viernes, 6 de marzo de 2015

Aguas de marzo (3)

Tal parece que con las aguas de marzo se estaría yendo uno de los potenciales presidenciables: el socialista Hermes Binner, ex gobernador de Santa Fe y segundo candidato más votado en las elecciones presidenciales de 2011, con el 17% de los votos. Es cierto que en las mediciones conocidas el ahora ex precandidato medía mucho menos que eso como figura del FAUNEN (según Ipsos, 4,6% para las PASO; 5% para Carlos Fara). De todos modos, su paso al costado del escenario competitivo plantea una incógnita acerca de si el caudal de electores “socialistas-centroizquierdistas” que captaba Binner (aunque no en exclusividad) virarán hacia una alianza más de centroderecha en caso de un acuerdo de la UCR con Macri y/o Massa, o bien pasarán a la dirigente propuesta por Binner como sustituta (Margarita Stolbizer, de relevancia bonaerense más que nacional y por lo tanto a priori más débil como candidata presidencial) o terminarán por recalar en alguna otra figura del espacio de centroizquierda (“Pino” Solanas, Jorge Altamira del PO, Víctor de Gennaro de Unidad Popular o Alejandro Bodart del MST, por ejemplo). 

La salida de esta “pata socialista” del FAUNEN también puede repercutir en el armado general, porque era sabido que el socialismo (junto con Proyecto Sur y Libres del Sur, entre otros sectores) resistía los intentos de algunos dirigentes radicales de abrirse hacia un frente más amplio junto con el PRO para contender con el FPV. Las razones no eran sólo ideológicas: el bastión del socialismo es Santa Fe, amenazado por la candidatura a gobernador de Miguel del Sel como cabeza de lista del macrismo (ya en 2011 estuvo cerca de ganar la gobernación). Mauricio Macri acaba de cerrar un acuerdo con el ex gobernador del PJ, Carlos Reutemann, con lo cual el socialismo ve en el macrismo a un competidor directo por el poder en la única provincia que gobierna. Con Binner fuera de la discusión, la UCR "aliancista" puede sentirse capaz de ir por esa alianza con el PRO con menos condicionamiento, pero es probable que el socialismo y la centroizquierda en ese caso no acompañen sino que rompan definitivamente con el FAUNEN. Eso terminaría de eliminar las chances de ese frente de meterse en la pelea grande y consolidaría una pelea entre tres fuerzas: el FPV (aún sin candidato designado), el PRO y el Frente Renovador. 

En este marco, la convención radical del próximo 14 de marzo será clave para dilucidar si avanza o no la idea de un gran frente opositor (hacia el PRO/Macri y eventualmente hacia el Frente Renovador/Massa, de acuerdo a la fortaleza relativa de cada opción en los diversos distritos del país). Veamos el análisis que hacia el consultor Carlos Fara hace poco (antes de la salida de Binner): “Opción 1: la convención radical del 14 de marzo no aprueba la idea. Resultado: todo se cae, ya que por estructura nacional hoy es la niña bonita, no tanto por los votos de sus candidatos. Opción 2: la convención aprueba la idea. Massa parece que acepta. El resto de FAUNEN no quiere. Macri dice que tampoco y Altamira, difícil que se sume. ¿Carrió? Quiere una gran coalición pero no quiere a Massa. Resultado: alta probabilidad de que se caiga la idea, ya que tampoco queda claro que el grueso del radicalismo quiera quedar como aliado del líder del Frente Renovador, al menos exclusivamente. Pero la política es dinámica. Ahora imaginemos que llegamos a mayo y nadie de la oposición saca ventaja. Va existir presión política, mediática y de actores sociales y económicos presionando a revisar la negativa a conformarla. Si se termina de armar será una coalición contra natura, en la que además de la decisión de aliarse habrá un sinfín de detalles que definir como las listas legislativas, ya que sólo se puede presentar una por fórmula presidencial, y además los distritos son federalmente autónomos para establecer el armado local que deseen. Pues habría que poner de acuerdo a mucha gente”

“Otro ítem es la conformación de la fórmula. Volvamos a imaginar: se presentan A, B y C. Gana A por poca diferencia sobre B. Entonces habrá presión para modificar la fórmula definitiva, burlando la ley (es posible, si renuncia el candidato a vice del que ganó). Resultado final, por presión de las circunstancias, ¿termina habiendo una fórmula Massa-Macri, o Macri-Massa? ¿Es eso posible? Si la Alianza UCR-Frepaso todavía es recordada por sus peleas, imagínese ésta que sería totalmente forzada. En definitiva, la probabilidad de concreción es muy compleja. Por otro lado, ¿ganaría con comodidad frente al candidato kirchnerista? ¿Resuelve el problema de fondo? Si encabeza Massa sí. Si encabeza Macri va a ser más controvertido. Frente a una ingeniería política tan compleja quizá se imponga la idea que, al final, las PASO así como están pueden ser automáticamente una gran primaria opositora”, concluía Fara por entonces. Esta historia continuará…

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