En la nota de la semana
anterior veíamos que el espacio para una renovación de la oferta política de
cara al 2023 era acotado, puesto que según las últimas encuestas nacionales el Frente
de Todos (FDT) sostiene el caudal obtenido en el turno electoral 2021 y se
ubica en empate técnico con Juntos por el Cambio (JXC), que cede electores en
favor del emergente libertario. Ese sello capitaliza hoy la demanda de una
alternativa política de la mano de Javier Milei, lo que deja poco espacio al
peronismo no K y la izquierda. Al mismo tiempo, en las dos coaliciones
principales las figuras con mayor intención de voto siguen siendo todas caras
conocidas, lo que termina por delimitar la intención de cambio. ¿Qué sucede si
sumamos al análisis la variable imagen? Aquí, el panorama muestra matices. En
la última encuesta de Opinaia, Milei aún aparece con un diferencial positivo de
10 puntos porcentuales, que surgen de 50% de positiva vs 40% de negativa;
Larreta apenas alcanza un diferencial positivo de 2 puntos porcentuales,
mientras que las demás figuras del PRO (María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich
y Mauricio Macri) aparecen con saldo negativo; lo mismo le sucede a Martín
Lousteau, Gerardo Morales y Alfredo Cornejo, aunque en estos casos su nivel de
conocimiento aún muestra un potencial de mejoría (gráfico arriba).
Los dirigentes del FDT también muestran saldos negativos, sin diferencias estadísticamente significativas entre Alberto Fernández y Cristina Fernández. El descrédito también alcanza a figuras por fuera de “la grieta”, como Juan Schiaretti y Nicolás del Caño, ambos con diferencial desfavorable, si bien con la ventaja relativa de un nivel de conocimiento que podría subir. Sin embargo, otros estudios recientes muestran tendencias diferentes. De acuerdo a D´Alessio-Irol/Berensztein, el libertario tiene un balance de imagen negativo de 11 puntos porcentuales, que surge de 39% de positiva vs 50% de negativa (gráfico arriba). Un panorama similar arroja la última medición de Zuban Córdoba & Asociados, con 41,2% de positiva vs 51,4% de negativa (gráfico abajo), de lo que resulta un saldo desfavorable de 10,2 puntos porcentuales.
En cuanto a la imagen de los dirigentes del FDT en ese informe, la vicepresidenta aventaja a las demás figuras oficialistas, incluido el presidente (gráfico abajo): tiene mayor imagen positiva (casi 35%) y menos negativa.
Pasando a JXC, Zuban Córdoba muestra a Bullrich, Rodríguez Larreta y Facundo Manes con diferencial de imagen positivo (10,4 pp, 1,9 pp y 2,6 pp, respectivamente), mientras que Macri y Vidal tienen saldos negativos de 18,4 pp y 17,7 pp, respectivamente (gráfico abajo).
Las demás figuras de JXC también muestran diferencial negativo, y lo mismo sucede con Schiaretti (gráfico abajo).
En síntesis, si nuestro repaso de la semana pasada mostraba un panorama acotado para la renovación de la oferta política en términos de intención de voto de cara al 2023, este análisis delimita el espacio potencial para la irrupción de figuras novedosas a una serie de condiciones: 1) si las próximas encuestas siguen mostrando a Milei con un diferencial de imagen negativo (lo que coincide con su estancamiento en intención de voto), el escenario podría abrirse para figuras alternativas 2) si las próximas encuestas comienzan a mostrar que el pelotón de dirigentes que aún pueden crecer en términos de conocimiento logran traducir su mayor registro en imagen positiva: ahí aparecen Schiaretti en el peronismo no K, y en JXC Manes, Cornejo y Morales, si bien con algunos matices.
En cambio, si la condición principal no se cumple, el espacio para el surgimiento de figuras novedosas seguirá acotado por la performance de Milei, cuya incorporación o no a JXC continuará tensionando de manera asimétrica el escenario preelectoral hacia 2023. ¿Por qué? Porque su mayor impacto se da en primer lugar entre electores cambiemitas (casi 6 de cada 10 de ellos se sienten identificado en gran medida o en alguna medida con el fenómeno libertario) y en segundo término entre los votantes de otras fuerzas, donde casi 4 de cada 10 se identifican en gran medida o en alguna medida con él, según D´Alessio-Irol (gráfico arriba). En la medida en que su impacto es bajo o nulo entre los votantes del FDT y la izquierda, una “tercera vía” anti grieta hoy sólo puede prosperar a condición de que Milei se debilite, o bien de que una incorporación suya a JXC genere la ruptura de un tablero que aún se muestra polarizado.
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