martes, 1 de octubre de 2013

Malestar en el consumo y expresión política (1)

Decíamos en la entrada anterior que el Índice General de Expectativas Económicas (IGEE) había registrado en agosto una mejora del 2,4% con respecto a igual período del 2012, y que el subíndice correspondiente al rubro Compra, en particular, había obtenido 125 puntos, ubicándose un 3,2% por arriba del período anterior y un 3,2% por encima del registro de agosto de 2012, lo que representaba el valor es el más alto de los últimos 12 meses, según destacaban la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina (UCA) y la consultora TNS Gallup. En la misma entrada destacábamos que los indicadores mezclaban datos para el pesimismo y otros para el optimismo, todo un desafío para los analistas.

¿Cuál es la clave de interpretación, entonces? ¿Por qué pesa más el malestar, pese a que 2013 es un año económicamente más dinámico que 2012? (y, notoriamente, que 2009, anterior elección legislativa de medio término en la que el oficialismo obtuvo entre 33% y 35% de los votos a nivel nacional, notoriamente por encima de lo logrado en las PASO). Creemos que el punto clave es el impacto negativo de algunos aspectos del modelo en la economía doméstica. El mismo estudio de UCA-TNS Gallup arroja que, al preguntar a los entrevistados sobre la situación financiera de sus hogares, el 65% manifestó que apenas logra llegar a fin de mes con sus ingresos, otro 9% dijo que está utilizando sus ahorros para solventar los gastos del hogar y un 7% que se está endeudando. Del total de encuestados, apenas el 13% aseguró que está ahorrando en la actualidad. Al respecto, la UCA comentó que "el análisis de la tendencia revela que la proporción que señala que apenas llega a fin de mes se mantiene estable en el período relevado. Se observa también una baja en el nivel de ahorro en las últimas dos mediciones, con respecto a los dos años precedentes. Asimismo, disminuyen los niveles de endeudamiento entre la población en relación a años anteriores", señaló.

En este marco, ¿hay que esperar una inercia en esta dinámica desfavorable, o puede haber un cambio de tendencia en el consumo? (sin arriesgar, necesariamente, una hipótesis de  correlato electoral). Recientemente, la consultora CCR dio a conocer el informe denominado `Pulso Social 2013`, elaborado a partir de focus groups y encuestas online. Según ese trabajo, la demanda de productos no perecederos, envasados, bebidas y productos de tocador e higiene tendrá un aumento estimado en volumen cercano al 2,5% de enero a diciembre de este año, en comparación con 2012. Este crecimiento se vería favorecido por la inyección de casi 6.000 millones de pesos proveniente acordados en las paritarias, las mejoras en las jubilaciones, las asignaciones familiares y el reciente incremento en el mínimo no imponible de Ganancias (estas últimas medidas, posteriores a las PASO).

De ser así, el año cerraría con cifras positivas en materia de consumo que se evidenciarán en fechas clave como el Día de la Madre, en octubre próximo, y las fiestas de fin de año. “Si se consideran todos los canales de comercialización hipermercados, supermercados y tiendas de descuento-, la mejora en volumen en la demanda de enero a agosto fue del 2,9%”, precisó el director de Trade de CCR, José Ignacio Amodei. El especialista plantea un perfil de consumidor al que define como "buscador" de promociones y ofertas: "Ya de dejó de ser mal visto buscar el beneficio extra y se busca la promoción y el descuento al comprar". Según el informe de CCR, en promedio los consumidores visitan cuatro canales distintos de compra para adquirir sus productos y el motor de su elección sigue siendo el precio del producto y la cercanía del comercio. Esta característica lleva al fortalecimiento de las marcas propias de las cadenas, ocasión en la que el consumidor resigna marca por precio.

Sin embargo, siguen vigentes las compras impulsivas, las orientadas por la inmediatez y muchas de ellas canalizadas a través de los cupones de compra que incluyen descuentos en comestibles. Se percibe al consumidor actual como "autocomplaciente, en búsqueda de la satisfacción inmediata, orientado al consumo de placer", ya sea a través de salidas o viajes que luego exhibe en las redes sociales. En general, se observó que los encuestados proyectan a corto plazo y valorizan el tener trabajo. Por otro lado, este estudio contrapone la mirada general a la particular: especialmente los segmentos de más altos ingresos valoran su situación individual y tienen una mirada crítica respecto al país en general. Esta puede ser otra clave del actual malestar, que tiene tanto una expresión política como en el consumo.

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