viernes, 20 de junio de 2014

Coaliciones, frentismo y estrategias de acumulación (2)


Cerrábamos la entrada anterior citando al consultor Carlos Fara, que en su análisis agrega otros elementos interesantes: “el Gobierno sigue dando pelea, aún en un marco de desgano y dispersión. Pero esto no sólo se produce por la política de palo y zanahoria del Gobierno, sino también porque el peronismo no termina de estar convencido sobre la opción Massa. Esto se debe a que: 1) Les resulta más confiable Scioli, con limitaciones. 2) Creen que negociar ahora no tiene sentido: prefieren ver cómo evolucionará la intención de voto del líder del Frente Renovador, para negociar desde otra posición llegado el caso. 3) Las promesas de Massa hoy son “como comprar un terreno en la Luna”.

El análisis de Fara es pertinente, porque en este blog venimos sosteniendo que de cara al 2015 es necesario construir una coalición mínima para ganar. De acuerdo a la encuesta de Poliarquía que citamos recientemente, la fuerza que está más cerca de la primera minoría es el FPV, con un 35% de electores dispuestos a votar un candidato del oficialismo (es más o menos el voto que el kirchnerismo alcanzó en las legislativas del 2013 en todo el país).  Con ese número, el FPV requiere al menos 5 puntos más para ganar en primera vuelta, siempre que el segundo frente más votado no llegue al 30%. Podría decirse que el oficialismo está relativamente cerca de esa coalición mínima… sin embargo, esa creencia se diluye cuando se observa la intención de voto de los candidatos del espacio pan-oficialista: según Poliarquía, Scioli alcanza 22%, con lo cual tendría que tomar el voto disperso de todos los demás precandidatos del FPV para construir una coalición ganadora mínima, o bien tomar parte del voto independiente. 

Aquí es donde se hace relevante el análisis de sinergias y alergias entre precandidatos del mismo espacio, porque mientras Scioli hoy plantea la “continuidad con cambio”, otros precandidatos K, como Urribarri (que mide, hasta el momento, menos que el gobernador bonaerense) se posicionan como la “continuidad explícita” del kirchnerismo (con lo cual no es seguro que esos electores migren directamente a Scioli en ausencia de Urribarri, aunque tampoco puede descartarse, ya que quizás lo prefieran antes que un candidato opositor al oficialismo). En esta dialéctica se juega gran parte de la carrera preelectoral: hasta qué punto Scioli es capaz de heredar el voto del elector kirchnerista, y hasta qué punto la resistencia del kirchnerismo duro lo perjudica quitándole votos o lo favorece ante el electorado “independiente”, que quiere mantener algunas cosas del gobierno, pero también quiere algunos cambios.

La encuesta de Poliarquía sólo mide a Scioli como candidato, y allí el gobernador bonaerense alcanza un 22%. Veamos qué dicen otros estudios que incluyen figuras alternativas dentro del FPV. Una encuesta de la consultora Raúl Aragón & Asociados para Infobae (relevamiento, sobre 3.008 casos en todo el país) que en un escenario de internas abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se consolida en la punta con 16,77%, seguido por el líder del Pro y jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, con 13,64% por ciento. Mientras que ambos dirigentes no tienen competidores internos dentro de su espacio, el estudio muestra que la interna en Frente para la Victoria se polariza entre dos precandidatos: el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli (11,04%), y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo (9,42%). 

La  diferencia estadísticamente no significativa entre ambos (1,62 puntos) implica un virtual empate técnico. Los demás precandidatos del FPV aparecen rezagados: Julián Domínguez (0,22%), Aníbal Fernández (2,49%), Juan Manuel Urtubey (3,14%) y Sergio Urribarri (3,46%). Este estudio confirma (siempre, insistimos, con el carácter provisorio de foto que tiene toda encuesta) que, pese a la proliferación de candidatos, son pocos los que hoy tienen chances, y Scioli, el “menos kirchnerista del FPV” es uno de ellos; el otro que se insinúa como alternativa es Randazzo, hoy posicionado más cerca del kirchnerismo “puro” pero con una “propuesta única de venta” (unique selling proposition, término tomado del marketing comercial) asociada a su gestión como ministro (lo que le otorga una base en la zona metropolitana, pero requiere de algún plus para un mayor despliegue territorial) y sin una referencia tan explícita a la “continuidad K” como el entrerriano Sergio Urribarri o el también bonaerense Julián Domínguez, por ejemplo. 

5 comentarios:

  1. Mi nombre es Virginia Cabrera y queria saber si pudo leer el proyecto de tesis que le entregamos el pasado martes.Espero su respuesta!! Saludos

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  2. Hola Virginia, aún no, trato de leerlo en estos días, saludos!

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  3. Hola Virginia, lo leí hoy, si pueden pasen mañana así les hago un comentario en Opinión Pública (termino de tomar evaluación alrededor de las 11 hs.) Saludos

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  4. El análisis e interpretación realizados a partir de la encuesta de la consultora Raúl Aragón & Asociados para Infobae, en la que se tomó una muestra de 3.008 casos, es pertinente. El escenario previo a las PASO refleja un empate técnico, por lo que la diferencia estadística no es significativa entre el líder del Frente Renovador (Sergio Massa) con 16.77% y el del Pro, Mauricio Macri con 13.64%. No se puede afirmar que uno tenga ventaja sobre el otro ya que se debe considerar el error muestral que conlleva todo relevamiento; el cual deviene del hecho de que no se ha relevado a toda la población sino que se parte de una muestra de la misma.
    Por otro lado, el panorama de cara a las elecciones presidenciales de 2015 sigue siendo incierto. Aún falta conformar una coalición mínima para ganar, el FPV busca renovarse con Scioli y la “continuidad con cambio” pero está en disputa con el kirchnerismo duro. El FAU tampoco tiene un candidato sólido para conformar dicha coalición mientras que Masa y Macri no tienen competidores en sus respectivos espacios, pero están lejos del 35% de electores dispuestos a votar un candidato del oficialismo (encuesta de Poliarquía).
    Sin embargo, es bueno recordar que todo encuesta es una foto y que la intención de voto puede cambiar de aquí a 2015.

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