Como adelantábamos al cierre de la entrada anterior, además de las encuestas distritales que vimos hay una convergencia de estudios de alcance nacional que ratifican la primacía de Daniel Scioli dentro del espacio pan-oficialista y su mayor competitividad relativa frente a los candidatos de la oposición, respecto a figuras alternativas del Frente para la Victoria (FPV). Hagamos un rápido repaso: según Carlos Fara, hacia las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias previstas para el 9 de agosto próximo), Scioli alcanza un 23% de intención de voto, seguido por Sergio Massa (22%) y Mauricio Macri (21%). Un claro empate técnico entre los candidatos del podio: "Massa está estancado hace meses, Scioli se consolida en el voto K, y Macri viene creciendo a costa de la desintegración de UNEN y la definición de indecisos. Esto es lo que lleva a describir la situación como triple empate", afirma Fara.
Hablando en los términos de Ignacio Ramírez, la “llave” oficialista, es decir la candidatura del FPV, se definiría con contundencia a favor del gobernador bonaerense: "gana Scioli por 69 a 17. Randazzo creció pero no a expensas de Scioli", según Fara. Esto contradice los sondeos que hablan de un empate técnico entre el ministro y el gobernador bonaerense (Ibarómetro y Equis). Dentro de la “llave” opositora, Massa y Macri se mantienen en situación de paridad y, por lo tanto, ambos tienen chances de pasar disputar el premio mayor contra el candidato oficialista. A favor de Macri, Fara tiene al conductor del PRO bien por arriba de sus “socios” de la UCR y la Coalición Cívica en la disputa por el liderazgo de ese espacio: 77% para Macri, 13% para Elisa Carrió y 7% para Ernesto Sanz.
Por su parte, un relevamiento de la consultora Poliarquía también ubicó primero a Daniel Scioli de cara a las primarias de agosto: según la encuesta, para las PASO el gobernador bonaerense alcanza el 25%, por encima del 22% que consigue Mauricio Macri (PRO). Algo rezagado, con 19%, aparece Sergio Massa (Frente Renovador). Sin embargo, no puede decirse que se haya abierto la boca del yacaré entre el líder del PRO y el del Frente Renovador, ya que la diferencia es exigua (3%) y no estadísticamente significativa. En cambio, la brecha entre Scioli y Florencio Randazzo sí es contundente, ya que el ministro del Interior y Transporte (que también disputa la candidatura por el Frente para la Victoria) alcanza un 10%, es decir 15 puntos porcentuales menos que Scioli, lo que definiría la llave oficialista en el mismo sentido que indicaba Fara: a favor del gobernador de Buenos Aires. Otro precandidato del FPV, el gobernador entrerriano Sergio Urribarri, aparece aún más lejos de la pelea por la “llave” oficialista: sólo 1% de intención de voto. Julián Domínguez, ahora bajado de la pelea por la presidencia y candidato a gobernador de Buenos Aires, no llega al 1% en este estudio. Nuestra hipótesis es que el escenario seguirá sincerándose hacia la baja, dado que está aún excedido de precandidatos, y que las bajas se darán entre los que menos midan.
La encuesta de Poliarquía se basó en una muestra de 1.272 casos y tiene un margen de error de 2,8%. Apenas por encima del error muestral aparece el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, con 4% de intención de voto. En el estudio, figuran dos precandidatos de FAUNEN que quedaron fuera de carrera: Hermes Binner, con 6%, y el radical Julio Cobos, con 6%. El “vencedor” de la Convención radical, Ernesto Sanz, alcanza un 1%, con lo cual está por debajo del error muestral y técnicamente caído de las PASO (que requiere alcanzar un 1,5% de los votos para seguir en carrera). El paso al costado de Cobos debería mejorar la performance futura de Sanz, pero es un hecho que el radicalismo eligió afrontar las PASO con el menos competitivo de sus candidatos. Mutatis mutandis, quienes al interior de la disputa por la candidatura del espacio pan-oficialista fogonean a figuras alternativas a Scioli (centralmente, Randazzo) están incurriendo en una movida parecida: sostener a dirigentes que miden menos que quien resulta más competitivo de cara a una elección abierta, que es Daniel Scioli. Esa postura, además de tener fundamentos atendibles desde la coherencia ideológica, deviene de una lectura sesgada de las instancias electorales: como venimos diciendo, las PASO no son elecciones internas, sino primarias, la primera instancia de la general de octubre (en los hechos, y de acuerdo a los antecedentes de 2011, una “primera vuelta” real antes de la primera vuelta formal). Por ello, no es sorprendente que midan mejor las figuras que las mesas chicas (microclimas de opinión) de los respectivos espacios miran con recelo: Scioli dentro del FPV, y Gabriela Michetti vs Horacio Rodríguez Larreta en la primaria del PRO prevista para el próximo 26 de abril. “Gana ella por 61 a 34. Larreta crece algo, pero está muy lejos a 38 días”, según Fara. Esto es porque la instancia de elección general se impone por sobre la interna de los respectivos espacios. Concluyendo: si el FPV elige su candidato por el “kirchnerómetro”, terminará eligiendo un candidato menos competitivo e incrementando sus chances de transformarse en el FPD.
Concepto acuñado por el filósofo inglés Joseph Glanvill, el clima de opinión nos rodea. Existen ciencias para medirlo, pero también hay lugar para lo inesperado, tal como el aleteo de una mariposa en Pekín puede desatar un huracán en México que contraríe el pronóstico del tiempo. Este blog de tendencias de opinión pública e influencia social pretende aportar elementos al "sensor cuasiestadístico" con que sondeamos el ambiente y ser un foro para intercambiar puntos de vista.
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