En las dos entradas anteriores presentamos hipótesis u
pronósticos más bien desfavorables al oficialismo; examinamos ahora otra
aproximación de sentido contrario. Artemio López, director de la consultora
Equis (cercano al kirchnerismo y uno de los primeros consultores que anticipó
que el oficialismo superaría el 50% de los votos en 2011) parte de la premisa
de que el nivel de crecimiento económico en
2013 superaría el 5% anual y
que durante el tercer trimestre (período en el que tendrán lugar las elecciones
de octubre) la tasa interanual será al menos del 6,5%.
De darse estas cifras, la dinámica
económica será muy superior a la de las anteriores elecciones de medio término
(2009) aunque algo por debajo del correspondiente a las elecciones
presidenciales del 2011. El sociólogo afirmar que esas cifras, “junto con el pico de consumo que instala la
transferencia de ingresos récords vía planes sociales (AUH 35,3%) y ajustes
salariales formales por sobre la inflación (paritarias promedio del 24%), más
el impacto de la reactivación de la construcción vía blanqueo, el achatamiento
de las presiones de precios vía congelamientos exitosos, produzcan los ya
habituales efectos electorales reiterados desde el año 2003 - con la excepción
del año 2009 que veremos.
El sociólogo ensaya una lectura
materialista según la cual esa dinámica redundará en beneficio
de las chances electorales del kirchnerismo, planteando “efectos de bienestar socioeconómico que operan en favor de los
oficialismos en general y el nacional en particular, potenciados por la
composición del voto K ya analizada oportuna y sistemáticamente con un núcleo
duro del 25% y otro tanto que responde de manera dominante a las condiciones
materiales de existencia”.
Por otro lado, al igual que Berensztein, López dedica una aproximación específica a la situación en provincia de Buenos Aires con la competencia entre el kirchnerismo (PFV, con Martín Insaurralde) y el massismo (Frente Renovador, FPR), dado su peso electoral estratégico: "Es de esperar un dispositivo FPV-FPR que permita la captura de más del 75% de votos bonaerenses por parte de ambas fuerzas bajo la tensión oficialismo-oposición, con lo que el piso del FPV sube automáticamente. Ya es una verdad de perogrullo que nada electoralmente activo existe en Buenos Aires por fuera del dispositivo FPV-FRP, nada estadísticamente sustancial escapa al dispositivo y la polarización que vendrá hará el resto con lo que aún queda fuera del espacio polarizador. Esto supone que hoy el 32% de voto que pone en juego el FPV será su piso, mientras resultó su techo durante el emblemático año 2009, también año con polarización aunque menor que la actual gracias a la gran estrategia de polarización combinada con listas testimoniales ideada por Néstor Kirchner para enfrentar momentos críticos”. Según López, esta sola sumatoria que ubicaba al piso del FPV en el 37% en aquel contexto tan crítico permite avizorar un resultado más favorable en las legislativas de medio término de este año: “seguramente la realidad socioeconómica muy mejorada en este año 2013 respecto al año 2009, donde por caso la AUH no existía, hará trepar ese nivel de voto al FPV bonaerense por sobre el 40%”.
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