lunes, 14 de octubre de 2013

Encuestas en las semanas decisivas (1)

Cuando en octubre del 2010 el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner se tradujo en una sensible mejoría del oficialismo en las encuestas (que al año siguiente desembocó en la victoria con el 54% de los votos), una de las corrientes de opinión atribuyó a ese deceso el triunfo de la presidenta Cristina Fernández. Desde este blog opinamos oportunamente que esa muerte, en realizada, cristalizó una adhesión que ya se detectaba en aquellos estudios que exploran los niveles latentes de la opinión pública (a diferencia de los manifiestos, que son los que capta la encuesta) y aceleró un proceso de espiral de opinión favorable al oficialismo que ya se venía desarrollando con posterioridad a las elecciones legislativas de 2009 (momento en que la espiral desfavorable al kirchnerismo alcanzó su mayor despliegue) y que se había insinuado emotivamente en los festejos por el Bicentenario en mayo del 2010.

En la actual coyuntura también aparecen corrientes de opinión y especulaciones relativas a los efectos electorales que puede tener la operación a la que fue sometida la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, polemizando contra esas líneas argumentales, nos parece pertinente recordar que ya había encuestas registrando una mejoría relativa del oficialismo en distritos clave antes del problema de salud presidencial. De acuerdo a un estudio de Poliarquía (insospechada de cercanía con el kirchnerismo) Sergio Massa aventaja a Martín Insaurralde por algo más de 7 puntos, de acuerdo a la última encuesta realizada por la consultora durante el fin de semana anterior. El sondeo arroja que Massa conseguiría el 39,8% de los votos e Insaurralde el 32,3%, y marca un freno en lo que era la tendencia ascendente de crecimiento del intendente de Tigre, incluso con una leve disminución durante la última semana que captura el citado estudio, en el cual, según la ficha técnica, se entrevistaron 1727 ciudadanos en 16 localidades de la provincia de Buenos Aires.

Por contrapartida, el candidato del Frente para la Victoria mantiene su nivel de intención de voto, estableciéndose una distancia de 7,5 puntos. Lejos, pero conservando su caudal electoral, se ubica Margarita Stolbizer(11,7%), mientras que Francisco de Narváez pierde una importante porción de votos (6,3%). Massa logró su mejor desempeño entre el 23 y el 27 de septiembre, cuando consiguió 11 puntos de ventaja sobre Insaurralde, favorecido por un efecto de voto útil (concentrando votos anti-oficialistas en el candidato que aparece con más chances de derrotarlo) más un efecto del carro ganador (electores que, no especialmente motivados para votar en uno u otro sentido, se suman a la espiral de opinión ascendente, para sentirse “arropados” en la mayoría). Se trata de dos efectos muy fundamentados en la literatura de opinión pública (en este blog los hemos comentado varias veces). En el caso del efecto de voto útil, en este caso en particular se tradujo en un ascenso de Massa en detrimento de otro de los candidatos opositores, Francisco de Narváez, que del 11% que obtuvo en las PASO ahora retrocede a 6,3%.

Si se consideran los dos efectos de opinión pública operando a favor de Massa (voto útil + carro ganador), no sorprende que el tigrense haya aumentado la ventaja conseguida en las PASO en las semanas siguientes: la brecha a su favor en la provincia de Buenos Aires fue en crecimiento casi todas las semanas desde las PASO, llegando a más de 11 puntos. La secuencia marca que en las primarias del 11 de agosto hubo 5,6 puntos de ventaja para Massa, luego trepó a 9,7 a fines de agosto, 11 a mediados y fines de septiembre. Sin embargo, esa espiral ascendente se frenó en la primera semana de octubre. Esto sí es de especial interés, dado que Poliarquía muestra que el crecimiento de Massa se detuvo después del 27 de septiembre (en que obtenía 41,1%) para retroceder hasta el 39,8% al 7 de octubre, fecha de cierre de la encuesta). En el mismo lapso, Insaurralde creció dos puntos, llegando a 32,3%. Anotemos, de todos modos, que se trata de variaciones cercanas al error muestral, por lo cual apenas tienen significatividad estadística. No obstante, si señalara un leve cambio de tendencia, ¿cómo explicarlo?

Una de las tesis ofrecidas es que la mayoría de las consultoras venían registrando un crecimiento en la imagen de la Presidenta en las últimas dos semanas en muchos distritos, movimiento que sin embargo no se traducía en una mejora de las perspectivas electorales del oficialismo de cara al 27 de octubre (de hecho, los resultados del oficialismo en las PASO estuvieron bastante por debajo de la aprobación de la gestión nacional, o, dicho de otra manera, los candidatos distritales del kirchnerismo rindieron por debajo del gobierno al que representaban, algo que sorprendió incluso a los consultores lejanos al oficialismo). ¿Quizá haya un cambio en la tracción electoral desde el gobierno hacia los candidatos, proceso que en las PASO no se había manifestado aún sino que permanecía en latencia? Tal pregunta requerirá un seguimiento de las tendencias en los próximos días. 

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