jueves, 22 de septiembre de 2016

La gestión frente al horizonte electoral (1)


Una encuesta de la Consultora Dicen realizada entre los días 29 y 31 de agosto pasado en los 24 partidos del Gran Buenos Aires muestra al FPV a la cabeza de la intención de voto (en dos escenarios alternativos), y al oficialismo (Cambiemos) disputando el segundo lugar con el Frente Renovador. En el primer escenario que se sondeó, la fórmula Cristina Fernández-Daniel Scioli (en 2017, provincia de Buenos Aires renueva senadores y diputados nacionales) obtiene un 38%, sacándole una apreciable ventaja a las demás listas. En segundo lugar aparecen empatados los binomios Sergio Massa-Margarita Stolbizer (Frente Renovador) y Elisa Carrió-Jorge Macri (Cambiemos) con un 23% de intención de voto. 

Respecto a la medición anterior, la fórmula del oficialismo muestra una mejora en su performance, ya que en julio aparecía con 15%. Sin embargo, esos guarismos no son buenos para el gobierno, dado que una eventual derrota en el distrito que concentra el 38% de los votos del total nacional requeriría de resonantes victorias en el resto del país o al menos en los otros tres distritos más gravitantes; de ellos, sólo Capital Federal es un bastión del oficialismo (Córdoba y Santa Fe son gobernados por signos políticos diferentes a los que integran Cambiemos). El segundo escenario sondeado por la consultora que dirige Hilario Moreno aparece más prometedor para el gobierno nacional. La fórmula del peronismo no K encabezada por Florencio Randazzo y Gabriel Katopodis (uno de los intendentes del Grupo Esmeralda) obtendría un 29% de los votos, en situación de empate técnico con el binomio Massa-Stolbizer (FR), con un 27%, mientras que la fórmula Carrió-Macri se mantendría  en un 23%. Con el tándem Randazzo-Katopodis, el peronismo cede 9 puntos porcentuales y el massismo crece 3, mientras que Cambiemos se acerca a la pelea por el primer lugar (ver datos arriba; click para agrandar). La recolección de datos se realizó telefónicamente con tecnología IVR (respuesta de voz interactiva), que utiliza preguntas pregrabadas que los entrevistados responden por medio del teclado. La selección de hogares se realizó a partir de una muestra aleatoria de teléfonos fijos. Posteriormente, los resultados fueron ajustados por parámetros censales de municipio, sexo, edad, nivel educativo y voto en el ballotage. La cantidad de casos efectivos fue de 400 en el conurbano; esto es pertinente, dado que en el interior de la provincia de Buenos Aires las tendencias podrían ser diferentes. 

Aun con esos matices, todas las encuestas que venimos revisando en provincia de Buenos Aires y conurbano bonaerense muestran que, si las elecciones fueran hoy, Cambiemos estaría peleando el segundo o tercer puesto en intención de voto. Falta mucho para la elección y pueden modificarse esas tendencias, pero hoy la foto es nítida: la posibilidad de una derrota en el conglomerado más gravitante de todo el país es, principalmente, una traducción político-electoral de los efectos socioeconómicos que la gestión de gobierno del presidente Mauricio Macri ha generado en la zona metropolitana. Así, una encuesta del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales (CEPA) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires realizada de manera telefónica en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense a fines de julio (casi simultánea al estudio de Management & Fit que citamos en el primer post de la serie anterior) sobre una muestra de 1.097 casos arrojó que dos tercios de los residentes en ese conglomerado vieron reducirse su capacidad adquisitiva en los últimos meses. El 81% de las personas que ganan menos de 8.000 pesos mensuales debió recortar gastos para poder pagar las tarifas de los servicios, porcentaje que apenas baja al 75% entre los que ganan más de 8.000 pesos. Asimismo, 2 de cada 10 dejaron de consumir carne, mientras que un 45% eligió cortes de menor costo para sostener ese consumo. 

En la misma línea que vimos oportunamente en el último estudio nacional de Ibarómetro, el trabajo de CEPA también relativiza el argumento oficial de la “pesada herencia”: detecta un amplio acuerdo en que las tarifas debían aumentarse, pero a la vez un rechazo con los porcentajes de los incrementos. Sólo 12% estuvo de acuerdo con los aumentos tal y como fueron aplicados, mientras que un 20% rechazó cualquier tipo de suba de tarifas de luz, gas, agua y transporte. Para más datos, el rechazo a los aumentos que aplicó el gobierno de Mauricio Macri no varía por nivel de ingresos ni por zona de residencia: entre los que ganan más de 20 mil pesos, el rechazo fue del 63% por ciento. Entre los porteños –donde el PRO/Cambiemos se impuso holgadamente en las presidenciales– la falta de acuerdo trepa al 70% por ciento. “Cuando se mira el tema de la tarifa, parece que todo el mundo descontaba que iban a aumentar, porque también Cristina Fernández de Kirchner en 2011 había arrancado con esto de la sintonía fina. Ahora, la gente esperaba un 30% o un 40% . Ni en las peores pesadillas se imaginó un 2.000 por ciento”, indica el director de CEPA, Carlos De Angelis. Este análisis se reactualiza ahora que el gobierno propone una suba de alrededor del 200% para los clientes residenciales, de todos modos muy por encima de las expectativas previas de la opinión pública. 

2 comentarios:

  1. es una desproposito hacer encuestas solo en el gran buenos aires , zona donde macri perdio el ballotage por 10 puntos , el interior de la provincia vota de manera totalmente opuesta aparte todas las encuestadoras muestran a vidal como la que mejor imagen tiene de todos los politicos , cualquier candidato de cambiemos que se pegue a ella ganara mucho en imagen positiva y conocimiento

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  2. ¡Hola Gastón, muchas gracias por tu aporte! Precisamente por su gravitación electoral, no es para nada un contrasentido hacer encuestas sólo en el Gran Buenos Aires; el error sería tomarlas como representativas de toda la provincia, algo que ningún consultor serio hace y es sabido (de hecho, en el mismo post decimos que el interior de PBA vota distinto). Respecto a lo segundo, la elección de 2017 será principalmente nacional, si bien con despliegues territoriales; por ello, si la imagen de la gestión presidencial de Macri no mejora en PBA, difícilmente la imagen de la gobernadora Vidal, que es socia política del presidente, pueda preservarse del desgaste del oficialismo. ¡Saludos y nuevamente, gracias por leernos y participar!

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