jueves, 16 de junio de 2016

Del bajón del consumo a la “zona de riesgo” (1) : aprobación vs desaprobación

Ya en un post del pasado mes de marzo señalábamos que la divergencia entre la confianza en el gobierno (plano político) y la confianza en el consumo (plano económico) no podía sostenerse por mucho tiempo: “la experiencia histórica enseña que esa bifurcación no puede prolongarse indefinidamente en el tiempo; así, mediciones más recientes vienen mostrando una progresiva convergencia (incluso con cierto arrastre relativo) y un sinceramiento hacia la baja de los indicadores de gestión y expectativas del gobierno nacional”. En las últimas entradas hemos repasado datos perceptivos del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) tanto como datos duros de ventas minoristas transitando una curva descendente muy pronunciada en los últimos meses. En ese marco, era esperable que las mediciones de imagen y aprobación de gestión del gobierno nacional también acusaran una baja. Veamos: 

La consultora Management & Fit realizó una encuesta entre el 20 y el 25 del mayo, apenas días antes de que la gestión del presidente Mauricio Macri cumpliera sus primeros 6 meses. A partir de una muestra de 2.000 en todo el país, conformada por vecinos de entre 16 y 70 años, el informe arrojó que la gestión de Macri cuenta con un 44,1% de aprobación, contra un 46,9% en enero y un pico de 50,7% en marzo, mientras que la desaprobación a la administración nacional alcanza el 42,5%, la más alta desde diciembre (ver imagen arriba; click para agrandar). Por otra parte, un 13,4% no se decanta por ninguna de las dos alternativas. El descenso en la aprobación es estadísticamente significativo comparado con el pico de marzo (aunque no respecto al estudio de abril): 6,6 puntos porcentuales, para una muestra que cuenta con un error muestral del orden del +- 2,2%. Por lo tanto, de marzo a mayo hay una retracción en el acompañamiento al oficialismo. En cambio, la diferencia entre la aprobación y la desaprobación (1,6 puntos porcentuales) no es estadísticamente significativa (por ser menor al error muestral), lo que implica una situación de empate técnico o paridad entre ambas magnitudes. Además, perforar el umbral del 50% de aprobación acerca a Macri a la “zona de riesgo” de Morris.  

El estudio de M&F también consultó sobre dos dirigentes del PRO que desde el 10 de diciembre asumieron en dos de los distritos más importantes del país, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma (CABA). Así, el sondeo permite comparar las aprobaciones relativas de Macri, de María Eugenia Vidal como gobernadora bonaerense y de Horacio Rodríguez Larreta en su carácter de jefe de Gobierno porteño. En el caso de Vidal, recoge un 45,1% de aprobación y un 41% de desaprobación a su gestión; un 13,9% no se pronuncia (ver datos abajo; click para agrandar). Como Macri, también sus números acusan un desgaste: en abril, la mirada positiva llegaba a 49,1% y la negativa a 35,5%. Sin embargo, hay que mencionar que en este caso la diferencia de 4,1 puntos porcentuales entre aprobación y desaprobación tampoco resulta estadísticamente significativa, ya que el universo relevado es provincia de Buenos Aires (menor al universo nacional y, por lo tanto, relativamente más “inestable”) y la muestra correspondiente es también menor, con lo cual se impone idéntica conclusión a la que arribábamos respecto al presidente: hay un empate técnico entre la aprobación y la desaprobación.  

Lo mismo sucede en el caso de Horacio Rodríguez Larreta: tiene más ponderación positiva (un 41,9% aprueba su gestión) que negativa (un 38,3% la desaprueba); un 19,8% no sabe o no contesta (ver datos abajo; click para agrandar). También sus números empeoraron respecto a mediciones anteriores (en este caso, el pasado mes de abril: 46% y 41,8% respectivamente). Aquí, la diferencia de 3,6 puntos entre aprobación y desaprobación tampoco resulta estadísticamente significativa, toda vez que tanto el universo abarcado como la muestra empleada son más chicos. En síntesis, a tenor de los datos de Management & Fit, el desempeño de las tres principales figuras políticas con cargos ejecutivos del oficialismo (presidente, gobernadora de Buenos Aires y jefe de gobierno porteño) es muy similar, con una aprobación que se encuentra en un orden de magnitud que va del 42% al 45% y con desaprobaciones que oscilan en órdenes del 38% al 43%. En sentido contrario a lo que han sugerido algunas lecturas periodísticas y análisis, entonces, si tomamos como referencia los datos de M&F, Vidal no está mejor posicionada en provincia de Buenos Aires de lo que está Macri a nivel país. 


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