viernes, 12 de abril de 2019

Efectos socioeconómicos de la gestión Cambiemos: movilidad social descendente (1)



El nivel socioeconómico a fines de 2018 muestra una nueva caída de la clase media en el país: en los tres años de gestión de Cambiemos, 6 puntos porcentuales de la clase media cayeron a la baja. En comparación con el año 2015, la clase media (C3 en la nomenclatura de la Asociación Argentina de Marketing, AAM) se redujo del 30% al 25% a fines del 2018, mientras que la media alta (C2) cedió un punto, de 15% a 14%. Esos seis puntos porcentuales hicieron crecer a la clase media baja o baja superior (D1) del 31% que tenía en 2015 hasta un 37% al cierre del año pasado. En tanto, la clase alta (ABC1) se mantuvo en 5%. En ese marco, la sumatoria de las clases baja inferior y marginal (D2+E) pasó del 50% por ciento al 56%. Los datos surgen de amplias encuestas nacionales realizadas por la consultora Delfos de manera domiciliaria sobre muestras de 8.510 casos en 2015, 2016 y 2018 (con un error muestral de +-1,6%) y 5.990 casos en 2017 (+- 2,1%), respectivamente (ver datos arriba; click para agrandar). 




La robustez casuística de las muestras confiere significatividad estadística a la variación de 6 puntos porcentuales en sentido descendente respecto al 2015. La principal conclusión que se desprende de los relevamientos es que en estos tres años se profundizó el quiebre de la tendencia a la movilidad social ascendente que era visible hasta el 2015. Recordemos que la comparación entre el año 2006 (cuando la Asociación Argentina de Marketing renovó el índice de nivel socioeconómico, NSE) y el año 2015 arrojaba un neto crecimiento de la clase media y un descenso de la clase baja: ese evolutivo mostraba a la media típica (C3) creciendo del 24% que registraba en 2006 hasta el 30% a fines de 2015, mientras que la sumatoria de las clases baja y marginal (D2 + E) pasó del 24% por ciento en 2006 al 19% en 2015. 

Observando cómo evolucionó la clase alta top (ABC1), se aprecia que apenas varió en el mismo lapso (pasó del 6% en 2006 al 5% en 2015, y en 2018 se mantuvo en el mismo valor). A su turno, la media alta pasó del 14% en 2006 al 15% en 2015, guarismo que bajó al 14% en 2018, mientras que la clase media típica creció del 24% que registraba en 2006 hasta el 30%  a fines de 2015, pero en 2017 y 2018 retrocedió hasta el 25%. En ese marco, la media baja pasó del 32% en 2006 al 31% en 2015, pero en 2018 avanzó hasta el 37% (ver datos arriba; click para agrandar).  Esto implica que, luego de un período de 9 años en que la pirámide del NSE a nivel nacional mostró un proceso de movilidad social ascendente (con crecimiento de la clase media y reducción de la pobreza, es decir, menor polarización social relativa) el 2018 arrojó un descenso de los niveles medios hacia la clase baja superior. Eso muestra un deterioro relativo de la situación, aunque a tenor de estos datos todavía aún no se traduce en un crecimiento de los segmentos bajo inferior y marginal (que siguen en 19%, idéntico guarismo que en 2015). 

Considerando los datos de segmentación económica, la clase media estricta se corresponde con el segmento C3; así, hoy menos de tres de cada 10 argentinos (2,5) pertenecen a la clase media típica. Si se contemplan criterios sociológicos, la referencia se amplía: aunque el segmento C2 está por encima de la media típica por variables económicas y poder de consumo, tiene comportamientos similares a esa clase en términos sociales, educativos y socioculturales. Visto con ese matiz, la “clase media” abarcaría al 39% del total, pero viene en retroceso, ya que alcanzaba al 45% hasta el año 2015. Finalmente, si se considera también a la clase media baja, que sin ser clase media típica tiende a identificarse con ella (en rigor, la tiene como “aspiracional”), resultaría un acumulado del 76 por ciento, guarismo que casi coincide con el 80% de argentinos que se definen y sienten como de clase media (una autopercepción que excede las definiciones estrictas de estadística aplicada). 

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