realizada sobre una muestra nacional de 1.200 casos, con un error muestral de +- 2,83%, arroja que la aprobación de la gestión del gobierno nacional alcanza casi 37% (36,8%), un guarismo que está en el orden de magnitud del resultado obtenido por Mauricio Macri en la primera vuelta presidencial del 2015 (34,15%) y que es el segundo más bajo de la serie evolutiva desde el piso de mayo pasado (la variación respecto a esa medición no es estadísticamente significativa). Al mismo tiempo, la desaprobación roza el 61% (60,7%), muy por encima del 48,66% de votos obtenidos por el FPV en el ballotage del 2015, lo que pone en evidencia que el desgaste permea entre votantes de Macri en esa instancia (ver datos arriba; click para agrandar). 




Al mismo tiempo, la imagen del presidente arroja un diferencial negativo de 13,2 puntos porcentuales, resultante de una positiva de casi 42% (41,9%) y una negativa de 55,1%, con un 2,8% ns/nc (ver datos arriba; click para agrandar). Esto ubica al presidente con un desempeño de imagen desfavorable respecto a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que según este estudio logra una positiva de 48,1% y una negativa de 48,9%, con un 2,5% de ns/nc (ver datos debajo; click para agrandar). Ese resultado implica un empate técnico en imagen y confirma que si bien CFK polariza, obtiene en esta medición una performance relativamente mejor que Macri, al lograr un diferencial negativo menor a 1 punto porcentual (0,8). De esta manera, la medición se suma a otras que ya venían mostrando una mejora de CFK en imagen, al punto de ponerla en paridad con el actual presidente o incluso por encima como en este caso, dato que en 2016 y 2017 no se observaba. 




Esto refuerza nuestra tesis de que el tránsito para el 2019 estaría recreando una dinámica polarizadora y de que el macrismo, que capitalizó un consenso negativo respecto al gobierno anterior, ahora está generando a su vez un consenso negativo en torno a su propia gestión que le da a las elecciones de 2019 una imprevisibilidad novedosa respecto a las lecturas dominantes luego del resultado de las legislativas de medio término del 2017. Otro dato clave: CFK también aventaja al presidente en que tiene una intensidad positiva más alta (27,3% de imagen muy buena, contra 14,4%) y una intensidad negativa más baja (ver datos abajo, click para agrandar). 








Al respecto, el consultor Gustavo Córdoba evaluó: “Cristina tiene hoy mejor imagen que el presidente de la República. Todo un síntoma de los tiempos que vivimos. CFK acertó en ponerse en un plano secundario. Cristina lo único que ha hecho es callarse, creció con nada. No aprovecharse de Macri, le ha permitido recuperarse. La recuperación de Cristina Fernández de Kirchner es mérito exclusivo de (Mauricio) Macri. Con prudencia está al margen de la crítica, eso le ha permitido bajar la imagen negativa. CFK acertó en ponerse en un plano secundario. Al estar solo, al no poder tener un contendiente, los errores, la descontextualización de las medidas y la política de Cambiemos son muy visibles. Por eso se sostiene la negatividad. Es un escenario negativo. No se han visto aún los efectos de las políticas concretas del FMI. Faltan los efectos concretos. El aumento del dólar pega en las tarifas por los acuerdos con las petroleras. El gobierno no ha podido controlar la situación producida por la crisis cambiaria, no ha acertado. Sólo ha tenido algún respiro, pero hay crisis de confianza, malos manejos, errores y situación internacional desfavorable. El gobierno no está atravesando su mejor momento. El cambio de ministros no le aportó valor, no ganaron espacios de maniobra. Hay persistencia de la negatividad, es un factor que marca con claridad la pérdida de confianza en el gobierno”.

El estudio también confirma el malestar socioeconómico que se había detectado en mayo: casi el 65% de los argentinos mayores de 16 cree que en un año la situación de la economía va a empeorar y sólo el 27% opina lo contrario, un guarismo que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por la Alianza Cambiemos en la PASO del 2015: 30,12%. Asimismo, la inflación sigue siendo el principal tema que preocupa a los argentinos y la corrupción sigue en grado de importancia. En otro tramo de la encuesta, ante la afirmación "Macri me ha defraudado", un 66% se mostró de acuerdo con ella y un 26,7% en desacuerdo, guarismo que está en el orden de magnitud del resultado obtenido por Macri en las PASO del 2015 (24,5%), lo cual sugiere que corresponde al "núcleo duro de respaldo al presidente", evaluó Córdoba (ver datos abajo; click para agrandar).




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