El cierre de listas de candidatos en PBA de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto confirmó lo que ya intuíamos en nuestros post más recientes: que CFK sería candidata. En el repaso de las últimas encuestas trabajamos los promedios y comparativos directamente con la ex presidenta como candidata. Como expresó oportunamente el analista Ignacio Zuleta, esa candidatura era “inevitable desde la racionalidad convencional. Nadie que tenga el caudal de intención de voto (un tercio en la provincia de Buenos Aires) resigna una postulación”. En el mismo sentido también se expresó antes de la confirmación el consultor Rosendo Fraga.
Lo “inevitable” de la candidatura también se expresaba en el crecimiento de la intención de voto de la ex presidenta en diversos sondeos que repasamos oportunamente. De la anterior a la última medición del consultor Hugo Haime previa a la confirmación de las candidaturas, la intención de voto de CFK creció 3,2 puntos porcentuales, de 27,2% a 30,4%, mientras que la de Bullrich-González se mantenía estable (pasaba de 24,6% a 25,1%), la de Massa-Stolbizer cedía 2,4 puntos (pasaba de 29,3% a 26,9%) y mismo sucedía con la de Randazzo: pasaba de 7,2% a 5,4%. De manera análoga, en los dos últimos estudios de Polldata CFK pasaba de 28,4% a 32,4% (+4 puntos porcentuales), en tanto que los de Cambiemos se mantenían estables (pasaban de 27,5% a 28,1%: + 0,6 puntos porcentuales) y lo mismo se veía con Massa (pasaba de 21,5% a 20,5%: -1 punto porcentual) y Randazzo (pasaba de 7% a 7,1%: + 0,1 punto porcentual). Más allá de las variaciones estadísticamente poco significativas, se detecta un patrón: CFK primera y consolidada o con un leve crecimiento, contra un estancamiento (o leves retrocesos) tanto de su “competidor” dentro del espacio pan-peronista (Randazzo) como de sus adversarios en Cambiemos y 1País.
Con estos antecedentes, la primera medición posterior al cierre de listas de precandidatos también ubicó a CFK como “front runner” entre ellos. Se trata de un estudio de opinión que Analogías realizó sobre una muestra de 2.000 electores de la provincia de Buenos Aires entre el 25 y el 26 de junio, compuesta en base a parámetros censales de sexo, edad, nivel educativo y distribución por partido para evaluar la intención de voto tras la presentación de las listas definitivas de cada espacio de cara a las primarias del 13 de agosto. El relevamiento se realizó telefónicamente (formato IVR) en provincia de Buenos Aires. Según la medición, el binomio CFK-Taiana roza el 34% de intención de voto, Bullrich-González alcanzan 24,1%, Massa-Stolbizer rozan el 17%, Randazzo-Casamiquela llegan al 4,5%, Pitrola-D´Atri al 1,5% y lo mismo Solanas-Pousso. Un 4,5% votaría a otros candidatos y 13,3% está indeciso. A tenor de estos datos, la fórmula que lidera la ex presidenta se perfila como primera minoría nítida, con una ventaja de casi 10 puntos porcentuales (9,7) sobre el segundo que es estadísticamente significativa. Asimismo, la diferencia de 7,1 puntos entre la fórmula que encabeza Bullrich y la que lidera Massa, aunque no contundente, está fuera de la zona de empate técnico, con lo cual se puede decir que hay también nítidos segundo y tercero (ver datos arriba; click para agrandar).
Por otro lado, la diferencia de 29,3 puntos porcentuales entre CFK y Randazzo que arrojan estos datos resulta contundente de cara a la disputa por el liderazgo del espacio pan-peronista, que acumula un 38,3% de intención de voto si se suman linealmente los guarismos de ambos candidatos. Llamativamente, esa cifra coincide de manera casi exacta con el promedio de votos (38,5%) que obtuvo el Frente para la Victoria en PBA entre las PASO y la primera vuelta presidencial del 2015 (40% y 37,1%, respectivamente), lo cual insinúa una regularidad estadística. En cambio, la lista que lidera Bullrich está un poco por debajo de los votos obtenidos por Macri en las PASO de ese año (29%; llegó al 32,9% en la primera vuelta), y lo mismo sucede con Massa, aunque en su caso está dentro del mismo orden de magnitud, ya que había llegado al 20,6% (22,4% en la primera vuelta). Aunque se trata de elecciones diferentes, esta comparación resulta ilustrativa.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
viernes, 30 de junio de 2017
miércoles, 28 de junio de 2017
PASO: una elección entre lo nacional y lo distrital
Previo al cierre de listas de candidatos realizado este fin de semana, algunas encuestas exploraron la posibilidad de detectar tendencias nacionales. La consultora Management & Fit realizó a fines de mayo una medición concentrada en 4 grandes distritos: 1.000 casos ponderados en provincia de Buenos Aires y 600 en el Gran Buenos Aires (como vimos, PBA concentra 37% del padrón nacional), 400 en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA pesa 7,9% del total nacional) 400 en Córdoba (pesa 8,7%) y 400 en Santa Fe (pesa 8,4%), con un nivel de confianza del 95%. Veamos...
Según ese estudio, Cambiemos obtiene sus mejores números en Córdoba (39,27%), CABA es (38,41%) y los peores en Provincia de Buenos Aires (28,29%) y Santa Fe (31,65%). En el caso del kirchnerismo, se da lo inverso: consigue 28,01% en Santa Fe y 27,89% en la PBA, baja a 25,37% en la CABA y 23,17% en Córdoba. Si comparamos los números de CABA con el promedio de las encuestas revisadas en PBA, en ellas el oficialismo tenía 42,9% (4,5 puntos porcentuales más que en esta medición nacional de M&F); comparando con los de Córdoba, la diferencia es enorme (39,27% vs 15,5%). No contamos con mediciones de Santa Fe. Si comparamos los números de M&F con el promedio de las últimas 4 encuestas revisadas en PBA, vemos que Cambiemos obtenía 28,1% (porcentaje casi idéntico al 28,29% que resulta en el estudio de M&F) y el FPV 31,4% (3,5 puntos porcentuales más que en la encuesta de M&F). Como vemos, las diferencias sugieren que es prudente relativizar las tendencias “nacionales” por signo o emblema político, ya que los comicios de medio término de este año plantean una ambigüedad distrital: se votan cargos nacionales, pero las listas son por provincia, con lo cual los gobernadores de cada distrito juegan fuerte en los comicios, puesto que quieren ganar la elección para ir preparando su sucesión dentro del oficialismo o bien para buscar la reelección en el próximo turno ejecutivo (a eso se agrega que algunas provincias también votan cargos provinciales, y en el caso de PBA hasta municipales, lo cual agrega otra articulación).
Esto también vale para PBA, por supuesto, donde gobierna Cambiemos. Sin embargo, para el interior del país esto tiene una incidencia clave, por cuanto los gobernadores del PJ administran 17 de 24 distritos. Es decir, más allá de la más o menos amigable relación que tengan con el presidente Macri, competirán con sus listas de candidatos tratando de ganarle a los de Cambiemos. De la revisión de encuestas que hicimos en recientemente en distritos del interior, Córdoba muestra una leve ventaja para UPC, con Cambiemos a 4 puntos porcentuales de distancia (19,5% a 15,5%); en Tucumán, la ventaja a favor del gobierno provincial de signo PJ es de 6 puntos porcentuales (37% a 31%). En la provincia de Río Negro, una encuesta reciente de la consultora ECO arroja 30% para Juntos Somos Río Negro (la fuerza que lidera el gobernador Alberto Weretilneck); 25% para el FPV, 12% para el ARI y 12% para Cambiemos. Son sólo tres distritos, pero tienden a ratificar la tendencia a la fragmentación y el peso de los oficialismos locales.
Sin embargo, como el estudio de M&F tiene la pretensión de detectar tendencias nacionales más que distritales, se pueden poner entre paréntesis esos guarismos para hacer foco en la variable que M&F definió como identificación política. Allí, el 28,9% se identificó con el macrismo, el 25,2% con el kirchnerismo-PJ y casi 46% se ubicó como equidistante (ver datos arriba; click para agrandar). En ese grupo de "despolarizados", un 10% admite que podría votar al kirchnerismo, otro tanto a Cambiemos, y un 30% a Massa, mientras que el resto está indeciso o se inclina por otros espacios. En este caso, en términos de identificación política (que no es lo mismo que intención de voto), el oficialismo podría tener una ventaja de 3,7 puntos porcentuales a nivel nacional (estadísticamente no significativa). En cambio, un estudio del CEOP arroja, en sentido contrario, una ventaja de 2 puntos porcentuales a favor del FPV. En síntesis, promediando estos dos datos, existe una paridad en términos de identificación política.
Según ese estudio, Cambiemos obtiene sus mejores números en Córdoba (39,27%), CABA es (38,41%) y los peores en Provincia de Buenos Aires (28,29%) y Santa Fe (31,65%). En el caso del kirchnerismo, se da lo inverso: consigue 28,01% en Santa Fe y 27,89% en la PBA, baja a 25,37% en la CABA y 23,17% en Córdoba. Si comparamos los números de CABA con el promedio de las encuestas revisadas en PBA, en ellas el oficialismo tenía 42,9% (4,5 puntos porcentuales más que en esta medición nacional de M&F); comparando con los de Córdoba, la diferencia es enorme (39,27% vs 15,5%). No contamos con mediciones de Santa Fe. Si comparamos los números de M&F con el promedio de las últimas 4 encuestas revisadas en PBA, vemos que Cambiemos obtenía 28,1% (porcentaje casi idéntico al 28,29% que resulta en el estudio de M&F) y el FPV 31,4% (3,5 puntos porcentuales más que en la encuesta de M&F). Como vemos, las diferencias sugieren que es prudente relativizar las tendencias “nacionales” por signo o emblema político, ya que los comicios de medio término de este año plantean una ambigüedad distrital: se votan cargos nacionales, pero las listas son por provincia, con lo cual los gobernadores de cada distrito juegan fuerte en los comicios, puesto que quieren ganar la elección para ir preparando su sucesión dentro del oficialismo o bien para buscar la reelección en el próximo turno ejecutivo (a eso se agrega que algunas provincias también votan cargos provinciales, y en el caso de PBA hasta municipales, lo cual agrega otra articulación).
Esto también vale para PBA, por supuesto, donde gobierna Cambiemos. Sin embargo, para el interior del país esto tiene una incidencia clave, por cuanto los gobernadores del PJ administran 17 de 24 distritos. Es decir, más allá de la más o menos amigable relación que tengan con el presidente Macri, competirán con sus listas de candidatos tratando de ganarle a los de Cambiemos. De la revisión de encuestas que hicimos en recientemente en distritos del interior, Córdoba muestra una leve ventaja para UPC, con Cambiemos a 4 puntos porcentuales de distancia (19,5% a 15,5%); en Tucumán, la ventaja a favor del gobierno provincial de signo PJ es de 6 puntos porcentuales (37% a 31%). En la provincia de Río Negro, una encuesta reciente de la consultora ECO arroja 30% para Juntos Somos Río Negro (la fuerza que lidera el gobernador Alberto Weretilneck); 25% para el FPV, 12% para el ARI y 12% para Cambiemos. Son sólo tres distritos, pero tienden a ratificar la tendencia a la fragmentación y el peso de los oficialismos locales.
Sin embargo, como el estudio de M&F tiene la pretensión de detectar tendencias nacionales más que distritales, se pueden poner entre paréntesis esos guarismos para hacer foco en la variable que M&F definió como identificación política. Allí, el 28,9% se identificó con el macrismo, el 25,2% con el kirchnerismo-PJ y casi 46% se ubicó como equidistante (ver datos arriba; click para agrandar). En ese grupo de "despolarizados", un 10% admite que podría votar al kirchnerismo, otro tanto a Cambiemos, y un 30% a Massa, mientras que el resto está indeciso o se inclina por otros espacios. En este caso, en términos de identificación política (que no es lo mismo que intención de voto), el oficialismo podría tener una ventaja de 3,7 puntos porcentuales a nivel nacional (estadísticamente no significativa). En cambio, un estudio del CEOP arroja, en sentido contrario, una ventaja de 2 puntos porcentuales a favor del FPV. En síntesis, promediando estos dos datos, existe una paridad en términos de identificación política.
lunes, 26 de junio de 2017
La naturaleza de las elecciones intermedias del 2017: claves
Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto (13-A) próximo son la previa de las elecciones legislativas generales del 22 de octubre (22-O). El carácter de legislativas nacionales (hay distritos que votan senadores y diputados nacionales, otros sólo uno de los dos cargos, amén de los cargos provinciales y locales que se votan en algunos distritos, como es el caso de provincia de Buenos Aires y Capital Federal) hace que sea necesario entender su naturaleza compleja. Veamos...
Una aproximación válida es tratar de identificar tendencias macro, como lo hizo la consultora CEOP (que dirige Roberto Bacman), en un estudio realizado recientemente, sobre una muestra de 1.200 personas de Capital Federal, Gran Buenos Aires y el interior del país. En el trabajo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Las encuestas se hicieron por teléfono. Según el estudio, un 27,7% se define como oficialista; un 45% como opositor, y un 26% se mantiene equidistante (ver datos arriba; click para agrandar). A partir de estos datos, se podría pensar que el resultado de la elección está abierto, aunque Cambiemos tiene chances de ser la primera minoría electoral nacional si logra consolidar ese casi 28% como un piso.
Una aproximación alternativa es enfocar la elección a partir de una serie de claves. La primera de ellas pasa por entender que, al ser elecciones legislativas, tienden a la fragmentación y a la dispersión del voto, tendencia que se profundizó a partir de la crisis del 2001. Luego de la relativa normalización del calendario electoral en el 2003, sólo en las legislativas intermedias del 2005 el oficialismo gobernante sacó un porcentaje significativo del total de votos. Fue el FPV, con 41,59% al nivel nacional, con más de 25 puntos porcentuales de ventaja sobre la segunda fuerza más votada (la UCR, con 15,34%). En las legislativas de medio término del 2009, el FPV fue la primer minoría nacional (30,28%), pero el hecho de haber perdido en la provincia de Buenos Aires (por 2 puntos porcentuales) y la exigua ventaja menor a 2 puntos porcentuales en el total nacional (el Acuerdo Cívico y Social obtuvo 28,8%) hicieron que el resultado fuera leído como una derrota oficialista (sin embargo, el FPV se recompuso y ganó las presidenciales del 2011 con el histórico 54% de CFK. En 2013, el FPV volvió a ser primera minoría nacional (33,6% de los votos), pero haber perdido en PBA por más de 10 puntos a manos de Sergio Massa también dejó la impresión de una derrota oficialista, algo que finalmente se concretaría en las presidenciales del 2015 en el segundo turno electoral (ballotage).
De lo anterior se desprende que en las elecciones intermedias, por su alta fragmentación, es muy difícil que la primera minoría se acerque al 40%. Sólo el FPV pudo hacerlo en 2005, con la economía creciendo a tasas chinas y Néstor Kirchner volando en las encuestas. Ninguna de esas dos condiciones se da hoy, por lo cual es razonable pensar que Cambiemos estará más cerca del piso del 30% que del techo del 41%, aun en caso de ganar las elecciones. También se desprende de lo anterior que las encuestas o las lecturas de tendencias articuladas a partir del resultado de la elección presidencial del 2015 (primer vuelta o ballotage) tienen poco sentido. Del 22-N al 13-A (o incluso al 22-O), hay una gran diferencia.
Por su gravitación política, provincia de Buenos Aires decide gran parte del resultado electoral nacional. Al pesar 37% del padrón, lo que pase allí define centralmente la decodificación del resultado. Vale decir que Cambiemos necesita ganar en PBA para ganar la elección, tanto (por no decir más) que obtener la primera minoría a nivel nacional (ganar en el total nacional pero perder en PBA podría generar un efecto “derrota”, como le pasó al FPV en 2009 y 2013). Una victoria de CFK en esa provincia, o de Sergio Massa, podría precipitar la pelea por la sucesión peronista de cara al turno presidencial del 2019 y poner en crisis la gobernabilidad para Cambiemos. Como hemos visto, hasta ahora las encuestas no permiten descartar una victoria de la oposición en ese distrito (y hasta hay algunas que ubican a Cambiemos en tercer lugar).
Una aproximación válida es tratar de identificar tendencias macro, como lo hizo la consultora CEOP (que dirige Roberto Bacman), en un estudio realizado recientemente, sobre una muestra de 1.200 personas de Capital Federal, Gran Buenos Aires y el interior del país. En el trabajo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Las encuestas se hicieron por teléfono. Según el estudio, un 27,7% se define como oficialista; un 45% como opositor, y un 26% se mantiene equidistante (ver datos arriba; click para agrandar). A partir de estos datos, se podría pensar que el resultado de la elección está abierto, aunque Cambiemos tiene chances de ser la primera minoría electoral nacional si logra consolidar ese casi 28% como un piso.
Una aproximación alternativa es enfocar la elección a partir de una serie de claves. La primera de ellas pasa por entender que, al ser elecciones legislativas, tienden a la fragmentación y a la dispersión del voto, tendencia que se profundizó a partir de la crisis del 2001. Luego de la relativa normalización del calendario electoral en el 2003, sólo en las legislativas intermedias del 2005 el oficialismo gobernante sacó un porcentaje significativo del total de votos. Fue el FPV, con 41,59% al nivel nacional, con más de 25 puntos porcentuales de ventaja sobre la segunda fuerza más votada (la UCR, con 15,34%). En las legislativas de medio término del 2009, el FPV fue la primer minoría nacional (30,28%), pero el hecho de haber perdido en la provincia de Buenos Aires (por 2 puntos porcentuales) y la exigua ventaja menor a 2 puntos porcentuales en el total nacional (el Acuerdo Cívico y Social obtuvo 28,8%) hicieron que el resultado fuera leído como una derrota oficialista (sin embargo, el FPV se recompuso y ganó las presidenciales del 2011 con el histórico 54% de CFK. En 2013, el FPV volvió a ser primera minoría nacional (33,6% de los votos), pero haber perdido en PBA por más de 10 puntos a manos de Sergio Massa también dejó la impresión de una derrota oficialista, algo que finalmente se concretaría en las presidenciales del 2015 en el segundo turno electoral (ballotage).
De lo anterior se desprende que en las elecciones intermedias, por su alta fragmentación, es muy difícil que la primera minoría se acerque al 40%. Sólo el FPV pudo hacerlo en 2005, con la economía creciendo a tasas chinas y Néstor Kirchner volando en las encuestas. Ninguna de esas dos condiciones se da hoy, por lo cual es razonable pensar que Cambiemos estará más cerca del piso del 30% que del techo del 41%, aun en caso de ganar las elecciones. También se desprende de lo anterior que las encuestas o las lecturas de tendencias articuladas a partir del resultado de la elección presidencial del 2015 (primer vuelta o ballotage) tienen poco sentido. Del 22-N al 13-A (o incluso al 22-O), hay una gran diferencia.
Por su gravitación política, provincia de Buenos Aires decide gran parte del resultado electoral nacional. Al pesar 37% del padrón, lo que pase allí define centralmente la decodificación del resultado. Vale decir que Cambiemos necesita ganar en PBA para ganar la elección, tanto (por no decir más) que obtener la primera minoría a nivel nacional (ganar en el total nacional pero perder en PBA podría generar un efecto “derrota”, como le pasó al FPV en 2009 y 2013). Una victoria de CFK en esa provincia, o de Sergio Massa, podría precipitar la pelea por la sucesión peronista de cara al turno presidencial del 2019 y poner en crisis la gobernabilidad para Cambiemos. Como hemos visto, hasta ahora las encuestas no permiten descartar una victoria de la oposición en ese distrito (y hasta hay algunas que ubican a Cambiemos en tercer lugar).
viernes, 23 de junio de 2017
PASO: una mirada a otros distritos antes del cierre de listas
La serie de entradas dedicada a provincia de Buenos Aires (PBA) tiene un fundamento estadístico-electoral: PBA pesa el 37% del padrón nacional, por lo cual el resultado allí define gran parte de la decodificación de los comicios. No obstante, previo al cierre de listas de precandidatos a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), vale la pena un repaso por otros distritos que tienen un peso gravitante. Veamos:
Córdoba. Pesa un 8,7% del total nacional. Contamos con un sondeo propio (Consultora Delfos), que muestra un escenario de alta dispersión después de que el ex gobernador José Manuel De la Sota declinara competir. Hay una ventaja de 4 puntos porcentuales para el candidato de Unión por Córdoba: 19,5% Martín Llaryora, sobre 15,5% de Héctor Baldassi, de Cambiemos, con casi 29% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar). Con una ventaja estadísticamente no significativa (4 puntos, contra un error muestral de +-2,3%) y alto nivel de indecisos, el escenario está abierto. A diferencia del 2015, Cambiemos no la tiene fácil, porque no compite contra un kirchnerismo que casi siempre (salvo 2011) fue débil en el distrito, sino contra UPC, que gobierna Córdoba desde 1999. Así, esta provincia es una incógnita de cara al cierre de listas. Habrá que esperar a las mediciones luego de la definición de candidatos.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Pesa 7,9% del total nacional. Según una encuesta de la consultora CEOP, el oficialismo porteño (que no va como Cambiemos en ese distrito) alcanza 42,4% de intención de voto. En segundo lugar aparece el frente opositor construido por el kirchnerismo, con 24,4%. Relegado a un tercer puesto, aparece el ex embajador Martín Lousteau, con 13,7%. El Frente de Izquierda llega al 4,9% y detrás se ubica el Frente Renovador, con 4,2%, en tanto que un 2,4% votaría por otros candidatos y un 8% se mostró indeciso. Por su parte, según la consultora Hugo Haime, el oficialismo lograría el 43,5%, el FPV 18,9%, Lousteau, 17,5%, Autonomía y Libertad (de Luis Zamora) un 5,5% y el FIT un 4,8%. Relegado, el Frente Renovador alcanza un 4,6%, el voto en blanco 3,1% y no sabe o no contesta, un 2%. Haciendo un promedio de ambas mediciones, el oficialismo alcanza 42,9%, el FPV 21,6% y Lousteau 15,6%, por lo cual CABA tiende a confirmarse como un bastión del oficialismo, salvo que las mediciones una vez definidos los candidatos muestren modificaciones sensibles.
Tucumán. Pesa 3,6% del total nacional. Según la consultora Quality Latinoamérica, un 37% se inclina por la lista del PJ (que gobierna la provincia) y un 31% por la de Cambiemos, que podría encabezar José Cano. Un 14% de los votantes se inclinaría por un candidato de la oposición alternativa a Cambiemos (FR/GEN) y el número de indecisos asciende a 18% (ver datos debajo: click para agrandar). Con matices, el escenario es similar al de la provincia de Córdoba; ventaja para el oficialismo local de 6 puntos porcentuales, estadísticamente no decisiva, pero insinuando que Cambiemos corre desde atrás. De todos modos, el distrito queda como incógnita de cara al cierre de listas. Habrá que esperar a las mediciones luego de la definición de candidatos. No contamos con datos de Santa Fe, que pesa 8,3% y donde la situación es particular, pues parte del radicalismo rompió el frente con el socialismo gobernante para sumarse a Cambiemos y otra parte se mantiene dentro de la coalición oficialista que gobierna desde 2007, ni de Mendoza (pesa 4,2% en el total nacional), donde gobierna el radicalismo, ni de Entre Ríos (3,2% del total nacional). De todos modos, juntos, estos 6 distritos tienen menos votantes que PBA sola, lo cual justifica nuestro foco como analistas.
Córdoba. Pesa un 8,7% del total nacional. Contamos con un sondeo propio (Consultora Delfos), que muestra un escenario de alta dispersión después de que el ex gobernador José Manuel De la Sota declinara competir. Hay una ventaja de 4 puntos porcentuales para el candidato de Unión por Córdoba: 19,5% Martín Llaryora, sobre 15,5% de Héctor Baldassi, de Cambiemos, con casi 29% de indecisos (ver datos arriba; click para agrandar). Con una ventaja estadísticamente no significativa (4 puntos, contra un error muestral de +-2,3%) y alto nivel de indecisos, el escenario está abierto. A diferencia del 2015, Cambiemos no la tiene fácil, porque no compite contra un kirchnerismo que casi siempre (salvo 2011) fue débil en el distrito, sino contra UPC, que gobierna Córdoba desde 1999. Así, esta provincia es una incógnita de cara al cierre de listas. Habrá que esperar a las mediciones luego de la definición de candidatos.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Pesa 7,9% del total nacional. Según una encuesta de la consultora CEOP, el oficialismo porteño (que no va como Cambiemos en ese distrito) alcanza 42,4% de intención de voto. En segundo lugar aparece el frente opositor construido por el kirchnerismo, con 24,4%. Relegado a un tercer puesto, aparece el ex embajador Martín Lousteau, con 13,7%. El Frente de Izquierda llega al 4,9% y detrás se ubica el Frente Renovador, con 4,2%, en tanto que un 2,4% votaría por otros candidatos y un 8% se mostró indeciso. Por su parte, según la consultora Hugo Haime, el oficialismo lograría el 43,5%, el FPV 18,9%, Lousteau, 17,5%, Autonomía y Libertad (de Luis Zamora) un 5,5% y el FIT un 4,8%. Relegado, el Frente Renovador alcanza un 4,6%, el voto en blanco 3,1% y no sabe o no contesta, un 2%. Haciendo un promedio de ambas mediciones, el oficialismo alcanza 42,9%, el FPV 21,6% y Lousteau 15,6%, por lo cual CABA tiende a confirmarse como un bastión del oficialismo, salvo que las mediciones una vez definidos los candidatos muestren modificaciones sensibles.
Tucumán. Pesa 3,6% del total nacional. Según la consultora Quality Latinoamérica, un 37% se inclina por la lista del PJ (que gobierna la provincia) y un 31% por la de Cambiemos, que podría encabezar José Cano. Un 14% de los votantes se inclinaría por un candidato de la oposición alternativa a Cambiemos (FR/GEN) y el número de indecisos asciende a 18% (ver datos debajo: click para agrandar). Con matices, el escenario es similar al de la provincia de Córdoba; ventaja para el oficialismo local de 6 puntos porcentuales, estadísticamente no decisiva, pero insinuando que Cambiemos corre desde atrás. De todos modos, el distrito queda como incógnita de cara al cierre de listas. Habrá que esperar a las mediciones luego de la definición de candidatos. No contamos con datos de Santa Fe, que pesa 8,3% y donde la situación es particular, pues parte del radicalismo rompió el frente con el socialismo gobernante para sumarse a Cambiemos y otra parte se mantiene dentro de la coalición oficialista que gobierna desde 2007, ni de Mendoza (pesa 4,2% en el total nacional), donde gobierna el radicalismo, ni de Entre Ríos (3,2% del total nacional). De todos modos, juntos, estos 6 distritos tienen menos votantes que PBA sola, lo cual justifica nuestro foco como analistas.
martes, 20 de junio de 2017
PBA: últimos escenarios antes del cierre de listas
Con el cierre de listas a la vuelta de la esquina (se conocerán el próximo fin de semana), resulta oportuno repasar cuatro mediciones pendientes (tres de las cuales son bien recientes) en la estratégica provincia de Buenos Aires (PBA). La primera que revisaremos es de la consultora M&R/Query Argentina. Si bien esta medición fue realizada al cierre del mes pasado, la tomamos en el análisis en reemplazo de la última de Aresco, que no divulgó sus datos exactos pero sí que presentan una distribución 30-30-22 que es similar a la reportó M&R/Query Argentina. Se trata de un relevamiento de 2.123 casos en la PBA. En el escenario con CFK, la ex presidenta alcanza 33,1% contra 33,5% de la dupla oficialista Esteban Bullrich-Facundo Manes (Cambiemos), 17,1% de Massa-Stolbizer y 5,1% de Randazzo Domínguez. La situación es de empate técnico entre la dupla del FPV (ahora Frente de Unidad Ciudadana) y Cambiemos, que se disputan la primer minoría, dado que la diferencia entre ambos (0,4 puntos porcentuales) es estadísticamente no significativa. Massa queda tercero, relegado de una pelea que aparece polarizada, mientras que Randazzo se ubica muy lejos de la disputa mayor y a 28 puntos porcentuales de CFK, lo cual merma sus chances de pelear por el liderazgo del espacio pan-peronista.
La segunda medición es de Poll data, sobre una muestra de 855 casos en PBA, con un margen de error de +/-3,4% (ver datos arriba; click para agrandar). Presenta a CFK como «front runner», superando por 6 puntos porcentuales a la fórmula de Cambiemos en el escenario en el que se la mide como candidata: 32,4% a 28,1%, mientras que Massa llega a 20,5% y Randazzo a 7,1%. Cuando se introduce un escenario con Florencio Randazzo por el PJ, se observa que el ex ministro capta parte de la intención de voto de CFK, Sergio Massa e indecisos, pero, según Poll data, con un porcentaje bajo como para hacer estimaciones precisas de flujo de votos, ya que apenas duplica el margen de error. Con todo, perfila un escenario en el cual la pelea está más bien polarizada entre CFK y Cambiemos, mientras que Massa queda tercero. Pero, a diferencia del estudio de M&R/Query Argentina, la diferencia entre la ex presidenta y el oficialismo es más sustantiva.
La segunda medición es de Poll data, sobre una muestra de 855 casos en PBA, con un margen de error de +/-3,4% (ver datos arriba; click para agrandar). Presenta a CFK como «front runner», superando por 6 puntos porcentuales a la fórmula de Cambiemos en el escenario en el que se la mide como candidata: 32,4% a 28,1%, mientras que Massa llega a 20,5% y Randazzo a 7,1%. Cuando se introduce un escenario con Florencio Randazzo por el PJ, se observa que el ex ministro capta parte de la intención de voto de CFK, Sergio Massa e indecisos, pero, según Poll data, con un porcentaje bajo como para hacer estimaciones precisas de flujo de votos, ya que apenas duplica el margen de error. Con todo, perfila un escenario en el cual la pelea está más bien polarizada entre CFK y Cambiemos, mientras que Massa queda tercero. Pero, a diferencia del estudio de M&R/Query Argentina, la diferencia entre la ex presidenta y el oficialismo es más sustantiva.
El tercer estudio es de Hugo Haime. En ese se exploran 6 opciones, con y sin CFK y con y sin Florencio Randazzo. Lo que diferencia a esta medición de las anteriores, relativamente polarizadas, es que en casi todos, la pelea se plantea de a tres: la ex presidenta o Scioli, Massa/Stolbizer y Bullrich/Manes por Cambiemos, todos con entre 24% y 32% de intención de voto, es decir, cerca del empate técnico si se tiene en cuenta el margen de error. Nos detenemos en el escenario en el que juegan tanto CFK como Randazzo, para facilitar la comparación con los estudios anteriores: CFK-Scioli 30,4%, Bullrich-González 25,1%, Massa-Stolbizer 26,9% y Randazzo-Domínguez 5,4%. En resumen, hay una leve brecha a favor de la ex presidenta sobre Massa (3,5 puntos porcentuales, no estadísticamente significativa), que además le saca a Randazzo una ventaja apabullante de 25 puntos porcentuales.
El cuarto estudio es de la consultora Synopsis (ver datos abajo; click para agrandar). El relevamiento se realizó entre el 11 y 12 de junio, en el Gran Buenos Aires (GBA) y las principales ciudades del interior bonaerense (La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Tandil, San Nicolás y Junín), sobre una muestra de 1.093 casos, con un margen de error de +/- 3%. La firma sondeó tres escenarios, variando el candidato del kirchnerismo: Cristina, Daniel Scioli y Verónica Magario. Nuevamente, haremos foco en el escenario en el que juegan tanto CFK como Randazzo, para facilitar la comparación con los estudios anteriores: CFK-Scioli 29,8%, Bullrich-González 26%, Massa-Stolbizer 16,2% y Randazzo-Domínguez 5%. En resumen, hay una leve brecha favorable a la ex presidenta sobre Massa (3,8 puntos porcentuales, estadísticamente no significativa ), y ella nuevamente le saca a Randazzo una ventaja categórica de casi 25 puntos porcentuales. Dato clave: en este estudio, los indecisos llegan a 11,9%, mientras que en las tres encuestas anteriores no llega los dos dígitos; 8% en MR&Query, 4,8% en Poll data y 3,6% en Haime.
En síntesis, si hacemos un promedio de estos cuatro estudios, tenemos 31,4% para CFK, 28,2% para Bullrich (Cambiemos), 20,2% para Massa y 5,7% para Randazzo. La diferencia entre la ex presidenta y el oficialismo es de 3,2 puntos porcentuales, es decir, estadísticamente no significativa, lo cual implica un empate técnico. Massa aparece tercero, puesto que la diferencia con Cambiemos es de 8 puntos porcentuales y estadísticamente significativa (aunque para nada decisiva, no sólo porque las listas aún no están confirmadas sino por el tiempo que falta para las PASO del 13 de agosto). En cambio, la diferencia de casi 26 puntos entre CFK y Randazzo sí aparece demasiado abultada como para que el ex ministro pueda amenazar el liderazgo de la ex presidenta en el espacio pan-peronista.
viernes, 16 de junio de 2017
PBA: escenarios con ventaja para Massa
Así como la consultora Dicen muestra una ventaja muy nítida de la fórmula liderada por Cristina Fernández sobre sus contrincantes( 43% a 20%-20% a favor del FPV por sobre Cambiemos y el FR/GEN), otro estudio reciente se diferencia de los que venimos revisando por arrojar también una ventaja nítida, pero en este caso para la fórmula liderada por Sergio Massa. Se trata de la encuesta realizada por la consultora Raúl Aragón y Asociados, que indagó dos escenarios hipotéticos con los posibles candidatos a senadores nacionales en provincia de Buenos Aires (PBA).
En el primer escenario, la fórmula de los líderes de “1País”, Sergio Massa y Margarita Stolbizer, se imponen con una intención de voto de casi el 31% (30,9%), un registro similar al registrado en la medición que realizó la misma consultora a comienzos de mayo. Eso la posiciona como una primera minoría nítida, dado que le saca una diferencia de ocho puntos porcentuales a la segunda fórmula con mayor intención de voto, la de Cristina Fernández y Daniel Scioli (22,9%). En este caso, el binomio del FPV cae 4 puntos porcentuales con respecto a la medición anterior, lo que algunos análisis asocian con el affaire de Scioli y su ex novia Gisela Berger. En tercer término se ubica la posible fórmula de Cambiemos, Esteban Bullrich y Gladys González, quienes alcanzan un 16,5% de los votos, con un leve crecimiento (no estadísticamente significativo) respecto del mes anterior (ver datos arriba; click para agrandar). En tanto, la fórmula Randazzo- Domínguez tiene un 10,7% de intención de voto.
Casi un 15% de quienes respondieron la encuesta realizada en la última semana de mayo y la primera de junio aún no se habían decidido acerca de qué formula votarían en el caso de que las elecciones se llevaran a cabo en la fecha en que fueron consultados. Sin embargo, aun con ese caudal de indecisos (que implica un resultado abierto), el escenario es malo para el oficialismo, puesto que Cambiemos ocupa el tercer puesto a 6,4 puntos porcentuales de CFK-Scioli (una diferencia estadísticamente significativa). Un tercer lugar en un distrito gobernador por Cambiemos y con la gravitación electoral de PBA supondría un duro revés para el presidente Mauricio Macri. El escenario perfila una primera minoría nítida por fórmula, que además supera el umbral del 30% y corresponde al frente entre Massa y Stolbizer. No obstante, esa primacía relativa se diluye si se considera el acumulado del espacio pan-peronista, que trepa al 33,6% sumando los votos de CFK-Scioli a los de Randazzo (en cuyo caso, la primera minoría queda en empate técnico entre el FR-GEN, que roza el 31%, y el peronismo). Por otro lado, así como varias encuestas ponían a Massa en tercer término, en este caso el tigrense lidera la competencia, construyendo así un escenario contrapuesto al de la tesis de la polarización entre Cambiemos y el FPV/PJ.
El segundo escenario medido por Aragón y Asociados indaga una fórmula del FPV compuesta por la intendenta de La Matanza, Verónica Magario (en lugar de CFK) y Daniel Scioli: en ese caso, alcanzaría un 17,5% del electorado, esto es, 5,4 puntos porcentuales menos que cuando compite la ex presidenta (ver datos abajo; click para agrandar). Nuevamente lideran Massa y Stolbizer, con un 33,2% y estirando levemente su ventaja (aunque la suba, de 2,3 puntos porcentuales, no puede considerarse estadísticamente significativa), mientras que Florencio Randazzo y Julián Domínguez también mejoran levemente en intención de voto con respecto al escenario anterior, llegando al 13,1% (una suba de 2,4 puntos porcentuales, también sin significatividad en términos estadísticos). En el tercer lugar sigue estando Cambiemos, con la fórmula Bullrich/González, que alcanza el 16,6% (una variación de apenas una décima respecto al escenario anterior). En síntesis, ambas hipótesis, con y sin CFK, arrojan un panorama desfavorable para Cambiemos en el distrito electoralmente más gravitante del país.
En el primer escenario, la fórmula de los líderes de “1País”, Sergio Massa y Margarita Stolbizer, se imponen con una intención de voto de casi el 31% (30,9%), un registro similar al registrado en la medición que realizó la misma consultora a comienzos de mayo. Eso la posiciona como una primera minoría nítida, dado que le saca una diferencia de ocho puntos porcentuales a la segunda fórmula con mayor intención de voto, la de Cristina Fernández y Daniel Scioli (22,9%). En este caso, el binomio del FPV cae 4 puntos porcentuales con respecto a la medición anterior, lo que algunos análisis asocian con el affaire de Scioli y su ex novia Gisela Berger. En tercer término se ubica la posible fórmula de Cambiemos, Esteban Bullrich y Gladys González, quienes alcanzan un 16,5% de los votos, con un leve crecimiento (no estadísticamente significativo) respecto del mes anterior (ver datos arriba; click para agrandar). En tanto, la fórmula Randazzo- Domínguez tiene un 10,7% de intención de voto.
Casi un 15% de quienes respondieron la encuesta realizada en la última semana de mayo y la primera de junio aún no se habían decidido acerca de qué formula votarían en el caso de que las elecciones se llevaran a cabo en la fecha en que fueron consultados. Sin embargo, aun con ese caudal de indecisos (que implica un resultado abierto), el escenario es malo para el oficialismo, puesto que Cambiemos ocupa el tercer puesto a 6,4 puntos porcentuales de CFK-Scioli (una diferencia estadísticamente significativa). Un tercer lugar en un distrito gobernador por Cambiemos y con la gravitación electoral de PBA supondría un duro revés para el presidente Mauricio Macri. El escenario perfila una primera minoría nítida por fórmula, que además supera el umbral del 30% y corresponde al frente entre Massa y Stolbizer. No obstante, esa primacía relativa se diluye si se considera el acumulado del espacio pan-peronista, que trepa al 33,6% sumando los votos de CFK-Scioli a los de Randazzo (en cuyo caso, la primera minoría queda en empate técnico entre el FR-GEN, que roza el 31%, y el peronismo). Por otro lado, así como varias encuestas ponían a Massa en tercer término, en este caso el tigrense lidera la competencia, construyendo así un escenario contrapuesto al de la tesis de la polarización entre Cambiemos y el FPV/PJ.
El segundo escenario medido por Aragón y Asociados indaga una fórmula del FPV compuesta por la intendenta de La Matanza, Verónica Magario (en lugar de CFK) y Daniel Scioli: en ese caso, alcanzaría un 17,5% del electorado, esto es, 5,4 puntos porcentuales menos que cuando compite la ex presidenta (ver datos abajo; click para agrandar). Nuevamente lideran Massa y Stolbizer, con un 33,2% y estirando levemente su ventaja (aunque la suba, de 2,3 puntos porcentuales, no puede considerarse estadísticamente significativa), mientras que Florencio Randazzo y Julián Domínguez también mejoran levemente en intención de voto con respecto al escenario anterior, llegando al 13,1% (una suba de 2,4 puntos porcentuales, también sin significatividad en términos estadísticos). En el tercer lugar sigue estando Cambiemos, con la fórmula Bullrich/González, que alcanza el 16,6% (una variación de apenas una décima respecto al escenario anterior). En síntesis, ambas hipótesis, con y sin CFK, arrojan un panorama desfavorable para Cambiemos en el distrito electoralmente más gravitante del país.
jueves, 15 de junio de 2017
Nota publicada en Tendencias de La Voz
Cómo la tecnología favorece el feedback en las empresas
Por Norman Berra (Especial)
Desarrollos para que la comunicación de la organización con sus trabajadores y clientes sea más fluida.
El desarrollo tecnológico facilita a las empresas el feedback de parte de sus empleados y también de sus clientes. Veamos dos ejemplos recientes:
http://www.lavoz.com.ar/tecno/como-la-tecnologia-favorece-el-feedback-en-las-empresas
martes, 13 de junio de 2017
Nota publicada en suple Tendencias de La Voz
Cómo la tecnología puede ayudar a tu huerta
Aplicaciones y otros desarrollos para los interesados en tener un huerto urbano.
Por Norman Berra (Especial)
http://www.lavoz.com.ar/tecno/como-la-tecnologia-puede-ayudar-tu-huerta
PBA: escenarios con ventaja para el FPV
Sin la enorme ventaja que arroja la encuesta de la consultora Dicen (43% a 20%-20% a favor del FPV por sobre Cambiemos y el FR/GEN), otro estudio reciente que muestra una consolidación del espacio pan-peronista como primera minoría en PBA es el de la consultora Aresco, al que vale la pena repasar y comparar con el que vimos en una entrada anterior. El relevamiento fue realizado del 29 al 30 de mayo, con una muestra de 3.006 casos, en la provincia de Buenos Aires y un margen de error de +/-1,82% (ver datos arriba; click para agrandar). En este, la fórmula Bullrich-Manes llega al 29,8%, contra 32,9% en la medición anterior (cede 3,1 puntos porcentuales); la dupla CFK-Scioli alcanza 28,7%, contra 25,1% de la anterior (sube 3,6 puntos porcentuales), el binomio Massa-Stolbizer obtiene 22,7%, contra 20% del estudio anterior (trepa 2,7 puntos porcentuales), mientras que Randazzo-Domínguez llega al 7,1%, contra 9,2% de la medición anterior (cede 2,1 puntos porcentuales).
La situación es de empate técnico entre la dupla de Cambiemos y la de CFK-Scioli, pero se insinúa un retroceso en el primer caso, contra un avance en el segundo. Asimismo, mientras el binomio encabezado por la ex presidenta se fortalece, el de su potencial contendiente dentro del espacio pan-peronista, Randazzo, tiende a ceder. En conjunto, el espacio pan-peronista se consolida como primera minoría, con 35,8%, contra 29,8% de Cambiemos (una brecha de 6 puntos porcentuales). Asimismo, como la fórmula de FR-GEN también avanza, en conjunto se fortalece el espacio de las principales fórmulas opositoras (la sumatoria del FPV/PJ + FR-GEN pasa del 54,3% al 58,5%) mientras que se debilita relativamente el del oficialismo (de 32,9% a 29,8%).
Aresco coincide con las otras consultoras en restarle chances a Randazzo frente a CFK, ya que le da a la ex presidenta una ventaja de 21,6 puntos porcentuales. La consultora también sondea un escenario para las primarias sin Cristina y con Verónica Magario, la intendenta de La Matanza que suena como alternativa a la ex presidenta si decide no presentarse. Allí los números bajan notablemente para el FPV, pero según Aresco le alcanzaría para vencer a Randazzo: 21,3% a 12,7%, una brecha de 8,6 puntos porcentuales. En este caso, hay un empate técnico entre Magario y Massa, mientras que el FPV sigue siendo primera minoría y Cambiemos apenas varía en su performance.
Finalmente, Aresco plantea escenarios pos-primarias de cara a octubre; sobre la hipótesis de una victoria de CFK sobre Randazzo, los datos muestran paridad entre el binomio liderado por la ex presidenta (31,5%) y Bullrich (31,6%), en tanto que el encabezado por Massa alcanza 24,3%. Esto perfila un escenario abierto para la general, donde no hay una polarización nítida pero sí incipiente, entre el oficialismo y el espacio pan-peronista liderado por el FPV (ver datos abajo; click para agrandar). Aquí CFK no retendría todo el caudal de Randazzo en las PASO, sino un 39% (2,8 puntos porcentuales de un total de 7,1%). En tanto, Massa sostiene un caudal significativo, lo cual recuerda su performance del 2015, en la cual resistió la polarización pero de todos modos quedó fuera de la pelea mayor.
La situación es de empate técnico entre la dupla de Cambiemos y la de CFK-Scioli, pero se insinúa un retroceso en el primer caso, contra un avance en el segundo. Asimismo, mientras el binomio encabezado por la ex presidenta se fortalece, el de su potencial contendiente dentro del espacio pan-peronista, Randazzo, tiende a ceder. En conjunto, el espacio pan-peronista se consolida como primera minoría, con 35,8%, contra 29,8% de Cambiemos (una brecha de 6 puntos porcentuales). Asimismo, como la fórmula de FR-GEN también avanza, en conjunto se fortalece el espacio de las principales fórmulas opositoras (la sumatoria del FPV/PJ + FR-GEN pasa del 54,3% al 58,5%) mientras que se debilita relativamente el del oficialismo (de 32,9% a 29,8%).
Aresco coincide con las otras consultoras en restarle chances a Randazzo frente a CFK, ya que le da a la ex presidenta una ventaja de 21,6 puntos porcentuales. La consultora también sondea un escenario para las primarias sin Cristina y con Verónica Magario, la intendenta de La Matanza que suena como alternativa a la ex presidenta si decide no presentarse. Allí los números bajan notablemente para el FPV, pero según Aresco le alcanzaría para vencer a Randazzo: 21,3% a 12,7%, una brecha de 8,6 puntos porcentuales. En este caso, hay un empate técnico entre Magario y Massa, mientras que el FPV sigue siendo primera minoría y Cambiemos apenas varía en su performance.
Finalmente, Aresco plantea escenarios pos-primarias de cara a octubre; sobre la hipótesis de una victoria de CFK sobre Randazzo, los datos muestran paridad entre el binomio liderado por la ex presidenta (31,5%) y Bullrich (31,6%), en tanto que el encabezado por Massa alcanza 24,3%. Esto perfila un escenario abierto para la general, donde no hay una polarización nítida pero sí incipiente, entre el oficialismo y el espacio pan-peronista liderado por el FPV (ver datos abajo; click para agrandar). Aquí CFK no retendría todo el caudal de Randazzo en las PASO, sino un 39% (2,8 puntos porcentuales de un total de 7,1%). En tanto, Massa sostiene un caudal significativo, lo cual recuerda su performance del 2015, en la cual resistió la polarización pero de todos modos quedó fuera de la pelea mayor.
jueves, 8 de junio de 2017
PBA: escenarios de liderazgo del FPV
Si tomamos el promedio de escenarios de Aresco y hacemos una lectura por espacio político, la primera minoría estaría disputada entre el oficialismo (33%) y el espacio pan-peronista del FPV (33,5%), quedando el frente FR-GEN (que, ahora se sabe, competiría bajo el sello 1 País) en tercer término. Así, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 13 de agosto (PASO) podrían arrojar un escenario de empate técnico en términos de espacio político en la provincia de Buenos Aires (PBA). En cambio, si miramos los binomios, la posición de primera minoría la tiene Cambiemos, con 33%, y hay empate técnico entre el FPV (medido con dos binomios alternativos, con y sin CFK), en torno al 22%, y Sergio Massa-Margarita Stolbizer, con 20%, mientras que Randazzo llega al 11,7%. Visto de esa forma, Cambiemos saldría victorioso de las PASO.
Hay, sin embargo, una encuesta que invierte ese orden, otorgándole la primera minoría al FPV y poniendo en empate técnico a las duplas de Cambiemos y el FR-GEN. Se trata de un estudio realizado por la consultora Dicen, que dirige Hilario Moreno, según el cual el binomio CFK-Daniel Scioli llegaría al 43% en provincia de Buenos Aires, en tanto que los binomios de Cambiemos (Esteban Bullrich-Gladys González) y 1 País estarían en situación de empate técnico, con 20% (ver datos arriba; click para agrandar). Asimismo, este estudio muestra una notoria suba de la fórmula del FPV en las últimas semanas de mayo, contra un estancamiento notorio de sus competidoras, lo cual lo distingue de las demás encuestas que venimos revisando en este blog.
La situación de primera minoría en este estudio, con el FPV por arriba del 40%, es la más nítida, puesto que la diferencia con el disputado segundo lugar es de 23 puntos porcentuales; ningún otro estudio muestra tal brecha. Un 43% para el FPV implicaría que esa fuerza repita la elección que logró Sergio Massa en las legislativas del 2013, pero con mayor diferencia sobre el segundo (fue de 12 puntos porcentuales sobre Martín Insaurralde, el por entonces candidato del FPV, que llegó al 31%). De hecho, se acercaría al antecedente de las legislativas del 2005, cuando en PBA CFK derrotó a Hilda "Chiche" Duhalde por 44% a 19%. Demás está decir que una victoria de esas proporciones desataría una conmoción política, dada la importancia estratégica del distrito PBA y su peso dentro del electorado nacional.
En lo que esta encuesta sí coincide con las demás es en arrojar una ventaja nítida de CFK sobre Florencio Randazzo: 41% a 6%, a favor de la ex presidenta (ver datos abajo; click para agrandar). La brecha es mucho mayor a la de otros estudios, pero ninguno de los escenarios medidos hasta ahora muestra una diferencia menor a los dos dígitos en la competencia al interior del espacio pan-peronista. De todos modos, tanto el escenario general de las PASO como el de la disputa en el peronismo seguirán indeterminados hasta tanto se conozcan las listas de precandidatos.
Hay, sin embargo, una encuesta que invierte ese orden, otorgándole la primera minoría al FPV y poniendo en empate técnico a las duplas de Cambiemos y el FR-GEN. Se trata de un estudio realizado por la consultora Dicen, que dirige Hilario Moreno, según el cual el binomio CFK-Daniel Scioli llegaría al 43% en provincia de Buenos Aires, en tanto que los binomios de Cambiemos (Esteban Bullrich-Gladys González) y 1 País estarían en situación de empate técnico, con 20% (ver datos arriba; click para agrandar). Asimismo, este estudio muestra una notoria suba de la fórmula del FPV en las últimas semanas de mayo, contra un estancamiento notorio de sus competidoras, lo cual lo distingue de las demás encuestas que venimos revisando en este blog.
La situación de primera minoría en este estudio, con el FPV por arriba del 40%, es la más nítida, puesto que la diferencia con el disputado segundo lugar es de 23 puntos porcentuales; ningún otro estudio muestra tal brecha. Un 43% para el FPV implicaría que esa fuerza repita la elección que logró Sergio Massa en las legislativas del 2013, pero con mayor diferencia sobre el segundo (fue de 12 puntos porcentuales sobre Martín Insaurralde, el por entonces candidato del FPV, que llegó al 31%). De hecho, se acercaría al antecedente de las legislativas del 2005, cuando en PBA CFK derrotó a Hilda "Chiche" Duhalde por 44% a 19%. Demás está decir que una victoria de esas proporciones desataría una conmoción política, dada la importancia estratégica del distrito PBA y su peso dentro del electorado nacional.
En lo que esta encuesta sí coincide con las demás es en arrojar una ventaja nítida de CFK sobre Florencio Randazzo: 41% a 6%, a favor de la ex presidenta (ver datos abajo; click para agrandar). La brecha es mucho mayor a la de otros estudios, pero ninguno de los escenarios medidos hasta ahora muestra una diferencia menor a los dos dígitos en la competencia al interior del espacio pan-peronista. De todos modos, tanto el escenario general de las PASO como el de la disputa en el peronismo seguirán indeterminados hasta tanto se conozcan las listas de precandidatos.
lunes, 5 de junio de 2017
PBA: empate técnico versus escenarios de polarización relativa
Del análisis de los diversos escenarios medidos por la consultora Hugo Haime se pueden extraer algunas claves: 1) con CFK y Randazzo compitiendo, el cuadro general es similar al de un triple empate técnico, dado que no existe una primera minoría nítida y ninguna lista supera el 30% de los votos (el umbral mínimo para tener chances de ganar la elección en esa provincia). Sergio Massa –Margarita Stolbizer (FR/GEN) llegan al 29,3% y CFK-Scioli (FPV) al 27,2%; Cambiemos, con Bullrich y González, al 24,6% (así, hay diferencias estadísticamente no significativas entre 1 y 2, y también entre 2 y 3); 2) sin Randazzo, el cuasi triple empate se acerca más a un doble empate técnico, pues Massa –Stolbizer llegan al 31,5% y CFK-Scioli (FPV) al 29,5%, en tanto que Cambiemos (Bullrich-González) se estanca (24,8%; 3) la pelea CFK vs Randazzo aparece como muy favorable a la ex presidenta, puesto que le saca 20 puntos porcentuales en el escenario en que ambos compiten (27,2 a 7,2), una diferencia estadísticamente significativa 4) cuando CFK no compite, Massa y Stolbizer estiran su ventaja y la pelea se desplaza más bien al segundo lugar 5) si se contabilizan los votos del espacio “pan-peronista” (es decir, los de CFK-Scioli + Randazzo-Domínguez, pero no los de Massa), ese espacio resultaría el más votado si las primarias fueran hoy: 34,4% contra 29,3% de Massa-Stolbizer, insinuándose así el peronismo como primera minoría en las PASO.
Otra encuesta que presenta un escenario similar al de Haime es la de la consultora González y Valladares, donde Massa-Stolbizer alcanzan 27,8% y CFK-Scioli 27,3%. La potencial dupla de Cambiemos, Bullrich-González, llega al 24,7%, en tanto que el binomio Randazzo-Domínguez suma 5,4% de intención de voto. El triple empate técnico es aquí más evidente que en el estudio de Haime. Nuevamente, el espacio pan-peronista queda como el más votado si se consideran los votos de CFK-Scioli más los de Randazzo y Domínguez (32,7%), mientras que la “interna abierta” entre la ex presidenta y su ex ministro se resuelve, de nuevo, de manera contundente a favor de la primera por una brecha de casi 22 puntos porcentuales (21,9).
En contraposición a estos estudios que perfilan escenarios de empate técnico, aparecen otros dos que arrojan primeras minorías más nítidas. El primer caso es el de la encuesta de Aresco (Julio Aurelio), que ubica a la fórmula de Cambiemos como la que de más adhesiones en la disputa por la senaduría nacional: la dupla Bullrich-Manes llega al 32,9%, CFK Scioli al 25,1%, Massa-Stolbizer al 20% y Randazzo al 9,2% (ver datos arriba; click para agrandar). La diferencia entre la dupla de Cambiemos y la del FPV es de 7,8 puntos y estadísticamente significativa, por lo cual este escenario implica que hay una primera minoría nítida por fórmula, que además supera el umbral del 30%, y corresponde al oficialismo. No obstante, esa primacía relativa se diluye si se considera el acumulado del espacio pan-peronista, que trepa al 34,3% sumando los votos de CFK-Scioli a los de Randazzo (en ese caso, la primera minoría queda en empate técnico entre Cambiemos y el peronismo). Por otro lado, así como varias encuestas anteriores ponían a Cambiemos en tercer término, en este caso el escenario está más relativamente más polarizado entre Cambiemos (32,9%) y el peronismo (34,3%), mientras que el frente FR/GEN aparece rezagado al tercer lugar, con el 20%, abonando así la tesis de la “polarización” en PBA a costa de Massa (que los anteriores estudios desmentían).
El estudio de Aresco mide un escenario alternativo, en el cual Verónica Magario es candidata en lugar de CFK (ver datos abajo; click para agrandar). Si la candidata fuera la intendenta de La Matanza, Cambiemos llegaría al 33,1% (la diferencia respecto al escenario anterior es estadísticamente no significativa), el segundo lugar quedaría para Massa-Margarita Stolbizer (20,1%), Magario alcanzaría 18,5% y mejoraría la performance de Florencio Randazzo (14,2%). Por binomio, Cambiemos quedaría como primera minoría; por espacio político, la primera minoría seguiría disputada entre el oficialismo (33,1%) y el espacio pan-peronista del FPV (32,7%). Hasta no conocer cuáles serán los precandidatos que competirán en las PASO, si aplicamos a la encuesta de Aresco el mismo análisis de promedios que hicimos con la de Haime, tenemos que Cambiemos alcanza 33%, el FPV 33,5% (con 21,8% para la lista K y 11,7% la randazzista) y 20% para el FR-GEN, ratificando así un escenario de polarización relativa.
Otra encuesta que presenta un escenario similar al de Haime es la de la consultora González y Valladares, donde Massa-Stolbizer alcanzan 27,8% y CFK-Scioli 27,3%. La potencial dupla de Cambiemos, Bullrich-González, llega al 24,7%, en tanto que el binomio Randazzo-Domínguez suma 5,4% de intención de voto. El triple empate técnico es aquí más evidente que en el estudio de Haime. Nuevamente, el espacio pan-peronista queda como el más votado si se consideran los votos de CFK-Scioli más los de Randazzo y Domínguez (32,7%), mientras que la “interna abierta” entre la ex presidenta y su ex ministro se resuelve, de nuevo, de manera contundente a favor de la primera por una brecha de casi 22 puntos porcentuales (21,9).
En contraposición a estos estudios que perfilan escenarios de empate técnico, aparecen otros dos que arrojan primeras minorías más nítidas. El primer caso es el de la encuesta de Aresco (Julio Aurelio), que ubica a la fórmula de Cambiemos como la que de más adhesiones en la disputa por la senaduría nacional: la dupla Bullrich-Manes llega al 32,9%, CFK Scioli al 25,1%, Massa-Stolbizer al 20% y Randazzo al 9,2% (ver datos arriba; click para agrandar). La diferencia entre la dupla de Cambiemos y la del FPV es de 7,8 puntos y estadísticamente significativa, por lo cual este escenario implica que hay una primera minoría nítida por fórmula, que además supera el umbral del 30%, y corresponde al oficialismo. No obstante, esa primacía relativa se diluye si se considera el acumulado del espacio pan-peronista, que trepa al 34,3% sumando los votos de CFK-Scioli a los de Randazzo (en ese caso, la primera minoría queda en empate técnico entre Cambiemos y el peronismo). Por otro lado, así como varias encuestas anteriores ponían a Cambiemos en tercer término, en este caso el escenario está más relativamente más polarizado entre Cambiemos (32,9%) y el peronismo (34,3%), mientras que el frente FR/GEN aparece rezagado al tercer lugar, con el 20%, abonando así la tesis de la “polarización” en PBA a costa de Massa (que los anteriores estudios desmentían).
El estudio de Aresco mide un escenario alternativo, en el cual Verónica Magario es candidata en lugar de CFK (ver datos abajo; click para agrandar). Si la candidata fuera la intendenta de La Matanza, Cambiemos llegaría al 33,1% (la diferencia respecto al escenario anterior es estadísticamente no significativa), el segundo lugar quedaría para Massa-Margarita Stolbizer (20,1%), Magario alcanzaría 18,5% y mejoraría la performance de Florencio Randazzo (14,2%). Por binomio, Cambiemos quedaría como primera minoría; por espacio político, la primera minoría seguiría disputada entre el oficialismo (33,1%) y el espacio pan-peronista del FPV (32,7%). Hasta no conocer cuáles serán los precandidatos que competirán en las PASO, si aplicamos a la encuesta de Aresco el mismo análisis de promedios que hicimos con la de Haime, tenemos que Cambiemos alcanza 33%, el FPV 33,5% (con 21,8% para la lista K y 11,7% la randazzista) y 20% para el FR-GEN, ratificando así un escenario de polarización relativa.
jueves, 1 de junio de 2017
Escenarios de empate técnico en PBA, la madre de todas las batallas
Una medición más reciente en provincia de Buenos Aires es la del consultor Hugo Haime. La encuesta fue realizada entre el 13 y el 18 de mayo, relevando datos en el conurbano, las ciudades grandes de la provincia y también distritos chicos del interior bonaerense. Según Haime, en ese distrito Cambiemos tiene 46% de adherentes y 54% de opositores y el nivel de aprobación de Mauricio Macri como presidente cayó del 41% al 38% en las últimas dos mediciones. Respecto a las hipótesis electorales, en un primer escenario Sergio Massa y Margarita Stolbizer obtienen 29,3% de intención de voto, mientras que Cristina Kirchner y Daniel Scioli (FPV) alcanzan el 27,2%. En tanto, Esteban Bullrich y Gladys González (Cambiemos) llegan al 24,6%, mientras que Florencio Randazzo y Julián Domínguez reciben el 7,2% y los candidatos de la izquierda Nicolás del Caño y Datri obtienen el 5,3%. Aquí, la diferencia entre la lista del FR-GEN y la del FPV es de 2,1 puntos porcentuales, es decir, estadísticamente no significativa, por lo cual implica un empate técnico. A su turno, la brecha entre el segundo y el tercer binomio es de 2,6 puntos porcentuales; nuevamente, no significativa desde el punto de vista estadístico (ver datos arriba; click para agrandar).
Así, el escenario se asemeja mucho al de un eventual triple empate, puesto que la diferencia entre el primero y el tercero es de 4,7 puntos porcentuales. Con todo, si uno se concentra en las posiciones más que en los guarismos, esta encuesta de Haime coincide con las de Management & Fit y Raúl Aragón que revisamos en post anteriores y que ubicaban en tercer término a la fórmula de Cambiemos, por detrás de los frentes FR-GEN y del FPV. Así, esas tres mediciones desmienten las hipótesis de polarización entre el FPV y Cambiemos, planteando en lugar de eso una distribución no tan asimétrica en tres fuerzas principales: las dos mencionadas, más el frente FR-GEN.
La encuesta de Haime también explora otras hipótesis: si Randazzo no compitiera, Massa/Stolbizer subirían al 31,5%, CFK /Scioli llegarían al 29,5% y los candidatos del gobierno crecerían sólo dos décimas, alcanzando el 24,8%. Todas las variaciones resultan estadísticamente no significativas respecto al escenario anterior y no modifican la distribución de las posiciones de las fórmulas, aunque las más beneficiadas son las listas del FR-GEN y del FPV, lo que sugiere que los votantes de Randazzo oscilan entre esas dos fórmulas y no son permeables a la de Cambiemos. Cuando se sondea la posibilidad de que CFK no sea candidata y en lugar de ella compita el ex gobernador Daniel Scioli junto a Verónica Magario, Massa/Stolbizer lideran la intención de voto con 29,6%, el FPV llega a 25,1% y la lista de Cambiemos a 24,6%. La de Randazzo, en este caso, alcanza 8,1%. En esta hipótesis, el más beneficiado es Massa, puesto que le saca 4,5 puntos porcentuales al FPV, una brecha más sustantiva que el 2,1% del primer escenario (sin ser, por supuesto, categórica), mientras que el empate técnico se desplaza más hacia la pelea por el segundo lugar entre el FPV y Cambiemos. Sin embargo, esta lista no sube su intención de voto, lo cual pone de manifiesto la impermeabilidad de los votantes de CFK respecto a los del oficialismo.
La encuesta de Haime también midió la posibilidad de que el frente FPV-PJ lleve a Magario y al jefe comunal de Lomas de Zamora Martín Insaurralde como candidatos. Este es el escenario más beneficioso para Massa y Stolbizer, que llegarían a un 32,4% de intención de voto, obteniendo así una diferencia de 8,4 puntos porcentuales sobre el segundo, ya estadísticamente significativa. Además, es la única hipótesis en la cual Cambiemos podría desplazar al FPV-PJ del segundo lugar, llegando al 24%, mientras que ese espacio quedaría tercero, con 21%. Sin embargo, hay que decir nuevamente que esa diferencia de 3 puntos porcentuales es estadísticamente no significativa y sigue en zona de empate técnico, aunque el dato cualitativo nuevo es el cambio en el orden de preferencias. En tanto, Florencio Randazzo sigue muy lejos y llega apenas a 9,4% de intención de voto. Este tercer posible escenario también se midió sin la participación de Randazzo: su ausencia también favorecería a la fórmula de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, que llegarían al 34,9% de intención de voto.
Como hasta no conocer las listas no habrá certeza sobre los precandidatos que participarán de las PASO, podemos dividir en dos series los escenarios medidos por Haime, a los efectos de sacar promedios. En la primera serie, participan Randazzo y Domínguez, mientras que el FPV lleva como binomio a CFK-Scioli primero, a Scioli-Magario luego y a Magario-Insaurralde en tercer término. Las fórmulas del FR-GEN (Massa-Stolbizer) y de Cambiemos (Bullrich-González) se mantienen constantes. En este caso, el FR-GEN obtiene un promedio de 30,4%, el FPV de 25,4%, Cambiemos de 23,4% y Randazzo-Domínguez de 8,2%. La brecha a favor del FR-GEN es de 5 puntos porcentuales sobre el FPV (estadísticamente de baja significatividad, es decir, cercana al empate técnico) y la de este sobre Cambiemos es de 2 puntos porcentuales, estadísticamente no significativa y en zona plena de empate técnico. En la segunda serie, sin Randazzo, los promedios quedan así: Massa-Stolbizer 32,7%, CFK-Scioli 27,3% y Bullrich-González 24,6%. La diferencia entre el primero y el segundo es de 5,4 puntos porcentuales y entre el segundo y el tercero de 2,7 puntos porcentuales (cuasi empate técnico por el primer lugar, y empate técnico por el segundo). Así, el panorama aparece abierto en el distrito más gravitante del país.
Así, el escenario se asemeja mucho al de un eventual triple empate, puesto que la diferencia entre el primero y el tercero es de 4,7 puntos porcentuales. Con todo, si uno se concentra en las posiciones más que en los guarismos, esta encuesta de Haime coincide con las de Management & Fit y Raúl Aragón que revisamos en post anteriores y que ubicaban en tercer término a la fórmula de Cambiemos, por detrás de los frentes FR-GEN y del FPV. Así, esas tres mediciones desmienten las hipótesis de polarización entre el FPV y Cambiemos, planteando en lugar de eso una distribución no tan asimétrica en tres fuerzas principales: las dos mencionadas, más el frente FR-GEN.
La encuesta de Haime también explora otras hipótesis: si Randazzo no compitiera, Massa/Stolbizer subirían al 31,5%, CFK /Scioli llegarían al 29,5% y los candidatos del gobierno crecerían sólo dos décimas, alcanzando el 24,8%. Todas las variaciones resultan estadísticamente no significativas respecto al escenario anterior y no modifican la distribución de las posiciones de las fórmulas, aunque las más beneficiadas son las listas del FR-GEN y del FPV, lo que sugiere que los votantes de Randazzo oscilan entre esas dos fórmulas y no son permeables a la de Cambiemos. Cuando se sondea la posibilidad de que CFK no sea candidata y en lugar de ella compita el ex gobernador Daniel Scioli junto a Verónica Magario, Massa/Stolbizer lideran la intención de voto con 29,6%, el FPV llega a 25,1% y la lista de Cambiemos a 24,6%. La de Randazzo, en este caso, alcanza 8,1%. En esta hipótesis, el más beneficiado es Massa, puesto que le saca 4,5 puntos porcentuales al FPV, una brecha más sustantiva que el 2,1% del primer escenario (sin ser, por supuesto, categórica), mientras que el empate técnico se desplaza más hacia la pelea por el segundo lugar entre el FPV y Cambiemos. Sin embargo, esta lista no sube su intención de voto, lo cual pone de manifiesto la impermeabilidad de los votantes de CFK respecto a los del oficialismo.
La encuesta de Haime también midió la posibilidad de que el frente FPV-PJ lleve a Magario y al jefe comunal de Lomas de Zamora Martín Insaurralde como candidatos. Este es el escenario más beneficioso para Massa y Stolbizer, que llegarían a un 32,4% de intención de voto, obteniendo así una diferencia de 8,4 puntos porcentuales sobre el segundo, ya estadísticamente significativa. Además, es la única hipótesis en la cual Cambiemos podría desplazar al FPV-PJ del segundo lugar, llegando al 24%, mientras que ese espacio quedaría tercero, con 21%. Sin embargo, hay que decir nuevamente que esa diferencia de 3 puntos porcentuales es estadísticamente no significativa y sigue en zona de empate técnico, aunque el dato cualitativo nuevo es el cambio en el orden de preferencias. En tanto, Florencio Randazzo sigue muy lejos y llega apenas a 9,4% de intención de voto. Este tercer posible escenario también se midió sin la participación de Randazzo: su ausencia también favorecería a la fórmula de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, que llegarían al 34,9% de intención de voto.
Como hasta no conocer las listas no habrá certeza sobre los precandidatos que participarán de las PASO, podemos dividir en dos series los escenarios medidos por Haime, a los efectos de sacar promedios. En la primera serie, participan Randazzo y Domínguez, mientras que el FPV lleva como binomio a CFK-Scioli primero, a Scioli-Magario luego y a Magario-Insaurralde en tercer término. Las fórmulas del FR-GEN (Massa-Stolbizer) y de Cambiemos (Bullrich-González) se mantienen constantes. En este caso, el FR-GEN obtiene un promedio de 30,4%, el FPV de 25,4%, Cambiemos de 23,4% y Randazzo-Domínguez de 8,2%. La brecha a favor del FR-GEN es de 5 puntos porcentuales sobre el FPV (estadísticamente de baja significatividad, es decir, cercana al empate técnico) y la de este sobre Cambiemos es de 2 puntos porcentuales, estadísticamente no significativa y en zona plena de empate técnico. En la segunda serie, sin Randazzo, los promedios quedan así: Massa-Stolbizer 32,7%, CFK-Scioli 27,3% y Bullrich-González 24,6%. La diferencia entre el primero y el segundo es de 5,4 puntos porcentuales y entre el segundo y el tercero de 2,7 puntos porcentuales (cuasi empate técnico por el primer lugar, y empate técnico por el segundo). Así, el panorama aparece abierto en el distrito más gravitante del país.
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