Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
viernes, 31 de enero de 2020
La herencia de Cambiemos/Macri-Vidal (2)
En el posteo anterior veíamos que el más reciente relevamiento nacional realizado por la Consultora Analogías entre el 23 y 25 de enero arroja que alrededor del 74% de los electores argentinos (es decir, casi 3 de cada 4) reconoce que en la Argentina hay una crisis social y económica a la que el nuevo gobierno nacional debe hacer frente; apenas un 11,3% niega la crisis, y el resto ns/nc. Análoga consulta realizada a los electores bonaerenses arrojó que casi 72% de ellos cree que existe una crisis social y económica en la provincia de Buenos Aires (PBA), vs apenas 18,4% que cree que no y casi 10% que no sabe (ver gráfico arriba; click para agrandar). Esto permite calibrar la herencia de Vidal en ese distrito decisivo el 27-O y compararla con la percibida a nivel país. Como se puede advertir, la diferencia en la percepción de crisis nacional (79,3%) y provincia (71,7%) alcanza los 7,6 puntos porcentuales, siendo así estadísticamente significativa, aunque no decisiva.
El mismo estudio ubica al gobernador de esa provincia, Axel Kicillof, con casi 58% de imagen positiva, esto es, 5,5 pp por arriba del caudal que obtuvo en la elección del 27-O (52,4%). Esto sugiere que el nuevo mandatario tiende a reforzar su posicionamiento en la opinión pública de ese distrito luego de su primer mes de gestión. Por otro lado, casi 41% tiene una imagen negativa (ver gráfico arriba; click para agrandar), un guarismo que está en el orden de magnitud del voto obtenido por la ex gobernadora María Eugenia Vidal en octubre pasado: 38,28%. Con todo, el presidente Alberto Fernández logra un resultado mejor: 69% de positiva (ver gráfico abajo; click para agrandar), 11,1 pp más que el gobernador, vs 28,8% de negativa (casi 12 pp menos que Axel). El traslado de puntos porcentuales es prácticamente lineal y confirma que, al menos por ahora, la figura del gobernador polariza más que la del presidente en ese distrito clave.
Similares tendencias reportó la encuesta de la consultora Proyección en la misma provincia, si bien con matices. El estudio fue realizado entre el 15 y 18 de enero de 2020 sobre 941 casos en todo el territorio bonaerense. El gobernador aparece con una imagen positiva de 51% (en el orden de magnitud del voto que obtuvo en octubre y algo por debajo de la calificación que vimos en el estudio de Analogías), vs 43,1% de negativa (ver gráfico abajo; click para agrandar). Sin embargo, hay que destacar que esta encuesta incorpora alternativas de respuesta que no están en el estudio de Analogías, como las calificaciones "regular positiva" y "regular negativa", lo que incide en los resultados.
Nuevamente, el presidente Alberto Fernández aparece mejor posicionado, con 55,5% de positiva vs 36,3% de negativa (ver gráfico abajo; click para agrandar). Recordemos que el 27-O el Frente de Todos sumó 52,2% de los votos en ese distrito, lo que está en el mismo orden de magnitud que la calificación positiva (la diferencia de 3,3 pp no es estadísticamente significativa), mientras que Juntos por el Cambio alcanzó 35,9% (casi idéntico al 36,3% que califica de manera negativa al presidente). Así, vemos que la imagen presidencial tiende a replicar el comportamiento electoral de octubre de 2019.
Comparados con los gobernantes y candidatos que derrotaron, tanto Kicillof como Fernández obtienen ventaja: Vidal suma 38,5% de imagen positiva, casi lo mismo que el caudal de votos que obtuvo el 27-O y 12,5 pp menos que el nuevo gobernador en calificación favorable. Asimismo, tiene una imagen negativa de 54,5%, con un núcleo desfavorable de alta intensidad (muy negativa) grande: 42,1% de las respuestas, que duplica al núcleo de alta intensidad favorable/muy positiva (ver gráfico abajo, click para agrandar).
Finalmente, la imagen de Mauricio Macri en PBA registra 32% de positiva, muy similar al voto obtenido el 27-O (casi 36%) y 23,5 pp por debajo de la opinión favorable que alcanza Fernández, mientras que la negativa roza el 63%, con un núcleo de alta intensidad desfavorable/muy negativa enorme: 52,2% (10,1 pp más que Vidal). Por contraste, el núcleo de alta intensidad favorable/muy positiva apenas roza el 10% (ver gráfico abajo; click para agrandar). En síntesis, PBA muestra un panorama donde la herencia de Cambiemos es valorada negativamente, lo que impregna tanto la evaluación de la imagen del ex presidente como la de ex gobernadora y beneficiando, por contraste, a las figuras ejecutivas del actual oficialismo.
miércoles, 29 de enero de 2020
La herencia de Cambiemos/Macri (1)
El ofrecimiento de la presidencia de la Fundación Fifa a Mauricio Macri en el día de ayer detonó una ola de críticas relativas a las consecuencias de su paso por el gobierno, a la vez que una defensa cerrada del núcleo PRO dentro de la coalición Juntos por el Cambio. Por su parte, sus aliados de la UCR aún discutía el pase al costado que el ex presidente ensayó recientemente, repartiendo culpas hacia el radicalismo y hacia su cuerpo de ministros y funcionarios, sin un ensayo de autocrítica respecto a su propia responsabilidad en el endeudamiento contraído durante su gestión como conductor del equipo y de la coalición. En este marco, es oportuno repasar qué dicen las encuestas respecto a la situación que él dejó, según la opinión pública. Teniendo en cuenta la encuesta del CEOP que hemos citado antes en este blog, casi 2 de cada 3 argentinos califican como negativa a la situación económica heredada, mientras que 1 (33,5%) la ve positiva (ver gráfico arriba; click para agrandar). Ese guarismo está en el orden de magnitud del resultado obtenido por Juntos por el Cambio en las PASO de agosto de 2019 (32,94%), pero por debajo del caudal alcanzado el 27-O (40,28%). Cuando se cruza esa variable por el voto, se observa que casi un tercio de quienes votaron por el ex presidente califica de manera negativa la situación económica que él dejó al final de su mandato.
Asimismo, el más reciente relevamiento realizado por la Consultora Analogías entre el 23 y 25 de enero arroja que alrededor del 79% de los electores argentinos (esto es, casi 8 de cada 10) reconoce que en la Argentina hay una crisis social y económica a la que el nuevo gobierno nacional debe hacer frente (ver gráfico arriba; click para agrandar). Apenas un 11,3% niega la crisis, y el resto ns/nc. Asimismo, consultados respecto a la situación en que Macri dejó el país, 2 de cada 3 (66,3%; ver gráfico abajo; click para agrandar) la califican como mala o muy mala, mientras que apenas 1 de cada 4 (26,3%) la evalúa como muy buena o buena; esto es, por debajo del caudal que obtuvo Juntos por el Cambio en agosto del 2019 (casi 33%). Así, comparando los datos de ambos estudios se puede apreciar que alrededor del 65% califica de manera negativa la situación general del país que dejó Macri tanto como la situación económica, mientras que un tercio o menos opina de manera positiva al respecto. Si tenemos en cuenta que la encuesta de CEOP se realizó a fines de diciembre mientras que la de Analogía se relevó hace pocos días, se concluye que, al menos a corto plazo, el paso de un mes no diluyó la responsabilidad de la gestión Macri en la situación de crisis.
Respecto al tema endeudamiento en particular, el informe de Analogías reporta que casi el 70% cree que la deuda externa creció mucho o bastante bajo la gestión Macri (suma de 47,8%+22,1%=69,9%), mientras que apenas el 20% opina que creció poco o nada y un 10,5% no sabe (ver gráfico abajo; click para agrandar). Esto marca que es fuerte la asociación del issue "deuda externa" con la herencia que dejó la gestión Cambiemos/Macri al nuevo gobierno que encabeza Alberto Fernández, lo que limita las posibilidades de que el ex presidente pueda deslindar responsabilidades al respecto.
Profundizando en esa línea, la consultora Opinaia realizó una medición online sobre una muestra de 1.800 casos relevados entre el 20 y el 24 de enero de 2020, con un margen de error de +/- 2,3%. Para el 42% de los electores, Alberto Fernández recibió al país en peores condiciones que sus antecesores, contra 32% que entiende que la peor herencia la recibió Macri en 2015. La diferencia de 10 puntos porcentuales es estadísticamente significativa considerando el error muestral reportado. Asimismo, el gobierno de Macri aventaja levemente al de CFK como principal responsable de la situación económica actual por 37% a 33%, si bien en este caso la diferencia (4 pp) no resulta estadísticamente significativa (ver gráfico abajo; click para agrandar). En síntesis, si bien no puede hablarse de una "condena" a la anterior gestión, sí surge, de las diversas condiciones, un consenso sobre la responsabilidad de la gestión Macri respecto a la crítica situación actual.
lunes, 27 de enero de 2020
Del impacto de las medidas a la evaluación de imagen y aprobación (3)
Las recientes mediciones de Circuitos y Zuban Córdoba/Focus Market coinciden en ubicar al congelamiento de tarifas y al bono para jubilados como las medidas más valoradas del nuevo gobierno por la opinión pública: según Circuitos, con 28,4% y 14,3% de las respuestas, respectivamente (ver gráfico abajo; click para agrandar), mientras que en la medición de Zuban Córdoba/Focus Market ambas iniciativas alcanzan 3,9 puntos de valoración en una escala del 1 (nota mínima) al 5 (nota máxima; ver gráfico arriba, click para agrandar). Cerca de ellas, se destacan Precios Cuidados (3,8 puntos) y el Plan contra el hambre (3,7 puntos). Un poco detrás, la Tarjeta Alimentaria alcanza 3,3 puntos, mientras que las demás medidas testeadas de manera guiada quedan por debajo de los 3 puntos; sólo una, el "congelamiento de las jubilaciones por 180 días (que en rigor no es tal, ya que se suspendió la fórmula la de movilidad por aumentos vía sumas fijas) queda por debajo del nivel de los 2,5 puntos (intermedio en la escala del 1 al 5 con la cual las consultoras midieron la variable).
Sin embargo, cuando se pasa de la evaluación de medidas en particular a la calificación de medidas económicas en general de manera guiada, el acompañamiento cede: casi 41% opina que son correctas para sacar al país adelante, vs 21,5% que las ve incorrectas y 28,4% que cree que no lograrán terminar con la crisis (9,6% ns/nc; ver gráfico abajo, click para agrandar). Así, el aval a las medidas económicas del gobierno está casi 8 puntos porcentuales por debajo del resultado obtenido por el Frente de Todos en octubre pasado (48,24%), no tanto porque se perciban incorrectas (menos del 22% tiene esa opinión), sino porque casi un tercio no tiene confianza en que logren terminar con la crisis.
Esto marca la distancia que existe hoy entre el acompañamiento al rumbo del nuevo gobierno en general y el aval que registra el paquete de leyes económicas en particular como dato blando (perceptivo), pese a que, en conjunto, los datos duros indican que las medidas impulsadas para revertir la crisis son las de mayor peso relativo sobre el PBI en los últimos años, bien por encima de los antecedentes del gobierno de Cambiemos: 0,5% del producto bruto interno entre enero y abril de 2020, vs 0,3% del PBI entre mayo y agosto de 2019 (antes de las PASO del año pasado en las que el Frente de Todos venció a Juntos por el Cambio por 49,49% vs 32,94%) y 0,2% del PBI entre abril y junio de 2017 (antes de las PASO de ese año, en las que Cambiemos se impuso sobre Unidad Ciudadana por 41,7% a 28,4%). Los datos surgen de una elaboración propia de la Universidad de Avellaneda (Undav) a partir de información oficial (Ministerio de Hacienda y otros; ver gráfico abajo, click para agrandar).
Así, los datos duros implican que el paquete anticíclico del actual gobierno medido por el esfuerzo fiscal como porcentaje del PBI para reactivar la economía es superior a los paquetes preelectorales del gobierno anterior para las elecciones de medio término del 2017 y las generales de 2019. Con todo, es razonable la duda de la opinión pública respecto a si serán suficientes para el objetivo de salir de la crisis. Por supuesto, esto tiene que ver el punto de partida (la situación inicial): en la encuesta de Circuitos de este mes que venimos repasando, apenas se insinúa una mejora de 5,1 pp en la calificación de la situación del país, menor a la caída de 18,4 pp que se ve en el pesimismo, lo cual implica que parte de las respuestas negativas pasaron al ns/nc (incertidumbre) en lugar de virar a la zona de mejoría (ver gráfico abajo; click para agrandar). En cambio, las expectativas mejoran más rápido: +13,7 pp de octubre de 2019 a enero de 2020. Esto parece prometedor, pero también puede ser un riesgo, dado que si las expectativas positivas crecen más rápido que las chances de mejorar la situación, podría haber una desilusión a la vuelta de la esquina, al menos mientras esas expectativas no permitieran, a su vez, traccionar una mejora de la actividad (lo que sería el caso si el cambio de ánimo generara, por ejemplo, una suba del consumo interno, que es parte de la apuesta de la nueva gestión).
viernes, 24 de enero de 2020
Del impacto de las medidas a la evaluación de imagen y aprobación (2)
En el posteo anterior veíamos que, comparando con el panorama que se observaba apenas asumió el nuevo gobierno, el análisis de las encuestas realizadas entre diciembre y enero arrojaba que las variables de imagen positiva, de aprobación y de percepción de mejora de la situación se alineaban todas en torno al 60%. Eso implica un avance respecto a los indicadores del último mes del 2019, en los cuales el acompañamiento en general se ubicaba alrededor del 50%, "copiando" así el resultado electoral del 27-O, cuando el Frente de Todos obtuvo el 48,24% de los votos. Eso confirma que la gestión de Alberto Fernández logró reforzar su posicionamiento en la opinión pública con el correr de su primer mes de gobierno, creciendo en acompañamiento más allá de los segmentos que lo habían votado. En el caso de la imagen presidencial, el umbral del 60% de calificación positiva ya se había rebasado a fines de diciembre, según la encuesta del CEOP que venimos citando. La evaluación favorable excede en 14,26 puntos porcentuales al caudal alcanzado en octubre pasado, mientras que la desfavorable se ubica en el mismo orden de magnitud (con una diferencia estadísticamente no significativa) que el resultado obtenido por Juntos por el Cambio en las PASO de agosto de 2019, 32,94% (ver gráfico arriba; click para agrandar). En el evolutivo, la serie longitudinal a fines de diciembre ubicaba al nuevo presidente en su pico de imagen positiva desde que se anunció su candidatura en mayo de 2019 (ver gráfico abajo; click para agrandar)
Otra variable clave, el "aguante" o tolerancia al nuevo gobierno en materia de mejora de la economía, se ubicaba en el mismo orden de magnitud, por encima del 60%: en la medición guiada del CEOP, un tercio respondía el plazo de un año y casi 32% entre seis meses y un año, sumando 64,7%. Por otro lado, un 30% se mostraba impaciente, con un plazo de menos de 6 meses (ver datos abajo; click para agrandar). Ese segmento se corresponde cuantitativamente con el núcleo duro de Cambiemos, si bien puede que uno a uno no se trate exactamente de los mismos electores (puede haber votantes del Frente de Todos que también sientan la urgencia de mejorar). De todos modos, en una coyuntura de crisis que el oficialismo dio como marco para pedir la aprobación del paquete de leyes de emergencia, esa tolerancia relativa no es un dato menor.
El panorama cambia cuando se hace foco en las expectativas de mejora respecto a temas estructurales como la pobreza, la desocupación y la situación económica: la positiva hace un pico de casi 46% en desocupación, ubicándose en el orden de magnitud de los votos obtenidos por el presidente en octubre (la diferencia no es estadísticamente significativa). En cambio, en los otros dos issues queda más cerca del 40% que del 50%. Esto no es atribuible a pesimismo neto, que en los tres casos cae por debajo del 25%, sino a una expectativa de que esas 2 áreas se mantengan igual, actitud en la que se están mezclando electores del Frente de Todos con votantes de Juntos por el Cambio (ver gráfico abajo; click para agrandar).
La expectativa mejora cuando se le pide a los argentinos una perspectiva sobre la macroeconomía: casi 53% dice que la economía del país estará mejor en un año o seguirá igual de bien (48%+4,6%), lo que implica un pico en el evolutivo desde diciembre de 2018, según la serie longitudinal de las consultoras Zuban Córdoba/Focus Market. Por otro lado, hay un 34,2% de pesimistas que creen que estará peor o igual de mal que ahora (16,1% + 18,1%), lo que se ubica en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Juntos por el Cambio en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto pasado. Un 13,2% corresponde al ns/nc y se mantiene a la expectativa (ver gráfico abajo; click para agrandar).
Finalmente, el panorama en la microeconomía es aún mejor: 57,1% de optimistas que creen que su economía doméstica estará mejor en un año o igual de bien, vs 27,8% de pesimistas que creen que estará peor o igual de mal. Aquí, la negatividad perfora el umbral del 30% y se repliega hacia lo que sería el núcleo duro de Cambiemos/Juntos por el Cambio. Dada la gravitación de la agenda socioeconómica en las demandas de los electores, se trata de variables clave para el seguimiento en este año.
miércoles, 22 de enero de 2020
Del impacto de las medidas a la evaluación de imagen y aprobación (1)
En el posteo anterior comenzamos a hacer el tránsito de las mediciones que indagan el impacto de las primeras medidas a las que ingresan en aproximaciones a la imagen del nuevo gobierno. Veíamos que en las encuestas de Circuitos y Zuban Córdoba/Focus Market la calificación positiva oscilaba entre el 53% y el 60%, con negativas algo por debajo del 30% en ambos casos, pese a que la primer consultora incluye el "regular" como categoría de respuesta, mientras que la segunda encuesta no lo hace. El 60,2% de imagen positiva que reporta la segunda encuesta se traduce de manera idéntica en aprobación: 59,6% (suma de 24,7% que aprueba todo + 34,9% que aprueba algo; ver gráficos arriba, click para agrandar), lo cual también es consistente con la ausencia de la categoría de respuesta "regular" en imagen (metodológicamente, la literatura y la evidencia empírica muestran que las variables imagen y aprobación tienden a variar entre sí cuando la primera incluye la respuesta "regular").
Sintomáticamente, la desaprobación se ubica en el mismo orden de magnitud que la imagen negativa: 28,7% (las diferencias no son estadísticamente significativas). En la misma línea en torno al 60% se ubica la percepción de mejora respecto a la gestión de Macri: 59% (suma de 22,7% que dijo que mejoró mucho + 36,3% que dijo que mejoró algo; ver gráfico arriba, click para agrandar), mientras que la percepción de empeoramiento (29,5%) copia a la desaprobación y a la imagen negativa. Esto perfila actitudes muy alineadas, que se ubican en los mismos órdenes de magnitud ya se trate de las variables de imagen, aprobación o percepción de mejoría. En los tres casos, el nuevo gobierno logra en la opinión pública un resultado alrededor de 12 puntos porcentuales por encima del caudal que obtuvo el 27-O (48,24%).
Un panorama similar reporta la medición de imagen más reciente de la consultora CEOP, realizada sobre una muestra de 1.523 casos relevados entre el 26 y el 30 de diciembre, con un margen de error de +/- 2,51%. Como se advierte, la medición es anterior a las de Circuitos y Zuban Córdoba/Focus Market que comenzamos a repasar en el posteo precedente. Cifra en casi 58% la evaluación positiva (suma de 40,1% de muy positiva + 17,7% de positiva), vs 35,2% de negativa (suma de 13,7% de algo negativa + 21,5% de muy negativa). Así, el acompañamiento excede en casi 10 pp al caudal obtenido por el Frente de Todos en octubre pasado, mientras que la evaluación negativa de ubica en el orden de magnitud del voto alcanzado por Juntos por el Cambio en las PASO de 2019 (32,94%). El análisis por votantes arroja que entre sus propios electores la nueva gestión ronda el 90% de calificación favorable, en tanto que impacta de manera positiva en 1 de cada 5 votantes de Macri (ver gráfico arriba; click para agrandar). Si enfocamos la serie evolutiva, se advierte que la bisagra coincide con el cambio de gobierno (ver gráfico longitudinal abajo; click para agrandar).
Si retrocedemos un poco más en el tiempo y comparamos los datos con el estudio realizado por Hugo Haime sobre una muestra de 1.000 casos relevados entre el 18 y el 23 de diciembre (con un margen de error de +/- 3,16%), se advierte que la aprobación alcanzaba 56% vs una desaprobación del 29%, mientras que la aprobación de la dirección en la que el presidente llevaba al país era de 53% vs 28% de desaprobación (ver gráficos abajo; click para agrandar). En síntesis, más allá de los matices metodológicos en las mediciones, el análisis de estas 4 encuestas en el trayecto que va su asunción en diciembre a lo que ha transcurrido de enero sugiere que la gestión Alberto Fernández logró reforzar su posicionamiento en la opinión pública con el correr de su primer mes de gobierno.
martes, 21 de enero de 2020
Medidas y mediciones (3): aproximaciones a la impronta del nuevo gobierno
De la encuesta de consultora Circuitos que venimos repasando se desprende que un 38,2% considera que las medidas del gobierno de Alberto Fernández lo benefician, mientras que casi un 28% se siente perjudicado y casi un 34% se ubica en una posición equidistante (ver datos arriba; click para agrandar). Si se consideran las dos posiciones polarizadas, el saldo a favor del oficialismo es favorable en 10,3 puntos porcentuales, pero no es un dato menor que esta vez ya no vemos una distribución que replique las preferencias electorales del 27-O (48,24% para el Frente de Todos vs 40,28% para Juntos por el Cambio), como en otros casos, sino una correspondencia más similar al resultado de las PASO de 2015: 38,67% para el FPV vs 30,12% para Cambiemos (las diferencias entre esos guarismos y 38,2% que se sienten beneficiados por las medidas vs 27,9% que se sienten perjudicados no es estadísticamente significativa). Esto sugiere que el nuevo gobierno todavía está construyendo su identificación en términos de medidas concretas, si bien cuenta con un acompañamiento en las diversas variables que venimos revisando en este blog.
Mientras que en el impacto perceptivo perceptivo de las medidas vemos una distribución que se aproxima a los 3 tercios (si bien no simétricos), cuando se valora la expectativa respecto a la duración de las medidas del paquete de emergencia se detecta una distribución que se acerca a los 4 cuartos aproximados (más/menos el margen de error muestral). La consultora Zuban Córdoba & Asociados/Focus Market midió esa variable de manera guiada en su estudio nacional más reciente, planteando que las medidas se proponen por una vigencia de 5 años y sondeando las creencias de los electores al respecto. Casi un 26% cree que las medidas durarán algo menos la mitad de lo planteado (2 años), mientras que alrededor de 24% apunta que no van a sacarse nunca y un 20,2% coincide en la duración de 5 años propuesta; la diferencia entre estos segmentos de creencia no es estadísticamente significativa (ver datos arriba; click para agrandar). Por otro lado, un 30% ns/nc. Ese estudio fue realizado vía plataforma web sobre una muestra de 1.855 casos relevada del 17 al 19 de enero de 2020, con un error muestral de +/-2,26%.
Los resultados en esa variable implican que hay casi un 26% de optimistas que creen que el paquete de emergencia no se estirará más allá de los dos años de la gestión de Alberto Fernández; es decir, deberían caducar al cierre del 2021 (una vez resuelta la elección legislativa de medio término). Por otro lado, hay un 20% de electores "real politik" que se corresponde con la duración que propuso el gobierno (un lustro), mientras que un 24% de "pesimistas" consideran que el paquete vino para quedarse. Asimismo, las mediciones citadas ingresan en un primer balance de imagen: según Circuitos, casi un 53% de los electores argentinos tiene una imagen positiva del presidente Alberto Fernández (suma de muy buena y buena=52,8%), mientras que un casi un 28% tiene una imagen negativa (suma de mala y muy mala=27,7%; ver gráfico arriba, click para agrandar). La opinión favorable está en el orden de magnitud del resultado obtenido por el Frente de Todos en las PASO de 2019 (49,49%), mientras que la negativa se ubica en el orden de magnitud del caudal sumado por Juntos por el Cambio en esas mismas primarias (32,94%; en ambos casos, las diferencias no son estadísticamente significativas).
En la encuesta de Zuban Córdoba/Focus Market, el resultado es aún más favorable para el presidente: 60,2% de imagen positiva vs 29,1%; vale decir que la evaluación favorable duplica a la desfavorable, aunque en este caso, a diferencia de Circuitos, no se incluye la alternativa de respuesta "regular", lo que tienden a polarizar más las opiniones (ver datos arriba; click para agrandar). En síntesis, más allá de los matices, las mediciones coinciden en que la evaluación del presidente está por encima de la que alcanzan, hasta el momento, las primeras medidas de su gobierno.
Mientras que en el impacto perceptivo perceptivo de las medidas vemos una distribución que se aproxima a los 3 tercios (si bien no simétricos), cuando se valora la expectativa respecto a la duración de las medidas del paquete de emergencia se detecta una distribución que se acerca a los 4 cuartos aproximados (más/menos el margen de error muestral). La consultora Zuban Córdoba & Asociados/Focus Market midió esa variable de manera guiada en su estudio nacional más reciente, planteando que las medidas se proponen por una vigencia de 5 años y sondeando las creencias de los electores al respecto. Casi un 26% cree que las medidas durarán algo menos la mitad de lo planteado (2 años), mientras que alrededor de 24% apunta que no van a sacarse nunca y un 20,2% coincide en la duración de 5 años propuesta; la diferencia entre estos segmentos de creencia no es estadísticamente significativa (ver datos arriba; click para agrandar). Por otro lado, un 30% ns/nc. Ese estudio fue realizado vía plataforma web sobre una muestra de 1.855 casos relevada del 17 al 19 de enero de 2020, con un error muestral de +/-2,26%.
Los resultados en esa variable implican que hay casi un 26% de optimistas que creen que el paquete de emergencia no se estirará más allá de los dos años de la gestión de Alberto Fernández; es decir, deberían caducar al cierre del 2021 (una vez resuelta la elección legislativa de medio término). Por otro lado, hay un 20% de electores "real politik" que se corresponde con la duración que propuso el gobierno (un lustro), mientras que un 24% de "pesimistas" consideran que el paquete vino para quedarse. Asimismo, las mediciones citadas ingresan en un primer balance de imagen: según Circuitos, casi un 53% de los electores argentinos tiene una imagen positiva del presidente Alberto Fernández (suma de muy buena y buena=52,8%), mientras que un casi un 28% tiene una imagen negativa (suma de mala y muy mala=27,7%; ver gráfico arriba, click para agrandar). La opinión favorable está en el orden de magnitud del resultado obtenido por el Frente de Todos en las PASO de 2019 (49,49%), mientras que la negativa se ubica en el orden de magnitud del caudal sumado por Juntos por el Cambio en esas mismas primarias (32,94%; en ambos casos, las diferencias no son estadísticamente significativas).
En la encuesta de Zuban Córdoba/Focus Market, el resultado es aún más favorable para el presidente: 60,2% de imagen positiva vs 29,1%; vale decir que la evaluación favorable duplica a la desfavorable, aunque en este caso, a diferencia de Circuitos, no se incluye la alternativa de respuesta "regular", lo que tienden a polarizar más las opiniones (ver datos arriba; click para agrandar). En síntesis, más allá de los matices, las mediciones coinciden en que la evaluación del presidente está por encima de la que alcanzan, hasta el momento, las primeras medidas de su gobierno.
domingo, 19 de enero de 2020
Medidas y mediciones (2): aproximaciones a la impronta del nuevo gobierno
La medición nacional más reciente que repasa el impacto de las primeras medidas del nuevo gobierno fue realizada por la consultora Circuitos del 8 al 10 de enero de 2020, sobre una muestra nacional de 1.148 casos relevados vía IVR y un error muestral de +/- 2,3%. Entre las medidas testeadas de manera guiada, la percibida como más beneficiosa es el congelamiento de tarifas (28,4%), escoltada por el bono a los jubilados (14,3%); el bono a los trabajadores y la renovación de Precios Cuidados disputan el tercer lugar, con casi 7%, mientras que un 24,2% respondió que aún no lo sabe (ver datos arriba; click para agrandar).
Circuitos también relevó las percepciones sobre las medidas más perjudiciales. Casi el 24% respondió "ninguna", un dato positivo para el gobierno; casi 16% respondió la movilidad jubilatoria (recordemos que 14,3% había destacado el bono a jubilados como la medida más beneficiosa, con lo cual tenemos segmentos estadísticamente similares con asociaciones contrapuestas). Casi 13% identificó el aumento al impuesto de Bienes Personales y 10,2% al impuesto al dólar turista (ver datos arriba; click para agrandar). Un 20% respondió que aún no sabe. Ninguna medida identificada negativamente se acerca al 28% que identifica positivamente al congelamiento de tarifas como la más beneficiosa, mientras que casi 44% no respondió por ninguna medida perjudicial. Esto arroja un saldo favorable para el oficialismo, dado que las medidas percibidas como positivas tienen mayor nitidez y menos dispersión que las valoradas de manera desfavorable.
En tercer término, la consultora detecta un impacto de las medidas que se traduce en una sensible mejora del optimismo: pasó de casi 23% en octubre de 2019 a 36,6% en enero de 2020 (suba de 13,7 puntos porcentuales), mientras que el pesimismo cae en similar proporción (de 53% a casi 32%; ver datos arriba, click para agrandar). Esta módica mejora de las expectativas profundiza la bisagra que venimos repasando desde el cambio de gobierno en diversas mediciones.
Si comparamos estos datos perceptivos (blandos) con los datos duros de lo que representan las medidas en montos (millones de pesos, según elaboración de la Universidad de Avellaneda sobre la base del informe del Ministerio de Hacienda) se advierte que el congelamiento de tarifas se corresponde con el segundo monto más alto ($ 22.050 millones), mientras que el bono a jubilados y pensionados se corresponde con el mayor monto de impulso al consumo ($ 45.788 millones; ver datos arriba, click para agrandar). Así, los datos blandos de la encuesta están bien orientados si se los compara con los datos duros del impulso al consumo que representan esas medidas.
En tercer término, la consultora detecta un impacto de las medidas que se traduce en una sensible mejora del optimismo: pasó de casi 23% en octubre de 2019 a 36,6% en enero de 2020 (suba de 13,7 puntos porcentuales), mientras que el pesimismo cae en similar proporción (de 53% a casi 32%; ver datos arriba, click para agrandar). Esta módica mejora de las expectativas profundiza la bisagra que venimos repasando desde el cambio de gobierno en diversas mediciones.
viernes, 17 de enero de 2020
Medidas y mediciones (1): aproximaciones a la impronta del nuevo gobierno
Un puñado de mediciones recientes repasan el impacto de las primeras medidas del nuevo gobierno y permiten un mejor acercamiento al perfil de la gestión de Alberto Fernandez. La encuesta de la consultora D`Alessio/Irol-Berensztein que citamos en posteos recientes evaluó una batería de 12 acciones, 6 de las cuales son calificadas de manera positiva por arriba del 50% (sumando la opinión buena+muy buena) y con diferenciales positivos (brecha entre opiniones favorables y desfavorables) superiores a los 15 puntos porcentuales. La medida mejor ubicada: exenciones impositivas para Pymes (90% de opinión favorable y diferencial positivo de 84 pp), seguida por la devolución del IVA de hasta $ 700 a jubilados y AUH (87% y 76 pp, respectivamente), los bonos de $ 5.000 en diciembre y enero para jubilaciones mínimas (77% y 57 pp), el congelamiento de tarifas por 180 días (75% y 53 pp), el protocolo del aborto no punible (65% y 36 pp) y la doble indemnización por despido por 180 días (56% y 17 pp). Luego, la suba de retenciones a la exportación suma 54% de opiniones positivas y un diferencial favorable de 10 pp, mientras que el impuesto del 30% a los consumos en el exterior supera el 50% de opiniones positivas vs un 48% que la califica de manera negativa, arrojando un diferencial positivo de apenas 3 pp. Por su parte, el aumento de alícuota de Bienes Personales tiene 48% de opiniones favorables y +1 pp de diferencial. Cierran el lote 3 medidas que tienen menos del 50% de calificación positiva y arrojan diferenciales negativos: el impuesto del 30% a la compra de dólares (46% y -5 pp de diferencial), dejar de controlar el DNI en las estaciones de trenes (36% y -22 pp de diferencial) y suspender ajustes automáticos de jubilaciones y AUH por 180 días (29% y -34 pp, respectivamente; ver datos arriba, click para agrandar).
Así, el resultado general es ampliamente favorable al gobierno, ya que las medidas mejor valoradas son más que las criticadas, y el acompañamiento de las primeras es mucho más intenso que la crítica en las menos avaladas por la opinión pública. La encuesta, realizada en diciembre de manera online sobre una muestra nacional de 1.108 electores, también midió de manera guiada la orientación del proyecto de ley del oficialismo. Un tercio lo percibió orientado a aumentar la recaudación, un 27% lo asoció a la contención de los sectores más vulnerables y 22% a generar reactivación. Entre los votantes del Frente de Todos predominaron las asociaciones de contención y reactivación, mientras que entre los de Juntos por el Cambio primó la percepción orientada al objetivo recaudatorio (ver datos arriba; click para agrandar). La expectativa respecto a que las medidas permitan salir de la crisis es moderadamente positiva (16% dice que sí y 42% sólo si forma parte de un plan integral) vs 40% de expectativa negativa, un guarismo que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Macri-Pichetto el 27-O: 40,28%. Por otro lado, la consultora detectó que la relación entre AF y CFK divide opiniones, ya que un 48% cree que convivirán en armonía y el mismo porcentaje opina que se enfrentarán.
A su turno, el consultor Hugo Haime realizó una encuesta domiciliaria sobre una muestra nacional de 1.000 casos relevados entre el 18 y el 23 de diciembre, con un margen de error de +/- 3,16%. Midió, de manera guiada, los sectores que son percibidos como favorecidos vs los que se ven como perjudicados por las medidas. Encabezan la lista de beneficiados los pobres (casi 60% de respuestas), escoltados por los jubilados (41%) y la clase trabajadora en general (33%). Luego de ese podio, aparecen las Pymes (17%). Entre los perjudicados, sobresalen el campo (38%) y los sectores de mayores recursos (33%), mientras que un 18% respondió "ninguno" (ver datos arriba; click para agrandar). En cuarto término aparecen los trabajadores (16%), pero si se cruza ese dato con la percepción de sectores beneficiados, esa respuesta se queda con un saldo favorable de +17 pp.
Finalmente, la consultora Clivajes realizó en diciembre pasado un sondeo online sobre una muestra de 647 casos, que arroja un error muestral de +-3,85%. Allí, midió de manera guiada las percepciones acerca del rol del Estado: un 58,6% se inclinó por un rol fuerte (suma de casi 33% que opina que debe intervenir y regular el mercado + casi 26% que cree que debe ser el principal responsable del crecimiento económico), vs 40,2% que se decantó por un rol subsidiario (12,4% que cree que no debe participar + casi 28% que cree que debe limitarse a asegurar el libre funcionamiento del mercado; ver datos arriba, click para agrandar). Así, tenemos casi 60% de opiniones más bien estatistas vs un 40% que se ubica en el orden de magnitud del resultado obtenido por Juntos por el Cambio en octubre pasado. Esto sugiere que la orientación del nuevo gobierno se alinea en función de esa mayoría más favorable al intervencionismo y a un cambio de matriz respecto al gobierno anterior, que desde sus inicios hasta su derrota fue percibido como orientado hacia los sectores sociales más altos.
jueves, 9 de enero de 2020
El triple juego: CFK-Alberto Fernández-Mauricio Macri (3)
El último relevamiento de D'Alessio Irol-Berensztein realizado en diciembre de 2019 sobre una muestra de 1.108 encuestas online permite actualizar las tendencias evolutivas de las imágenes de Alberto y Cristina Fernández (presidente y vicepresidenta), comparadas con las del ex presidente Mauricio Macri. Según los datos de la consultora, el más beneficiado relativamente es Alberto Fernández, quien desde octubre pasado se mantiene por arriba del 50% de imagen positiva y en tendencia ascendente, mientras que CFK y Macri aparecen estables (con variaciones estadísticamente no significativas en los últimos tres meses en el caso de la vicepresidenta; ver gráfico arriba, click para agrandar). Esto confirma que la figura más moderada de AF polariza opiniones en menor medida que la ex presidenta, mientras que el ex presidente Macri se ubica en el mismo nivel de imagen favorable luego de 4 años de gestión (201-2019) que CFK luego de 8 de mandato (2007-2015) y al menos 16 de protagonismo (desde 2003).
Cuando se amplía la mirada a otros dirigentes, se observa que Alberto Fernández empata en 55% de imagen positiva con el ministro de Salud Ginés González García (ver datos arriba; click para agrandar). Luego, hay un segundo pelotón que tiene con imágenes positivas entre el 44% y el 50% (arranca con el ministro de Economía Martín Guzmán y se cierra con el ex ministro Roberto Lavagna). El tercer pelotón se compone de figuras que rondan el 40% de imagen positiva (Felipe Solá, Martín Lousteau, CFK y Wado de Pedro), seguidos de cerca por dirigentes que rondan el 35% de imagen positiva, donde aparecen 4 del ex oficialismo ahora ubicados en la oposición: Macri, Elisa Carrió, Mario Negri y Ernesto Sanz. Finalmente, en el podio de los dirigentes de peor imagen se destacan el ex jefe de Gabinete Marcos Peña (79% de negativa) y el juez de la Suprema Corte Ricardo Lorenzetti (73% de negativa). El nuevo gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, aparece posicionado al fondo pero, a diferencia de las figuras recién mencionadas, tiene un alto nivel de no respuesta (53%).
No es un dato menor que la imagen positiva del presidente como dirigente sea superior a la de su gestión: 55% vs 49%, respectivamente. Esto sugiere que aún puede haber expectativas asociadas a su figura por encima del caudal de votos que obtuvo. En cambio, las opiniones sobre el desempeño de su gobierno reproducen nítidamente las preferencias electorales expresadas el 27-O: la calificación positiva se ubica en el orden de magnitud del voto del Frente de Todos (48,24%), mientras que la negativa se ubica en el orden de magnitud del caudal de Juntos por el Cambio (40,28%). En la misma línea, casi el 90% de los votantes de Alberto y Cristina Fernández valoran de manera positiva la gestión, mientras que el 85% de los electores que eligieron a Macri-Pichetto la califican de manera desfavorable (ver gráfico arriba; click para agrandar).
La gestión de AF en sus inicios sale favorecida en la mirada retrospectiva que la compara con el balance final de Macri: obtiene un diferencial positivo de 7 puntos porcentuales, contra 33 pp negativos de Macri (ver datos arriba; click para agrandar). Nuevamente, el análisis por voto anterior confirma que "la grieta" atraviesa esas valoraciones: los votantes del Frente de Todos califican de manera negativa casi unánime a la gestión Macri (94%) y con similar intensidad valoran de manera positiva a la de Fernández. Por contrapartida, los electores de Juntos por el Cambio califican de manera mayoritariamente positiva al gobierno anterior (72%) y valoran con similar intensidad negativa al nuevo (85%). En síntesis, estos dos polos tienden a reproducir lo que los analistas llaman `epistemologías tribales’, "realidades cognitivas e informativas paralelas que no se comunican entre sí y que intervienen en el debate político motivadas por su propia versión de los hechos. Es decir, la antítesis de ese espacio de conversación y entendimiento colectivo llamado esfera pública que homologaba la realidad y que resulta imprescindible para sostener el edificio democrático" (Roberts, citado por Diego Beas; La esfera pública ya no es lo que era, Diario El País, 23 de enero de 2018).
domingo, 5 de enero de 2020
La incidencia de Provincia de Buenos Aires en las tendencias nacionales
Los resultados del 27-O en provincia de Buenos Aires explican el 90% de la diferencia total obtenida por el Frente de Todos a nivel país: sobre alrededor de dos millones de votos que le sacó la fórmula Alberto y Cristina Fernández a Macri-Pichetto, aproximadamente 1,8 millones provienen de PBA y 1,6 millones del conurbano bonaerense (GBA). Con ese antecedente, las tendencias poselectorales en PBA resultan claves para el análisis de expectativas y valoraciones respecto a la nueva gestión. La consultora CEIS llevó a cabo entre el 15 y el 17 de diciembre pasados un relevamiento en esa provincia, sobre una muestra de 1.240 casos. Según el estudio, un 55% de los electores de ese distrito cree que la economía mejorará con el nuevo gobierno, vs un 25% que cree que empeorará. La expectativa positiva está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por el binomio presidencial del Frente de Todos en octubre (52,2%), mientras que el pesimismo está por debajo del caudal alcanzado por Juntos por el Cambio (35,89%). Eso indica que una porción de quienes votaron a Macri-Pichetto cree que la economía estará igual con el nuevo gobierno, una posición intermedia que suma 13% entre las posiciones polarizadas (ver datos arriba; click para agrandar).
El GBA presenta la expectativa positiva más alta: 60%, contra 47% en el interior de la provincia. Como hemos visto en otros posteos, los segmentos actitudinales tienden a reproducir la distribución de las preferencias electorales pasadas. La medición realizada por la Consultora Proyección MyC
también en PBA entre el 11 y el 14 de diciembre de 2019 presenta datos que confirman esta línea interpretativa: un 57,1% de los votantes bonaerenses tiene una imagen muy buena o buena del nuevo presidente, un resultado que está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Alberto Fernández en PBA, mientras que un 29,5% tiene una imagen mala o muy mala, un guarismo que está 6,39 puntos porcentuales por debajo del caudal obtenido por Juntos por el Cambio el 27-O. Esto sugiere que no todos los votantes de Macri califican de manera negativa al nuevo presidente y que probablemente una porción de ellos se ubique en el 13,4% que lo califica de manera regular (ver datos arriba; click para agrandar). Nuevamente, la mejor evaluación positiva relativa se da en GBA: 58,1%, vs 50,4% en el interior de la provincia. En las variables demográficas, se observa que la imagen positiva del presidente supera el 50% en los votantes entre 16 a 54 años, mientras que perfora por poco el umbral del 50% en los mayores de 55 años.
En el caso de la vicepresidenta Cristina Fernández, la imagen positiva suma 46%, 11,1 pp por debajo de Alberto, mientras que la negativa alcanza 48,2%, esto es, 18,7 pp más que el presidente; casi un 6% tiene una opinión regular (ver datos arriba; click para agrandar). Claramente, su figura polariza opiniones de manera más intensa que la del presidente, pues mientras el primero tiene un diferencial favorable de 27,6 pp (saldo entre la positiva menos la negativa), la vicepresidenta tiene un diferencial desfavorable de 2,2 pp (lo que en rigor es un empate técnico).
Finalmente, el flamante gobernador de PBA suma 52,5% de imagen positiva, vs 40% de negativa. La primera está en el orden de magnitud de los votos obtenidos por Axel Kicillof el 27-O (52,3%), mientras que la negativa está en el orden de magnitud del caudal que sumó la ex gobernadora María Eugenia Vidal: 38,4%. Un 7,6% lo califica de manera regular (ver datos arriba; click para agrandar). Comparando con las figuras del presidente y la vicepresidenta, la de Axel Kicillof se ubica a medio camino, con un diferencial positivo de 12,5 pp. Su imagen polariza más que la de Alberto Fernández, pero menos que la de CFK.
viernes, 3 de enero de 2020
El triple juego: CFK-Alberto Fernández-Mauricio Macri (2)
En una entrada reciente sobre este tema repasábamos algunos datos de la dinámica perceptual de la opinión pública respecto al nuevo presidente (Alberto Fernández) y dos ex presidentes, la ahora vicepresidenta electa Cristina Fernández y Mauricio Macri, desde una perspectiva de análisis que los considera como actores relevantes del oficialismo y la oposición. Citábamos allí algunos datos de la consultora Opinaia; otra de las variables que midió ese estudio fueron las expectativas en cuanto a la línea política del gobierno de Alberto Fernández, las opiniones están muy divididas: casi un cuarto opina que debería ser más cercano a CFK y el kirchnerismo, contra un quinto que lo prefiere más cercano al peronismo de los gobernadores y a Sergio Massa; casi el 60% no se inclina por ninguna de esas opciones, o no sabe. Sin embargo, cuando se examinan las actitudes al interior de los votantes de la coalición Frente de Todos, casi la mitad (47%) prefiere una cercanía mayor a Cristina Fernández y la expresión política que ella lidera, lo que confirma su peso específico dentro de la coalición (ver datos arriba; click para agrandar). De alguna manera, eso tensiona al nuevo presidente, que tiene un electorado que lo acompañó en dos instancias (PASO de agosto y general de octubre), pero que ahora gestiona intereses más amplios que los del frente que encabezó, lo cual cambia de dimensión su representatividad y el liderazgo que puede encarnar ya en el poder.
Por su parte, una encuesta de Opina Argentina realizada en diciembre sobre una muestra nacional de 1.100 casos permite comparar las imágenes positivas de Alberto (54%) y CFK (48%) y también sus respectivas negativas (44% y 49%). Los matices entre ambas no son estadísticamente concluyentes (las brechas oscilan entre los 6 y los 5 puntos porcentuales), pero tienden a favorecer al presidente por sobre su vice (ver datos arriba; click para agrandar). Como nota metodológica, esa medición no incluye la alternativa de respuesta "regular", lo cual tiende a polarizar los datos. La expectativa acerca de la relación entre ambos es más bien favorable: 54% cree que será buena o muy buena, mientras que 38% responde mala o muy mala, lo cual acota la hipótesis de conflicto entre ambos al orden de magnitud de los votos obtenidos por Juntos por el Cambio el 27-O: 40,28%. Por otro lado, el 44% espera que el gobierno de Alberto Fernández sea mejor que el de su predecesor, contra apenas un 28% que responde peor, una proporción que está en el orden de magnitud del voto duro cambiemita (que ronda el 33%).
La consultora Clivajes también midió la imagen del presidente. Al incluir la respuesta "regular", los datos presentan matices respecto a los que vimos recién: la positiva alcanza 47% (ubicándose en el orden de magnitud de los votos obtenidos por el Frente de Todos el 27-O, 48,24%), con 19% de regular y 32% de negativa, guarismo que se ubica en el orden de magnitud de los votos alcanzados por Juntos por el Cambio en las PASO de agosto de 2019: 32,94%. Este estudio fue realizado en diciembre pasado también, sobre una muestra de casi 650 casos recolectados a través de una plataforma online, con un error muestral de +-3,85% (ver datos arriba; click para agrandar).
Finalmente, la consultora Synopsis realizó su relevamiento más reciente en los tres días previos al recambio presidencial (del 6 al 9 de diciembre). La muestra fue de 1.302 casos, contactados de manera telefónica y online, en Capital, Gran Buenos Aires y las principales ciudades del interior. El margen de error es de +/- 2,9%, y presenta algunos matices entre la expectativa respecto al nuevo gobierno y la imagen del flamante presidente: la expectativa positiva es algo más alta que la imagen favorable (48,3% vs 43,6%, una diferencia que no llega a ser estadísticamente significativa) y lo mismo se observa al comparar pesimismo con imagen negativa (29,8% vs 32%) y la expectativa regular con su correlativa de imagen (12,8% vs 17,8%). En resumen, lo que surge de los diversos sondeos revisados es que tanto las expectativas respecto a la nueva gestión como la evaluación de la figura presidencial tienden a reproducir la distribución aproximada de las preferencias electorales más consolidadas. Probablemente haya que esperar un tiempo prudencial para ver si con el correr del ejercicio del mandato de Alberto Fernández comienza a plasmarse una impronta asociada al impacto de las primeras medidas de gobierno.
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