Al cierre de todo proceso electoral se
imponen interpretaciones del resultado y las elecciones de este año serán otra
instancia que dará lugar a las mismas. Sin embargo, resulta un ejercicio útil explicitar
a partir de qué parámetros se realiza tal interpretación: existe la posibilidad
de comparar un resultado electoral dado con elecciones anteriores. Así, por
ejemplo, el día después de las elecciones de octubre de este año pueden, en
principio, ser comparadas con varias elecciones anteriores: 2003
(presidenciales y legislativas), 2005 (legislativas de medio término), 2007
(presidenciales y legislativas), 2009 (legislativas de medio término) y 2011 (presidenciales
y legislativas).
Veamos: en 2003 Néstor Kirchner obtuvo
22% de los votos en primera vuelta; la segunda vuelta no tuvo lugar, ya que el
candidato Carlos Menem, que había obtenido 24% de los votos, desistió de
participar del ballotage previendo una derrota estrepitosa. Lo concreto es que
NK obtuvo el 22%, y gran parte de ese porcentaje fue aportado por la estructura
del duhaldismo.
En 2005, elecciones legislativas de
medio término, la situación cambia drásticamente: Kirchner rompe con Eduardo
Duhalde, Cristina Fernández compite con Hilda “Chiche” Duhalde en la
estratégica provincia de Buenos Aires y la vence, y a nivel nacional el
kirchnerismo y el PJ aliado al gobierno nacional obtienen un 40% de los votos
en el total nacional, contra 14% de la UCR, 11% del PJ anti-K, 8% de partidos
de centroderecha (PRO, Recrear y partidos provinciales), 7% del ARI (Elisa
Carrió), 5% de la izquierda, 5% del socialismo y 10% de otros partidos
(estimación realizada por el diario Clarín a partir de los votos positivos
reportados por la Justicia Electoral). Ya en esa elección se advierte una gran
brecha entre la primera minoría (el kirchnerismo/FPV y aliados) y la segunda
fuerza, por entonces la UCR: 26%.
En 2007 se elige presidente junto con
legisladores nacionales. Cristina Fernández/FPV obtiene el 45% de los votos,
imponiéndose en primera vuelta. Le sigue Elisa Carrió (Coalición Cívica), con
23%, Roberto Lavagna (peronista, pero como candidato de UNA, con eje en la UCR)
con 17%, Alberto Rodríguez Saá (PJ anti-K) con 8%, Pino Solanas con 1,61% Jorge
Sobisch (PJ anti-K) con 1,5% y Ricardo López Murphy con 1,5%. Otras listas diversas no llegaron
individualmente al 1%. Nuevamente, se verifica una gran brecha entre la primera
minoría (el kirchnerismo/FPV y aliados) y la segunda fuerza, por entonces la Coalición
Cívica: 22%.
En 2009 se produce otra elección
legislativa de medio término. Tenemos dos referencias para el voto del FPV y
aliados ese año: según estimaciones de El Cronista, obtuvo 31% de los votos en
todo el país. Según el sociólogo Artemio López, 35%. Nos quedemos con un
promedio (33%) y nos apoyemos en López para las estimaciones de las otras
fuerzas (ya que El Cronista no las reporta): 25% para el Acuerdo Cívico y
Social (frente entre la UCR, el socialismo y la Coalición Cívica), 15% para el
PRO + otras fuerzas de centroderecha + PJ anti-K (como Francisco de Narváez en
provincia de Buenos Aires, quien derrotó por 34% a 32% a Néstor Kirchner). Aquí
se achica la brecha entre la primera minoría (el kirchnerismo/FPV y aliados) y
la segunda fuerza, por entonces el Acuerdo Cívico y Social: 8%.
En 2011 se vota nuevamente presidente
junto con legisladores nacionales. Cristina Fernández de Kirchner/FPV obtiene
el 54%, seguida por Hermes Binner del FAP con 17%, Ricardo Alfonsín (Udeso/UCR)
con 11%, los peronistas anti-K Alberto Rodríguez Saá (8%) y Eduardo Duhalde
(6%), Jorge Altamira (FIT) con 2% y Elisa Carrió (casi 2%). Aquí la brecha
entre el kirchnerismo/FPV y aliados y la segunda fuerza, el FAP, trepa al 37%,
y el oficialismo deja de ser primera minoría para constituirse en mayoría neta
(ya que supera el 50% de los votos positivos).
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