Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
lunes, 9 de agosto de 2010
Herederos políticos
Desde siempre la "portación de apellido" ha tenido el potencial de ser un "activo" político (si ese apellido connota poder, prestigio u otros atributos bien valorados) o un "pasivo" o "lastre" (si está asociado a conceptos desfavorables: corrupción, crisis, por ejemplo).
Luego de la muerte de su padre, el ex presidente, la figura de Ricardo Alfonsín viene creciendo en imagen en todas las encuestas conocidas, al tiempo que el vicepresidente Julio Cobos viene perdiendo posiciones por goteo, lo que lo pone en desventaja ante una eventual interna de la UCR para definir el candidato presidencial de la fuerza más importante que integra el Acuerdo Cívico y Social (ACyS). Además, los candidatos cobistas ya fueron batidos en una reciente interna bonaerense por los candidatos apoyados por "Ricardito".
Si se concreta la salida de Elisa Carrió (Coalición Cívica) del ACyS,
es muy probable que se refuerce la identidad partidaria de la UCR. Se sabe que "Lilita" nunca quiso a Cobos como candidato presidencial y prefiere a Alfonsín (aunque no se privó de criticarlo por aparecer en un acto en Chascomús junto a la presidenta Cristina Fernández) pero los continuos chisporroteos que mantiene con otros integrantes del ACyS -como el socialismo liderado por el gobernador santafesino Hermes Binner y el GEN que conduce la bonaerense Margarita Stolbizer- ponen a la "ex-ARI" cada vez más cerca de ser una "ex-ACyS".
Alfonsín mantiene relaciones cordiales con los K y un posicionamiento más independiente del establishment y las corporaciones, a diferencia del vicepresidente, ninguneado por el oficialismo y vitoreado en la Sociedad Rural (el año pasado, un productor ganadero bautizó a su toro como Cleto, por su voto "no positivo" contra las retenciones móviles). Los radicales de cuna aún recuerdan los abucheos y silbidos que los ruralistas le dedicaron a Raúl Alfonsín en 1988, cuando su gobierno empezaba a declinar en el marco de la crisis económica que desembocaría en la hiperinflación de 1989 y la entrega anticipada del poder.
Alfonsín no comparte el discurso opositor antikirchnerista duro (cuando no apocalíptico) de Elisa Carrió, sino que ofrece un perfil opositor más moderado, menos confrontativo. Por otra parte, Alfonsín reivindica su inclinación por la centroizquierda y quiere orientar a la UCR por la vía socialdemócrata, mientras que Julio Cobos tiene una agenda más conservadora, con eje en proyectos para establecer a nivel nacional un Servicio Cívico Voluntario (similar a la denominada "colimba") para adolescentes en situación de marginalidad y "coquetea" con dirigentes como Francisco de Narváez, más cercanos ideológicamente a la centroderecha (con el empresario también comparte el combate a la inseguridad como un tema central).
Julio Cobos quisiera convencer a Ricardo Alfonsín de que acepte competir por la gobernación de Buenos Aires, dejándole a él la candidatura presidencial, pero el clima de opinión no lo favorece: aunque el vice conserva una intención de voto que lo mantiene en carrera, Alfonsín está en mejores condiciones para una interna radical y para sumarle a la UCR a sectores como el GEN y el socialismo (a eso se agrega que Binner ha rechazado públicamente la posibilidad de ser candidato a vice de Cobos, pero nunca desairó a Alfonsín). Esto no sólo pone en aprietos a Cobos, también limita a priori las posibilidades electorales de fuerzas de centroizquierda como Proyecto Sur de "Pino" Solanas, y pone un techo al PJ disidente, frente a un oficialismo kirchnerista cuyo piso electoral oscila alrededor del 30% para 2011.
Cobos aparece como más permeable y previsible para el establishment y tiene experiencia de gestión, pero viene perdiendo adhesión en las encuestas (imagen e intención de voto) y no ha podido torcer el recelo de los radicales que no le perdonan haber sido vice de Cristina en 2007. Alfonsín viene en ascenso en las encuestas (mejor en imagen que en intención de voto), tiene predicamento interno en la UCR y sus aliados del ACyS, pero nunca gobernó y su "portación de apellido" tiene pros (el perfil democrático- institucional reconocido a su padre) pero también contras (la hiperinflación de 1989 que puede ser empleada como arma en una elección presidencial, donde el atributo gobernabilidad siempre pesa).
Se especula con que el 30 de octubre, cuando se cumplan 27 años del triunfo de Raúl Alfonsín, se podría lanzar la precandidatura presidencial de Ricardo. El radicalismo tiene hoy una perspectiva de poder muy distinta a la del 2007, cuando llevó en su lista presidencial a un dirigente del PJ, Roberto Lavagna. Con dos candidatos expectables, uno de ellos un "heredero político", la UCR mira esperanzada el 2011.
En Córdoba, otro heredero político, Ramón Mestre hijo, alimenta las ilusiones radicales para volver al poder en la ciudad: el ex concejal y actual senador nacional encabeza la intención de voto a intendente para el 2011.
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Se podria argumentar que los hijos no tienen la culpa de los padres, y que algo podran hacer en su vida.
ResponderEliminarDe todos modos, encuentro parcial los ejemplos radicales cuando podriamos incluir en la listita a:
- Eva de Peron,
- Isabel de Peron
- Cristina de Kirchner
- Vilma Ibarra
- Alberto Rodriguez Saa
- Ramon Saadi
- Nina de Juarez
- Mercedes de Capitanich
- Olga de de la Sota
- Adriana de de la Sota
- Gabriela de Giacomino
Coincido en que los hijos no tienen la culpa, no son responsbles del accionar de sus padres. Pienso que Alfonsin h puede ser una buena alternativa como candidato para las elecciones del 2011. Podría aprovechar las cosas buenas que hizo su padre y dejar de lado o corregir las malas. Creo que es un candidato más flexible, con mente más abierta con intenciones de acordar, unirse, no de luchar constantenmente por el poder y contra sus adversarios olvidandose de gobernar. Ojala la UCR lo eliga como canididato y se sumen a él gente como Binner y puedan lograr un gran equipo de trabajo.
ResponderEliminarCon respecto a Cobos tengo dudas, ... no creo pueda ser un opositor ganador o mejor dicho ganarle las elecciones al gobierno K.
Gracias por los comentarios, Mariana y Anónimo del primer comentario. Respecto de éste, distingo entre los herederos políticos y las sociedades políticas: no es lo mismo ser "hijo o hija de" que ser esposo/a. Eva/Isabel Perón, -Cristina Fernández, Vilma Ibarra, Alberto Rodriguez Saá, Nina de Juárez, Mercedes de Capitanich, Olga Riutort de de la Sota, Adriana Nazario, Gabriela Almagro de Giacomino, son integrantes de sociedades políticas, más que ser "herederos/as de..." . Sí me parece procedente el ejemplo de Ramón Saadi. Saludos y bienvenidos sus comentarios!
ResponderEliminares curioso ver el crecimiento de la imagen del "hijo de Alfonsín" desde el fallecimiento de su padre. D´ficil será despegarse de la imagen del progenitor, pero más dificl será superar el lugar histórico que ha tenido su padre. A pesar de las cuestiones económicas que dejó el presidente de la democracia, la gente está acostumbrada al golpe del bolsillo... la pregunta es ¿podrá un radical dominar los fuertes poderes sindicales que el peronismo tanto alimentó?... el tiempo o el voto lo dirá
ResponderEliminarCreo que el insistir de los argentinos en las figuras filiales, como los hijos de políticos importantes, directamente responde a una especie de proyección de la cultura argentina de no despegarse de personajes políticos donde se dejo una fe en lo económico e institucional. Y como el pueblo rememora cosas buenas , también pueden recordar o proyectar malas experiencias en las figuras políticas herederas de una figura política anterior.
ResponderEliminarpodemos decir entonces que los herederos políticos pueden ser estigmatizadas y de alguna manera eso es difícil de revocar de la memoria argentina.
Hola Stefanía y Octaviano, bienvenida su participación! Coincido en que la sombra de los antepasados políticos muchas veces impide que los herederos brillen con luz propia, pero sin dudas la portación de apellido no deja de ser un atributo capitalizable, ya que funciona como una suerte de "atajo heurístico" para el electorado no tan involucrado o informado de la política ("como no conozco mucho a este dirigente, resuelvo el desconocimiento transfiriéndole los atributos de su antecesor"). Saludos cordiales!
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