Como dato de contexto a la tendencia electoral, la situación social y las expectativas también siguen transitando terreno negativo. Según la consultora RTD, hay apenas un 17% de optimistas, un 12% de cautos y un 71% de desanimados (ver datos abajo; click para agrandar). Este malestar socioeconómico permea en la intención de voto, confirmando el desgaste oficialismo y mejorando las chances de la oposición más nítida.
A su turno, según la más reciente medición de la consultora Analía del Franco, las expectativas positivas a nivel país y a nivel personal también están en un piso en la serie evolutiva y en el mismo orden de magnitud que hace un año (ver datos abajo; click para agrandar). Vale decir que el programa acordado con el FMI hace un año no ha logrado mejorar las percepciones de los argentinos en materia socioeconómica.
En este marco, la actualización de los escenarios de tendencia electoral de RTD confirman a CFK como primera en intención de voto en los tres casos (con entre 36% y 39%) y a Macri segundo (entre 29% y 32%). En 2 de esos 3 escenarios, la brecha que le saca a Macri resulta estadísticamente significativa (entre 7 y 8 puntos porcentuales). En cambio, las diferencias entre Sergio Massa y Roberto Lavagna no son estadísticamente significativas, y ponen la disputa por la candidatura de Alternativa Federal en situación de empate técnico (ver datos abajo; click para agrandar), lo que deja abierta la incógnita acerca de cómo ese frente administrará su proceso interno de cara a las PASO de agosto próximo.
De cara a una eventual segunda vuelta, la tendencia según RTD también es favorable a CFK por 47% a 38%; esa diferencia de 9 pp es consistente con una ventaja que en primera vuelta oscila entre los 5 pp y los 8 pp. Todos los ballotages latinoamericanos enseñan que cuando la brecha a favor del ganador de la primera ronda oscila entre los 5 pp y los 10 pp, las chances para la segunda ronda se distribuyen asimétricamente a favor del primero; en cambio, cuando la diferencia es menor (caso Scioli-Macri 2015), las chances se distribuyen simétricamente y el resultado de la primera vuelta es reversible en la segunda.
Finalmente, si sumamos la medición de RTD a la serie que venimos construyendo desde marzo, el promedio da 34% para la ex presidenta y 26,7% para el actual presidente; una brecha de 7,3 pp, estadísticamente significativa, que confirma a CFK ya no sólo como la candidata opositora con más intención de voto por lejos, sino como la candidata individualmente con mayor caudal de intención de voto, por encima de Macri.
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