Cuando en octubre del 2010 el fallecimiento
del ex presidente Néstor Kirchner se tradujo en una sensible mejoría del
oficialismo en las encuestas (que al año siguiente desembocó en la victoria con
el 54% de los votos), una de las corrientes de opinión atribuyó a ese deceso el
triunfo de la presidenta Cristina Fernández. Desde este blog opinamos
oportunamente que esa muerte, en realizada, cristalizó una adhesión que ya se
detectaba en aquellos estudios que exploran los niveles latentes de la opinión
pública (a diferencia de los manifiestos, que son los que capta la encuesta) y
aceleró un proceso de espiral de opinión favorable al oficialismo que ya se
venía desarrollando con posterioridad a las elecciones legislativas de 2009
(momento en que la espiral desfavorable al kirchnerismo alcanzó su mayor
despliegue) y que se había insinuado emotivamente en los festejos por el
Bicentenario en mayo del 2010.
En la actual coyuntura también aparecen
corrientes de opinión y especulaciones relativas a los efectos electorales que
puede tener la operación a la que fue sometida la presidenta Cristina Fernández
de Kirchner. Sin embargo, polemizando contra esas líneas argumentales, nos
parece pertinente recordar que ya había encuestas registrando una mejoría
relativa del oficialismo en distritos clave antes del problema de salud
presidencial. De acuerdo a un estudio de Poliarquía (insospechada de cercanía
con el kirchnerismo) Sergio Massa aventaja a Martín Insaurralde por algo más de
7 puntos, de acuerdo a la última encuesta realizada por la consultora durante
el fin de semana anterior. El sondeo arroja que Massa conseguiría el 39,8% de
los votos e Insaurralde el 32,3%, y marca un freno en lo que era la tendencia
ascendente de crecimiento del intendente de Tigre, incluso con una leve
disminución durante la última semana que captura el citado estudio, en el cual,
según la ficha técnica, se entrevistaron 1727 ciudadanos en 16 localidades de
la provincia de Buenos Aires.
Por contrapartida, el candidato del
Frente para la Victoria mantiene su nivel de intención de voto, estableciéndose
una distancia de 7,5 puntos. Lejos, pero conservando su caudal electoral, se ubica
Margarita Stolbizer(11,7%), mientras que Francisco de Narváez pierde una
importante porción de votos (6,3%). Massa logró su mejor desempeño entre el 23
y el 27 de septiembre, cuando consiguió 11 puntos de ventaja sobre Insaurralde,
favorecido por un efecto de voto útil (concentrando votos anti-oficialistas en
el candidato que aparece con más chances de derrotarlo) más un efecto del carro
ganador (electores que, no especialmente motivados para votar en uno u otro
sentido, se suman a la espiral de opinión ascendente, para sentirse “arropados”
en la mayoría). Se trata de dos efectos muy fundamentados en la literatura de
opinión pública (en este blog los hemos comentado varias veces). En el caso del
efecto de voto útil, en este caso en particular se tradujo en un ascenso de
Massa en detrimento de otro de los candidatos opositores, Francisco de Narváez,
que del 11% que obtuvo en las PASO ahora retrocede a 6,3%.
Si se consideran los dos efectos de
opinión pública operando a favor de Massa (voto útil + carro ganador), no
sorprende que el tigrense haya aumentado la ventaja conseguida en las PASO en
las semanas siguientes: la brecha a su favor en la provincia de Buenos Aires
fue en crecimiento casi todas las semanas desde las PASO, llegando a más de 11
puntos. La secuencia marca que en las primarias del 11 de agosto hubo 5,6
puntos de ventaja para Massa, luego trepó a 9,7 a fines de agosto, 11 a
mediados y fines de septiembre. Sin embargo, esa espiral ascendente se frenó en
la primera semana de octubre. Esto sí es de especial interés, dado que Poliarquía
muestra que el crecimiento de Massa se detuvo después del 27 de septiembre (en
que obtenía 41,1%) para retroceder hasta el 39,8% al 7 de octubre, fecha de cierre
de la encuesta). En el mismo lapso, Insaurralde creció dos puntos, llegando a
32,3%. Anotemos, de todos modos, que se trata de variaciones cercanas al error
muestral, por lo cual apenas tienen significatividad estadística. No obstante,
si señalara un leve cambio de tendencia, ¿cómo explicarlo?
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