En nuestra nota anterior repasamos cómo los mayores matices respecto a la mirada sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania tenían que ver con la llamada “grieta política”: así, mientras los electores de Juntos por el Cambio (JXC) y libertarios se alinean de manera contundente con la condena a la invasión rusa y creen que la política exterior argentina debe encolumnarse con la orientación pro-Occidente liderada por Estados Unidos (EE.UUU) y la Unión Europea (UE), los votantes del Frente de Todos (FDT) y de la izquierda muestran matices consistentes con su posición de mayor neutralidad en la política exterior y su mirada más latinoamericana y multilateral en materia de geopolítica. En esta nota, veremos cómo esos mismos matices atraviesan las percepciones respecto a la actitud del Gobierno argentino ante el actual conflicto y también la cuestión Malvinas. A nivel general, el primer tema divide opiniones: según la última encuesta de Giacobbe, casi 37% ve al gobierno nacional más cerca de Rusia, pero una proporción similar (34,6%) dice no entender de qué lado está; casi 6% lo ve del lado de Ucrania, mientras que casi 22% se inclina por la neutralidad (gráfico arriba).
En tanto, según consultora Synopsis 25,1% de los electores califica la actitud del gobierno argentino frente al conflicto de manera positiva, casi 12% la ve regular y 59% opina de manera negativa. Sin embargo, 60% de los votantes del FDT opina de manera positiva y 44% de los de izquierda muestra la misma opinión, un contraste nítido con lo que se detecta entre electores de JXC (90% califica de manera negativa) y libertarios (77% de negatividad; gráfico arriba). Esos matices se explican en función de las diferencias que cada grupo tiene respecto al “deber ser” de la posición argentina: según una encuesta reciente de Zuban Córdoba & Asociados, en general casi 51% cree que Argentina debe condenar la invasión rusa sin involucrarse en el conflicto, mientras que casi un 24% prefiere estricta neutralidad; 17,4% mantiene una posición de repudio a la invasión e involucramiento en el conflicto (las demás posiciones no llegan individualmente al 5%; gráfico abajo).
Al analizar las respuestas en función del voto, se advierte que 2 de cada 3 votantes de Mauricio Macri se inclinan por el repudio de la invasión sin involucrarse en el conflicto, en tanto que casi un cuarto prefiere repudio más involucramiento. Así, su posición está claramente atravesada por el alineamiento con EE.UU y Europa occidental, muy lejos de la neutralidad (no llega al 10%). En sentido contrario, los votantes de Alberto Fernández dividen sus opiniones de manera simétrica entre el repudio a la invasión rusa sin involucramiento (37,2%) y la neutralidad (36,5%; gráfico arriba), volviendo a poner de manifiesto una preferencia por una política exterior más independiente, no alineada con las potencias occidentales.
Las implicancias de esos matices son relevantes a la hora de entender los sesgos en las actitudes respecto a una eventual agresión contra nuestro país y, de manera más situada, en relación al tema Malvinas. Según Zuban Córdoba, casi 53% de los adultos argentinos considera “muy probable” armarse en defensa de nuestro país si este fuese invadido, en tanto que 16,1% lo ve probable; por otro lado, 28,1% lo ve “poco o nada probable”. Al abrir el dato por voto anterior, se percibe que la probabilidad entre los electores de Alberto Fernández supera en 10,1% puntos porcentuales al registro entre votantes de Mauricio Macri (gráfico arriba); si bien en ambos la probabilidad es mayoritaria, el matiz de compromiso es insoslayable.
Finalmente, ese sesgo se profundiza en la cuestión Malvinas: mientras que a nivel general casi 64% considera prioritario para nuestro país resolver la cuestión de la soberanía sobre las islas (gráfico arriba), la diferencia en función del voto anterior resulta muy significativa. Entre los votantes de Macri 54,2% ve el tema como prioritario, casi 21 puntos porcentuales por debajo de la prioridad que le asignan los electores de Fernández (75%). Así, dentro de JXC casi 45% no ve a Malvinas como prioridad, lo que pone en evidencia que aquella frase del ex presidente en 1997 (“Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro… las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina”) expresa una actitud de desapego que comparte una parte importante de su base electoral. En sentido contrario, sólo 22,7% de los electores del FDT considera no prioritario el tema Malvinas (gráfico abajo).
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