viernes, 9 de julio de 2010

Sobre el matrimonio gay, la Iglesia y la ley


El cardenal Jorge Bergoglio envió una carta a las religiosas carmelitas en la que nuevamente manifiesta el rechazo de la Iglesia Católica al proyecto de ley de Matrimonio Homosexual que aprobó Diputados y que se trabó en el Senado. Cito algunos fragmentos: "no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios" (...) "está en juego la identidad y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos (...) la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre (...) está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios...".

Según Bergoglio, "...no se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una 'movida' del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios", por lo que pide a las religiosas que "clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala" (...) "Recordémosle lo que Dios mismo dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: 'esta guerra no es vuestra sino de Dios". Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de Dios".

La misiva de Bergoglio tiene varios elementos en los que es preciso detenerse, pues tocan conceptos centrales de la opinión pública. Una vez más, recurriremos a Elisabeth Noelle-Neumann y su revisión de autores.

John Locke hablaba de tres leyes: la ley divina, la ley civil y la ley de opinión, lo que plantea la discusión de en qué medida las mismas pueden contradecirse. En la sociología moderna, las tres leyes de Locke han sido sustituidas por descripciones más precisas. René König plantea que la ley del Estado se divide en dos partes: los guardianes de la moralidad pública esperan que el Estado utilice la ley como barrera contra los cambios en la concepción del mundo, mientras que los portavoces de la opinión pública piden que la ley y el derecho sigan evolucionando con el espíritu de los tiempos, partiendo de la premisa de que en todas las culturas la opinión pública es un medio de integración social. Cuando las normas legales están de acuerdo con los valores tradicionales, pero la costumbre y la moralidad pública se apartan de ambas, la fachada no tarda en caer. Esto sugiere que, a la larga, la ley no puede mantenerse incólume a los cambios en la costumbre y en las prácticas sociales.

Las concepciones acerca de temas como el matrimonio gay tienden a polarizar a la opinión pública, a dividir a la sociedad en dos posiciones: por ejemplo, según encuestas de Delfos, entre cordobeses mayores de 18 años, el 47% se opone al matrimonio gay y 41% está a favor (12%no sabe o no contesta). Ya se verá si la ley de matrimonio igualitario es aprobada o no, y qué análisis posterior merece el hecho. Pero, más allá de eso, es oportuno recordar que Argentina es un estado laico, no confesional como Irán, donde el poder es ejercido por una teocracia. Sería deseable que Bergoglio lo tenga en cuenta y aplique lo que tantas veces declama: moderación, un atributo incompatible con el llamado a la "guerra santa" que está implícito en su misiva.

Las cuestiones de fe pueden influir, pero no determinar las decisiones políticas. Pretender lo contrario sólo puede llevar al ridículo, como ya hemos podido apreciar los cordobeses en el caso de la directora General de Escuelas de la Municipalidad de Córdoba y esposa del intendente Daniel Giacomino, Gabriela Almagro, quien reconoció que distribuye agua bendita entre las directoras que acuden a su despacho por problemas como la deserción escolar, además de pedirles que recen y se encomienden a Dios para que les ayude.

7 comentarios:

  1. Así es, qué puede esperarse de una iglesia que quemó y torturó a tanta gente por pensar distinto. Si ahora pudieran, quemarían a unos cuantos, porque su mentalidad sigue siendo la misma, bien sabido es que esta gente vive siempre con siglos de atraso mental. Tanto machaque con "el orden natural", que no veo la hora que empiecen ellos también a adorar la naturaleza como muchos de los llamados paganos, y se dejen de joder con esta invención que es el cristianismo. Y nada personal con Cristo, pero qué bien que les vino a muchos esta religioncita. Arriba la pachamama carajo, y dejen a la gente vivir como mejor les parezca! No ponen tanto interés en condenar la pederastía, me parece.

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  2. Gracias por tu aporte, Greenway. Te agrego algo, el arzobispo de Río Cuarto Eduardo Martín escribió que el matrimonio entre personas del mismo sexo representa "una situación de grave peligro para el futuro de la patria", como parte de un mensaje que se leerá hoy durante el Tedéum en Río Cuarto y se seguirá pronunciando en las Iglesias durante el fin de semana. Y agrega: "tenemos que afirmar con toda claridad que según el designio creador de Dios no hay otra forma de ser humano que ser varón y mujer. Que el matrimonio no puede ser objeto de votación parlamentaria, en cuanto a su esencia, pues es una realidad que viene de la creación y no de un consenso". Tremendo no? Imagino que durante la discusión de la ley de divorcio deben haberse pronunciado argumentos parecidos. Luego viene esta perlita: "siempre se es hombre como varón o mujer. Las demás formas son de algún modo, desviaciones de lo natural".

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  3. Coincido con el anterior comentario en que la iglesia y los sectores conservadores de éste país no pueden opinar de otra manera porque su mentalidad ATRASADA no permite que se adapten a los nuevos tiempos.Y que la Iglesia en particular, ya que es tan defensora de los niños, debería también convocar a marchas en apoyo de la investigación de los casos de PEDERASTÍA con el énfasis con que lo hacen con éste proyecto.

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  4. Gracias por tu comentario, anónimo del número 3. Finalmente, salió la aprobación del proyecto de ley, así que te invito a leer el nuevo post al respecto.

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  5. Se puede y se debe, a mi modesto modo de ver, sustentar opiniones contrarias a cualquiera basandose en creencias religiosas y es lo que ha hecho Bergoglio. De hecho, las mismas son para el creyente, dogmas de vida más importantes aun que las mismas leyes que protegen este hecho. Por lo tanto, no comprendo porque menosprecias la justificacion de la oposicion a esta ley que esta basada en creencias religiosas. Por ultimo veo una radicalizacion y una buena carga de ignorancia en tu opinion, ya que le atribuyes a Bergoglio la "guerra santa" a esta ley: Primero: En el catolisismo no existe el concepto de guerra santa, ese es un concepto musulman, además es todo lo contrario, Cristo insiste sobre amar a los enemigos. Segundo, Bergoglio solo esta pidiendo a las monjas que recen no que luchen ni que salgan a matar al enemigo(otro concepto musulman)...
    En definitiva es triste entrar en tu mundo...

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  6. Estimado Anónimo: gracias por tu participación. Las palabras 'esta guerra no es vuestra sino de Dios" no las inventé yo, están en la misiva de Bergoglio (lo de guerra santa es, en ese contexto, una metáfora justificada). Cualquiera por supuesto es libre de opinar lo que quiera, pero me parece que tu error es pensar que una creencia religiosa personal puede fundar leyes que se apliquen a quienes no comparten esas creencias (si yo fuera gay y no creyera en Dios, por qué no podría casarme?). En definitiva, creo que en el fondo se trata de derechos y lo que la Iglesia no se banca es perder injerencia en esos asuntos, del mismo modo que no se bancó la ley de divorcio en su momento. En cuanto al tratamiento del enemigo, ya que hablás de ignorancia, te sugiero revisar lo que la Iglesia hizo en las cruzadas y en la Edad media con aquellos a los que tomaba como enemigos. Fijate, por ejemplo, qué le sucedió a Giordano Bruno. Eso si que es triste.

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  7. “Esta guerra no es vuestra sino de Dios…” 2ª Crónicas 20:15. Si leemos el versículo citado por Bergoglio y su real contexto que es el capítulo 20 de 2ª crónicas comprenderemos que el concepto es claro y simple: Dios le pide a su pueblo que confíen en Él y Él acabará con los enemigos de Israel que en esos momentos específicamente eran un ejército enemigo. Dios, apela a la Fé de su pueblo y Él, les promete vencer a sus enemigos en su lugar. Por lo tanto, Bergoglio, quiere decir exactamente lo contrario a lo que se pretende poner en su boca, es decir los católicos son llamados a no hacer nada, a no luchar, a no pelear, sólo a tener Fé en Dios y Él obrará. Tus razonamientos no se sostienen; la conexión entre el dicho de Bergoglio y “tu” significado, es forzado y hasta contrario a la lógica. Quizás Dios cambie la ley, o quizás ilumine a los encargados de aprobarla o quizás la derogue más adelante, en realidad nadie lo sabe. Pero ese es el concepto, aunque no te guste.
    Por otro lado, las leyes son producto de los gobernantes de turno. Ellos, fundamentan sus ideas personalísimas y las plasman en un conjunto de leyes que a lo largo del tiempo van de un extremo a otro de lo políticamente correcto, de la moral, de las creencias religiosas, los dogmas sociales, etc., Las leyes, deben ser para todos, incluidos los creyentes en Dios y en su justicia. Nosotros los católicos, somos parte de la sociedad y de la democracia y es imposible que nuestras ideas no se plasmen en las leyes que nos afectan, aunque haya quien no crea en nada de lo que creemos nosotros, sino las leyes solo valdrían para una parte de la sociedad.
    En cuanto a la tristeza de un mundo sin Dios, puede sonar muy personal pero es cierto. Veo a una persona inteligente como vos, que ha caído en la hipocresía barata (sin profundidad de razonamiento ni de investigación). Mi estimado Norman, tu postura radical-anticlerical no es en absoluto original. Hoy en día está de moda serlo. Hoy, es políticamente correcto ser anticristiano pero es políticamente incorrecto hablar del Islam como una “religión” sectaria y absolutamente radical y que además es inconsistente con la democracia o la igualdad entre hombre y mujer. Nadie tiene el valor para decirlo pero sí atacan a los cristianos. Los radicales y los integristas, salen de las mezquitas, no de las Iglesias cristianas.
    Te deseo que Dios te ilumine y que utilices tu inteligencia y tu energía para promover la felicidad, el perdón y el amor entre los hombres, desde tu puesto en la sociedad.

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